Excavaban una tumba y encontraron tres “casas de hadas” repletas de tesoros: “Criaturas fantásticas”

En Bonorva, Italia, un grupo de arqueólogos descubrieron tres antiguas “casas de hadas” durante un proyecto de excavación y restauración del complejo de Sant’Andrea Priu. Estas tumbas subterráneas prehistóricas, talladas en roca entre 5000 y 7000 años atrás, sorprendieron a los investigadores al revelar valiosos hallazgos, que incluían fragmentos de cerámica, obsidiana y más de 30 artefactos de la época romana.
Descubren tres estructuras funerarias talladas en roca
En un comunicado del 29 de julio, la Secretaría Regional del Ministerio de Cultura de Cerdeña informó que, mientras los científicos trabajaban en una meseta rocosa, detectaron una anomalía entre dos tumbas expuestas. Al excavar, hallaron tres domus de janas, estructuras funerarias que más tarde fueron apodadas “casas de hadas”. La exploración tuvo lugar en la zona de Meilogu, ubicada al norte de la isla de Cerdeña, cerca de una formación rocosa esculpida conocida como Campanile o Toro.
Según afirmó el Ministerio de Turismo italiano: “La leyenda dice que las Janas eran pequeñas hadas que vivían en diminutas casas talladas en la roca, llamadas Domus de Janas, o casas de hadas. Algunos dicen que las hadas pasaban el tiempo tejiendo en sus magníficos telares de oro y cuidando el sueño de los niños. Otros afirman que otorgaban sus riquezas a quienes lo merecían, y hay quienes juran haberlas visto en persona, jugando o luchando con otras criaturas fantásticas como elfos y duendes”.
Las domus de janas son pequeñas “tumbas excavadas en la roca que reflejan las prácticas funerarias, las creencias espirituales y la evolución social de las comunidades prehistóricas de Cerdeña”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Estos enterramientos subterráneos “presentan planos complejos, decoraciones simbólicas y motivos figurativos” y fueron reconocidos como Patrimonio Mundial desde julio de este año.
Así son las “casas de hadas” descubiertas en Italia
Las “casas de hadas” estaban dispuestas en forma de abanico y, antes de este hallazgo, se tenía registro de 17 domus de janas en el sitio. Con el descubrimiento de las tumbas XVIII, XIX y XX, el número total de estructuras funerarias identificadas ascendió a 20.
La Tumba XVIII fue la primera en ser identificada por los arqueólogos. Se accede a través de un pasillo tallado en roca, donde se hallaron herramientas como picos, una pequeña hacha de piedra verde y fragmentos de obsidiana. Este sepulcro tiene una sala con una chimenea esculpida en el centro, y se conecta con un cuarto central de forma rectangular. En su lateral izquierdo se abre una tercera habitación, de menor tamaño.
La Tumba XIX, considerablemente más pequeña, cuenta con una pequeña estructura en la entrada que marca el acceso al sitio funerario. En su interior alberga un dormitorio rectangular que da paso a una segunda pieza. En ella se encontraron fragmentos de obsidiana y cerámica, entre ellos un diminuto vaso en miniatura.
Por último, la Tumba XX está compuesta por siete dormitorios dispuestos a partir de una sala de acceso con dos ramificaciones laterales. En una de las estancias aún se conserva una franja decorativa pintada. Por la cantidad y el estado de conservación de los objetos hallados, que incluye más de 30 piezas cerámicas, como jarras, platos y lámparas de época romana, fue bautizada como la Tumba de los Vasos Romanos.
Según la Secretaría de Cerdeña, los nuevos domus de janas se abrirán al público. Las investigaciones arqueológicas seguirán en la zona inferior del sitio, donde se asentaron poblaciones durante la época romana y la Alta Edad Media, mientras que los objetos encontrados serán reparados en el Centro de Restauración y Conservación de la Superintendencia en Li Punti.
El proyecto está gestionado por la Secretaría Regional del Ministerio de Cultura para Cerdeña, en colaboración con la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de las provincias de Sassari y Nuoro.
