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Cinco gremios aeronáuticos hicieron un acto en el Aeroparque Jorge Newbery: qué reclamaron

El Aeroparque Jorge Newbery fue, una vez más, el escenario de un conflicto gremial en puertas. Pese a que en las últimas semanas el Gobierno desactivó algunas medidas de fuerza que se venían anunciando en el sector, esta mañana se realizó una protesta en el sector del estacionamiento sur de dicho establecimiento. La razón fue continuar con el reclamo a raíz de los “cambios regulatorios en el sector, paritarias atrasadas y amenazas de privatización”.

Los sindicatos que convocaron la protesta son la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa, controladores de vuelos) y la Asociación de Trabajadores del Estado en la Administración Nacional de Aviación Civil (ATE ANAC).

Los vuelos no se vieron afectados por el acto sindical

Ayer, desde Aeropuertos Argentina dijeron que la movilización no debería afectar el ingreso y egreso, ni la circulación dentro de la terminal. Los gremios también afirmaron que no iba a haber mayores complicaciones. Hoy la operación está fluyendo con normalidad.

La jornada comenzó con bombos y banderas de los participantes, con un gran protagonismo de Aerolíneas Argentinas. Carteles de “la seguridad aérea no se negocia”, chalecos identificando cada uno de los sindicatos presentes, banderas de Hangares Aeroparque, de APA, de ATEPSA.

La seguridad aérea, uno de los reclamos de los gremios

En el caso de ATE ANAC, reclaman, también, por los cerca de 100 despidos que hubo desde el inicio de la gestión de Milei, a lo que se suma el atraso salarial que acumula un 45% frente a la inflación. Para los tripulantes de cabina, este llega al 60%.

También rechazan la privatización de Intercargo y Aerolíneas Argentinas, una problemática que está en el foco de gremios y gobiernos por lo menos desde el año pasado, cuando varias medidas de fuerza suspendieron el servicio a lo largo del segundo semestre.

Hubo un gran despliegue de las fuerzas de seguridad

La policía de seguridad aeroportuaria (PSA) se desplegó con filas con antelación: los gremialistas, después del banderazo, y acompañados de ritmos futbolísticos, marcharon hacia la mitad del aeropuerto para dar inicio a las asambleas que hoy los reunieron.

El movimiento en las instalaciones era normal, excepto, quizá por todas las fuerzas policiales en puertas y pasillos. Ningún vuelo se canceló, y la gente circulaba con normalidad.

El acto en pleno desarrollo

Cerca del mediodía, quienes protestaban se ubicaron detrás de la bandera de Aeronáuticos Unidos, que encabezó el recorrido con el que avanzaron por las veredas del aeropuerto. Cierra una bandera gigante de Aeronavegantes, igual de grande el nombre de su secretario general, Juan Pablo Brey, que no se encuentra en el lugar. Sí están Edgardo Llanos (APA), Rodolfo Aguiar (ate) y Rubén Fernández (UPSA).

Representantes de Aeronavegantes hablaron con LA NACION y confirmaron que hoy no se afectó ningún vuelo. La idea, dijeron, no es alterar el servicio, sino visibilizar el conflicto que los lleva a que, en asamblea gremial, se planteen y voten los pasos a seguir, que podrían incluir próximos paros. Así se votó en el plenario de la semana pasada.

Conferencia de prensa

En la conferencia de prensa se dejaron en claro dos cuestiones fundamentales: la no afectación de vuelos, pero también la intención de votar, en la próxima asamblea, medidas más contundentes e, incluso, “sorpresivas”. Atepsa, de hecho, aseguró que si no se solucionan los problemas, en agosto van a llamar a un paro, incluso se movilizarán el próximo lunes en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia.

Fernández abrió la conferencia refiriéndose a los temas que trataron en plenario y que ya llevaron a cabo: el apoyo por los problemas de Atepsa (despido de trabajadores y conciliación obligatoria), a la marcha del Garrahan, el jueves pasado y, por último, la medida de hoy. “En esta actividad el objetivo no es generar ningún conflicto en cuanto a demoras o paro de vuelos, sino simplemente y fundamentalmente visibilizar ante la sociedad la situación en la que estamos. Venir a buscar la solidaridad de los pasajeros y del ciudadano común, hacerles saber que nuestra actividad aérea está gravemente en peligro, con una desregulación a mansalva, sin tener ninguna planificación”.

La conferencia de prensa de los gremios, este mediodía

Fernández aludía con esto a la política de cielos abiertos de Milei, por la cual, continuó, “cualquier compañía aérea puede venir a volar con el único certificado de garantía que le puede emitir su país de origen”. Es decir, denunció que esto implica falta de controles y la pérdida de seguridad.

Además, remarcó la cuestión económica, y afirmó que la pérdida salarial desde el inicio de esta gestión es del 70%. “Si alguien pretende que cobrando un 70% menos de lo que tenemos que cobrar, estemos felices y contentos, bueno, se está equivocando con los aeronáuticos, eso no va a pasar”, dijo.

