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Elsa Daniel, la actriz preferida de Torre Nilsson y Leonardo Favio, a quien comparaban con Ingrid Bergman

Su rostro bello y su gesto ingenuo fueron su sello. Elsa Daniel fue una de las actrices más significativas de nuestro cine, con películas de Leopoldo Torre Nilson, Leonardo Favio, Daniel Tinayre y Héctor Olivera, y también ganó popularidad en televisión con Su comedia favorita y Matrimonios y algo más.

Se llamaba Elsa Nilda Gómez Scapatti y nació en San Lorenzo, el 28 de septiembre de 1938. Pasó sus primeros años en su Santa Fe natal hasta que la familia decidió mudarse a Buenos Aires, donde ella pudo cumplir el sueño de ser actriz.

Las fotonovelas que hizo para las revistas Idilio y Nocturno, junto con los galanes Enzo Viena y Alberto Argibay, le abrieron las puertas del radioteatro, donde su partenaire fue Leonardo Favio, y del cine.

Carlos Cores y Elsa Daniel en El juramento de Lagardere (1955)

El último empujón fue el título de Miss Sonrisa Colgate, el premio de un dentífrico organizado por Radio El Mundo a principios de la década del 50, donde la descubrió el productor Salvador Salías.

Su primera oportunidad fue en la película El abuelo, con Enrique Muiño y Mecha Ortiz, en 1954, con dirección de Román Viñoly Barreto, y por la que Elsa obtuvo el reconocimiento de revelación femenina según la Asociación de Cronistas Cinematográficos. Luego hizo Vida nocturna, El juramento de Lagardere y Graciela, hasta que Torre Nilsson la convocó para protagonizar La casa del ángel, con Lautaro Murúa.

Elsa Daniel y Walter Vidarte en Luna Park (1960)

La película fue un antes y un después en la vida de la actriz porque la historia de su personaje, Ana Castro, y el fin de su inocencia, según el argumento de Beatriz Guido, la llevaron al estrellato. Filmada en el mítico y demolido Palacio Delcasse, que ostentaba la escultura de un ángel que da título al film, la película impacto en el Festival de Cannes, donde recibió comentarios elogiosos de críticos como Georges Sadoul y André Bazín. Una carta que Torre Nilsson envió a su padre, el pionero del cine Leopoldo Torres Ríos, añadía a los elogios: “Según Beatriz, uno de voz gangosa que no sé quién era dijo que Elsa Daniel era la Ingrid Bergman del cine argentino”.

Por ese trabajo recibió una mención a la mejor actriz en ese festival. Años después, Elsa Daniel le contó a LA NACION: “Fue una exageración periodística, pero es verdad que algunos diarios de Europa me habían bautizado así, creo que imbuidos de la temática de mis personajes en las películas de Torre Nilsson”.

“Las ingenuas”

En la segunda mitad de la década del 50, formó parte, junto con Gilda Lousek y Graciela Borges, del grupo de actrices que la prensa especializada bautizó como ‘las ingenuas’. Daniel siguió filmando Isla brava, Un centavo de mujer, La caída, La mano en la trampa, La novia, Los inconstantes, Las furias, La cigarra no es un bicho, Un momento muy largo, Cosquín amor y folklore, Viaje de una noche de verano, El romance del Aniceto y la Francisca, Ufa con el sexo, Amor y un poco más, Psexoanálisis, Amalio Reyes un hombre, Los chantas, Comandos azules, Buenos Aires tango.

Sus últimos trabajos fueron dos películas dirigidas por Oscar Barney Finn: La balada del regreso y Comedia rota. “Te descubrí un día de filmación con Torre Nilsson en la calle Viamonte, frente a la Facultad de Filosofía y Letras, pero te conocí en una privada de La caída a fines de los 50. Creo que desde entonces fuimos amigos para toda la vida y nos acompañaste en aquella aventura salteña que fue La balada del regreso. ¡Tenemos tantos momentos vividos!”, recordó el Barney Finn, luego de la muerte de Elsa.

Guillermo Bredeston, Elsa Daniel, Amelia Bence, Angel Magaña y Mirtha Legrand en La cigarra no es un bicho

Fue en un set donde conoció a su marido, el director Rodolfo Kuhn, que la dirigió en Los inconstantes y Ufa con el sexo; estuvieron juntos algunos años y fueron padres de Roberta, única hija de la actriz. Años más tarde, tuvo un romance con el actor brasileño José Wilker, pero en realidad poco se sabe de su vida privada. Su hermana, cuyo nombre artístico era Ana Cartier, tuvo un breve paso por el mundo del espectáculo. En 1980, Elsa sobrevivió a un grave accidente automovilístico cuya rehabilitación duró muchos meses, pero se sobrepuso y siguió trabajando.

