Una dermatóloga reveló que dormir con aros es mala idea y provoca cambios en las orejas
Dormir con los aros puestos podría generar cambios visibles en los lóbulos con el paso de los años, advirtió la dermatóloga californiana Samantha Ellis. En un video publicado en la red social TikTok, que supera el millón y medio de reproducciones, la especialista afirmó: “Voy a darte un consejo para que, cuando estés con tus amigas dentro de 20 años y ellas se quejen de este problema estético, tú puedas decir: ‘Bueno, yo vi a una doctora en redes sociales hablar de esto hace 20 años’”.
Ellis señaló que el problema más frecuente es la caída de los lóbulos. Explicó que “a medida que envejecemos, los lóbulos se vuelven más flácidos y sueltos, y si usás aros, eso puede convertirse en un problema porque empiezan a verse tristes en los orificios de tus orejas”.
Según su experiencia clínica, este cambio se hace más notorio a partir de los 40 años, cuando “los aros ya no se ven tan bonitos en los orificios como antes”.
Prevención y cuidados específicos
La dermatóloga indicó que la medida más sencilla para evitar el estiramiento prematuro es no dormir con los aros puestos. Esta recomendación no aplica para perforaciones en la parte superior de la oreja, donde el cartílago es más firme. “Si dormir con aros en esa zona no te molesta, no hay problema ni riesgo estético”, aclaró.
Según Ellis, el desgaste prematuro se produce por “usar aros en el lóbulo blando noche tras noche, año tras año, poniendo tensión innecesaria en los agujeros de la perforación y provocando que se estiren mucho antes de lo debido”. El peso constante y la gravedad pueden agrandar los orificios, haciendo que las piezas queden flojas.
Para quienes ya presentan daño en los lóbulos, existen procedimientos como los rellenos dérmicos, que devuelven volumen y ayudan a mantener los aros rectos.
La cirujana plástica Melissa Doft precisó que es un tratamiento rápido, de bajo riesgo y sin necesidad de tiempo de recuperación. Otro especialista, Stafford Broumand, añadió que el ensanchamiento de los lóbulos también ocurre de forma natural con la edad, contribuyendo a una apariencia más envejecida.
Hábitos para prevenir el envejecimiento cutáneo
Más allá del cuidado de los lóbulos, la protección de la piel es clave para mantener una apariencia saludable. La Roche-Posay señala que la exposición constante a los rayos UVA/UVB y a la contaminación favorece la aparición de arrugas, manchas y otros signos prematuros de envejecimiento. Recomienda el uso diario de protector solar, incluso en interiores o en días nublados, para minimizar estos efectos.
La hidratación continua también resulta fundamental. El uso de productos con vitamina C, ácido hialurónico o retinol ayuda a combatir el estrés oxidativo, estimula la producción de colágeno y retrasa la aparición de signos visibles de la edad. A esto se suma una alimentación rica en antioxidantes y ácidos grasos esenciales, ejercicio regular, sueño reparador y manejo del estrés, factores que, en conjunto, contribuyen a conservar una piel más firme y luminosa.
Por María Camila Salas Valencia
Dormir con los aros puestos podría generar cambios visibles en los lóbulos con el paso de los años, advirtió la dermatóloga californiana Samantha Ellis. En un video publicado en la red social TikTok, que supera el millón y medio de reproducciones, la especialista afirmó: “Voy a darte un consejo para que, cuando estés con tus amigas dentro de 20 años y ellas se quejen de este problema estético, tú puedas decir: ‘Bueno, yo vi a una doctora en redes sociales hablar de esto hace 20 años’”.
Ellis señaló que el problema más frecuente es la caída de los lóbulos. Explicó que “a medida que envejecemos, los lóbulos se vuelven más flácidos y sueltos, y si usás aros, eso puede convertirse en un problema porque empiezan a verse tristes en los orificios de tus orejas”.
Según su experiencia clínica, este cambio se hace más notorio a partir de los 40 años, cuando “los aros ya no se ven tan bonitos en los orificios como antes”.
Prevención y cuidados específicos
La dermatóloga indicó que la medida más sencilla para evitar el estiramiento prematuro es no dormir con los aros puestos. Esta recomendación no aplica para perforaciones en la parte superior de la oreja, donde el cartílago es más firme. “Si dormir con aros en esa zona no te molesta, no hay problema ni riesgo estético”, aclaró.
Según Ellis, el desgaste prematuro se produce por “usar aros en el lóbulo blando noche tras noche, año tras año, poniendo tensión innecesaria en los agujeros de la perforación y provocando que se estiren mucho antes de lo debido”. El peso constante y la gravedad pueden agrandar los orificios, haciendo que las piezas queden flojas.
Para quienes ya presentan daño en los lóbulos, existen procedimientos como los rellenos dérmicos, que devuelven volumen y ayudan a mantener los aros rectos.
La cirujana plástica Melissa Doft precisó que es un tratamiento rápido, de bajo riesgo y sin necesidad de tiempo de recuperación. Otro especialista, Stafford Broumand, añadió que el ensanchamiento de los lóbulos también ocurre de forma natural con la edad, contribuyendo a una apariencia más envejecida.
Hábitos para prevenir el envejecimiento cutáneo
Más allá del cuidado de los lóbulos, la protección de la piel es clave para mantener una apariencia saludable. La Roche-Posay señala que la exposición constante a los rayos UVA/UVB y a la contaminación favorece la aparición de arrugas, manchas y otros signos prematuros de envejecimiento. Recomienda el uso diario de protector solar, incluso en interiores o en días nublados, para minimizar estos efectos.
La hidratación continua también resulta fundamental. El uso de productos con vitamina C, ácido hialurónico o retinol ayuda a combatir el estrés oxidativo, estimula la producción de colágeno y retrasa la aparición de signos visibles de la edad. A esto se suma una alimentación rica en antioxidantes y ácidos grasos esenciales, ejercicio regular, sueño reparador y manejo del estrés, factores que, en conjunto, contribuyen a conservar una piel más firme y luminosa.
Por María Camila Salas Valencia
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