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Había conquistado el sueño americano en Nueva York, pero una crisis amorosa y laboral la empujó a abandonarlo todo

Samantha Stobo tenía la vida encaminada en Nueva York. Trabajaba en el mundo de las finanzas, convivía con su pareja y tenía una rutina establecida. Pero en 2022 todo cambió de golpe. Una dura ruptura amorosa, el regreso a la presencialidad en la oficina y una creciente incomodidad con el ritmo de la ciudad la empujaron a tomar una decisión drástica: mudarse a Miami. En principio, pensó que sería un giro pasajero, pero se quedó y no piensa volver. “Ha sido perfecto”, contó tres años después.

Del ritmo frenético de Nueva York al sur de Florida

Samantha vivía desde hacía cinco años en Nueva York y trabajaba en una compañía dedicada a las finanzas. Durante la pandemia de COVID-19, su empresa adoptó el formato remoto. Esa nueva dinámica le mostró una forma distinta de vivir.

Del ritmo frenético de Nueva York al sur de Florida

Por ello, cuando la compañía decidió regresar a la presencialidad y le exigieron volver a la oficina full time, se dio cuenta de que ese esquema laboral ya no encajaba con ella.

“Estuve de 9 a 17 hs, cinco días a la semana, durante cuatro o cinco años, pero después de probar el estilo de vida remoto, no quería volver”, relató en una entrevista con Business Insider.

Al mismo tiempo, su vida personal también entró en terreno pantanoso. “Pasé por una ruptura bastante brutal con el chico con el que vivía», dijo sobre la separación de quien por entonces era su pareja.

Con problemas en el frente laboral y amoroso, Samantha sintió que necesitaba una vía de escape. Ya no quería estar en la ciudad de Nueva York”, explicó. En ese momento de crisis, encontró una salida inesperada.

La propuesta que cambió todo: vivir y trabajar en Miami con su madre

Cansada y sin saber qué hacer, Samantha llamó a su madre. Buscaba su consejo, pero recibió mucho más: la vía de escape que necesitaba.

Mientras conversaban, la mujer le hizo una propuesta que marcó el inicio de una nueva etapa. “Ella dijo: ‘No sé por qué nunca hemos hecho esto antes, pero ¿por qué no vienes a trabajar para mí?’”, contó.

Samantha se mudó a Miami con su madre y trabajan juntas:

La idea era simple y tentadora: mudarse a la ciudad más populosa de Florida y compartir un tiempo juntas mientras ella reorganizaba su vida. No planeaba quedarse mucho. Sin embargo, el supuesto “plan temporal” se convirtió en un cambio permanente.

“El plan a corto plazo era mudarme con mi madre en Miami, orientarme y comenzar a trabajar con ella. Eso fue hace tres años, y ha sido perfecto desde entonces”, afirmó.

Del mundo financiero al negocio del bienestar: su nueva vocación

La mamá de Samantha es dueña de un hotel de bienestar en Costa Rica. Tras instalarse en Miami, ella comenzó a colaborar en el área de desarrollo comercial y marketing. Esa actividad la entusiasmó desde el principio.

“Me estoy preparando para hacerme cargo de la empresa en algún momento”, explicó. Así, dejó atrás el estrés corporativo y se volcó a un modelo de trabajo más flexible, vinculado con el bienestar y la vida saludable. Aunque el cambio fue drástico, lo vivió como una evolución natural.

Samantha ahora se encarga del marketing y las finanzas del hotel de su madre en Costa Rica

La crisis que redefinió sus prioridades y su idea de éxito

Para Samantha, el 2022 fue un año determinante. Sufrió una crisis personal y laboral que, con el tiempo, la llevó a cambiar de perspectiva. “Cuando tu vida parece que se está desmoronando, en realidad podría estar tomando forma”, señaló.

Y aunque no olvidó que en aquel entonces “estaba en un mal lugar”, sostuvo que “no cambiaría nada” de lo que vivió: “Me llevó adonde estoy ahora”.

Hoy, con base en Miami y viajes frecuentes a Costa Rica, proyecta un futuro distinto al que imaginaba años atrás: alejada de Nueva York y del mundo corporativo.

También su vida personal y su idea del éxito es otra. Vive con su madre y, aunque relató que tuvieron que enfrentar algunos desafíos para que la convivencia funcione sin problemas, la experiencia fue buena para las dos. “Ha sido maravilloso”, cerró.

