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Javier Bardem reveló su clave de la felicidad

En un mundo atravesado por la inmediatez, donde las decisiones se toman al paso y los vínculos se reducen a pantallas, Javier Bardem, el reconocido actor de éxitos como Comer, rezar, amar (2010) y Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (2017), decidió marcar la diferencia y embarcarse en una aventura que, según aseguró, cambió para siempre su forma de ver el mundo que lo rodea.

El actor participó en el año 2018 de una expedición organizada por Greenpeace con el objetivo de promover la creación de un santuario marino en el Antártico. Durante el recorrido, se convirtió en uno de los pocos seres humanos que descendieron al lecho marino de esa zona. “Me dijeron que ha habido más gente en la Luna que en el fondo del océano Antártico. Y yo fui uno de ellos”, relató en una entrevista para la revista Ethic.

Pero mientras flotaba en un submarino diminuto, rodeado por especies nunca antes vistas, sintió una transformación interna. “De pronto, empecé a tener mucho sueño. Pensé que era falta de oxígeno, pero el piloto me dijo que era normal, que el paisaje me estaba relajando. Y era cierto. Fue como volver al vientre materno”, recordó sobre su experiencia transformadora.

Javier Bardem es uno de los embajadores de Greenpeace

Durante su descenso, la estrella de cine vio peces y pulpos de formas y colores inusuales, dignos de una producción de Disney. “Fue como estar en una de las películas de James Cameron. Una bendición poder estar allí para disfrutarlo”, confesó. Pero más allá de lo visual, el hombre sintió todo el recorrido por las profundidades marinas como “vivencia espiritual”, donde encontró un estado de paz que pocas veces había experimentado.

A partir de ese momento, se convirtió en la cara visible de una campaña ambiental que logró reunir más de dos millones de firmas para proteger el ecosistema antártico. “Rara vez me he sentido tan orgulloso de una película como de haber participado en esta experiencia”, expresó el hombre conmovido por la repercusión que tuvo su protagonismo en esta causa social.

Javier Bardem viajó por primera vez a la Antártida en el año 2018 y quedó maravillado con la experiencia

En esa misma entrevista, Javier Bardem fue directo al hablar sobre lo que lo hace completamente feliz en día a día. “Cuanto menos tengo, más libre me siento”, sostuvo y remarcó que el lujo es muchas veces una vulgaridad de los seres humanos. “Si tuviera que mencionar algo, te diría que lo más importante son mis hijos y mis amigos, aunque en realidad no son míos, son de ellos mismos. A veces una experiencia te da mucho más que cualquier cosa material”, reflexionó con total honestidad.

En la actualidad, Bardem trabaja activamente junto a Greenpeace. En la última semana, alzó su voz contra diversos avasallamientos de las políticas estadounidenses contra el medioambiente y los representantes de la fundación. “La multa millonaria impuesta a Greenpeace por un tribunal de los Estados Unidos atenta directamente contra derechos fundamentales, como son el de la protesta pacífica y la libertad de expresión”, declaró en un video que publicó recientemente en su cuenta oficial de Instagram, para mostrar su total apoyo a la organización.

En un mundo atravesado por la inmediatez, donde las decisiones se toman al paso y los vínculos se reducen a pantallas, Javier Bardem, el reconocido actor de éxitos como Comer, rezar, amar (2010) y Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (2017), decidió marcar la diferencia y embarcarse en una aventura que, según aseguró, cambió para siempre su forma de ver el mundo que lo rodea.

El actor participó en el año 2018 de una expedición organizada por Greenpeace con el objetivo de promover la creación de un santuario marino en el Antártico. Durante el recorrido, se convirtió en uno de los pocos seres humanos que descendieron al lecho marino de esa zona. “Me dijeron que ha habido más gente en la Luna que en el fondo del océano Antártico. Y yo fui uno de ellos”, relató en una entrevista para la revista Ethic.

Pero mientras flotaba en un submarino diminuto, rodeado por especies nunca antes vistas, sintió una transformación interna. “De pronto, empecé a tener mucho sueño. Pensé que era falta de oxígeno, pero el piloto me dijo que era normal, que el paisaje me estaba relajando. Y era cierto. Fue como volver al vientre materno”, recordó sobre su experiencia transformadora.

Javier Bardem es uno de los embajadores de Greenpeace

Durante su descenso, la estrella de cine vio peces y pulpos de formas y colores inusuales, dignos de una producción de Disney. “Fue como estar en una de las películas de James Cameron. Una bendición poder estar allí para disfrutarlo”, confesó. Pero más allá de lo visual, el hombre sintió todo el recorrido por las profundidades marinas como “vivencia espiritual”, donde encontró un estado de paz que pocas veces había experimentado.

A partir de ese momento, se convirtió en la cara visible de una campaña ambiental que logró reunir más de dos millones de firmas para proteger el ecosistema antártico. “Rara vez me he sentido tan orgulloso de una película como de haber participado en esta experiencia”, expresó el hombre conmovido por la repercusión que tuvo su protagonismo en esta causa social.

Javier Bardem viajó por primera vez a la Antártida en el año 2018 y quedó maravillado con la experiencia

En esa misma entrevista, Javier Bardem fue directo al hablar sobre lo que lo hace completamente feliz en día a día. “Cuanto menos tengo, más libre me siento”, sostuvo y remarcó que el lujo es muchas veces una vulgaridad de los seres humanos. “Si tuviera que mencionar algo, te diría que lo más importante son mis hijos y mis amigos, aunque en realidad no son míos, son de ellos mismos. A veces una experiencia te da mucho más que cualquier cosa material”, reflexionó con total honestidad.

En la actualidad, Bardem trabaja activamente junto a Greenpeace. En la última semana, alzó su voz contra diversos avasallamientos de las políticas estadounidenses contra el medioambiente y los representantes de la fundación. “La multa millonaria impuesta a Greenpeace por un tribunal de los Estados Unidos atenta directamente contra derechos fundamentales, como son el de la protesta pacífica y la libertad de expresión”, declaró en un video que publicó recientemente en su cuenta oficial de Instagram, para mostrar su total apoyo a la organización.

 El actor español reflexionó sobre el ritmo acelerado de la vida moderna y compartió el descubrimiento que lo llevó a valorar las cosas más esenciales  LA NACION

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