En televisión debutó en 1961 con la serie Obras maestras Philco, a las que siguieron Las tres caras de Malvina, junto a Malvina Pastorino y donde Elsa compuso tres personajes: Elsa, Elsita y Elsona. Además, participó de Tres destinos, con Rodolfo Bebán y Emilio Alfaro. Fue parte del gran elenco de Matrimonios y algo más, de Hugo Moser, donde interpretó a la pícara Pochi, y luego hizo Una promesa para todos y María, María y María. Y en teatro protagonizó María de los dos, Hay un hombre en mi cama, Mujeres y Treinta treinta, de Dalmiro Sáenz.

En Mar del Plata

En 1987, con 50 años, decidió retirarse y se dedicó a organizar fiestas. Años después, contó en una entrevista: “Quise retirarme cuando el éxito me sonreía y no esperar a que el tiempo me marcase con el olvido. No sé si hice bien o mal, pero y no vale el arrepentimiento”. En 2003 recibió el Cóndor de Plata a la trayectoria, entregado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos.

En 2003, Duilio Marzio le entregó el Premio Podestá

En 2001, Elsa Daniel asistió al Festival de Cine de Mar del Plata, donde la homenajearon. Lo hizo acompañada por su hija, Roberta Kuhn. “Hace muchos años que no trabajo; lo último que hice fue la película de Oscar Barney Finn Comedia rota. Pero vine porque este festival significa mucho para mí, porque aquí gané varios premios y aquí conocí a mi marido. Me insistieron mucho para que viniera. Yo no quería reaparecer porque mi vida es muy hogareña, lo único que hago es estar en mi casa y disfrutar a mi nieto, de dos años y medio. Pero estoy muy contenta porque me reencontré con muchos amigos, como Héctor Olivera, Marcela López Rey, Juan José Jusid y Marilina Ross”, decía emocionada, en ese momento.

Volvió a aparecer en 2008, cuando asistió al estreno de Aniceto, versión coreográfica de su éxito de 1967, Romance del Aniceto y la Francisca, de Leonardo Favio. En ese momento, Elsa Daniel dijo: “Me encantó la versión nueva, muy linda, muy espectacular, y con mi personaje más desarrollado. La actriz lo hace muy bien. Es uno de los personajes más lindos que me tocaron, junto con otros que me dieron Torre Nilsson y Barney Finn. Recuerdo cuando filmamos en Mendoza, yo había ido con mi hija, que en ese momento tenía tres meses, y nos trataron tan lindo. Después me dieron el premio a la mejor actriz, tuvimos muy buenas críticas, el público reaccionó muy bien, igual que el otro día en la premier con la nueva versión”. Falleció a los 79 años, el 25 de junio de 2017.

Su rostro bello y su gesto ingenuo fueron su sello. Elsa Daniel fue una de las actrices más significativas de nuestro cine, con películas de Leopoldo Torre Nilson, Leonardo Favio, Daniel Tinayre y Héctor Olivera, y también ganó popularidad en televisión con Su comedia favorita y Matrimonios y algo más.

Se llamaba Elsa Nilda Gómez Scapatti y nació en San Lorenzo, el 28 de septiembre de 1938. Pasó sus primeros años en su Santa Fe natal hasta que la familia decidió mudarse a Buenos Aires, donde ella pudo cumplir el sueño de ser actriz.

Las fotonovelas que hizo para las revistas Idilio y Nocturno, junto con los galanes Enzo Viena y Alberto Argibay, le abrieron las puertas del radioteatro, donde su partenaire fue Leonardo Favio, y del cine.

Carlos Cores y Elsa Daniel en El juramento de Lagardere (1955)

El último empujón fue el título de Miss Sonrisa Colgate, el premio de un dentífrico organizado por Radio El Mundo a principios de la década del 50, donde la descubrió el productor Salvador Salías.

Su primera oportunidad fue en la película El abuelo, con Enrique Muiño y Mecha Ortiz, en 1954, con dirección de Román Viñoly Barreto, y por la que Elsa obtuvo el reconocimiento de revelación femenina según la Asociación de Cronistas Cinematográficos. Luego hizo Vida nocturna, El juramento de Lagardere y Graciela, hasta que Torre Nilsson la convocó para protagonizar La casa del ángel, con Lautaro Murúa.

Elsa Daniel y Walter Vidarte en Luna Park (1960)

La película fue un antes y un después en la vida de la actriz porque la historia de su personaje, Ana Castro, y el fin de su inocencia, según el argumento de Beatriz Guido, la llevaron al estrellato. Filmada en el mítico y demolido Palacio Delcasse, que ostentaba la escultura de un ángel que da título al film, la película impacto en el Festival de Cannes, donde recibió comentarios elogiosos de críticos como Georges Sadoul y André Bazín. Una carta que Torre Nilsson envió a su padre, el pionero del cine Leopoldo Torres Ríos, añadía a los elogios: “Según Beatriz, uno de voz gangosa que no sé quién era dijo que Elsa Daniel era la Ingrid Bergman del cine argentino”.

Por ese trabajo recibió una mención a la mejor actriz en ese festival. Años después, Elsa Daniel le contó a LA NACION: “Fue una exageración periodística, pero es verdad que algunos diarios de Europa me habían bautizado así, creo que imbuidos de la temática de mis personajes en las películas de Torre Nilsson”.

