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En un duro documento, la Iglesia alertó sobre “la necesidad de una economía con rostro humano”

La Semana Social de la Comisión Episcopal de Pastoral Social terminó este domingo con la difusión de un documento crítico en el que se reclamó que la política no esté subordinada a la economía, se abogó por “trabajo digno” y se encendieron alarmas sobre la confianza en soluciones provenientes únicamente desde el mercado.

“Insistentemente hemos conversado sobre la necesidad de una economía con rostro humano. La política no debe someterse a la economía, ni esta a la tecnocracia. El mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social. Es imperioso que política y economía dialoguen al servicio de la vida”, se lee en el documento que se publicó tras el cierre de la Semana Social, que se desarrolló en Mar del Plata entre el viernes y este domingo.

En su documento, la Comisión Episcopal de Pastoral Social marcó la necesidad de “promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad para generar nuevos puestos de trabajo” y enfatizó: “El trabajo digno es el principal organizador de la vida social”. El mensaje fue crítico, pero no incluyó nombres propios.

Una misa con cartoneros, en la Semana Social de Pastoral Social

“Nuestra Patria se encuentra afectada por profundas polarizaciones que nos separan y por la priorización de intereses sectoriales sobre el bien común, lo que ha generado una sociedad herida y dividida. No podemos ser indiferentes ante la realidad de muchos hermanos en situación de pobreza y exclusión”, se planteó en el texto de cierre de la Semana Social.

“El legado de Francisco nos interpela ante la cultura del descarte y la globalización de la indiferencia, que ignoran a los más vulnerables. Es una exigencia ética y evangélica fundamental la opción preferencial por los más pobres, destinatarios privilegiados del Evangelio y la Justicia Social. La inequidad y la falta de un desarrollo humano integral no construye la paz”, se aseveró en el documento.

Elecciones y gobernabilidad. El fin de una época, en medio de la tempestad

El posicionamiento eclesiástico incluyó una mención a los desafíos que implica el avance de nuevas tecnologías: “Frente al ritmo vertiginoso y superficial de la vida, es indispensable fortalecer la reflexión y el ‘pensamiento crítico’ para discernir los signos de los tiempos. Una valiente revolución cultural es necesaria. La ciencia y la tecnología, como la Inteligencia Artificial, no son neutrales; su avance sin un horizonte humano, sin un criterio ético superior y sin regulaciones lleva a la degradación socio-ambiental”.

El lema de la Semana Social fue “La amistad social como sueño y camino. El legado de Francisco”. Con presencia de sacerdotes, dirigentes sociales y políticos, se abordaron ejes como “Política y construcción de la Amistad Social”, “Leer la realidad desde las periferias”, “Economía y Trabajo”, “Pacto Educativo para el Cuidado de la Casa Común” y “Tecnología y Desarrollo Humano Integral”. Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja, preside la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

La Semana Social de la Comisión Episcopal de Pastoral Social terminó este domingo con la difusión de un documento crítico en el que se reclamó que la política no esté subordinada a la economía, se abogó por “trabajo digno” y se encendieron alarmas sobre la confianza en soluciones provenientes únicamente desde el mercado.

“Insistentemente hemos conversado sobre la necesidad de una economía con rostro humano. La política no debe someterse a la economía, ni esta a la tecnocracia. El mercado, por sí solo, no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social. Es imperioso que política y economía dialoguen al servicio de la vida”, se lee en el documento que se publicó tras el cierre de la Semana Social, que se desarrolló en Mar del Plata entre el viernes y este domingo.

En su documento, la Comisión Episcopal de Pastoral Social marcó la necesidad de “promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad para generar nuevos puestos de trabajo” y enfatizó: “El trabajo digno es el principal organizador de la vida social”. El mensaje fue crítico, pero no incluyó nombres propios.

Una misa con cartoneros, en la Semana Social de Pastoral Social

“Nuestra Patria se encuentra afectada por profundas polarizaciones que nos separan y por la priorización de intereses sectoriales sobre el bien común, lo que ha generado una sociedad herida y dividida. No podemos ser indiferentes ante la realidad de muchos hermanos en situación de pobreza y exclusión”, se planteó en el texto de cierre de la Semana Social.

“El legado de Francisco nos interpela ante la cultura del descarte y la globalización de la indiferencia, que ignoran a los más vulnerables. Es una exigencia ética y evangélica fundamental la opción preferencial por los más pobres, destinatarios privilegiados del Evangelio y la Justicia Social. La inequidad y la falta de un desarrollo humano integral no construye la paz”, se aseveró en el documento.

Elecciones y gobernabilidad. El fin de una época, en medio de la tempestad

El posicionamiento eclesiástico incluyó una mención a los desafíos que implica el avance de nuevas tecnologías: “Frente al ritmo vertiginoso y superficial de la vida, es indispensable fortalecer la reflexión y el ‘pensamiento crítico’ para discernir los signos de los tiempos. Una valiente revolución cultural es necesaria. La ciencia y la tecnología, como la Inteligencia Artificial, no son neutrales; su avance sin un horizonte humano, sin un criterio ético superior y sin regulaciones lleva a la degradación socio-ambiental”.

El lema de la Semana Social fue “La amistad social como sueño y camino. El legado de Francisco”. Con presencia de sacerdotes, dirigentes sociales y políticos, se abordaron ejes como “Política y construcción de la Amistad Social”, “Leer la realidad desde las periferias”, “Economía y Trabajo”, “Pacto Educativo para el Cuidado de la Casa Común” y “Tecnología y Desarrollo Humano Integral”. Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja, preside la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

 En el cierre de la Semana Social, la Comisión Episcopal de Pastoral Social exigió “trabajo digno” y reivindicó el legado del papa Francisco  LA NACION

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