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Cambio en la industria láctea: del reinado de las tres gigantes y las cooperativas a un mercado superatomizado

La industria láctea argentina tuvo una importante transformación en las últimas tres décadas. A mediados de los años 90, tres industrias concentraban más de la mitad de la producción nacional. Actualmente, para alcanzar ese mismo nivel de concentración, es necesario sumar a las 11 principales empresas del ranking actual, lo que demuestra cómo se fue redistribuyendo la producción.

El ranking 2024/25 del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) refleja ese cambio y muestra, además, el fuerte retroceso de las cooperativas, que en los noventa procesaban un tercio de la leche del país y hoy apenas llegan al 3%. Esta reconfiguración, explican, los especialistas, se dio en un contexto de políticas proteccionistas, controles, presión sindical y trabas comerciales, que dieron lugar al crecimiento de pymes regionales y a la llegada de multinacionales que compraron industrias locales.

Ahora que el mercado empieza a estabilizarse, los especialistas se preguntan si la Argentina podrá atraer nuevas inversiones extranjeras, ya que es —junto con Estados Unidos— uno de los pocos países con margen real para aumentar su producción.

En el período relevado —entre julio de 2024 y junio de 2025—, Saputo encabezó el ranking con un procesamiento promedio de 3,5 millones de litros diarios, equivalente al 11,6% de la leche total producida en el país. Le siguieron Mastellone Hnos. (La Serenísima), con 3,3 millones de litros por día (10,8%), y Savencia Argentina, con 1,5 millones de litros diarios (5%). No obstante, fuentes del mercado señalan que el grupo Mastellone debería ubicarse en el primer lugar, ya que alcanzaría un total de 3.650.000 litros diarios al considerar que compra tanto para su propia operación como para la francesa Danone.

El cuarto lugar lo ocupó Punta del Agua, una empresa nacional cordobesa que procesó 1,3 millones de litros diarios, mientras que Adecoagro, que compró dos plantas a SanCor, quedó quinta con 936.078 litros por día. Cerraron el top 10: Noal (908.203 litros diarios), Tregar (868.111 litros), Corlasa (645.781 litros), Nestlé (639.110) y Verónica (577.603 litros diarios).

La industria láctea se reconfiguró

En total, las 23 empresas del ranking procesaron 18,1 millones de litros de leche por día, el 59,5% de la producción nacional, mientras que el 40,5% restante quedó en manos de cientos de otras industrias más pequeñas. El informe de OCLA lo resumió al señalar que “las cifras mencionadas evidencian una gran atomización en el recibo/procesamiento de leche en la Argentina, que se ha acrecentado después de los 90 y que en los últimos años se mantiene”. Una conclusión que coincide con la mirada del especialista Alejandro Sammartino: “La Argentina es uno de los países productores de leche con mayor atomización en su industria”, explica.

Llegaron US$4102 millones: aporte récord de un sector clave de la economía al Gobierno en un momento de mucha tensión

Este escenario contrasta de forma rotunda con el de 1994. Según OCLA, ese año SanCor procesaba 4,6 millones de litros por día, Mastellone 3,2 millones de litros y Nestlé 1,3 millones de litros. Entre las tres alcanzaban los 9,1 millones de litros diarios, en un contexto donde la producción total era de unos 14,3 millones de litros diarios. Es decir, el 64% estaba concentrado en apenas tres compañías. Hoy, ninguna empresa supera el 12% de participación individual y el top cinco apenas concentra el 35%. “El top 5 alcanzó en la Argentina el 35%, cuando en el mundo lechero las cinco empresas más grandes procesan normalmente más del 80% de la producción total de leche”, dijo el informe.

El retroceso de las cooperativas es otro de los datos más llamativos de la nueva estructura industrial. En 1994 representaban el 33% del volumen total procesado. Hoy, esa participación ronda apenas el 3%. “El sistema cooperativo en materia de recepción de leche representa hoy alrededor del 3%, cuando en el año 1994 recibía el 33% de la leche del país. Casi el 50% de la leche en los principales países lecheros del mundo la manejan las cooperativas”, detalló OCLA. En ese sentido, Sammartino recuerda que “SanCor fue la número uno durante décadas y fue la formadora de precios durante muchos años, defendiendo de alguna manera la posición del productor en un mercado que estaba bastante cartelizado“, dice.

Hay cada vez más competencia

La cooperativa explicó que no participó del relevamiento de OCLA por estar en un proceso de reestructuración operativa y comercial en el marco de su convocatoria de acreedores. “La publicación de los litros anuales no reflejaría adecuadamente la situación estructural de la empresa”, sostuvo en una carta enviada al organismo. La única cooperativa que se mantiene en niveles altos del ranking es Manfrey, en el puesto 12, con 436.066 litros diarios, aunque muy lejos de los volúmenes que manejaban las cooperativas líderes de los años 90.

