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El hotel de diseño futurista que propone una exquisita estadía entre viñedos y montañas

El resort nació como proyecto familiar en 2008, cuando el arquitecto Alberto Tonconogy -reconocido y premiado por sus casas, edificios, fábricas y obras de planeamiento urbano-, diseñó un proyecto inmobiliario alejado de la contaminación citadina.

Las Villas ofrecen una vista 360°: a los viñedos, a la laguna y al Cordón del Plata.

Por primera vez se animó a sembrar, lejos del ritmo porteño, un paraje entre viñedos en una zona privilegiada por sus suelos y condiciones climáticas en el Valle de Uco. Sus hijos fueron parte: Juan en lo relativo al proceso vitivinícola y Julia en el desarrollo del real estate en el predio, que vendría después.

“La región se denomina Los Chacayes y por el terroir que tenemos resulta única para la elaboración de vinos de alta gama. La idea inicial de mi papá mutó luego hacia la que puede visitarse: un wine hotel y una bodega boutique para disfrutar de este mundo en un entorno único y mágico», resume Juan Tonconogy, media-partner del proyecto.

Una de las habitaciones de Casa de Uco.

Un resort entre viñedos es el núcleo para vivir una pausa armónica en una finca de 320 hectáreas, abrazada por la Cordillera de los Andes. Siete habitaciones con una cuidada decoración y detalles de diseño se suman a nueve suites, tres villas y dos casas, en este caso retiradas.

“Lo especial de Casa de Uco es el contacto con la naturaleza: estar cerca de la montaña y respirar aire puro. A partir de ahí diseñamos toda una experiencia donde la arquitectura se integra con la topografía del lugar y una serie de actividades durante todo el año”, explica Juan, productor de vinos y licenciado en administración de empresas.

Almuerzo entre los viñedos de la bodega, una de las experiencias que ofrecen.El proyecto ofrece la posibilidad de adquirir parcelas de viñedo orgánico dentro de la finca para elaborar vino.

Desde sus inicios el proyecto ofrece la posibilidad de adquirir parcelas de viñedo orgánico dentro de la finca para elaborar vino y, en una etapa posterior, lotes exclusivos para construir casas personalizadas dentro del predio. Además, en la bodega se elaboran vinos de producción propia y de quienes invierten en su experiencia vitivinícola.

“Alberto Antonini es nuestro consultor enológico y junto a un gran equipo buscamos reflejar la región y nuestra finca de la manera más auténtica y pura posible. Nuestros vinos son orgánicos y esta filosofía se ve aplicada en todo el concepto del hotel y el manejo de los viñedos. También en el restaurante, que es farm to table, con una huerta de donde provienen muchos de nuestros productos de estación. Tenemos paneles solares, separamos los residuos, una compostera alimenta la huerta, realizamos capacitaciones de manera permanente y así existe un círculo virtuoso de sustentabilidad en las distintas áreas», comparte Juan Tonconogy.

El interior de una de las villas, frente a la laguna.

Placeres, vinos y sabores

Un tratamiento con aromas o vinoterapia en Uco Spa puede ser el comienzo para este viaje de bienestar integral, donde un asado en el viñedo, un almuerzo en los chañares o un picnic gourmet son posibles. Degustaciones de vinos y clases de cocina se suman a un abanico deportivo y aventurero, para quienes prefieren recorrer a caballo o en bicicleta la zona, hacer trekking, probar con arco y flecha o jugar al tenis. En verano, la piscina es el descanso refrescante y en otoño la protagonista es la vendimia. Invierno es contemplar la Cordillera y en primavera los colores son el atractivo a la vista.

Las vistas a través de los ventanales del restaurante son gloriosas.

En el restaurante, la asesora gastronómica Ana Ortuño interviene en el armado de un menú de estación que le rinde homenaje al Valle de Uco. Con ingredientes de temporada cultivados en la huerta orgánica y de proveedores locales, propone platos gourmet que reflejan las bondades del terroir.

El restaurante es farm to table, con una huerta de donde provienen vegetales de estación que se usan en los platos.

La propuesta de pasos o a la carta incorpora los exclusivos vinos de altura en sus versiones Malbec, Pinot Noir, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Petit Verdot, Cabernet Franc o Pinot Grigio, que se exportan a más de diez países. A su vez, en el bar del lugar las hierbas andinas, frutas frescas y los productos autóctonos le dan forma a una coctelería tan actual como propia.

