El giro inesperado de Trump que excluye a hoteles y restaurantes de su política migratoria: falta de mano de obra

En un cambio abrupto de política, la administración Trump ha ordenado una pausa en las redadas y arrestos de inmigrantes indocumentados en la industria agrícola, hotelera y restaurantera. La decisión, comunicada a través de un correo electrónico interno a los líderes regionales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), sugiere que la campaña de deportación masiva del presidente estaba afectando a sectores clave de la economía estadounidense.
Dónde se suspendieron las operaciones del ICE
De acuerdo con el correo electrónico, enviado por Tatum King, un alto funcionario de ICE, se suspenden “todas las investigaciones y operaciones de cumplimiento de la ley en lugares de trabajo agrícolas (incluidas las plantas de acuicultura y empacadoras de carne), restaurantes y hoteles en funcionamiento”, según consignó The New York Times.
Se exceptúan las investigaciones relacionadas con “trata de personas, lavado de dinero y tráfico de drogas en estas industrias”, pero se prohíben los arrestos de “colaterales no delictivos”, es decir, personas indocumentadas sin antecedentes penales.
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó la nueva orientación. “Seguiremos las instrucciones del presidente y continuaremos trabajando para sacar a los peores criminales inmigrantes ilegales de las calles de Estados Unidos”, declaró Tricia McLaughlin, portavoz del departamento.
Trabajadores “casi imposibles de reemplazar”
Este cambio de rumbo se produce tras semanas de protestas en ciudades como Los Ángeles contra las redadas migratorias, y después de que el propio Trump admitiera que su política estaba perjudicando a agricultores y empresarios hoteleros.
“Nuestros grandes agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio han estado afirmando que nuestra agresiva política de inmigración les está quitando trabajadores muy buenos y con muchos años de experiencia, y que esos puestos de trabajo son casi imposibles de reemplazar”, escribió Trump en redes sociales.
La decisión habría sido influenciada por Brooke Rollins, secretaria de agricultura, quien informó a Trump sobre las preocupaciones de los agricultores. Además, Trump, con décadas de experiencia en el sector hotelero, es consciente de la dependencia de esta industria de la mano de obra inmigrante.
Un exfuncionario de la administración Trump señaló que, durante su primer mandato, el presidente escuchó las inquietudes de republicanos de estados rurales sobre el impacto negativo de la represión migratoria en la agricultura.
La nueva directriz no parece extenderse a otras industrias, como la textil, donde una reciente redada en Los Ángeles desató protestas. Además, surge en un contexto de presión interna para aumentar el número de arrestos. Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, ha abogado públicamente por un “mínimo” de 3000 arrestos diarios.
Según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, los agentes de ICE se sintieron sorprendidos por la nueva guía, ya que habían estado bajo presión para aumentar los arrestos. El funcionario añadió que los agentes aún estaban evaluando las implicaciones a largo plazo de la medida, a la espera de instrucciones claras de la Casa Blanca sobre su implementación.
El propio Tatum King reconoció que la nueva directriz afectaría el número de arrestos. “Reconocemos que al retirar esto de la mesa estamos eliminando un número significativo de objetivos potenciales”, escribió.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
En un cambio abrupto de política, la administración Trump ha ordenado una pausa en las redadas y arrestos de inmigrantes indocumentados en la industria agrícola, hotelera y restaurantera. La decisión, comunicada a través de un correo electrónico interno a los líderes regionales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), sugiere que la campaña de deportación masiva del presidente estaba afectando a sectores clave de la economía estadounidense.
Dónde se suspendieron las operaciones del ICE
De acuerdo con el correo electrónico, enviado por Tatum King, un alto funcionario de ICE, se suspenden “todas las investigaciones y operaciones de cumplimiento de la ley en lugares de trabajo agrícolas (incluidas las plantas de acuicultura y empacadoras de carne), restaurantes y hoteles en funcionamiento”, según consignó The New York Times.
Se exceptúan las investigaciones relacionadas con “trata de personas, lavado de dinero y tráfico de drogas en estas industrias”, pero se prohíben los arrestos de “colaterales no delictivos”, es decir, personas indocumentadas sin antecedentes penales.
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó la nueva orientación. “Seguiremos las instrucciones del presidente y continuaremos trabajando para sacar a los peores criminales inmigrantes ilegales de las calles de Estados Unidos”, declaró Tricia McLaughlin, portavoz del departamento.
Trabajadores “casi imposibles de reemplazar”
Este cambio de rumbo se produce tras semanas de protestas en ciudades como Los Ángeles contra las redadas migratorias, y después de que el propio Trump admitiera que su política estaba perjudicando a agricultores y empresarios hoteleros.
“Nuestros grandes agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio han estado afirmando que nuestra agresiva política de inmigración les está quitando trabajadores muy buenos y con muchos años de experiencia, y que esos puestos de trabajo son casi imposibles de reemplazar”, escribió Trump en redes sociales.
La decisión habría sido influenciada por Brooke Rollins, secretaria de agricultura, quien informó a Trump sobre las preocupaciones de los agricultores. Además, Trump, con décadas de experiencia en el sector hotelero, es consciente de la dependencia de esta industria de la mano de obra inmigrante.
Un exfuncionario de la administración Trump señaló que, durante su primer mandato, el presidente escuchó las inquietudes de republicanos de estados rurales sobre el impacto negativo de la represión migratoria en la agricultura.
La nueva directriz no parece extenderse a otras industrias, como la textil, donde una reciente redada en Los Ángeles desató protestas. Además, surge en un contexto de presión interna para aumentar el número de arrestos. Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, ha abogado públicamente por un “mínimo” de 3000 arrestos diarios.
Según un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, los agentes de ICE se sintieron sorprendidos por la nueva guía, ya que habían estado bajo presión para aumentar los arrestos. El funcionario añadió que los agentes aún estaban evaluando las implicaciones a largo plazo de la medida, a la espera de instrucciones claras de la Casa Blanca sobre su implementación.
El propio Tatum King reconoció que la nueva directriz afectaría el número de arrestos. “Reconocemos que al retirar esto de la mesa estamos eliminando un número significativo de objetivos potenciales”, escribió.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
En un giro inesperado, la administración Trump revierte su postura sobre deportaciones masivas, exceptuando a sectores clave como la hotelería y la gastronomía. La medida responde a las crecientes protestas y al reconocimiento de que la política migratoria agresiva estaba perjudicando a la economía. LA NACION