Video: la historia de Alicia, la abuela costurera que por las noches hace delivery con su nieto

Todos los jueves Alicia va al bingo de Quilmes. A la salida, su nieto Tomás la espera siempre en la puerta. Una vez arriba de la moto no regresan a su casa: se ponen los cascos y reparten comida a través de una aplicación. Lo que comenzó un día de casualidad, se terminó convirtiendo en rutina y hoy lo hacen todas las semanas. En su visita a LN+, ambos relataron cómo es compartir esta experiencia.
“De día soy costurera y de noche hago delivery”, aseguró Alicia. Para la mujer de 74 años, lo que hace con su nieto no es simplemente un trabajo: “es mucho más que repartir comida. Es compartir confidencias y hablar de los proyectos que tiene cada uno”.
La mujer, que cobra la jubilación mínima, manifestó que, cuando se sube a la moto “siento que voy arriba de un Mercedes Benz”. Consultada sobre la división de roles, Alicia relató: “Él se encarga de manejar y yo de entregar los pedidos”.
“Repartir comida con mi abuela es una aventura”, subrayó Tomás. Al referirse al recorrido, comentó que trabajan, principalmente, en Quilmes y la zona sur de la Ciudad. Según el joven, hacer delivery le permite desarrollarse con tranquilidad. “Hoy me rinde más hacer esto que tener un trabajo en blanco”, aseguró.
Si bien hasta el momento el único día que hacen entregas son los jueves, no descartan sumar más horas de trabajo en conjunto. “Disfruto mucho haciendo esto con él”, concluyó Alicia.
Todos los jueves Alicia va al bingo de Quilmes. A la salida, su nieto Tomás la espera siempre en la puerta. Una vez arriba de la moto no regresan a su casa: se ponen los cascos y reparten comida a través de una aplicación. Lo que comenzó un día de casualidad, se terminó convirtiendo en rutina y hoy lo hacen todas las semanas. En su visita a LN+, ambos relataron cómo es compartir esta experiencia.
“De día soy costurera y de noche hago delivery”, aseguró Alicia. Para la mujer de 74 años, lo que hace con su nieto no es simplemente un trabajo: “es mucho más que repartir comida. Es compartir confidencias y hablar de los proyectos que tiene cada uno”.
La mujer, que cobra la jubilación mínima, manifestó que, cuando se sube a la moto “siento que voy arriba de un Mercedes Benz”. Consultada sobre la división de roles, Alicia relató: “Él se encarga de manejar y yo de entregar los pedidos”.
“Repartir comida con mi abuela es una aventura”, subrayó Tomás. Al referirse al recorrido, comentó que trabajan, principalmente, en Quilmes y la zona sur de la Ciudad. Según el joven, hacer delivery le permite desarrollarse con tranquilidad. “Hoy me rinde más hacer esto que tener un trabajo en blanco”, aseguró.
Si bien hasta el momento el único día que hacen entregas son los jueves, no descartan sumar más horas de trabajo en conjunto. “Disfruto mucho haciendo esto con él”, concluyó Alicia.
Tomás tiene 26 años y visitó los estudios de LN+ junto a su abuela, de 74; ”De día soy costurera y de noche reparto comida”, relató la mujer LA NACION