También Aguiar pasó al micrófono, con un fuerte discurso político: “Tenemos un Gobierno que vino a quitarnos derechos, no solo a los trabajadores, sino a todo el pueblo argentino […]. Por eso creo que lo primero que tenemos que hacer es destacar que, frente a ese intento de infundir miedo, de infundir temor, mientras muchos especularon, mientras otros no se animaron, acá están los sindicatos aeronáuticos que desde el primer día dijeron ‘vamos a encabezar la lucha a lo largo y a lo ancho del país en todos nuestros aeropuertos’. La motosierra de Milei está generando una crisis grave en todo el sistema aeronáutico de nuestro país. La desregulación es irresponsable. Las amenazas de despidos y de privatizaciones ponen en riesgo todas las operaciones”.

A su vez, declaró que las auditorías internacionales indican con absoluta claridad la necesidad de incorporar más personal: “Menos personal, menos capacidad para poder controlar, nos pone en riesgo a todos”, enfatizó.

Fue uno de los discursos más duros de la jornada, en el que aseguró que no es responsabilidad de ATE “garantizar la paz social”.

“Hoy tiene que quedar claro que estamos iniciando un proceso de lucha progresiva y, por lo tanto, garantizar la paz social los días que vienen es responsabilidad exclusiva del Gobierno, y lo tiene que hacer con respuestas concretas a todas las demandas justas que tenemos los trabajadores”, cerró.

Por último, fue el turno de Llano, quien también habló de las etapas cumplidas desde el plenario del 10 de julio. Con esta movilización, aseguró, culmina la primera, y la semana que viene se reunirán nuevamente los gremios para contemplar, con la segunda, “medidas planificadas y sorpresivas”. Y volvió sobre la cuestión de los peligros que acarrea la desregulación: la falta de controladores aéreos por ejemplo, de la capacidad técnica de los tripulantes de las empresas extranjeras, o la condición de los aviones. “Estamos haciendo distintos tipos de denuncias en la justicia para parar toda esta barbaridad, y van a seguir otros gremios”, aseguró.

Por último, destacó de nuevo que la intención de la fecha no era intervenir en la actividad de los vuelos, con demoras o cancelaciones: “Así como muchas veces hemos paralizado los vuelos, en este caso queremos que vuelen, ¿y saben por qué? Porque la actividad turística cayó un 50% con estas políticas, y nosotros necesitamos que se recupere para que haya trabajo para todo el sector turístico y de aviación. Entonces no vamos a perjudicar los vuelos, no vamos a cancelar ni a suspender vuelos ni a parar”.

Y al cierre, Fernández advirtió: “Cuando termine la conciliación, está claro que si no hay arreglo, va a haber conflicto”.

El Aeroparque Jorge Newbery fue, una vez más, el escenario de un conflicto gremial en puertas. Pese a que en las últimas semanas el Gobierno desactivó algunas medidas de fuerza que se venían anunciando en el sector, esta mañana se realizó una protesta en el sector del estacionamiento sur de dicho establecimiento. La razón fue continuar con el reclamo a raíz de los “cambios regulatorios en el sector, paritarias atrasadas y amenazas de privatización”.

Los sindicatos que convocaron la protesta son la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa, controladores de vuelos) y la Asociación de Trabajadores del Estado en la Administración Nacional de Aviación Civil (ATE ANAC).

Los vuelos no se vieron afectados por el acto sindical

Ayer, desde Aeropuertos Argentina dijeron que la movilización no debería afectar el ingreso y egreso, ni la circulación dentro de la terminal. Los gremios también afirmaron que no iba a haber mayores complicaciones. Hoy la operación está fluyendo con normalidad.

La jornada comenzó con bombos y banderas de los participantes, con un gran protagonismo de Aerolíneas Argentinas. Carteles de “la seguridad aérea no se negocia”, chalecos identificando cada uno de los sindicatos presentes, banderas de Hangares Aeroparque, de APA, de ATEPSA.

La seguridad aérea, uno de los reclamos de los gremios

En el caso de ATE ANAC, reclaman, también, por los cerca de 100 despidos que hubo desde el inicio de la gestión de Milei, a lo que se suma el atraso salarial que acumula un 45% frente a la inflación. Para los tripulantes de cabina, este llega al 60%.

También rechazan la privatización de Intercargo y Aerolíneas Argentinas, una problemática que está en el foco de gremios y gobiernos por lo menos desde el año pasado, cuando varias medidas de fuerza suspendieron el servicio a lo largo del segundo semestre.

Hubo un gran despliegue de las fuerzas de seguridad

La policía de seguridad aeroportuaria (PSA) se desplegó con filas con antelación: los gremialistas, después del banderazo, y acompañados de ritmos futbolísticos, marcharon hacia la mitad del aeropuerto para dar inicio a las asambleas que hoy los reunieron.

El movimiento en las instalaciones era normal, excepto, quizá por todas las fuerzas policiales en puertas y pasillos. Ningún vuelo se canceló, y la gente circulaba con normalidad.

El acto en pleno desarrollo

Cerca del mediodía, quienes protestaban se ubicaron detrás de la bandera de Aeronáuticos Unidos, que encabezó el recorrido con el que avanzaron por las veredas del aeropuerto. Cierra una bandera gigante de Aeronavegantes, igual de grande el nombre de su secretario general, Juan Pablo Brey, que no se encuentra en el lugar. Sí están Edgardo Llanos (APA), Rodolfo Aguiar (ate) y Rubén Fernández (UPSA).

