Caso $LIBRA: aparecen fotos y videos desconocidos de Hayden Davis en la Argentina

Tres meses antes del lanzamiento y colapso de la criptomoneda $LIBRA, el “empresario” estadounidense Hayden Mark Davis recorrió cuatro puntos de la Argentina como parte de una comitiva que evaluó inversiones en energía y minería. ¿Y él? Él afirmó que quería desarrollar un “banco de criptomonedas” en la Argentina en asociación con el presidente Javier Milei.
Davis esbozó ese plan y aludió a un “proyecto de blockchain” en el país para el que incluso visitó oficinas en alquiler en los barrios porteños de Belgrano y Palermo, desde donde afirmaba que se abocaría a “tokenizar la Argentina”, con el desarrollo de una “canasta de monedas” que combinarí pesos, dólares y criptomonedas para así “facilitar las inversiones extranjeras”.
La gira de Davis por la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Neuquén -donde visitó Vaca Muerta-, Tierra del Fuego y Salta, y Paraguay, ocurrió a mediados de noviembre, para luego retornar a un hotel porteño. ¿Por qué? Porque ingresó a continuación a la Casa Rosada, bajo autorización de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el 21 de noviembre. Entró junto al empresario estadounidense Glenn Brooks Heard, a quien Davis llamaba “tío”, y a otro protagonista del escándalo en ciernes, Mauricio Novelli.
Esos y otros detalles surgen de los testimonios de múltiples empresarios, funcionarios y lobistas que interactuaron con Davis durante aquella gira relámpago, registros oficiales de la Casa Rosada, y un abanico de fotos y videos hasta ahora desconocidos del CEO de Kelsier Ventures y a los que accedió LA NACION durante las últimas semanas.
Ese material audiovisual muestra a la comitiva completa –Davis, su “tío” Heard, el egipcio nacionalizado estadounidense Ahmed Faisal Hassan, el español Arturo Osete Herraiz, asistente y traductor de Davis, y a los hermanos argentinos Leandro y Marcelo Aranda-, en distintas etapas de su gira, en reuniones e incluso junto o a bordo del jet Hawker 800XP que alquilaron por US$400.000, según precisaron fuentes del entorno de Davis a LA NACION.
El recorrido comenzó en las horas posteriores al arribo de Davis a la Argentina, el miércoles 13 de noviembre. Se instaló en Casa Lucía, sobre la calle Arroyo, donde él y Heard mantuvieron reuniones con empresarios locales. Su “tío” se mostró interesado en invertir en petróleo y gasoil en la Argentina mientras deslizaba comentarios sobre sus vínculos con el presidente Donald Trump; él, Davis, afirmó que se reuniría con Milei en los días subsiguientes.
La presencia de Heard en Buenos Aires no pasó desapercibida. El portal Letra P detalló que el dueño del holding Heard Global Mena se había reunido con “empresarios argentinos de primera línea” y que, “en una charla muy amena, les dijo que los extranjeros estarían dispuestos a invertir en Argentina cuando vean que, primero, lo hacen los locales”.
Minado de criptomonedas
El jueves 14, Davis, Heard y el resto partieron del aeropuerto de San Fernando con destino al yacimiento petrolífero Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. Allí aprovecharon los contactos de Leandro Aranda, con pasado en Central Puerto y las constructoras Boetto y Buttigliengo SA y Contreras Hermanos, y que luego encaró un proyecto en el sector financiero con su hermano dos años menor, Marcelo, con base en Asunción del Paraguay.
Como en Buenos Aires, la comitiva se concentró en dos temas en territorio neuquino. Por un lado, Heard mostró interés por oportunidades de negocios en el sector petrolero; por el otro, Davis indagó sobre proyectos que pudieran combinar el sector energético con el minado de criptomonedas. Pero todo fue veloz. Esa misma tarde volaron a su siguiente destino, Tierra del Fuego, como refleja uno de los videos que obtuvo LA NACION.
Ese video muestra a Heard, de espaldas a la cámara, mientras conversa en inglés con su “sobrino”, sentado a su izquierda, sobre un hermano de Davis, Hudson, quien firmó un contrato con el club Girona de fútbol. Sentado frente a ambos, los escuchaba el español Osete Herraiz, mientras la aeronave matrícula LV-BBG avanza por la pista del Aeropuerto Internacional de Ushuaia, y deja atrás un avión de Aerolíneas Argentinas.
