Victoria para Doral: la “pequeña Venezuela” de Miami logró expulsar de sus calles un polémico proyecto

En una decisión tomada durante la sesión del miércoles 16 de julio de la Comisión de Miami-Dade, los funcionarios confirmaron que la ciudad de Doral no será considerada como ubicación para la nueva instalación de conversión de residuos en energía que proyecta el condado. La exclusión se produce luego de años de reclamos por parte de vecinos y representantes locales, quienes argumentaron que la planta existente dentro de los límites de esa metrópolis ya había generado un impacto significativo en la calidad de vida de sus habitantes.
Autoridades locales descartan a Doral como opción para planta de tratamiento de basura
La moción, presentada por la comisionada Danielle Cohen Higgins, fue aprobada por unanimidad. En ella se establece que ni Doral ni otras áreas residenciales cercanas podrán ser utilizadas como sede del nuevo centro.
La resolución también limita cualquier futura instalación a zonas que se encuentren a más de medio kilómetro de áreas habitadas, lo que descarta varios puntos previamente considerados como el pueblo de Medley y el Airport West.
Doral, conocida como “la pequeña Venezuela” por su numerosa población venezolana, fue durante años un lugar central en el debate sobre la gestión de residuos sólidos en Miami-Dade. La presión comunitaria, acompañada de acciones institucionales, logró que la metrópolis quedara fuera de la lista de ubicaciones potenciales.
“Este es el resultado por el que hemos luchado, uno que refleja la voluntad de nuestros residentes, el poder de nuestra unidad y la importancia de defender lo que es correcto”, dijo la alcaldesa Christi Fraga en un comunicado oficial. “Nuestra ciudad permanece vigilante hasta que finalicen las negociaciones y se garantice el bienestar de nuestra comunidad”, agregó.
Revisión del plan de residuos sólidos de Miami-Dade y postergación de la decisión final
“Hoy se estableció la política del condado de construir una planta de valorización energética de residuos con un fuerte énfasis en el compostaje y el reciclaje”, dijo la comisionada Higgins, según lo retomado por CBS News. “La decisión final sobre dónde se construirá aún está por determinar”, recalcó.
Los comisionados acordaron que el análisis continuará y será retomado dentro de 90 días, una vez que la administración del condado presente un informe con las opciones disponibles. Este documento deberá evaluar tanto tecnologías alternativas como el uso de vertederos, entre otras alternativas para el tratamiento de basura.
En paralelo, la moción aprobada incluye el compromiso de que al menos el 40% de los desechos del condado deberá desviarse de la incineración y deberá priorizar el compostaje y el reciclaje.
Las dos ubicaciones aún en estudio se encuentran al oeste de Okeechobee Road y pertenecen a propietarios privados. Según la información divulgada por el condado, cualquier futura instalación deberá ajustarse a normas ambientales y de salud pública más estrictas que las aplicadas anteriormente.
En su intervención posterior a la votación, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, indicó que, si bien no se opone a la idea de convertir desechos en energía, su preocupación ha sido siempre la manera en que se implementaría. “Creo que la tecnología actual para la valorización energética de residuos es respetuosa con el medio ambiente”, enfatizó.
Contexto del proyecto de infraestructura de residuos en Miami-Dade
La decisión de reemplazar la actual planta de residuos surge como parte del plan del condado para construir un nuevo campus de desechos sólidos sostenibles. Esta instalación pretende incorporar tecnología de última generación para reducir significativamente la cantidad de basura que termina en vertederos y generar energía a partir de materiales no reutilizables.
De acuerdo con información del condado, se producen más de cinco millones de toneladas de basura anualmente, lo que hace imprescindible una actualización de la infraestructura existente. El proyecto del campus incluye no solo la planta de incineración, sino también centros de reciclaje, instalaciones para compostaje, recolección de biogás y programas de reutilización de materiales.
La propuesta también busca alinear la gestión de residuos con estándares ambientales más rigurosos. Entre los objetivos mencionados se encuentran:
- El cumplimiento de las nuevas normas de calidad del aire
- La reducción de emisiones contaminantes
- La generación de energía limpia que pueda abastecer tanto al propio campus como a hogares del condado
El nuevo enfoque impulsado por el condado apunta a una estrategia de “Basura Cero”, lo que implica redirigir el 90% o más de los desechos generados hacia procesos de aprovechamiento útil. Este objetivo requerirá la participación activa no solo del gobierno, sino también de los ciudadanos y empresas que operan en la región.
