Julieta Prandi pidió una pena de “20 o 30 años” para su ex: “No estoy pidiendo dinero, me robaron años de vida”

A la salida del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de Zárate-Campana, Julieta Prandi se detuvo unos minutos para hablar con la prensa y brindar detalles sobre su declaración en el primer día del juicio contra su exmarido, Claudio Contardi, por abuso sexual con acceso carnal agravado. “La pena máxima es de 50 años, con 20 o 30 me quedo contenta”, afirmó.
“Hoy estoy despidiendo la vieja Julieta Prandi, ya la tenía que despedir… con mucho amor y respeto porque me trajo hasta acá. Estoy muy agradecida de quien fui y quien soy. La nueva Julieta ya existe. Por suerte, estoy rodeada de mi familia, mis hijos, de mi amor», sostuvo.
Los jueces Lucía Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar, previamente a que iniciara el proceso, resolvieron un pedido de nulidad por parte de los nuevos abogados del imputado, Claudio y Tomás Nitzcamer, quienes explicaron que su representado quiere ser juzgado por un jurado popular.
Luego de expresar que está satisfecha con el primer día de litigio, graficó su declaración como “meter un planeta en un embudo”. “Contar todo lo que yo viví en un ratito y que se puedan imaginar todo lo vivido… creo que pude decir un montón, no todo”, dijo.
“Me siento muy aliviada después de haber hablado, llorado… estoy demacrada, ya estoy que no puedo más, no comimos en todo el día”, relató, con la voz quebrada.
Cómo fue la declaración de su ex y quiénes fueron los testigos
“Cuando declaró, me quedé en la sala de afuera, no me interesa escucharlo. Yo estaba en la sala contigua para declarar. Después, para todos los testigos había un biombo», explicó Prandi sobre la declaración de su ex.
Sobre los testigos, visiblemente conmocionada, expresó que todos “estuvieron muy bien”. “Mis padres me hicieron llorar, estuvo muy bien mi hermana, estuvo muy bien Mariano Peluffo, estuvo muy bien mi amigo Seba Waizer y mi psiquiatra también”, precisó.
Respecto a las palabras que pronunciaron los testigos, a las que definió como “terribles”, acerca de la relación de la conductora con el empresario gastronómico, añadió: “Es volver a encontrar la mirada que tienen otros de uno, con lo que uno vivió y con recuerdos que no me pertenecen, que los tienen ellos… uno intenta bloquearlos también».
Luego de asegurar que le gustaría que este juicio sirva como referencia para que la Justicia agilice los tiempos -esperó casi cinco años para que su caso se elevara a un tribunal-, subrayó que fue una “lucha de persistir, persistir y persistir para encontrar Justicia”. “Es muy duro tener que volver a declarar, volver a declarar, volver a declarar, y volver a hacer pericias, cuando del otro lado no se exponen a nada”, apuntó.
Por la tarde, su abogado, Javier Baños, discutió con la defensa del acusado por el mismo motivo. “¿Por que no se sometió a ninguna pericia psicológica? ¿Por qué no se sometió a una pericia psiquiátrica? ¿Por qué no quiso declarar? ¿Por qué no quiso contestar preguntas?”, le consultó al letrado en el ingreso del edificio.
“Tuve algunos exabruptos, se me escaparon algunas cosas, pero es mucho el dolor vivido. Si, en algún momento le dije: ‘Para vos, que estás escuchando del otro lado’”, señaló, sobre su declaración.
Remarcó, al mismo tiempo: “Yo no estoy pidiendo dinero acá, a mí me robaron años de vida, fue un calvario, fue violencia de todo tipo: sexual, verbal, emocional, psicológica, económica, con mis hijos… entonces, que lo cuantifiquen y le den una buena pena».
“Quiero una condena ejemplar”
Sobre el final de su entrevista con los medios que la esperaban afuera del tribunal en Campana, Prandi le envió un mensaje a las mujeres “que están del otro lado, que si no son víctimas, quizá conocen a alguien víctima de violencia de género”.
“Somos demasiadas, y yo tengo la suerte y el privilegio de poder estar acá y contarlo, porque la mayoría termina muerta”, manifestó, y sumó: “Quiero una buena condena, una condena ejemplar, que sirva de ejemplo para que otras mujeres no se acobarden”.
La modelo logró irse de su casa junto a sus hijos en febrero de 2019, gracias a un préstamo y a la ayuda de una abogada. Contó, por último, cómo es su vida en la actualidad: “Me reencontré con mis padres, con mi hermana, tengo un equipo hermoso que me representa, tengo amigos que vinieron a poner la cara por mí”. “No fue nada fácil estar acá y estar todo el santo día para declarar y contar mi verdad”, concluyó.
