Jeff Bezos y Lauren Sánchez. Todos los detalles y las mejores fotos de su espectacular y millonaria boda en Venecia

Tres días a puro lujo, misterio y… millones de dólares. Así se vivió la fastuosa boda de Jeff Bezos (61) y Lauren Sánchez (55), celebrada en Venecia. El casamiento acaparó la atención no sólo por su “A-list” de invitados –la reina Rania de Jordania, Bill Gates, Ivanka Trump, Leonardo DiCaprio, las Kardashian, entre otros, dijeron presente–, sino también por la espectacularidad de su puesta en escena: looks de alta costura, locaciones imponentes y un despliegue de aviones privados, helicópteros y lanchas cinco estrellas que coparon la Ciudad de los Canales durante todo el fin de semana.
A puertas cerradas y con una reserva absoluta (el acceso a la isla fue restringido y los celulares estuvieron prohibidos), la ceremonia tuvo lugar en la Basílica de San Giorgio Maggiore (en la isla homónima). Si bien la organización de la “boda blindada” aún mantiene bajo llave los secretos mejor guardados de los festejos (como el presupuesto que, según Forbes y The New York Times, se estimó entre un mínimo de 10 millones y un máximo de 20 millones de dólares), fue imposible que no se filtraran jugosos detalles del megaevento.
El fundador de Amazon y la periodista llegaron el miércoles 25 y se hospedaron en el hotel Aman –el mismo que eligieron George Clooney y Amal Alamuddin para su casamiento en 2014–. Al día siguiente, dieron una comida de bienvenida en los claustros de la iglesia Madonna dell’Orto, en el distrito de Cannaregio. Para los movimientos, un convoy de treinta embarcaciones ya había sido reservado por Bezos para trasladar a sus invitados. El magnate –cuya fortuna asciende a 215.000 millones de dólares según Forbes y que lo ubica en el tercer puesto entre los hombres más ricos del mundo– pensó un menú que incluía pizza artesanal, flores de calabacín fritas, pulpo y bacalao, y tartas de limón como postre.
La reina Rania (llegó escoltada por su hijo, el príncipe heredero Hussein; su nuera, la princesa Rajwa; y su nieta, Iman, de 10 meses), Kim y Khloé Kardashian, Kendall y Kylie Jenner, Oprah Winfrey, Tom Brady, Usher, Orlando Bloom –recién separado de Katy Perry– y la actriz del momento, Sydney Sweeney, acompañaron a los novios en la víspera de su boda.
Para la ocasión, Lauren eligió un diseño de Schiaparelli de la colección couture primavera-verano 2025: escote off shoulder, corset entallado y flores bordadas con hilos de oro. Fue el primer vestido de los 27 que luciría la novia durante su inolvidable estadía en Venecia.
EL GRAN DÍA
Inspirada en el traje de boda que usó Sophia Loren en la película Houseboat de 1958, Lauren caminó hacia el altar enfundada en una fabulosa pieza de Dolce & Gabbana. El modelo, de corte sirena y mangas largas, incluyó encaje chantilly italiano, 180 botones de seda forrados, un velo de tul y cola. “Investigué fotos de novias en la década de 1950. Quería recordar el pasado y vi a Sophia Loren y sus manos estaban así –en posición de oración– y llevaba un vestido de encaje alto hasta el cuello, y dije: ‘Eso es. Ese es el vestido’”, dijo la ganadora del Emmy en una entrevista exclusiva que dio a Vogue, donde compartió además el impacto de Bezos en su vida. “Jeff no me cambió. Jeff me reveló. Me siento segura. Me siento vista. Me deja ser yo misma. Como Sophia Loren, que es libre sin complejos, él me deja ser libre sin complejos”, declaró.
Lauren, que completó su look con unos impresionantes pendientes prestados por Dolce & Gabbana Alta Gioielleria Miracolo, con cuatro diamantes tallados en una sola piedra e incrustaciones de oro blanco. Bezos, por su parte, lució un smoking negro confeccionado a medida por la misma casa italiana, moño y anteojos de sol Louis Vuitton. La periodista llegó con sus hijos, Nikko González (24) –nacido de su relación con Tony González– y Evan Whitesell (22) – hijo de su anterior matrimonio con el empresario Patrick Whitesell–. Su hija, Ella Whitesell (17), fue la dama de honor.