El mapa actual está compuesto por una combinación de empresas nacionales privadas, pymes regionales y multinacionales que desembarcaron comprando compañías tradicionales. En este sentido, OCLA señaló: “Desde principios de los años 2000, se viene produciendo un cambio en la titularidad de las empresas y con una mayor presencia de empresas con actividades multinacionales”. Sammartino dio como ejemplo: “Savencia —la francesa— ya adquirió Santa Rosa, Milkaut y Williner. Saputo —la canadiense— entró comprando Molfino a Molinos Río de la Plata. Adecoagro compró en 2018 dos plantas de SanCor, que son Mortero y Suipacha. También compró la marca Las Tres Niñas y Angelita. Así se va reconfigurando el mapa”.

El ranking también refleja la consolidación de nuevas firmas nacionales. Empresas como Punta del Agua y Noal, de Villa María, crecieron con fuerza en los últimos años. Lo mismo ocurrió con Tregar (Santa Fe), García Hermanos, La Sibila y Corlasa, esta última parte del grupo peruano Gloria. En cambio, Nestlé, que en los noventa ocupaba el tercer lugar con 1,3 millones de litros, hoy se ubica novena, con 639.110 litros, menos de la mitad.

Ranking de la industria láctea

La evolución también estuvo marcada por los vaivenes de la política. Sammartino recuerda que “gobiernos con políticas muy intervencionistas aplicaron controles de precios, impusieron trabas a las exportaciones y generaron presiones particulares sobre las empresas líderes. Un caso paradigmático es el de SanCor, que además de enfrentar conflictos sindicales, sufrió el impacto del fallido programa FARP con Venezuela”.

Mientras tanto, muchas empresas medianas y chicas crecieron con más flexibilidad, al no quedar encuadradas bajo el convenio gremial del sindicato Atilra sino en el régimen general de la industria de alimentos, lo que les permitió evitar ciertas presiones sindicales.

De cara al futuro, el interrogante es qué ocurrirá si la Argentina logra estabilizarse. Sammartino advierte: “La francesa Savencia ya dio pasos importantes en el país: primero adquirió Santa Rosa Estancias, para luego Milkaut y, más recientemente, Williner. Si la Argentina logra estabilizarse y ofrecer reglas claras, es probable que otras multinacionales empiecen a mirar con interés al sector”.

“El país sigue siendo muy atractivo para la lechería: junto con Estados Unidos es uno de los pocos con margen real para aumentar su producción. Por eso, no sería raro que firmas extranjeras que hasta ahora evitaban el mercado argentino empiecen a buscar oportunidades de compra entre las industrias nacionales”, agregó.

En la misma línea, OCLA sostuvo que “no se da en la Argentina una concentración marcada en el recibo de leche en unas pocas industrias como ocurre en general en los países lecheros. Pero si el contexto mejora podría transformarse en un mercado atractivo para nuevas inversiones”.

La industria láctea argentina tuvo una importante transformación en las últimas tres décadas. A mediados de los años 90, tres industrias concentraban más de la mitad de la producción nacional. Actualmente, para alcanzar ese mismo nivel de concentración, es necesario sumar a las 11 principales empresas del ranking actual, lo que demuestra cómo se fue redistribuyendo la producción.

El ranking 2024/25 del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) refleja ese cambio y muestra, además, el fuerte retroceso de las cooperativas, que en los noventa procesaban un tercio de la leche del país y hoy apenas llegan al 3%. Esta reconfiguración, explican, los especialistas, se dio en un contexto de políticas proteccionistas, controles, presión sindical y trabas comerciales, que dieron lugar al crecimiento de pymes regionales y a la llegada de multinacionales que compraron industrias locales.

Ahora que el mercado empieza a estabilizarse, los especialistas se preguntan si la Argentina podrá atraer nuevas inversiones extranjeras, ya que es —junto con Estados Unidos— uno de los pocos países con margen real para aumentar su producción.

En el período relevado —entre julio de 2024 y junio de 2025—, Saputo encabezó el ranking con un procesamiento promedio de 3,5 millones de litros diarios, equivalente al 11,6% de la leche total producida en el país. Le siguieron Mastellone Hnos. (La Serenísima), con 3,3 millones de litros por día (10,8%), y Savencia Argentina, con 1,5 millones de litros diarios (5%). No obstante, fuentes del mercado señalan que el grupo Mastellone debería ubicarse en el primer lugar, ya que alcanzaría un total de 3.650.000 litros diarios al considerar que compra tanto para su propia operación como para la francesa Danone.

El cuarto lugar lo ocupó Punta del Agua, una empresa nacional cordobesa que procesó 1,3 millones de litros diarios, mientras que Adecoagro, que compró dos plantas a SanCor, quedó quinta con 936.078 litros por día. Cerraron el top 10: Noal (908.203 litros diarios), Tregar (868.111 litros), Corlasa (645.781 litros), Nestlé (639.110) y Verónica (577.603 litros diarios).

La industria láctea se reconfiguró

En total, las 23 empresas del ranking procesaron 18,1 millones de litros de leche por día, el 59,5% de la producción nacional, mientras que el 40,5% restante quedó en manos de cientos de otras industrias más pequeñas. El informe de OCLA lo resumió al señalar que “las cifras mencionadas evidencian una gran atomización en el recibo/procesamiento de leche en la Argentina, que se ha acrecentado después de los 90 y que en los últimos años se mantiene”. Una conclusión que coincide con la mirada del especialista Alejandro Sammartino: “La Argentina es uno de los países productores de leche con mayor atomización en su industria”, explica.