“Las ingenuas”

En la segunda mitad de la década del 50, formó parte, junto con Gilda Lousek y Graciela Borges, del grupo de actrices que la prensa especializada bautizó como ‘las ingenuas’. Daniel siguió filmando Isla brava, Un centavo de mujer, La caída, La mano en la trampa, La novia, Los inconstantes, Las furias, La cigarra no es un bicho, Un momento muy largo, Cosquín amor y folklore, Viaje de una noche de verano, El romance del Aniceto y la Francisca, Ufa con el sexo, Amor y un poco más, Psexoanálisis, Amalio Reyes un hombre, Los chantas, Comandos azules, Buenos Aires tango.

Sus últimos trabajos fueron dos películas dirigidas por Oscar Barney Finn: La balada del regreso y Comedia rota. “Te descubrí un día de filmación con Torre Nilsson en la calle Viamonte, frente a la Facultad de Filosofía y Letras, pero te conocí en una privada de La caída a fines de los 50. Creo que desde entonces fuimos amigos para toda la vida y nos acompañaste en aquella aventura salteña que fue La balada del regreso. ¡Tenemos tantos momentos vividos!”, recordó el Barney Finn, luego de la muerte de Elsa.

Guillermo Bredeston, Elsa Daniel, Amelia Bence, Angel Magaña y Mirtha Legrand en La cigarra no es un bicho

Fue en un set donde conoció a su marido, el director Rodolfo Kuhn, que la dirigió en Los inconstantes y Ufa con el sexo; estuvieron juntos algunos años y fueron padres de Roberta, única hija de la actriz. Años más tarde, tuvo un romance con el actor brasileño José Wilker, pero en realidad poco se sabe de su vida privada. Su hermana, cuyo nombre artístico era Ana Cartier, tuvo un breve paso por el mundo del espectáculo. En 1980, Elsa sobrevivió a un grave accidente automovilístico cuya rehabilitación duró muchos meses, pero se sobrepuso y siguió trabajando.

En televisión debutó en 1961 con la serie Obras maestras Philco, a las que siguieron Las tres caras de Malvina, junto a Malvina Pastorino y donde Elsa compuso tres personajes: Elsa, Elsita y Elsona. Además, participó de Tres destinos, con Rodolfo Bebán y Emilio Alfaro. Fue parte del gran elenco de Matrimonios y algo más, de Hugo Moser, donde interpretó a la pícara Pochi, y luego hizo Una promesa para todos y María, María y María. Y en teatro protagonizó María de los dos, Hay un hombre en mi cama, Mujeres y Treinta treinta, de Dalmiro Sáenz.

En Mar del Plata

En 1987, con 50 años, decidió retirarse y se dedicó a organizar fiestas. Años después, contó en una entrevista: “Quise retirarme cuando el éxito me sonreía y no esperar a que el tiempo me marcase con el olvido. No sé si hice bien o mal, pero y no vale el arrepentimiento”. En 2003 recibió el Cóndor de Plata a la trayectoria, entregado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos.

En 2003, Duilio Marzio le entregó el Premio Podestá

En 2001, Elsa Daniel asistió al Festival de Cine de Mar del Plata, donde la homenajearon. Lo hizo acompañada por su hija, Roberta Kuhn. “Hace muchos años que no trabajo; lo último que hice fue la película de Oscar Barney Finn Comedia rota. Pero vine porque este festival significa mucho para mí, porque aquí gané varios premios y aquí conocí a mi marido. Me insistieron mucho para que viniera. Yo no quería reaparecer porque mi vida es muy hogareña, lo único que hago es estar en mi casa y disfrutar a mi nieto, de dos años y medio. Pero estoy muy contenta porque me reencontré con muchos amigos, como Héctor Olivera, Marcela López Rey, Juan José Jusid y Marilina Ross”, decía emocionada, en ese momento.

Volvió a aparecer en 2008, cuando asistió al estreno de Aniceto, versión coreográfica de su éxito de 1967, Romance del Aniceto y la Francisca, de Leonardo Favio. En ese momento, Elsa Daniel dijo: “Me encantó la versión nueva, muy linda, muy espectacular, y con mi personaje más desarrollado. La actriz lo hace muy bien. Es uno de los personajes más lindos que me tocaron, junto con otros que me dieron Torre Nilsson y Barney Finn. Recuerdo cuando filmamos en Mendoza, yo había ido con mi hija, que en ese momento tenía tres meses, y nos trataron tan lindo. Después me dieron el premio a la mejor actriz, tuvimos muy buenas críticas, el público reaccionó muy bien, igual que el otro día en la premier con la nueva versión”. Falleció a los 79 años, el 25 de junio de 2017.

 Fue protagonista de la época de oro del cine argentino y se retiró con apenas 50 años; el 25 de junio se cumple un nuevo aniversario de su fallecimiento  LA NACION

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