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Quiénes no deberían comer espinaca y por qué

La espinaca es un alimento muy nutritivo que los médicos recomiendan consumir debido a sus propiedades benéficas para el cuerpo, las cuales ayudan al sistema inmunológico, reducen la hipertensión, combaten la diabetes, favorecen el sistema óseo y la buena salud de la piel y proveen antioxidantes, entre otros aspectos. Sin embargo, puede tener algunas contradicciones médicas para ciertas personas, por eso es importante saber quiénes no deberían comer esta verdura.

Personas con problemas renales

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) detalla que la espinaca es una gran fuente de “vitaminas A (caroteno), C, E, K, yodo, magnesio, manganeso y varios antioxidantes, por lo que es una hortaliza de alto valor nutritivo y con bajo aporte calórico. Además, contiene fibra, fósforo, vitamina B1, ácidos grasos, omega-3, vitamina B3, ácido pantoténico y selenio”.

Las espinacas son ricas también en oxolatos, un compuesto que genera sales en el organismo, las cuales, al combinarse con el calcio, de acuerdo con el doctor Ivan Porter II, nefrólogo de Mayo Clinic, podrían generar piedras en los riñones, es decir, cálculos renales, o bien, aumentar de volumen o cantidad si ya se padecen. Personas con infecciones urinarias o en la vejiga, litiasis u otras enfermedades relacionadas con los riñones, deben evitarla.

Menores de 5 años

En un artículo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) se detalla que las espinacas contienen altos niveles de nitratos, unos compuestos que pueden convertirse en nitritos que pueden provocar dificultades en el transporte del oxígeno en la sangre. Estos provocan dificultades para respirar o el famoso “síndrome del niño azul” que pone labios y extremidades moradas en los bebés debido a la falta de oxigenación.

Personas con problemas intestinales

Si bien no está prohibido médicamente que personas con padecimientos estomacales e intestinales consuman espinaca, sí se recomienda reducir su consumo. El alto contenido de fibra que tiene esta hortaliza puede causar o agravar síntomas como hinchazón, gases o diarrea, por su puesto, si se come en exceso.

Estas son algunas de las personas que deberían reconsiderar el alto consumo de espinaca. Cocida y bien lavada, estos efectos pueden reducirse. Vale remarcar que siempre es mejor consultar a un especialista médico o nutricionista antes de incorporar o quitar alimentos de la dieta.

La espinaca es un alimento muy nutritivo que los médicos recomiendan consumir debido a sus propiedades benéficas para el cuerpo, las cuales ayudan al sistema inmunológico, reducen la hipertensión, combaten la diabetes, favorecen el sistema óseo y la buena salud de la piel y proveen antioxidantes, entre otros aspectos. Sin embargo, puede tener algunas contradicciones médicas para ciertas personas, por eso es importante saber quiénes no deberían comer esta verdura.

Personas con problemas renales

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) detalla que la espinaca es una gran fuente de “vitaminas A (caroteno), C, E, K, yodo, magnesio, manganeso y varios antioxidantes, por lo que es una hortaliza de alto valor nutritivo y con bajo aporte calórico. Además, contiene fibra, fósforo, vitamina B1, ácidos grasos, omega-3, vitamina B3, ácido pantoténico y selenio”.

Las espinacas son ricas también en oxolatos, un compuesto que genera sales en el organismo, las cuales, al combinarse con el calcio, de acuerdo con el doctor Ivan Porter II, nefrólogo de Mayo Clinic, podrían generar piedras en los riñones, es decir, cálculos renales, o bien, aumentar de volumen o cantidad si ya se padecen. Personas con infecciones urinarias o en la vejiga, litiasis u otras enfermedades relacionadas con los riñones, deben evitarla.

Menores de 5 años

En un artículo de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) se detalla que las espinacas contienen altos niveles de nitratos, unos compuestos que pueden convertirse en nitritos que pueden provocar dificultades en el transporte del oxígeno en la sangre. Estos provocan dificultades para respirar o el famoso “síndrome del niño azul” que pone labios y extremidades moradas en los bebés debido a la falta de oxigenación.

Personas con problemas intestinales

Si bien no está prohibido médicamente que personas con padecimientos estomacales e intestinales consuman espinaca, sí se recomienda reducir su consumo. El alto contenido de fibra que tiene esta hortaliza puede causar o agravar síntomas como hinchazón, gases o diarrea, por su puesto, si se come en exceso.

Estas son algunas de las personas que deberían reconsiderar el alto consumo de espinaca. Cocida y bien lavada, estos efectos pueden reducirse. Vale remarcar que siempre es mejor consultar a un especialista médico o nutricionista antes de incorporar o quitar alimentos de la dieta.

 Más allá de que se trata de un alimento conocido por ser muy nutritivo, hay personas que deberían limitar su consumo por diversas razones; enterate los detalles en esta nota  LA NACION

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