Si bien no hay mucho detalle sobre el momento del “sí, quiero” de los novios, la revista Vanity Fair señaló que Matteo Boce – lli –hijo del italiano Andrea Bocelli– cantó el clásico de Elvis Can’t Help Falling in Love .
Y SIGUE LA FIESTA
Al día siguiente, los recién casados disfrutaron de un almuerzo con sus íntimos en Harry’s Bar, el icónico bar de Cipriani. Al caer el sol, los esperaba la “Dolce Notte”, la gran fiesta de boda organizada en el Arsenale, unos antiguos astilleros del siglo XIV. El evento originalmente había sido planificado para realizarse en la Scuola Grande della Misericordia, un edificio histórico situado en pleno centro de Venecia. Sin embargo, debido a las protestas de los locales y los riesgos de seguridad para los invitados, se decidió hacerla en un lugar más aislado, con acceso controlado. Allí, el flamante matrimonio coronó el enlace con una fiesta temática de pijamas. “Querían que la celebración continuara, pero de una forma más íntima y divertida… Lauren pensó que sería encantador que todos se pusieran cómodos y terminaran el casamiento en un ambiente relajado”, dijo una fuente a la revista People y agregó: “Fue genial. Duró hasta las cuatro de la mañana. Los invitados vestían seda, batas y pantuflas. Fue épico. Un auténtico baile, con todos subidos a los bancos, sofás y sillones”
La novia optó esa vez por un modelo romántico en tono rosa viejo con aplicaciones de brillo de Atelier Versace que es obra de Donatella. Se trata de un strapless de corte sirena con falda fruncida,y bustier con cristales Swarovski, que la novia combinó con una robe de chambre, perfecta para el código de vestir de la fiesta. Si bien los rumores indicaban que Elton John y Lady Gaga cantarían en vivo, nada de esto se pudo confirmar. Según el portal de noticias TMZ, el empresario tecnológico habría desistido de la idea luego de que los músicos pidieran un cachet de seis millones de dólares cada uno. La fiesta fue musicalizada por DJ Cassidy, que también había tocado en la boda de Beyoncé y Jay-Z.
LOS NÚMEROS
El casamiento de Mr. y Mrs. Bezos marcó un antes y un después en la historia de la ciudad italiana. “Venecia una vez más se revela como un escenario global”, dijo entusiasmado el alcalde Luigi Brugnaro a The Associated Press. Y no es para menos: según el Ministerio de Turismo italiano, el enlace podría generar un impacto económico de aproximadamente 1100 millones de dólares, casi el 68 por ciento de lo que la ciudad suele recaudar en un año completo por turismo. Bezos, además, aportó tres millones y medio de dólares a instituciones locales.
Si bien en un principio se calculó que el costo de la “boda del siglo” ascendía a 10 millones de dólares, Luca Zaia, presidente del gobierno regional del Véneto que comprende Venecia, admitió que el gasto para Bezos habría sido mucho más elevado.
UN NUEVO CAPÍTULO
El domingo 29 al mediodía los recién casados se despidieron de Venecia. Tal como sucedió a lo largo de las celebraciones, el destino de la luna de miel también se volvió un misterio. De acuerdo con los medios locales, se estima que el matrimonio habría viajado en helicóptero hasta el Korus –su imponente yacht de 500 millones de dólares– para luego seguir su rumbo por la costa siciliana. Después de seis años de amor, Jeff y Lauren ya escribieron las primeras líneas de un nuevo capítulo en su mediático romance. Ella, por lo pronto, ya cambió el nombre de su cuenta de Instagram por @laurensanchezbezos y eliminó todas las publicaciones anteriores, reestrenando la cuenta con dos posteos de su soñada boda.
