La emoción de Julieta Ortega al visitar la casa en la que nació su padre, Palito Ortega, en Tucumán

En medio de la gira nacional que está haciendo con Sex, la obra, que protagoniza junto a Diego Ramos, Gloria Carrá y Nicolás Riera, Julieta Ortega (52) aprovechó su paso por la provincia de Tucumán para visitar la casa en la que nació su padre, Palito Ortega (84), ubicada en el ingenio Mercedes, dentro de la ciudad de Lules.
“Hoy es el Día del Padre y el destino y mi trabajo me encuentran haciendo función en Tucumán. Fui a visitar tu casa, papá”, expresó ayer la actriz a través de su cuenta de Instagram junto a una serie de fotos que muestra su recorrido por el hogar en donde el artista se crio junto a sus seis hermanos hasta los 14 años, cuando tomó la decisión de buscar un futuro mejor en Buenos Aires. “Qué huella tan honda dejás en tus hijos. Te amo, te amo, te amo”, agregó, emocionada por el contacto con las raíces de su padre.
“En las noches todo era misterio”
Años atrás, Palito Ortega contó a LA NACION cómo era regresar a su hogar como parte de un proyecto con el que soñaba convertir esa casa de su niñez en un museo sobre su historia personal y artística.
“Es como ver la cinta de una grabadora que rebobina a gran velocidad, y pasan cientos y cientos de imágenes de tu cabeza que tienen que ver con tu infancia, con la forma en que se vivía en esos pueblos que eran prácticamente olvidados, que surgían junto a los ingenios azucareros y solo tenían un poco más de movimiento en la época de zafra. No teníamos los elementos como para vivir dignamente, teníamos que ir a buscar el agua potable a otro lugar; la luz eléctrica llegó recién cuando yo me estaba viniendo a Buenos Aires. Todo el pueblo tenía dos baños públicos, las calles eran de tierra y en las noches todo era misterio», relató quien también fue gobernador de Tucumán.
“Viví una adolescencia de trabajo porque uno tenía la necesidad de ayudar a su familia vendiendo diarios o haciendo algo para colaborar. También lustré zapatos y trabajé en el cementerio limpiando sepulturas y pintando cruces”, recordó sobre la necesidad de colaborar en el seno de una familia numerosa, sumado al abandono de su madre cuando él tenía 12 años.
“Creo que mi viejo no quería que fuera uno más de esos pibes que se quedaban ahí, sin demasiadas oportunidades. Cuando le conté que me quería ir, muy emocionado, me contestó que lo iba a pensar, y cuando pasaron dos o tres días me dijo que sí, que no quería que sea un fracasado más en ese lugar con tan pocas oportunidades para la gente joven. Yo no me iba a quedar ahí, no me conformaba. Y ahora vuelvo a esa casita a llevar mi historia y a decirle ‘esto es todo lo que anduve’”, sumó Palito sobre su historia antes de convertirse en un exitoso artista.
Julieta Ortega habló de las adicciones de su hermano
Por otro lado, la semana pasada, en diálogo con Puro Show (eltrece), Julieta Ortega habló sobre el delicado momento que estaba atravesando su familia, en relación con la salud de su hermano mayor, Martín Ortega, quien continúa en rehabilitación por su lucha contra las adicciones.
“Está muy bien, sigue internado. Estamos muy tranquilos y muy contentos de que esté a salvo”, afirmó la actriz. “A mí me preguntan si estoy preocupada y no, preocupada estaba antes. Para mí, tener una persona querida en consumo es para tratar de hacer algo para que esté mejor. Preocupada estaba cuando él estaba afuera y consumiendo, ahora estoy chocha”, se sinceró.
En ese sentido, explicó: “La preocupación es cuando ves a un ser querido destruyéndose. Una vez que está internado, a salvo y en un camino de volver a construirse desde otro lugar, sin consumir sustancias que lo destruyen, todo es alegría para mí”.
Fue entonces que el cronista le preguntó qué fue lo peor que se le cruzó por la cabeza en relación con las adicciones de su hermano. “Que se iba a morir. Como todo adicto”, reconoció Ortega. “No hay mucha vuelta con la droga, ¿viste? No hay mucha vuelta con una persona que consume de forma problemática. No hay muchos destinos posibles”, concluyó.