Masajes al aire libre, una de las experiencias wellness que ofrecen.

Arquitectura inspirada en el vino

El arquitecto Alberto Tonconogy trazó un proyecto minimalista en colores neutros, con materiales naturales y nobles, que respetan su entorno. La ubicación del edificio fue elegida en base a los arroyos secos que rodean a la propiedad, en una obra que se extiende por una serie de brazos con rampas, senderos, pasarelas y piscinas. Así, cada fachada se orienta hacia un punto cardinal, con cuatro caras totalmente diferenciadas.

Una de las villas de diseño minimalista y en colores neutros.

“No fue tarea fácil construir en medio de un vasto paisaje semidesértico, donde no había nada más que un espacio abierto infinito. Entonces pensé en hacer algo como movimientos telúricos, de los cuales emergiera una gran losa, como si el edificio fuera un producto natural de la tierra y esa estructura fuera simple. De esa manera, el hotel se integra completamente a la topografía del terreno”, explica Alberto Tonconogy, destacado por sus obras y su trayectoria.

En el caso de los interiores, se pensó en ambientes relajados y elegantes que permitieran disfrutar de la luz natural y las vistas panorámicas. Las habitaciones son sofisticadas y cálidas a la vez.

En el caso de los interiores, su hija Julia estuvo a cargo de la dirección creativa y pensó en ambientes relajados y elegantes que permitieran disfrutar de la luz natural y las vistas panorámicas. “A través del diseño contemporáneo, creamos un espacio cálido donde cada habitación se siente como un hogar, sin dejar de agregar nuestro toque sofisticado y moderno. La arquitectura se fusiona con el paisaje. Ninguna pieza compite con las demás y cada elemento contribuye para que la tierra y la naturaleza sean las verdaderas protagonistas”, asegura sobre este hotel boutique que es una gran casa entre viñedos, en el medio de la montaña.

La arquitectura se fusiona con el paisaje semidesértico.

Casa de Uco se ubica en la Ruta 94, kilómetro 14.5, Tunuyán, Valle de Uco. T.: (+ 54) 261 476 9831. IG: @casadeuco

El resort nació como proyecto familiar en 2008, cuando el arquitecto Alberto Tonconogy -reconocido y premiado por sus casas, edificios, fábricas y obras de planeamiento urbano-, diseñó un proyecto inmobiliario alejado de la contaminación citadina.

Las Villas ofrecen una vista 360°: a los viñedos, a la laguna y al Cordón del Plata.

Por primera vez se animó a sembrar, lejos del ritmo porteño, un paraje entre viñedos en una zona privilegiada por sus suelos y condiciones climáticas en el Valle de Uco. Sus hijos fueron parte: Juan en lo relativo al proceso vitivinícola y Julia en el desarrollo del real estate en el predio, que vendría después.

“La región se denomina Los Chacayes y por el terroir que tenemos resulta única para la elaboración de vinos de alta gama. La idea inicial de mi papá mutó luego hacia la que puede visitarse: un wine hotel y una bodega boutique para disfrutar de este mundo en un entorno único y mágico», resume Juan Tonconogy, media-partner del proyecto.

Una de las habitaciones de Casa de Uco.

Un resort entre viñedos es el núcleo para vivir una pausa armónica en una finca de 320 hectáreas, abrazada por la Cordillera de los Andes. Siete habitaciones con una cuidada decoración y detalles de diseño se suman a nueve suites, tres villas y dos casas, en este caso retiradas.

“Lo especial de Casa de Uco es el contacto con la naturaleza: estar cerca de la montaña y respirar aire puro. A partir de ahí diseñamos toda una experiencia donde la arquitectura se integra con la topografía del lugar y una serie de actividades durante todo el año”, explica Juan, productor de vinos y licenciado en administración de empresas.

Almuerzo entre los viñedos de la bodega, una de las experiencias que ofrecen.El proyecto ofrece la posibilidad de adquirir parcelas de viñedo orgánico dentro de la finca para elaborar vino.

Desde sus inicios el proyecto ofrece la posibilidad de adquirir parcelas de viñedo orgánico dentro de la finca para elaborar vino y, en una etapa posterior, lotes exclusivos para construir casas personalizadas dentro del predio. Además, en la bodega se elaboran vinos de producción propia y de quienes invierten en su experiencia vitivinícola.

