Los Pumas y un balance necesario: 15 nombres nuevos, entre aprobados y aplazados

La victoria ante los British & Irish Lions en Dublín, por su carácter histórico y por lo diezmado que llegaron los Pumas, basta y sobra para que el balance de este primer segmento del año arroje un saldo positivo para la selección argentina. En las dos derrotas ante Inglaterra, que vino con un equipo B, y aun en la victoria de este sábado ante Uruguay, el equipo no estuvo a la altura de las expectativas que él mismo, a fuerza de buen rugby y entrega, edificó desde la asunción de Felipe Contepomi el año pasado.
La ausencia de unos 15 jugadores, incluida la pareja de medios, para los tres partidos en casa, obliga a matizar el análisis. Máxime cuando el recambio elegidos fueron jugadores inexperimentados con proyección, pensando antes en conseguir profundidad en el plantel de cara al Mundial de Australia 2027. En Salta, parecía el equipo de los pelados, y no por la veteranía sino por la acumulación de debutantes que habían sido bendecidos con el tradicional bautismo Puma. Entonces, antes que concentrarse en medir el rendimiento conviene sacar conclusiones respecto de los nuevos valores que empiezan a aparecer.
El rendimiento colectivo y los resultados dan cuenta de que no todos aprobaron el examen de representar al rugby argentino en el más alto nivel. Algunos desaprovecharon la oportunidad, otros dejaron en claro que necesitan todavía más rodaje para estar a la altura pero tienen proyección, y un puñado levantó la mano y rápidamente se pusieron en situación de pelear por un lugar.
En estos cuatro partidos (se incluye el de los Lions, más allá de que no es considerado oficial) Contepomi hizo debutar a 10 jugadores y les dio minutos a otros cinco que apenas acumulaban uno o dos caps. Es decir, un equipo completo de jugadores nuevos, la mayoría jóvenes, la mayoría semiprofesionales con presente en las franquicias del Super Rugby Americas. Además, al margen de su actuación individual debe considerarse el contexto: hay puestos donde urge desarrollar jugadores y otros en los que hay abundancia.
Primeras líneas
Es el puesto donde más falta hace formar jugadores y donde más falló el equipo en esta ventana. Hubo dos debuts y sumaron minutos otros dos jugadores que tenían dos caps. Entre los primeros aparece el hooker Bautista Bernasconi (jugó los cuatro partidos aunque sumó apenas 35 minutos detrás del capitán Julián Montoya), que había estado en el equipo durante todo 2024, y el pilar izquierdo Boris Wenger. El primero jugó poco como para juzgarlo, pero cumplió y asoma como el tercer hooker al regreso de Ignacio Ruiz (Leonel Oviedo también estuvo con el equipo, pero no saltó a la cancha).
Wenger apenas estuvo 14 minutos en la cancha, pero su actuación ante Lions bastó para impresionar; extrañamente, no volvió a ser tenido en cuenta. Para festejar, el regreso tras dos años de Nahuel Tetaz Chaparro. También sumaron importantes minutos Francisco Coria y Pedro Delgado, pilares derechos, un puesto muy codiciado. Tras el retiro de Frankie Gómez Kodela y la lesión de Eduardo Bello, sólo aparece Joel Sclavi como jugador consolidado. Coria, que había debutado un año atrás ante Uruguay, jugó tres partidos más desde el banco (98 minutos) y lució mucho mejor que Delgado, que sumó 82 minutos en dos partidos, tanto en el scrum como, especialmente, en el juego suelto.
Segundas y terceras líneas
Dos de los puestos mejor cubiertos no tuvieron mucho movimiento. Los segundas líneas convocados sin experiencia previa (Luciano Asevedo y Lautaro Simes) no fueron utilizados. Los dos terceras líneas que debutaron fueron Benjamín Grondona (dos partidos, 65m) y Nicolás D’Amorim (apenas 6m en Salta); el que mejor aprovechó su chance fue Joaquín Moro, que había debutado el año pasado ante Uruguay y jugó tres partidos más (131m). De todas formas, la superpoblación de jugadores en esos puestos les hará difícil pelear por un lugar.
Medio-scrum
Otro puesto crítico. Gonzalo García parece haberse adueñado de la número 9. Detrás suyo aparecen varias incógnitas. Gonzalo Bertranou no tuvo un buen partido en La Plata y luego se lesionó. Entre los debutantes, Simón Benítez Cruz fue el que tuvo más oportunidades (cuatro partidos, 172m), y si bien mostró arrestos interesantes con la pelota en las manos, falló en darle claridad al equipo en momentos de desconcierto y evidenció que tiene mucho por mejorar en el juego con el pie, un aspecto clave en el rugby actual. Agustín Moyano apenas jugó 29 minutos (dos partidos) y cumplió.