En la ciudad austral, Davis y el resto de la comitiva mantuvieron reuniones con funcionarios provinciales, con la misma agenda dual -petróleo y criptos-, y descansaron. “Davis vino a la Argentina con un proyecto de blockchain muy amplio, muy ambicioso”, relató un allegado al CEO de Kelsier Ventures a LA NACION. “Ustedes sólo se quedan con lo de $LIBRA, pero Davis tenía muchas ideas y proyectos como incorporar la enseñanza del mundo cripto a la currícula de las universidades argentinas”.
Sin pagar la cuenta
El 16, sábado, la comitiva voló a su siguiente destino: Salta. Allí repitieron la dinámica, pero ampliaron el foco de interés a la minería y, en particular, al litio. Y una de las reuniones fue con Alberto Castillo, titular de REMSA SA (Recursos Energéticos y Mineros de Salta SA), una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria.
“Sí, me pidieron una reunión, como tantos otros empresarios interesados en invertir, y nos encontramos al mediodía en el Sheraton, en un salón que habían reservado”, confirmó Castillo cuando lo consultó LA NACION. “Preguntaron sobre proyectos de energía solar, cobre, litio, y me dieron la sensación de ser profesionales, aunque nunca más se comunicaron”.
Heard llevó la iniciativa durante la reunión, acompañado por Hassan, uno de sus lugartenientes, y por Osete Herraiz, un español que sirvió de traductor. “No estaban interesados en proyectos que tuvieran que comenzar de cero, sino que ya estuvieran avanzados, ya pasada la fase de exploración”, detalló Castillo, que afirmó que Davis no participó de la reunión.
El joven, por entonces de 27 años, sí participó del almuerzo posterior con su “tío” Heard, Hassan, Osete Herraiz, los hermanos Aranda y el exsecretario de Planificación del Ministerio de Gobierno salteño y ex concejal en la capital provincial, Jorge López Mirau, como quedó reflejado en otro de los videos que obtuvo LA NACION.
El joven que protagonizaría el “caso $LIBRA” mostró, sin embargo, poco interés por la comida y se puso a hablar por su teléfono móvil, mientras que Heard, López Mirau y un abogado salteño dialogaban sobre minería, litio, petróleo y criptomonedas, y operaciones tanto en la Argentina como en el Caribe. Buscaban, dijeron, eventuales “partnerships”.
Vestido con un traje verde y llamativo, Davis no amagó a pagar el almuerzo, que tampoco abonó Heard, ni los Aranda, aunque habían sido ellos quienes solicitaron el encuentro laboral, en el mediodía de un sábado salteño. Lo solventaron los locales.
La siguiente escala del periplo fue Paraguay. Volaron el domingo 17 a Asunción, donde los Aranda montaron un proyecto en 2022, pero no hay datos sobre lo que Davis, Heard y el resto de la comitiva hicieron allí o si mantuvieron reuniones con funcionarios o expertos locales, aunque junto a la comitiva indicaron que el “tío” empresario se interesó por posibles negocios vinculados a –o alrededor de- la represa hidroeléctrica Itaipú.
Regreso y festejo
De regreso en Buenos Aires, un par de días después, la comitiva se hospedó en el Four Seasons, y Davis le dio forma a un borrador de “acuerdo de asociación” en la que figuró como “socio” junto a los organizadores del evento Tech Forum, Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, y a un socio de este último, Sergio Morales, quien venía de participar en un evento como “Coordinador de Asesoramiento Técnico de la Presidencia de la Nación” y asumió luego como asesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) en las áreas de blockchain y criptomonedas.
El borrador de ese eventual “acuerdo” aparece fechado 20 de noviembre, según consta en la copia que obtuvo LA NACION. Un día después, Novelli, Davis y Heard ingresaron a las 14.30 a la Casa Rosada, autorizados por Karina Milei. No figuran en el Registro de Audiencias, pero constan en los registros de ingresos que obtuvo LA NACION a través de un pedido de acceso a la información pública.
Esa misma noche, Davis y el resto de la comitiva celebró en el Four Seasons. Cuando les preguntaron por qué, la respuesta fue contundente: replicaron que el presidente Javier Milei les había firmado “todo”, según confirmaron a LA NACION dos fuentes consultadas por separado. Ese documento firmado no ha salido a la luz. Pero en las semanas que siguieron, Davis se ufanó de su poderío en la Argentina.
“Podemos hacer que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción” les escribió a expertos en finanzas y ejecutivos de inversiones en criptomonedas con los que quería sondear posibles negocios. “Yo controlo a ese nigga”, añadió, usando la expresión que supremacistas blancos usan para referirse a personas afroamericanas o de otros orígenes que están sujetas casi a la servidumbre. “Le envío $$ a su hermana [por Karina] y él firma lo que digo y hace lo que quiero. Una locura”.