Tres días a puro lujo, misterio y… millones de dólares. Así se vivió la fastuosa boda de Jeff Bezos (61) y Lauren Sánchez (55), celebrada en Venecia. El casamiento acaparó la atención no sólo por su “A-list” de invitados –la reina Rania de Jordania, Bill Gates, Ivanka Trump, Leonardo DiCaprio, las Kardashian, entre otros, dijeron presente–, sino también por la espectacularidad de su puesta en escena: looks de alta costura, locaciones imponentes y un despliegue de aviones privados, helicópteros y lanchas cinco estrellas que coparon la Ciudad de los Canales durante todo el fin de semana.
A puertas cerradas y con una reserva absoluta (el acceso a la isla fue restringido y los celulares estuvieron prohibidos), la ceremonia tuvo lugar en la Basílica de San Giorgio Maggiore (en la isla homónima). Si bien la organización de la “boda blindada” aún mantiene bajo llave los secretos mejor guardados de los festejos (como el presupuesto que, según Forbes y The New York Times, se estimó entre un mínimo de 10 millones y un máximo de 20 millones de dólares), fue imposible que no se filtraran jugosos detalles del megaevento.
El fundador de Amazon y la periodista llegaron el miércoles 25 y se hospedaron en el hotel Aman –el mismo que eligieron George Clooney y Amal Alamuddin para su casamiento en 2014–. Al día siguiente, dieron una comida de bienvenida en los claustros de la iglesia Madonna dell’Orto, en el distrito de Cannaregio. Para los movimientos, un convoy de treinta embarcaciones ya había sido reservado por Bezos para trasladar a sus invitados. El magnate –cuya fortuna asciende a 215.000 millones de dólares según Forbes y que lo ubica en el tercer puesto entre los hombres más ricos del mundo– pensó un menú que incluía pizza artesanal, flores de calabacín fritas, pulpo y bacalao, y tartas de limón como postre.
La reina Rania (llegó escoltada por su hijo, el príncipe heredero Hussein; su nuera, la princesa Rajwa; y su nieta, Iman, de 10 meses), Kim y Khloé Kardashian, Kendall y Kylie Jenner, Oprah Winfrey, Tom Brady, Usher, Orlando Bloom –recién separado de Katy Perry– y la actriz del momento, Sydney Sweeney, acompañaron a los novios en la víspera de su boda.
Para la ocasión, Lauren eligió un diseño de Schiaparelli de la colección couture primavera-verano 2025: escote off shoulder, corset entallado y flores bordadas con hilos de oro. Fue el primer vestido de los 27 que luciría la novia durante su inolvidable estadía en Venecia.
EL GRAN DÍA
Inspirada en el traje de boda que usó Sophia Loren en la película Houseboat de 1958, Lauren caminó hacia el altar enfundada en una fabulosa pieza de Dolce & Gabbana. El modelo, de corte sirena y mangas largas, incluyó encaje chantilly italiano, 180 botones de seda forrados, un velo de tul y cola. “Investigué fotos de novias en la década de 1950. Quería recordar el pasado y vi a Sophia Loren y sus manos estaban así –en posición de oración– y llevaba un vestido de encaje alto hasta el cuello, y dije: ‘Eso es. Ese es el vestido’”, dijo la ganadora del Emmy en una entrevista exclusiva que dio a Vogue, donde compartió además el impacto de Bezos en su vida. “Jeff no me cambió. Jeff me reveló. Me siento segura. Me siento vista. Me deja ser yo misma. Como Sophia Loren, que es libre sin complejos, él me deja ser libre sin complejos”, declaró.
Lauren, que completó su look con unos impresionantes pendientes prestados por Dolce & Gabbana Alta Gioielleria Miracolo, con cuatro diamantes tallados en una sola piedra e incrustaciones de oro blanco. Bezos, por su parte, lució un smoking negro confeccionado a medida por la misma casa italiana, moño y anteojos de sol Louis Vuitton. La periodista llegó con sus hijos, Nikko González (24) –nacido de su relación con Tony González– y Evan Whitesell (22) – hijo de su anterior matrimonio con el empresario Patrick Whitesell–. Su hija, Ella Whitesell (17), fue la dama de honor.
