Es latino, lo citaron en la corte de Chicago y mostró lo que le pasó al salir: “¿Será que son del ICE?”

Rick, un joven extranjero que vive en Estados Unidos, compartió en sus redes sociales el momento en que tuvo que presentarse en una corte de Chicago, Illinois. Aunque el motivo de su cita era menor, tenía que pagar una multa de tránsito, confesó que sintió temor al entrar en un edificio judicial cuando vio que había personas con uniformes similares a los que usan los agentes migratorios. «¿Será que son del ICE?“, se preguntó nervioso mientras filmaba su llegada al lugar.
Una multa de tránsito, un error y la cita en la corte
En un video que compartió en su cuenta de TikTok, Rick explicó que todo comenzó a raíz de una multa de tránsito que recibió, por exceso de velocidad. Para evitar tener que presentarse ante el juez, optó por pagarla a través de internet. “Yo tenía la corte para el 11, pero decía que podía pagar por internet y no tenía que ir”, dijo.
Sin embargo, el trámite online resultó ser más complicado de lo que había esperado: no logró completarlo desde el celular y recién desde una computadora pudo ingresar al sistema y abonar la sanción.
El principal problema surgió cuando, por una distracción, seleccionó una opción incorrecta. “No me di cuenta de que cuando decía ‘supervisión de la corte’, le puse que ‘no’ y tenía que tenerle que ‘sí’”, explicó. Esa confusión resultó clave, porque con la supervisión judicial, si el conductor no recibe nuevas multas durante tres meses, la falta se elimina del registro. Sin esa condición, la infracción permanece y puede afectar el precio del seguro del auto.
La cita en la corte, el temor al ICE y la segunda multa
Ante esta situación, Rick decidió acudir en persona a la corte para corregir el error. El joven mostró en su video su llegada al tribunal y contó el miedo que sintió cuando vio en la entrada que había personas con gorras marrones, a las que asoció con los uniformes de agentes de migración.
“Había unos hombres con gorra marroncita en la puerta”, dijo. Y no pudo evitar sentirse inseguro, ya que había escuchado casos de extranjeros detenidos por agentes de migración al acudir a tribunales. En ese momento, pensó lo peor: “¿Será que son del ICE?”
Poco después se tranquilizó al confirmar que no eran agentes de inmigración. Ingresó al edificio, pasó por un control de seguridad parecido al de un aeropuerto y le explicaron cómo resolver el problema. “Entré y le dije a la chica, le expliqué, me dieron un ticket, pasé a la ventanilla y si lo pude hacer. Me dieron una cita con el juez”, señaló. El trámite tuvo un costo adicional de US$40.
Cuando creyó que todo había terminado, una nueva sorpresa lo esperaba al volver a su auto. Había recibido una nueva infracción por estacionar fuera del horario permitido. Ahora, la nueva multa le costaría más que la anterior: US$70. “No lo puedo creer”, comentó frustrado por lo que le acababa de pasar.
Antes de cerrar el clip, Rick mostró su nueva infracción, el joven lamentó su mala suerte. “Ya pagué US$40 para cambiar el error que había cometido”, dijo. Y cerró: “Lo que me faltaba”.
Rick, un joven extranjero que vive en Estados Unidos, compartió en sus redes sociales el momento en que tuvo que presentarse en una corte de Chicago, Illinois. Aunque el motivo de su cita era menor, tenía que pagar una multa de tránsito, confesó que sintió temor al entrar en un edificio judicial cuando vio que había personas con uniformes similares a los que usan los agentes migratorios. «¿Será que son del ICE?“, se preguntó nervioso mientras filmaba su llegada al lugar.
Una multa de tránsito, un error y la cita en la corte
En un video que compartió en su cuenta de TikTok, Rick explicó que todo comenzó a raíz de una multa de tránsito que recibió, por exceso de velocidad. Para evitar tener que presentarse ante el juez, optó por pagarla a través de internet. “Yo tenía la corte para el 11, pero decía que podía pagar por internet y no tenía que ir”, dijo.
Sin embargo, el trámite online resultó ser más complicado de lo que había esperado: no logró completarlo desde el celular y recién desde una computadora pudo ingresar al sistema y abonar la sanción.
El principal problema surgió cuando, por una distracción, seleccionó una opción incorrecta. “No me di cuenta de que cuando decía ‘supervisión de la corte’, le puse que ‘no’ y tenía que tenerle que ‘sí’”, explicó. Esa confusión resultó clave, porque con la supervisión judicial, si el conductor no recibe nuevas multas durante tres meses, la falta se elimina del registro. Sin esa condición, la infracción permanece y puede afectar el precio del seguro del auto.
La cita en la corte, el temor al ICE y la segunda multa
Ante esta situación, Rick decidió acudir en persona a la corte para corregir el error. El joven mostró en su video su llegada al tribunal y contó el miedo que sintió cuando vio en la entrada que había personas con gorras marrones, a las que asoció con los uniformes de agentes de migración.
“Había unos hombres con gorra marroncita en la puerta”, dijo. Y no pudo evitar sentirse inseguro, ya que había escuchado casos de extranjeros detenidos por agentes de migración al acudir a tribunales. En ese momento, pensó lo peor: “¿Será que son del ICE?”
Poco después se tranquilizó al confirmar que no eran agentes de inmigración. Ingresó al edificio, pasó por un control de seguridad parecido al de un aeropuerto y le explicaron cómo resolver el problema. “Entré y le dije a la chica, le expliqué, me dieron un ticket, pasé a la ventanilla y si lo pude hacer. Me dieron una cita con el juez”, señaló. El trámite tuvo un costo adicional de US$40.
Cuando creyó que todo había terminado, una nueva sorpresa lo esperaba al volver a su auto. Había recibido una nueva infracción por estacionar fuera del horario permitido. Ahora, la nueva multa le costaría más que la anterior: US$70. “No lo puedo creer”, comentó frustrado por lo que le acababa de pasar.
Antes de cerrar el clip, Rick mostró su nueva infracción, el joven lamentó su mala suerte. “Ya pagué US$40 para cambiar el error que había cometido”, dijo. Y cerró: “Lo que me faltaba”.
Un joven latino relató su experiencia tras una cita judicial en Chicago, donde al salir notó la presencia de autos sospechosos; el temor al ICE y la incertidumbre marcaron su testimonio. LA NACION