El mensaje de la Iglesia a favor de los cartoneros tras las medidas de Jorge Macri
La Iglesia envió este miércoles un comunicado por la fiesta de San Cayetano, en el que además dejó un mensaje para la gestión de Jorge Macri, luego de que desmantelara en la Ciudad el sistema de reciclado, que en la administración porteña vincularon al dirigente Juan Grabois.
En la nota de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, presidida por monseñor Marcelo Colombo, y que lleva la firma del cardenal Ángel Rossi, dieron respaldo a los cartoneros y mencionaron el reciclado como una actividad que debe ser “reconocida, acompañada y protegida”.
A fines de julio, el gobierno de la Capital anunció que dejaría de financiar el traslado diario desde y hacia el conurbano de los recuperadores urbanos. “La Ciudad le pone fin a privilegios de organizaciones ligadas a Grabois”, dijeron, sobre esta decisión que generó una gran polémica.
Por su parte, Jorge Macri marcó: “Estamos desarmando un sistema que, lejos de dar soluciones, se volvió parte del problema”.
Tras eso, en la previa de la fiesta del patrono del pan, la paz y el trabajo, San Cayetano, que se celebra el jueves 7 de agosto, la Iglesia hizo un llamado de atención a través de la Conferencia Episcopal y todos los obispos argentinos.
“La devoción a San Cayetano es una expresión profunda de la fe de nuestro pueblo, que no se resigna ante el sufrimiento y que, con esperanza y solidaridad, reza y camina, poniendo en manos de Dios sus necesidades personales y familiares más urgentes. Este día nos invita a escuchar el clamor de tantos hermanos y hermanas que ven en el trabajo la posibilidad de ser útiles y de contribuir al bien común», señalaron en la comunicación.
Además, dijeron que trabajar es un “derecho fundamental” que construye la vida propia y la del grupo familiar, y que “sostiene el tejido social”.
“La falta de trabajo hiere profundamente la dignidad de las personas y puede conducir al desaliento, al aislamiento y a la pérdida de sentido. En todo plan económico, cuidar el empleo y las fuentes laborales debe ser una prioridad indeclinable. Ninguna medida puede considerarse exitosa si implica que los trabajadores pierdan su empleo o vivan con angustia e incertidumbre sobre su futuro“, avisaron, también con miras a las políticas nacionales aplicadas por el gobierno de Javier Milei.
En tanto, fue luego que señalaron: “En tiempos difíciles valoramos todas las formas de trabajo: el empleo formal, los emprendimientos familiares, la economía popular, el reciclado, las changas. Toda actividad que, con esfuerzo, lleva dignamente el pan a la mesa merece ser reconocida, acompañada y protegida».
En este caso, la postura de la Iglesia es claramente contraria a la del gobierno de la Ciudad.
“Pedimos la intercesión de San Cayetano para que no falte el trabajo digno en nuestros hogares y para que quienes hoy están desocupados o viven en condiciones laborales precarias encuentren nuevas oportunidades que les devuelvan la esperanza y mejoren su calidad de vida», concluyeron desde la Conferencia Episcopal.
Cuando se anunció la medida, desde el gobierno de la Ciudad dijeron que de los 6000 recuperadores urbanos que prestan servicios en territorio porteño, 3100 pertenecientes a las cooperativas Amanecer de los Cartoneros, Madreselvas, Recuperadores Urbanos del Oeste y Cartonera del Sur contaban con traslado diario financiado por la administración local para viajar desde la Provincia, por un monto de unos $6000 millones de pesos anuales, en base a lo que precisaron.
“Estamos construyendo un esquema transparente, justo y eficiente, donde todos los recuperadores estén bajo las mismas reglas. El esfuerzo del Estado debe traducirse en mejoras reales para el sistema de reciclado, no en beneficios discrecionales”, sostuvo el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, para justificar la decisión.
Mientras tanto, desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) repudiaron la avanzada del gobierno de Jorge Macri, la calificaron como parte de un “ajuste brutal” y una “persecución política”, y consideraron que puso en jaque un sistema “pionero”, con casi 20 años de historia y “reconocido” a nivel internacional.
“Este ataque al sistema implica un grave retroceso ambiental e institucional. El gobierno de la Ciudad rompe unilateralmente con lo establecido por la Ley de Basura Cero, provoca el aumento de basura en la vía pública y un mayor entierro en el Ceamse, desincentiva la separación en origen de los vecinos al dejar barrios enteros sin recolección, aumenta la precarización y empuja al descarte a quienes cuidan el ambiente”, se quejaron y realizaron una movilización al centro.
En tanto, cerca de Grabois entendieron el comunicado de la Iglesia como un “fuerte apoyo” a los cartoneros.