Si bien no hay mucho detalle sobre el momento del “sí, quiero” de los novios, la revista Vanity Fair señaló que Matteo Boce – lli –hijo del italiano Andrea Bocelli– cantó el clásico de Elvis Can’t Help Falling in Love .
Y SIGUE LA FIESTA
Al día siguiente, los recién casados disfrutaron de un almuerzo con sus íntimos en Harry’s Bar, el icónico bar de Cipriani. Al caer el sol, los esperaba la “Dolce Notte”, la gran fiesta de boda organizada en el Arsenale, unos antiguos astilleros del siglo XIV. El evento originalmente había sido planificado para realizarse en la Scuola Grande della Misericordia, un edificio histórico situado en pleno centro de Venecia. Sin embargo, debido a las protestas de los locales y los riesgos de seguridad para los invitados, se decidió hacerla en un lugar más aislado, con acceso controlado. Allí, el flamante matrimonio coronó el enlace con una fiesta temática de pijamas. “Querían que la celebración continuara, pero de una forma más íntima y divertida… Lauren pensó que sería encantador que todos se pusieran cómodos y terminaran el casamiento en un ambiente relajado”, dijo una fuente a la revista People y agregó: “Fue genial. Duró hasta las cuatro de la mañana. Los invitados vestían seda, batas y pantuflas. Fue épico. Un auténtico baile, con todos subidos a los bancos, sofás y sillones”
La novia optó esa vez por un modelo romántico en tono rosa viejo con aplicaciones de brillo de Atelier Versace que es obra de Donatella. Se trata de un strapless de corte sirena con falda fruncida,y bustier con cristales Swarovski, que la novia combinó con una robe de chambre, perfecta para el código de vestir de la fiesta. Si bien los rumores indicaban que Elton John y Lady Gaga cantarían en vivo, nada de esto se pudo confirmar. Según el portal de noticias TMZ, el empresario tecnológico habría desistido de la idea luego de que los músicos pidieran un cachet de seis millones de dólares cada uno. La fiesta fue musicalizada por DJ Cassidy, que también había tocado en la boda de Beyoncé y Jay-Z.
LOS NÚMEROS
El casamiento de Mr. y Mrs. Bezos marcó un antes y un después en la historia de la ciudad italiana. “Venecia una vez más se revela como un escenario global”, dijo entusiasmado el alcalde Luigi Brugnaro a The Associated Press. Y no es para menos: según el Ministerio de Turismo italiano, el enlace podría generar un impacto económico de aproximadamente 1100 millones de dólares, casi el 68 por ciento de lo que la ciudad suele recaudar en un año completo por turismo. Bezos, además, aportó tres millones y medio de dólares a instituciones locales.
Si bien en un principio se calculó que el costo de la “boda del siglo” ascendía a 10 millones de dólares, Luca Zaia, presidente del gobierno regional del Véneto que comprende Venecia, admitió que el gasto para Bezos habría sido mucho más elevado.
UN NUEVO CAPÍTULO
El domingo 29 al mediodía los recién casados se despidieron de Venecia. Tal como sucedió a lo largo de las celebraciones, el destino de la luna de miel también se volvió un misterio. De acuerdo con los medios locales, se estima que el matrimonio habría viajado en helicóptero hasta el Korus –su imponente yacht de 500 millones de dólares– para luego seguir su rumbo por la costa siciliana. Después de seis años de amor, Jeff y Lauren ya escribieron las primeras líneas de un nuevo capítulo en su mediático romance. Ella, por lo pronto, ya cambió el nombre de su cuenta de Instagram por @laurensanchezbezos y eliminó todas las publicaciones anteriores, reestrenando la cuenta con dos posteos de su soñada boda.
Fueron tres fabulosos días de fiesta en los que los novios
celebraron junto a 250 invitados, entre los que estaban
la reina de Jordania, estrellas de Hollywood y algunas de
las figuras más influyentes del mundo LA NACION