Apertura
Un caso idéntico al anterior. Tomás Albornoz se adueñó de la 10. Su primer reemplazo fue Santiago Carreras (su antecesor), pero su rendimiento como apertura en los dos partidos con Inglaterra fue muy inferior a lo que hizo como fullback ante los Lions. Apareció Nicolás Roger (tres partidos, 113m), quien empezó nervioso, fue de menor a mayor y terminó jugando un gran partido ante los Teros. Una alternativa a tener en cuenta.
Centros
De aquí Contepomi se lleva la mayor alegría. Justo Piccardo no sólo fue el mejor de entre los novatos, sino que fue uno de los mejores de los Pumas en el balance general. Había debutado ingresando unos minutos ante Irlanda en noviembre, pero en esta ventana jugó los cuatro partidos de titular y sólo salió en los últimos 20 del choque ante Uruguay (300 minutos en total).
Una gran alternativa para Santiago Chocobares, un jugador que no tenía reemplazante tras la salida de De la Fuente y con propensión a lesionarse. Y por si fuera poco, tiene características similares. Faustino Sánchez Valarolo fue el único debutante en el centro de la cancha, aunque apenas sumó media hora el sábado pasado.
Wings y fullbacks
Los tres de atrás es otro de los puestos que no despiertan preocupaciones. Lo primero que cabe mencionar fue que Rodrigo Isgró jugó sus mejores minutos con la celeste y blanca y será difícil sacarle la titularidad. Ignacio Mendy, que volvió a ser tenido en cuenta tras jugar un solo partido en 2024, su segundo en los Pumas, probó ser una alternativa confiable. Santiago Pernas, una de las figuras del Super Rugby Americas, en cambio, no tuvo una buena tarde en su presentación ante Uruguay y salió reemplazado al entretiempo. El debutante que más minutos jugó fue Benjamín Elizalde (221 en tres partidos, todos como titular), joven fullback con un año de experiencia en Bristol Bears: comenzó con dudas, ganó confianza en el segundo partido y fue uno de los mejores ante Uruguay. Otro nombre para anotar.
La victoria ante los British & Irish Lions en Dublín, por su carácter histórico y por lo diezmado que llegaron los Pumas, basta y sobra para que el balance de este primer segmento del año arroje un saldo positivo para la selección argentina. En las dos derrotas ante Inglaterra, que vino con un equipo B, y aun en la victoria de este sábado ante Uruguay, el equipo no estuvo a la altura de las expectativas que él mismo, a fuerza de buen rugby y entrega, edificó desde la asunción de Felipe Contepomi el año pasado.
La ausencia de unos 15 jugadores, incluida la pareja de medios, para los tres partidos en casa, obliga a matizar el análisis. Máxime cuando el recambio elegidos fueron jugadores inexperimentados con proyección, pensando antes en conseguir profundidad en el plantel de cara al Mundial de Australia 2027. En Salta, parecía el equipo de los pelados, y no por la veteranía sino por la acumulación de debutantes que habían sido bendecidos con el tradicional bautismo Puma. Entonces, antes que concentrarse en medir el rendimiento conviene sacar conclusiones respecto de los nuevos valores que empiezan a aparecer.
El rendimiento colectivo y los resultados dan cuenta de que no todos aprobaron el examen de representar al rugby argentino en el más alto nivel. Algunos desaprovecharon la oportunidad, otros dejaron en claro que necesitan todavía más rodaje para estar a la altura pero tienen proyección, y un puñado levantó la mano y rápidamente se pusieron en situación de pelear por un lugar.
En estos cuatro partidos (se incluye el de los Lions, más allá de que no es considerado oficial) Contepomi hizo debutar a 10 jugadores y les dio minutos a otros cinco que apenas acumulaban uno o dos caps. Es decir, un equipo completo de jugadores nuevos, la mayoría jóvenes, la mayoría semiprofesionales con presente en las franquicias del Super Rugby Americas. Además, al margen de su actuación individual debe considerarse el contexto: hay puestos donde urge desarrollar jugadores y otros en los que hay abundancia.