En una decisión tomada durante la sesión del miércoles 16 de julio de la Comisión de Miami-Dade, los funcionarios confirmaron que la ciudad de Doral no será considerada como ubicación para la nueva instalación de conversión de residuos en energía que proyecta el condado. La exclusión se produce luego de años de reclamos por parte de vecinos y representantes locales, quienes argumentaron que la planta existente dentro de los límites de esa metrópolis ya había generado un impacto significativo en la calidad de vida de sus habitantes.
Autoridades locales descartan a Doral como opción para planta de tratamiento de basura
La moción, presentada por la comisionada Danielle Cohen Higgins, fue aprobada por unanimidad. En ella se establece que ni Doral ni otras áreas residenciales cercanas podrán ser utilizadas como sede del nuevo centro.
La resolución también limita cualquier futura instalación a zonas que se encuentren a más de medio kilómetro de áreas habitadas, lo que descarta varios puntos previamente considerados como el pueblo de Medley y el Airport West.
Doral, conocida como “la pequeña Venezuela” por su numerosa población venezolana, fue durante años un lugar central en el debate sobre la gestión de residuos sólidos en Miami-Dade. La presión comunitaria, acompañada de acciones institucionales, logró que la metrópolis quedara fuera de la lista de ubicaciones potenciales.
“Este es el resultado por el que hemos luchado, uno que refleja la voluntad de nuestros residentes, el poder de nuestra unidad y la importancia de defender lo que es correcto”, dijo la alcaldesa Christi Fraga en un comunicado oficial. “Nuestra ciudad permanece vigilante hasta que finalicen las negociaciones y se garantice el bienestar de nuestra comunidad”, agregó.
Revisión del plan de residuos sólidos de Miami-Dade y postergación de la decisión final
“Hoy se estableció la política del condado de construir una planta de valorización energética de residuos con un fuerte énfasis en el compostaje y el reciclaje”, dijo la comisionada Higgins, según lo retomado por CBS News. “La decisión final sobre dónde se construirá aún está por determinar”, recalcó.
Los comisionados acordaron que el análisis continuará y será retomado dentro de 90 días, una vez que la administración del condado presente un informe con las opciones disponibles. Este documento deberá evaluar tanto tecnologías alternativas como el uso de vertederos, entre otras alternativas para el tratamiento de basura.
En paralelo, la moción aprobada incluye el compromiso de que al menos el 40% de los desechos del condado deberá desviarse de la incineración y deberá priorizar el compostaje y el reciclaje.
Las dos ubicaciones aún en estudio se encuentran al oeste de Okeechobee Road y pertenecen a propietarios privados. Según la información divulgada por el condado, cualquier futura instalación deberá ajustarse a normas ambientales y de salud pública más estrictas que las aplicadas anteriormente.
En su intervención posterior a la votación, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, indicó que, si bien no se opone a la idea de convertir desechos en energía, su preocupación ha sido siempre la manera en que se implementaría. “Creo que la tecnología actual para la valorización energética de residuos es respetuosa con el medio ambiente”, enfatizó.
Contexto del proyecto de infraestructura de residuos en Miami-Dade
La decisión de reemplazar la actual planta de residuos surge como parte del plan del condado para construir un nuevo campus de desechos sólidos sostenibles. Esta instalación pretende incorporar tecnología de última generación para reducir significativamente la cantidad de basura que termina en vertederos y generar energía a partir de materiales no reutilizables.
De acuerdo con información del condado, se producen más de cinco millones de toneladas de basura anualmente, lo que hace imprescindible una actualización de la infraestructura existente. El proyecto del campus incluye no solo la planta de incineración, sino también centros de reciclaje, instalaciones para compostaje, recolección de biogás y programas de reutilización de materiales.
La propuesta también busca alinear la gestión de residuos con estándares ambientales más rigurosos. Entre los objetivos mencionados se encuentran:
- El cumplimiento de las nuevas normas de calidad del aire
- La reducción de emisiones contaminantes
- La generación de energía limpia que pueda abastecer tanto al propio campus como a hogares del condado
El nuevo enfoque impulsado por el condado apunta a una estrategia de “Basura Cero”, lo que implica redirigir el 90% o más de los desechos generados hacia procesos de aprovechamiento útil. Este objetivo requerirá la participación activa no solo del gobierno, sino también de los ciudadanos y empresas que operan en la región.
Victoria para Doral, la «pequeña Venezuela» de Miami. La ciudad logró expulsar un polémico proyecto de incinerador de sus calles. Descubre cómo las autoridades del condado tomaron esta decisión clave. LA NACION