Representantes de Aeronavegantes hablaron con LA NACION y confirmaron que hoy no se afectó ningún vuelo. La idea, dijeron, no es alterar el servicio, sino visibilizar el conflicto que los lleva a que, en asamblea gremial, se planteen y voten los pasos a seguir, que podrían incluir próximos paros. Así se votó en el plenario de la semana pasada.

Conferencia de prensa

En la conferencia de prensa se dejaron en claro dos cuestiones fundamentales: la no afectación de vuelos, pero también la intención de votar, en la próxima asamblea, medidas más contundentes e, incluso, “sorpresivas”. Atepsa, de hecho, aseguró que si no se solucionan los problemas, en agosto van a llamar a un paro, incluso se movilizarán el próximo lunes en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia.

Fernández abrió la conferencia refiriéndose a los temas que trataron en plenario y que ya llevaron a cabo: el apoyo por los problemas de Atepsa (despido de trabajadores y conciliación obligatoria), a la marcha del Garrahan, el jueves pasado y, por último, la medida de hoy. “En esta actividad el objetivo no es generar ningún conflicto en cuanto a demoras o paro de vuelos, sino simplemente y fundamentalmente visibilizar ante la sociedad la situación en la que estamos. Venir a buscar la solidaridad de los pasajeros y del ciudadano común, hacerles saber que nuestra actividad aérea está gravemente en peligro, con una desregulación a mansalva, sin tener ninguna planificación”.

La conferencia de prensa de los gremios, este mediodía

Fernández aludía con esto a la política de cielos abiertos de Milei, por la cual, continuó, “cualquier compañía aérea puede venir a volar con el único certificado de garantía que le puede emitir su país de origen”. Es decir, denunció que esto implica falta de controles y la pérdida de seguridad.

Además, remarcó la cuestión económica, y afirmó que la pérdida salarial desde el inicio de esta gestión es del 70%. “Si alguien pretende que cobrando un 70% menos de lo que tenemos que cobrar, estemos felices y contentos, bueno, se está equivocando con los aeronáuticos, eso no va a pasar”, dijo.

También Aguiar pasó al micrófono, con un fuerte discurso político: “Tenemos un Gobierno que vino a quitarnos derechos, no solo a los trabajadores, sino a todo el pueblo argentino […]. Por eso creo que lo primero que tenemos que hacer es destacar que, frente a ese intento de infundir miedo, de infundir temor, mientras muchos especularon, mientras otros no se animaron, acá están los sindicatos aeronáuticos que desde el primer día dijeron ‘vamos a encabezar la lucha a lo largo y a lo ancho del país en todos nuestros aeropuertos’. La motosierra de Milei está generando una crisis grave en todo el sistema aeronáutico de nuestro país. La desregulación es irresponsable. Las amenazas de despidos y de privatizaciones ponen en riesgo todas las operaciones”.

A su vez, declaró que las auditorías internacionales indican con absoluta claridad la necesidad de incorporar más personal: “Menos personal, menos capacidad para poder controlar, nos pone en riesgo a todos”, enfatizó.

Fue uno de los discursos más duros de la jornada, en el que aseguró que no es responsabilidad de ATE “garantizar la paz social”.

“Hoy tiene que quedar claro que estamos iniciando un proceso de lucha progresiva y, por lo tanto, garantizar la paz social los días que vienen es responsabilidad exclusiva del Gobierno, y lo tiene que hacer con respuestas concretas a todas las demandas justas que tenemos los trabajadores”, cerró.

Por último, fue el turno de Llano, quien también habló de las etapas cumplidas desde el plenario del 10 de julio. Con esta movilización, aseguró, culmina la primera, y la semana que viene se reunirán nuevamente los gremios para contemplar, con la segunda, “medidas planificadas y sorpresivas”. Y volvió sobre la cuestión de los peligros que acarrea la desregulación: la falta de controladores aéreos por ejemplo, de la capacidad técnica de los tripulantes de las empresas extranjeras, o la condición de los aviones. “Estamos haciendo distintos tipos de denuncias en la justicia para parar toda esta barbaridad, y van a seguir otros gremios”, aseguró.

Por último, destacó de nuevo que la intención de la fecha no era intervenir en la actividad de los vuelos, con demoras o cancelaciones: “Así como muchas veces hemos paralizado los vuelos, en este caso queremos que vuelen, ¿y saben por qué? Porque la actividad turística cayó un 50% con estas políticas, y nosotros necesitamos que se recupere para que haya trabajo para todo el sector turístico y de aviación. Entonces no vamos a perjudicar los vuelos, no vamos a cancelar ni a suspender vuelos ni a parar”.

Y al cierre, Fernández advirtió: “Cuando termine la conciliación, está claro que si no hay arreglo, va a haber conflicto”.

 El acto sindical empezó a las 11 y se llevó a cabo en un estacionamiento del aeropuerto; no hubo vuelos afectados  LA NACION

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