A la salida del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de Zárate-Campana, Julieta Prandi se detuvo unos minutos para hablar con la prensa y brindar detalles sobre su declaración en el primer día del juicio contra su exmarido, Claudio Contardi, por abuso sexual con acceso carnal agravado. “La pena máxima es de 50 años, con 20 o 30 me quedo contenta”, afirmó.
“Hoy estoy despidiendo la vieja Julieta Prandi, ya la tenía que despedir… con mucho amor y respeto porque me trajo hasta acá. Estoy muy agradecida de quien fui y quien soy. La nueva Julieta ya existe. Por suerte, estoy rodeada de mi familia, mis hijos, de mi amor», sostuvo.
Los jueces Lucía Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar, previamente a que iniciara el proceso, resolvieron un pedido de nulidad por parte de los nuevos abogados del imputado, Claudio y Tomás Nitzcamer, quienes explicaron que su representado quiere ser juzgado por un jurado popular.
Luego de expresar que está satisfecha con el primer día de litigio, graficó su declaración como “meter un planeta en un embudo”. “Contar todo lo que yo viví en un ratito y que se puedan imaginar todo lo vivido… creo que pude decir un montón, no todo”, dijo.
“Me siento muy aliviada después de haber hablado, llorado… estoy demacrada, ya estoy que no puedo más, no comimos en todo el día”, relató, con la voz quebrada.
Cómo fue la declaración de su ex y quiénes fueron los testigos
“Cuando declaró, me quedé en la sala de afuera, no me interesa escucharlo. Yo estaba en la sala contigua para declarar. Después, para todos los testigos había un biombo», explicó Prandi sobre la declaración de su ex.
Sobre los testigos, visiblemente conmocionada, expresó que todos “estuvieron muy bien”. “Mis padres me hicieron llorar, estuvo muy bien mi hermana, estuvo muy bien Mariano Peluffo, estuvo muy bien mi amigo Seba Waizer y mi psiquiatra también”, precisó.
Respecto a las palabras que pronunciaron los testigos, a las que definió como “terribles”, acerca de la relación de la conductora con el empresario gastronómico, añadió: “Es volver a encontrar la mirada que tienen otros de uno, con lo que uno vivió y con recuerdos que no me pertenecen, que los tienen ellos… uno intenta bloquearlos también».
Luego de asegurar que le gustaría que este juicio sirva como referencia para que la Justicia agilice los tiempos -esperó casi cinco años para que su caso se elevara a un tribunal-, subrayó que fue una “lucha de persistir, persistir y persistir para encontrar Justicia”. “Es muy duro tener que volver a declarar, volver a declarar, volver a declarar, y volver a hacer pericias, cuando del otro lado no se exponen a nada”, apuntó.
Por la tarde, su abogado, Javier Baños, discutió con la defensa del acusado por el mismo motivo. “¿Por que no se sometió a ninguna pericia psicológica? ¿Por qué no se sometió a una pericia psiquiátrica? ¿Por qué no quiso declarar? ¿Por qué no quiso contestar preguntas?”, le consultó al letrado en el ingreso del edificio.
“Tuve algunos exabruptos, se me escaparon algunas cosas, pero es mucho el dolor vivido. Si, en algún momento le dije: ‘Para vos, que estás escuchando del otro lado’”, señaló, sobre su declaración.
Remarcó, al mismo tiempo: “Yo no estoy pidiendo dinero acá, a mí me robaron años de vida, fue un calvario, fue violencia de todo tipo: sexual, verbal, emocional, psicológica, económica, con mis hijos… entonces, que lo cuantifiquen y le den una buena pena».
“Quiero una condena ejemplar”
Sobre el final de su entrevista con los medios que la esperaban afuera del tribunal en Campana, Prandi le envió un mensaje a las mujeres “que están del otro lado, que si no son víctimas, quizá conocen a alguien víctima de violencia de género”.
“Somos demasiadas, y yo tengo la suerte y el privilegio de poder estar acá y contarlo, porque la mayoría termina muerta”, manifestó, y sumó: “Quiero una buena condena, una condena ejemplar, que sirva de ejemplo para que otras mujeres no se acobarden”.
La modelo logró irse de su casa junto a sus hijos en febrero de 2019, gracias a un préstamo y a la ayuda de una abogada. Contó, por último, cómo es su vida en la actualidad: “Me reencontré con mis padres, con mi hermana, tengo un equipo hermoso que me representa, tengo amigos que vinieron a poner la cara por mí”. “No fue nada fácil estar acá y estar todo el santo día para declarar y contar mi verdad”, concluyó.
Así lo afirmó en la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana tras el primer día del juicio contra Claudio Contardi por abuso sexual LA NACION