Tres meses antes del lanzamiento y colapso de la criptomoneda $LIBRA, el “empresario” estadounidense Hayden Mark Davis recorrió cuatro puntos de la Argentina como parte de una comitiva que evaluó inversiones en energía y minería. ¿Y él? Él afirmó que quería desarrollar un “banco de criptomonedas” en la Argentina en asociación con el presidente Javier Milei.
Davis esbozó ese plan y aludió a un “proyecto de blockchain” en el país para el que incluso visitó oficinas en alquiler en los barrios porteños de Belgrano y Palermo, desde donde afirmaba que se abocaría a “tokenizar la Argentina”, con el desarrollo de una “canasta de monedas” que combinarí pesos, dólares y criptomonedas para así “facilitar las inversiones extranjeras”.
La gira de Davis por la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Neuquén -donde visitó Vaca Muerta-, Tierra del Fuego y Salta, y Paraguay, ocurrió a mediados de noviembre, para luego retornar a un hotel porteño. ¿Por qué? Porque ingresó a continuación a la Casa Rosada, bajo autorización de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el 21 de noviembre. Entró junto al empresario estadounidense Glenn Brooks Heard, a quien Davis llamaba “tío”, y a otro protagonista del escándalo en ciernes, Mauricio Novelli.
Esos y otros detalles surgen de los testimonios de múltiples empresarios, funcionarios y lobistas que interactuaron con Davis durante aquella gira relámpago, registros oficiales de la Casa Rosada, y un abanico de fotos y videos hasta ahora desconocidos del CEO de Kelsier Ventures y a los que accedió LA NACION durante las últimas semanas.
Ese material audiovisual muestra a la comitiva completa –Davis, su “tío” Heard, el egipcio nacionalizado estadounidense Ahmed Faisal Hassan, el español Arturo Osete Herraiz, asistente y traductor de Davis, y a los hermanos argentinos Leandro y Marcelo Aranda-, en distintas etapas de su gira, en reuniones e incluso junto o a bordo del jet Hawker 800XP que alquilaron por US$400.000, según precisaron fuentes del entorno de Davis a LA NACION.
El recorrido comenzó en las horas posteriores al arribo de Davis a la Argentina, el miércoles 13 de noviembre. Se instaló en Casa Lucía, sobre la calle Arroyo, donde él y Heard mantuvieron reuniones con empresarios locales. Su “tío” se mostró interesado en invertir en petróleo y gasoil en la Argentina mientras deslizaba comentarios sobre sus vínculos con el presidente Donald Trump; él, Davis, afirmó que se reuniría con Milei en los días subsiguientes.
La presencia de Heard en Buenos Aires no pasó desapercibida. El portal Letra P detalló que el dueño del holding Heard Global Mena se había reunido con “empresarios argentinos de primera línea” y que, “en una charla muy amena, les dijo que los extranjeros estarían dispuestos a invertir en Argentina cuando vean que, primero, lo hacen los locales”.
Minado de criptomonedas
El jueves 14, Davis, Heard y el resto partieron del aeropuerto de San Fernando con destino al yacimiento petrolífero Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén. Allí aprovecharon los contactos de Leandro Aranda, con pasado en Central Puerto y las constructoras Boetto y Buttigliengo SA y Contreras Hermanos, y que luego encaró un proyecto en el sector financiero con su hermano dos años menor, Marcelo, con base en Asunción del Paraguay.
Como en Buenos Aires, la comitiva se concentró en dos temas en territorio neuquino. Por un lado, Heard mostró interés por oportunidades de negocios en el sector petrolero; por el otro, Davis indagó sobre proyectos que pudieran combinar el sector energético con el minado de criptomonedas. Pero todo fue veloz. Esa misma tarde volaron a su siguiente destino, Tierra del Fuego, como refleja uno de los videos que obtuvo LA NACION.
Ese video muestra a Heard, de espaldas a la cámara, mientras conversa en inglés con su “sobrino”, sentado a su izquierda, sobre un hermano de Davis, Hudson, quien firmó un contrato con el club Girona de fútbol. Sentado frente a ambos, los escuchaba el español Osete Herraiz, mientras la aeronave matrícula LV-BBG avanza por la pista del Aeropuerto Internacional de Ushuaia, y deja atrás un avión de Aerolíneas Argentinas.
En la ciudad austral, Davis y el resto de la comitiva mantuvieron reuniones con funcionarios provinciales, con la misma agenda dual -petróleo y criptos-, y descansaron. “Davis vino a la Argentina con un proyecto de blockchain muy amplio, muy ambicioso”, relató un allegado al CEO de Kelsier Ventures a LA NACION. “Ustedes sólo se quedan con lo de $LIBRA, pero Davis tenía muchas ideas y proyectos como incorporar la enseñanza del mundo cripto a la currícula de las universidades argentinas”.