En medio de la gira nacional que está haciendo con Sex, la obra, que protagoniza junto a Diego Ramos, Gloria Carrá y Nicolás Riera, Julieta Ortega (52) aprovechó su paso por la provincia de Tucumán para visitar la casa en la que nació su padre, Palito Ortega (84), ubicada en el ingenio Mercedes, dentro de la ciudad de Lules.
“Hoy es el Día del Padre y el destino y mi trabajo me encuentran haciendo función en Tucumán. Fui a visitar tu casa, papá”, expresó ayer la actriz a través de su cuenta de Instagram junto a una serie de fotos que muestra su recorrido por el hogar en donde el artista se crio junto a sus seis hermanos hasta los 14 años, cuando tomó la decisión de buscar un futuro mejor en Buenos Aires. “Qué huella tan honda dejás en tus hijos. Te amo, te amo, te amo”, agregó, emocionada por el contacto con las raíces de su padre.
“En las noches todo era misterio”
Años atrás, Palito Ortega contó a LA NACION cómo era regresar a su hogar como parte de un proyecto con el que soñaba convertir esa casa de su niñez en un museo sobre su historia personal y artística.
“Es como ver la cinta de una grabadora que rebobina a gran velocidad, y pasan cientos y cientos de imágenes de tu cabeza que tienen que ver con tu infancia, con la forma en que se vivía en esos pueblos que eran prácticamente olvidados, que surgían junto a los ingenios azucareros y solo tenían un poco más de movimiento en la época de zafra. No teníamos los elementos como para vivir dignamente, teníamos que ir a buscar el agua potable a otro lugar; la luz eléctrica llegó recién cuando yo me estaba viniendo a Buenos Aires. Todo el pueblo tenía dos baños públicos, las calles eran de tierra y en las noches todo era misterio», relató quien también fue gobernador de Tucumán.
“Viví una adolescencia de trabajo porque uno tenía la necesidad de ayudar a su familia vendiendo diarios o haciendo algo para colaborar. También lustré zapatos y trabajé en el cementerio limpiando sepulturas y pintando cruces”, recordó sobre la necesidad de colaborar en el seno de una familia numerosa, sumado al abandono de su madre cuando él tenía 12 años.
“Creo que mi viejo no quería que fuera uno más de esos pibes que se quedaban ahí, sin demasiadas oportunidades. Cuando le conté que me quería ir, muy emocionado, me contestó que lo iba a pensar, y cuando pasaron dos o tres días me dijo que sí, que no quería que sea un fracasado más en ese lugar con tan pocas oportunidades para la gente joven. Yo no me iba a quedar ahí, no me conformaba. Y ahora vuelvo a esa casita a llevar mi historia y a decirle ‘esto es todo lo que anduve’”, sumó Palito sobre su historia antes de convertirse en un exitoso artista.
Julieta Ortega habló de las adicciones de su hermano
Por otro lado, la semana pasada, en diálogo con Puro Show (eltrece), Julieta Ortega habló sobre el delicado momento que estaba atravesando su familia, en relación con la salud de su hermano mayor, Martín Ortega, quien continúa en rehabilitación por su lucha contra las adicciones.
“Está muy bien, sigue internado. Estamos muy tranquilos y muy contentos de que esté a salvo”, afirmó la actriz. “A mí me preguntan si estoy preocupada y no, preocupada estaba antes. Para mí, tener una persona querida en consumo es para tratar de hacer algo para que esté mejor. Preocupada estaba cuando él estaba afuera y consumiendo, ahora estoy chocha”, se sinceró.
En ese sentido, explicó: “La preocupación es cuando ves a un ser querido destruyéndose. Una vez que está internado, a salvo y en un camino de volver a construirse desde otro lugar, sin consumir sustancias que lo destruyen, todo es alegría para mí”.
Fue entonces que el cronista le preguntó qué fue lo peor que se le cruzó por la cabeza en relación con las adicciones de su hermano. “Que se iba a morir. Como todo adicto”, reconoció Ortega. “No hay mucha vuelta con la droga, ¿viste? No hay mucha vuelta con una persona que consume de forma problemática. No hay muchos destinos posibles”, concluyó.
La actriz compartió una serie de imágenes que muestran el humilde hogar del artista antes de conocer la fama y convertirse en una reconocida figura LA NACION