Llegaron US$4102 millones: aporte récord de un sector clave de la economía al Gobierno en un momento de mucha tensión

Este escenario contrasta de forma rotunda con el de 1994. Según OCLA, ese año SanCor procesaba 4,6 millones de litros por día, Mastellone 3,2 millones de litros y Nestlé 1,3 millones de litros. Entre las tres alcanzaban los 9,1 millones de litros diarios, en un contexto donde la producción total era de unos 14,3 millones de litros diarios. Es decir, el 64% estaba concentrado en apenas tres compañías. Hoy, ninguna empresa supera el 12% de participación individual y el top cinco apenas concentra el 35%. “El top 5 alcanzó en la Argentina el 35%, cuando en el mundo lechero las cinco empresas más grandes procesan normalmente más del 80% de la producción total de leche”, dijo el informe.

El retroceso de las cooperativas es otro de los datos más llamativos de la nueva estructura industrial. En 1994 representaban el 33% del volumen total procesado. Hoy, esa participación ronda apenas el 3%. “El sistema cooperativo en materia de recepción de leche representa hoy alrededor del 3%, cuando en el año 1994 recibía el 33% de la leche del país. Casi el 50% de la leche en los principales países lecheros del mundo la manejan las cooperativas”, detalló OCLA. En ese sentido, Sammartino recuerda que “SanCor fue la número uno durante décadas y fue la formadora de precios durante muchos años, defendiendo de alguna manera la posición del productor en un mercado que estaba bastante cartelizado“, dice.

Hay cada vez más competencia

La cooperativa explicó que no participó del relevamiento de OCLA por estar en un proceso de reestructuración operativa y comercial en el marco de su convocatoria de acreedores. “La publicación de los litros anuales no reflejaría adecuadamente la situación estructural de la empresa”, sostuvo en una carta enviada al organismo. La única cooperativa que se mantiene en niveles altos del ranking es Manfrey, en el puesto 12, con 436.066 litros diarios, aunque muy lejos de los volúmenes que manejaban las cooperativas líderes de los años 90.

El mapa actual está compuesto por una combinación de empresas nacionales privadas, pymes regionales y multinacionales que desembarcaron comprando compañías tradicionales. En este sentido, OCLA señaló: “Desde principios de los años 2000, se viene produciendo un cambio en la titularidad de las empresas y con una mayor presencia de empresas con actividades multinacionales”. Sammartino dio como ejemplo: “Savencia —la francesa— ya adquirió Santa Rosa, Milkaut y Williner. Saputo —la canadiense— entró comprando Molfino a Molinos Río de la Plata. Adecoagro compró en 2018 dos plantas de SanCor, que son Mortero y Suipacha. También compró la marca Las Tres Niñas y Angelita. Así se va reconfigurando el mapa”.

El ranking también refleja la consolidación de nuevas firmas nacionales. Empresas como Punta del Agua y Noal, de Villa María, crecieron con fuerza en los últimos años. Lo mismo ocurrió con Tregar (Santa Fe), García Hermanos, La Sibila y Corlasa, esta última parte del grupo peruano Gloria. En cambio, Nestlé, que en los noventa ocupaba el tercer lugar con 1,3 millones de litros, hoy se ubica novena, con 639.110 litros, menos de la mitad.

Ranking de la industria láctea

La evolución también estuvo marcada por los vaivenes de la política. Sammartino recuerda que “gobiernos con políticas muy intervencionistas aplicaron controles de precios, impusieron trabas a las exportaciones y generaron presiones particulares sobre las empresas líderes. Un caso paradigmático es el de SanCor, que además de enfrentar conflictos sindicales, sufrió el impacto del fallido programa FARP con Venezuela”.

Mientras tanto, muchas empresas medianas y chicas crecieron con más flexibilidad, al no quedar encuadradas bajo el convenio gremial del sindicato Atilra sino en el régimen general de la industria de alimentos, lo que les permitió evitar ciertas presiones sindicales.

De cara al futuro, el interrogante es qué ocurrirá si la Argentina logra estabilizarse. Sammartino advierte: “La francesa Savencia ya dio pasos importantes en el país: primero adquirió Santa Rosa Estancias, para luego Milkaut y, más recientemente, Williner. Si la Argentina logra estabilizarse y ofrecer reglas claras, es probable que otras multinacionales empiecen a mirar con interés al sector”.

“El país sigue siendo muy atractivo para la lechería: junto con Estados Unidos es uno de los pocos con margen real para aumentar su producción. Por eso, no sería raro que firmas extranjeras que hasta ahora evitaban el mercado argentino empiecen a buscar oportunidades de compra entre las industrias nacionales”, agregó.

En la misma línea, OCLA sostuvo que “no se da en la Argentina una concentración marcada en el recibo de leche en unas pocas industrias como ocurre en general en los países lecheros. Pero si el contexto mejora podría transformarse en un mercado atractivo para nuevas inversiones”.

 Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea revela la fuerte transformación del sector desde los años noventa  LA NACION

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