Samantha Stobo tenía la vida encaminada en Nueva York. Trabajaba en el mundo de las finanzas, convivía con su pareja y tenía una rutina establecida. Pero en 2022 todo cambió de golpe. Una dura ruptura amorosa, el regreso a la presencialidad en la oficina y una creciente incomodidad con el ritmo de la ciudad la empujaron a tomar una decisión drástica: mudarse a Miami. En principio, pensó que sería un giro pasajero, pero se quedó y no piensa volver. “Ha sido perfecto”, contó tres años después.

Del ritmo frenético de Nueva York al sur de Florida

Samantha vivía desde hacía cinco años en Nueva York y trabajaba en una compañía dedicada a las finanzas. Durante la pandemia de COVID-19, su empresa adoptó el formato remoto. Esa nueva dinámica le mostró una forma distinta de vivir.

Del ritmo frenético de Nueva York al sur de Florida

Por ello, cuando la compañía decidió regresar a la presencialidad y le exigieron volver a la oficina full time, se dio cuenta de que ese esquema laboral ya no encajaba con ella.

“Estuve de 9 a 17 hs, cinco días a la semana, durante cuatro o cinco años, pero después de probar el estilo de vida remoto, no quería volver”, relató en una entrevista con Business Insider.

Al mismo tiempo, su vida personal también entró en terreno pantanoso. “Pasé por una ruptura bastante brutal con el chico con el que vivía», dijo sobre la separación de quien por entonces era su pareja.

Con problemas en el frente laboral y amoroso, Samantha sintió que necesitaba una vía de escape. Ya no quería estar en la ciudad de Nueva York”, explicó. En ese momento de crisis, encontró una salida inesperada.

La propuesta que cambió todo: vivir y trabajar en Miami con su madre

Cansada y sin saber qué hacer, Samantha llamó a su madre. Buscaba su consejo, pero recibió mucho más: la vía de escape que necesitaba.

Mientras conversaban, la mujer le hizo una propuesta que marcó el inicio de una nueva etapa. “Ella dijo: ‘No sé por qué nunca hemos hecho esto antes, pero ¿por qué no vienes a trabajar para mí?’”, contó.

Samantha se mudó a Miami con su madre y trabajan juntas:

La idea era simple y tentadora: mudarse a la ciudad más populosa de Florida y compartir un tiempo juntas mientras ella reorganizaba su vida. No planeaba quedarse mucho. Sin embargo, el supuesto “plan temporal” se convirtió en un cambio permanente.

“El plan a corto plazo era mudarme con mi madre en Miami, orientarme y comenzar a trabajar con ella. Eso fue hace tres años, y ha sido perfecto desde entonces”, afirmó.

Del mundo financiero al negocio del bienestar: su nueva vocación

La mamá de Samantha es dueña de un hotel de bienestar en Costa Rica. Tras instalarse en Miami, ella comenzó a colaborar en el área de desarrollo comercial y marketing. Esa actividad la entusiasmó desde el principio.

“Me estoy preparando para hacerme cargo de la empresa en algún momento”, explicó. Así, dejó atrás el estrés corporativo y se volcó a un modelo de trabajo más flexible, vinculado con el bienestar y la vida saludable. Aunque el cambio fue drástico, lo vivió como una evolución natural.

Samantha ahora se encarga del marketing y las finanzas del hotel de su madre en Costa Rica

La crisis que redefinió sus prioridades y su idea de éxito

Para Samantha, el 2022 fue un año determinante. Sufrió una crisis personal y laboral que, con el tiempo, la llevó a cambiar de perspectiva. “Cuando tu vida parece que se está desmoronando, en realidad podría estar tomando forma”, señaló.

Y aunque no olvidó que en aquel entonces “estaba en un mal lugar”, sostuvo que “no cambiaría nada” de lo que vivió: “Me llevó adonde estoy ahora”.

Hoy, con base en Miami y viajes frecuentes a Costa Rica, proyecta un futuro distinto al que imaginaba años atrás: alejada de Nueva York y del mundo corporativo.

También su vida personal y su idea del éxito es otra. Vive con su madre y, aunque relató que tuvieron que enfrentar algunos desafíos para que la convivencia funcione sin problemas, la experiencia fue buena para las dos. “Ha sido maravilloso”, cerró.

 Dejó Nueva York por Miami creyendo que sería temporal, pero cambios personales y laborales la llevaron a quedarse y rehacer su vida en Florida.  LA NACION

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