La Iglesia envió este miércoles un comunicado por la fiesta de San Cayetano, en el que además dejó un mensaje para la gestión de Jorge Macri, luego de que desmantelara en la Ciudad el sistema de reciclado, que en la administración porteña vincularon al dirigente Juan Grabois.
En la nota de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal, presidida por monseñor Marcelo Colombo, y que lleva la firma del cardenal Ángel Rossi, dieron respaldo a los cartoneros y mencionaron el reciclado como una actividad que debe ser “reconocida, acompañada y protegida”.
A fines de julio, el gobierno de la Capital anunció que dejaría de financiar el traslado diario desde y hacia el conurbano de los recuperadores urbanos. “La Ciudad le pone fin a privilegios de organizaciones ligadas a Grabois”, dijeron, sobre esta decisión que generó una gran polémica.
Por su parte, Jorge Macri marcó: “Estamos desarmando un sistema que, lejos de dar soluciones, se volvió parte del problema”.
Tras eso, en la previa de la fiesta del patrono del pan, la paz y el trabajo, San Cayetano, que se celebra el jueves 7 de agosto, la Iglesia hizo un llamado de atención a través de la Conferencia Episcopal y todos los obispos argentinos.
“La devoción a San Cayetano es una expresión profunda de la fe de nuestro pueblo, que no se resigna ante el sufrimiento y que, con esperanza y solidaridad, reza y camina, poniendo en manos de Dios sus necesidades personales y familiares más urgentes. Este día nos invita a escuchar el clamor de tantos hermanos y hermanas que ven en el trabajo la posibilidad de ser útiles y de contribuir al bien común», señalaron en la comunicación.
Además, dijeron que trabajar es un “derecho fundamental” que construye la vida propia y la del grupo familiar, y que “sostiene el tejido social”.
“La falta de trabajo hiere profundamente la dignidad de las personas y puede conducir al desaliento, al aislamiento y a la pérdida de sentido. En todo plan económico, cuidar el empleo y las fuentes laborales debe ser una prioridad indeclinable. Ninguna medida puede considerarse exitosa si implica que los trabajadores pierdan su empleo o vivan con angustia e incertidumbre sobre su futuro“, avisaron, también con miras a las políticas nacionales aplicadas por el gobierno de Javier Milei.
En tanto, fue luego que señalaron: “En tiempos difíciles valoramos todas las formas de trabajo: el empleo formal, los emprendimientos familiares, la economía popular, el reciclado, las changas. Toda actividad que, con esfuerzo, lleva dignamente el pan a la mesa merece ser reconocida, acompañada y protegida».
En este caso, la postura de la Iglesia es claramente contraria a la del gobierno de la Ciudad.
“Pedimos la intercesión de San Cayetano para que no falte el trabajo digno en nuestros hogares y para que quienes hoy están desocupados o viven en condiciones laborales precarias encuentren nuevas oportunidades que les devuelvan la esperanza y mejoren su calidad de vida», concluyeron desde la Conferencia Episcopal.
Cuando se anunció la medida, desde el gobierno de la Ciudad dijeron que de los 6000 recuperadores urbanos que prestan servicios en territorio porteño, 3100 pertenecientes a las cooperativas Amanecer de los Cartoneros, Madreselvas, Recuperadores Urbanos del Oeste y Cartonera del Sur contaban con traslado diario financiado por la administración local para viajar desde la Provincia, por un monto de unos $6000 millones de pesos anuales, en base a lo que precisaron.
“Estamos construyendo un esquema transparente, justo y eficiente, donde todos los recuperadores estén bajo las mismas reglas. El esfuerzo del Estado debe traducirse en mejoras reales para el sistema de reciclado, no en beneficios discrecionales”, sostuvo el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi, para justificar la decisión.
Mientras tanto, desde la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) repudiaron la avanzada del gobierno de Jorge Macri, la calificaron como parte de un “ajuste brutal” y una “persecución política”, y consideraron que puso en jaque un sistema “pionero”, con casi 20 años de historia y “reconocido” a nivel internacional.
“Este ataque al sistema implica un grave retroceso ambiental e institucional. El gobierno de la Ciudad rompe unilateralmente con lo establecido por la Ley de Basura Cero, provoca el aumento de basura en la vía pública y un mayor entierro en el Ceamse, desincentiva la separación en origen de los vecinos al dejar barrios enteros sin recolección, aumenta la precarización y empuja al descarte a quienes cuidan el ambiente”, se quejaron y realizaron una movilización al centro.
En tanto, cerca de Grabois entendieron el comunicado de la Iglesia como un “fuerte apoyo” a los cartoneros.
La Conferencia Episcopal defendió las tareas de reciclado, después de que la Ciudad dejara de financiarlas y las vinculara con el dirigente Juan Grabois LA NACION