En Bonorva, Italia, un grupo de arqueólogos descubrieron tres antiguas “casas de hadas” durante un proyecto de excavación y restauración del complejo de Sant’Andrea Priu. Estas tumbas subterráneas prehistóricas, talladas en roca entre 5000 y 7000 años atrás, sorprendieron a los investigadores al revelar valiosos hallazgos, que incluían fragmentos de cerámica, obsidiana y más de 30 artefactos de la época romana.
Descubren tres estructuras funerarias talladas en roca
En un comunicado del 29 de julio, la Secretaría Regional del Ministerio de Cultura de Cerdeña informó que, mientras los científicos trabajaban en una meseta rocosa, detectaron una anomalía entre dos tumbas expuestas. Al excavar, hallaron tres domus de janas, estructuras funerarias que más tarde fueron apodadas “casas de hadas”. La exploración tuvo lugar en la zona de Meilogu, ubicada al norte de la isla de Cerdeña, cerca de una formación rocosa esculpida conocida como Campanile o Toro.
Según afirmó el Ministerio de Turismo italiano: “La leyenda dice que las Janas eran pequeñas hadas que vivían en diminutas casas talladas en la roca, llamadas Domus de Janas, o casas de hadas. Algunos dicen que las hadas pasaban el tiempo tejiendo en sus magníficos telares de oro y cuidando el sueño de los niños. Otros afirman que otorgaban sus riquezas a quienes lo merecían, y hay quienes juran haberlas visto en persona, jugando o luchando con otras criaturas fantásticas como elfos y duendes”.
Las domus de janas son pequeñas “tumbas excavadas en la roca que reflejan las prácticas funerarias, las creencias espirituales y la evolución social de las comunidades prehistóricas de Cerdeña”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Estos enterramientos subterráneos “presentan planos complejos, decoraciones simbólicas y motivos figurativos” y fueron reconocidos como Patrimonio Mundial desde julio de este año.
Así son las “casas de hadas” descubiertas en Italia
Las “casas de hadas” estaban dispuestas en forma de abanico y, antes de este hallazgo, se tenía registro de 17 domus de janas en el sitio. Con el descubrimiento de las tumbas XVIII, XIX y XX, el número total de estructuras funerarias identificadas ascendió a 20.
La Tumba XVIII fue la primera en ser identificada por los arqueólogos. Se accede a través de un pasillo tallado en roca, donde se hallaron herramientas como picos, una pequeña hacha de piedra verde y fragmentos de obsidiana. Este sepulcro tiene una sala con una chimenea esculpida en el centro, y se conecta con un cuarto central de forma rectangular. En su lateral izquierdo se abre una tercera habitación, de menor tamaño.
La Tumba XIX, considerablemente más pequeña, cuenta con una pequeña estructura en la entrada que marca el acceso al sitio funerario. En su interior alberga un dormitorio rectangular que da paso a una segunda pieza. En ella se encontraron fragmentos de obsidiana y cerámica, entre ellos un diminuto vaso en miniatura.
Por último, la Tumba XX está compuesta por siete dormitorios dispuestos a partir de una sala de acceso con dos ramificaciones laterales. En una de las estancias aún se conserva una franja decorativa pintada. Por la cantidad y el estado de conservación de los objetos hallados, que incluye más de 30 piezas cerámicas, como jarras, platos y lámparas de época romana, fue bautizada como la Tumba de los Vasos Romanos.
Según la Secretaría de Cerdeña, los nuevos domus de janas se abrirán al público. Las investigaciones arqueológicas seguirán en la zona inferior del sitio, donde se asentaron poblaciones durante la época romana y la Alta Edad Media, mientras que los objetos encontrados serán reparados en el Centro de Restauración y Conservación de la Superintendencia en Li Punti.
El proyecto está gestionado por la Secretaría Regional del Ministerio de Cultura para Cerdeña, en colaboración con la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de las provincias de Sassari y Nuoro.
Hallan en Cerdeña ‘casas de hadas’ talladas en roca hace 5000-7000 años, con tesoros que revelan antiguas prácticas funerarias. LA NACION