“Alberto Antonini es nuestro consultor enológico y junto a un gran equipo buscamos reflejar la región y nuestra finca de la manera más auténtica y pura posible. Nuestros vinos son orgánicos y esta filosofía se ve aplicada en todo el concepto del hotel y el manejo de los viñedos. También en el restaurante, que es farm to table, con una huerta de donde provienen muchos de nuestros productos de estación. Tenemos paneles solares, separamos los residuos, una compostera alimenta la huerta, realizamos capacitaciones de manera permanente y así existe un círculo virtuoso de sustentabilidad en las distintas áreas», comparte Juan Tonconogy.

El interior de una de las villas, frente a la laguna.

Placeres, vinos y sabores

Un tratamiento con aromas o vinoterapia en Uco Spa puede ser el comienzo para este viaje de bienestar integral, donde un asado en el viñedo, un almuerzo en los chañares o un picnic gourmet son posibles. Degustaciones de vinos y clases de cocina se suman a un abanico deportivo y aventurero, para quienes prefieren recorrer a caballo o en bicicleta la zona, hacer trekking, probar con arco y flecha o jugar al tenis. En verano, la piscina es el descanso refrescante y en otoño la protagonista es la vendimia. Invierno es contemplar la Cordillera y en primavera los colores son el atractivo a la vista.

Las vistas a través de los ventanales del restaurante son gloriosas.

En el restaurante, la asesora gastronómica Ana Ortuño interviene en el armado de un menú de estación que le rinde homenaje al Valle de Uco. Con ingredientes de temporada cultivados en la huerta orgánica y de proveedores locales, propone platos gourmet que reflejan las bondades del terroir.

El restaurante es farm to table, con una huerta de donde provienen vegetales de estación que se usan en los platos.

La propuesta de pasos o a la carta incorpora los exclusivos vinos de altura en sus versiones Malbec, Pinot Noir, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Petit Verdot, Cabernet Franc o Pinot Grigio, que se exportan a más de diez países. A su vez, en el bar del lugar las hierbas andinas, frutas frescas y los productos autóctonos le dan forma a una coctelería tan actual como propia.

Masajes al aire libre, una de las experiencias wellness que ofrecen.

Arquitectura inspirada en el vino

El arquitecto Alberto Tonconogy trazó un proyecto minimalista en colores neutros, con materiales naturales y nobles, que respetan su entorno. La ubicación del edificio fue elegida en base a los arroyos secos que rodean a la propiedad, en una obra que se extiende por una serie de brazos con rampas, senderos, pasarelas y piscinas. Así, cada fachada se orienta hacia un punto cardinal, con cuatro caras totalmente diferenciadas.

Una de las villas de diseño minimalista y en colores neutros.

“No fue tarea fácil construir en medio de un vasto paisaje semidesértico, donde no había nada más que un espacio abierto infinito. Entonces pensé en hacer algo como movimientos telúricos, de los cuales emergiera una gran losa, como si el edificio fuera un producto natural de la tierra y esa estructura fuera simple. De esa manera, el hotel se integra completamente a la topografía del terreno”, explica Alberto Tonconogy, destacado por sus obras y su trayectoria.

En el caso de los interiores, se pensó en ambientes relajados y elegantes que permitieran disfrutar de la luz natural y las vistas panorámicas. Las habitaciones son sofisticadas y cálidas a la vez.

En el caso de los interiores, su hija Julia estuvo a cargo de la dirección creativa y pensó en ambientes relajados y elegantes que permitieran disfrutar de la luz natural y las vistas panorámicas. “A través del diseño contemporáneo, creamos un espacio cálido donde cada habitación se siente como un hogar, sin dejar de agregar nuestro toque sofisticado y moderno. La arquitectura se fusiona con el paisaje. Ninguna pieza compite con las demás y cada elemento contribuye para que la tierra y la naturaleza sean las verdaderas protagonistas”, asegura sobre este hotel boutique que es una gran casa entre viñedos, en el medio de la montaña.

La arquitectura se fusiona con el paisaje semidesértico.

Casa de Uco se ubica en la Ruta 94, kilómetro 14.5, Tunuyán, Valle de Uco. T.: (+ 54) 261 476 9831. IG: @casadeuco

 Inmerso en un marco cordillerano deslumbrante en pleno Valle de Uco, este wine hotel combina el confort de sus suites y villas con su bodega de alta gama y una cocina destacada.  LA NACION

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