Primeras líneas
Es el puesto donde más falta hace formar jugadores y donde más falló el equipo en esta ventana. Hubo dos debuts y sumaron minutos otros dos jugadores que tenían dos caps. Entre los primeros aparece el hooker Bautista Bernasconi (jugó los cuatro partidos aunque sumó apenas 35 minutos detrás del capitán Julián Montoya), que había estado en el equipo durante todo 2024, y el pilar izquierdo Boris Wenger. El primero jugó poco como para juzgarlo, pero cumplió y asoma como el tercer hooker al regreso de Ignacio Ruiz (Leonel Oviedo también estuvo con el equipo, pero no saltó a la cancha).
Wenger apenas estuvo 14 minutos en la cancha, pero su actuación ante Lions bastó para impresionar; extrañamente, no volvió a ser tenido en cuenta. Para festejar, el regreso tras dos años de Nahuel Tetaz Chaparro. También sumaron importantes minutos Francisco Coria y Pedro Delgado, pilares derechos, un puesto muy codiciado. Tras el retiro de Frankie Gómez Kodela y la lesión de Eduardo Bello, sólo aparece Joel Sclavi como jugador consolidado. Coria, que había debutado un año atrás ante Uruguay, jugó tres partidos más desde el banco (98 minutos) y lució mucho mejor que Delgado, que sumó 82 minutos en dos partidos, tanto en el scrum como, especialmente, en el juego suelto.
Segundas y terceras líneas
Dos de los puestos mejor cubiertos no tuvieron mucho movimiento. Los segundas líneas convocados sin experiencia previa (Luciano Asevedo y Lautaro Simes) no fueron utilizados. Los dos terceras líneas que debutaron fueron Benjamín Grondona (dos partidos, 65m) y Nicolás D’Amorim (apenas 6m en Salta); el que mejor aprovechó su chance fue Joaquín Moro, que había debutado el año pasado ante Uruguay y jugó tres partidos más (131m). De todas formas, la superpoblación de jugadores en esos puestos les hará difícil pelear por un lugar.
Medio-scrum
Otro puesto crítico. Gonzalo García parece haberse adueñado de la número 9. Detrás suyo aparecen varias incógnitas. Gonzalo Bertranou no tuvo un buen partido en La Plata y luego se lesionó. Entre los debutantes, Simón Benítez Cruz fue el que tuvo más oportunidades (cuatro partidos, 172m), y si bien mostró arrestos interesantes con la pelota en las manos, falló en darle claridad al equipo en momentos de desconcierto y evidenció que tiene mucho por mejorar en el juego con el pie, un aspecto clave en el rugby actual. Agustín Moyano apenas jugó 29 minutos (dos partidos) y cumplió.
Apertura
Un caso idéntico al anterior. Tomás Albornoz se adueñó de la 10. Su primer reemplazo fue Santiago Carreras (su antecesor), pero su rendimiento como apertura en los dos partidos con Inglaterra fue muy inferior a lo que hizo como fullback ante los Lions. Apareció Nicolás Roger (tres partidos, 113m), quien empezó nervioso, fue de menor a mayor y terminó jugando un gran partido ante los Teros. Una alternativa a tener en cuenta.
Centros
De aquí Contepomi se lleva la mayor alegría. Justo Piccardo no sólo fue el mejor de entre los novatos, sino que fue uno de los mejores de los Pumas en el balance general. Había debutado ingresando unos minutos ante Irlanda en noviembre, pero en esta ventana jugó los cuatro partidos de titular y sólo salió en los últimos 20 del choque ante Uruguay (300 minutos en total).
Una gran alternativa para Santiago Chocobares, un jugador que no tenía reemplazante tras la salida de De la Fuente y con propensión a lesionarse. Y por si fuera poco, tiene características similares. Faustino Sánchez Valarolo fue el único debutante en el centro de la cancha, aunque apenas sumó media hora el sábado pasado.
Wings y fullbacks
Los tres de atrás es otro de los puestos que no despiertan preocupaciones. Lo primero que cabe mencionar fue que Rodrigo Isgró jugó sus mejores minutos con la celeste y blanca y será difícil sacarle la titularidad. Ignacio Mendy, que volvió a ser tenido en cuenta tras jugar un solo partido en 2024, su segundo en los Pumas, probó ser una alternativa confiable. Santiago Pernas, una de las figuras del Super Rugby Americas, en cambio, no tuvo una buena tarde en su presentación ante Uruguay y salió reemplazado al entretiempo. El debutante que más minutos jugó fue Benjamín Elizalde (221 en tres partidos, todos como titular), joven fullback con un año de experiencia en Bristol Bears: comenzó con dudas, ganó confianza en el segundo partido y fue uno de los mejores ante Uruguay. Otro nombre para anotar.
El saldo del primer semestre del año resulta positivo para la selección argentina, pero hay aspectos para mejorar LA NACION