Sin pagar la cuenta
El 16, sábado, la comitiva voló a su siguiente destino: Salta. Allí repitieron la dinámica, pero ampliaron el foco de interés a la minería y, en particular, al litio. Y una de las reuniones fue con Alberto Castillo, titular de REMSA SA (Recursos Energéticos y Mineros de Salta SA), una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria.
“Sí, me pidieron una reunión, como tantos otros empresarios interesados en invertir, y nos encontramos al mediodía en el Sheraton, en un salón que habían reservado”, confirmó Castillo cuando lo consultó LA NACION. “Preguntaron sobre proyectos de energía solar, cobre, litio, y me dieron la sensación de ser profesionales, aunque nunca más se comunicaron”.
Heard llevó la iniciativa durante la reunión, acompañado por Hassan, uno de sus lugartenientes, y por Osete Herraiz, un español que sirvió de traductor. “No estaban interesados en proyectos que tuvieran que comenzar de cero, sino que ya estuvieran avanzados, ya pasada la fase de exploración”, detalló Castillo, que afirmó que Davis no participó de la reunión.
El joven, por entonces de 27 años, sí participó del almuerzo posterior con su “tío” Heard, Hassan, Osete Herraiz, los hermanos Aranda y el exsecretario de Planificación del Ministerio de Gobierno salteño y ex concejal en la capital provincial, Jorge López Mirau, como quedó reflejado en otro de los videos que obtuvo LA NACION.
El joven que protagonizaría el “caso $LIBRA” mostró, sin embargo, poco interés por la comida y se puso a hablar por su teléfono móvil, mientras que Heard, López Mirau y un abogado salteño dialogaban sobre minería, litio, petróleo y criptomonedas, y operaciones tanto en la Argentina como en el Caribe. Buscaban, dijeron, eventuales “partnerships”.
Vestido con un traje verde y llamativo, Davis no amagó a pagar el almuerzo, que tampoco abonó Heard, ni los Aranda, aunque habían sido ellos quienes solicitaron el encuentro laboral, en el mediodía de un sábado salteño. Lo solventaron los locales.
La siguiente escala del periplo fue Paraguay. Volaron el domingo 17 a Asunción, donde los Aranda montaron un proyecto en 2022, pero no hay datos sobre lo que Davis, Heard y el resto de la comitiva hicieron allí o si mantuvieron reuniones con funcionarios o expertos locales, aunque junto a la comitiva indicaron que el “tío” empresario se interesó por posibles negocios vinculados a –o alrededor de- la represa hidroeléctrica Itaipú.
Regreso y festejo
De regreso en Buenos Aires, un par de días después, la comitiva se hospedó en el Four Seasons, y Davis le dio forma a un borrador de “acuerdo de asociación” en la que figuró como “socio” junto a los organizadores del evento Tech Forum, Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, y a un socio de este último, Sergio Morales, quien venía de participar en un evento como “Coordinador de Asesoramiento Técnico de la Presidencia de la Nación” y asumió luego como asesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) en las áreas de blockchain y criptomonedas.
El borrador de ese eventual “acuerdo” aparece fechado 20 de noviembre, según consta en la copia que obtuvo LA NACION. Un día después, Novelli, Davis y Heard ingresaron a las 14.30 a la Casa Rosada, autorizados por Karina Milei. No figuran en el Registro de Audiencias, pero constan en los registros de ingresos que obtuvo LA NACION a través de un pedido de acceso a la información pública.
Esa misma noche, Davis y el resto de la comitiva celebró en el Four Seasons. Cuando les preguntaron por qué, la respuesta fue contundente: replicaron que el presidente Javier Milei les había firmado “todo”, según confirmaron a LA NACION dos fuentes consultadas por separado. Ese documento firmado no ha salido a la luz. Pero en las semanas que siguieron, Davis se ufanó de su poderío en la Argentina.
“Podemos hacer que Milei tuitee, haga reuniones en persona y haga una promoción” les escribió a expertos en finanzas y ejecutivos de inversiones en criptomonedas con los que quería sondear posibles negocios. “Yo controlo a ese nigga”, añadió, usando la expresión que supremacistas blancos usan para referirse a personas afroamericanas o de otros orígenes que están sujetas casi a la servidumbre. “Le envío $$ a su hermana [por Karina] y él firma lo que digo y hace lo que quiero. Una locura”.
El material aporta nuevos datos sobre la gira del CEO de Kelsier Ventures por Buenos Aires, Neuquén, Tierra del Fuego, Salta y Paraguay; luego, se reunió con Milei LA NACION