El nuevo paso de Javier Milei por Israel, una apuesta política más allá de la economía

Este lunes, el presidente Javier Milei llegará desde Europa, y por segunda vez en lo que va de su mandato, a Israel, un país considerado por la administración libertaria como uno de sus principales aliados geopolíticos.
La visita presidencial, que será de tres días, combinará visitas a lugares emblemáticos para la religión judía como el Muro de los Lamentos y la ciudad vieja de Jerusalén, con encuentros de neto corte político, como el cara a cara con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la recepción del premio Génesis (el “Nobel Judío”) y la firma del Memorándum “por la democracia y la libertad”.
Tendrá como único punto vinculado a la economía el anuncio de la apertura de un vuelo directo entre Buenos Aires y Tel Aviv, anuncio que tiene como antecedente un acuerdo similar firmado en 2017 y nunca concretado con el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri, meses antes de la visita de Netanyahu a la Argentina.
El diseño de la agenda presidencial va a tono con la sintonía política, que en Israel califican de “inmejorable”, y se corresponde con los discretos números del intercambio comercial entre ambos países, que va en aumento en lo que va del mandato de La Libertad Avanza, pero que está aún muy lejos de otros países y bloques, como Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil o España. Se trata, por cierto, de un vínculo “más político que económico”, en un contexto de serias dificultades políticas para el gobierno de Netanyahu, criticado por la escalada militar del ejército israelí en la franja de Gaza que siguió al ataque del grupo terrorista Hamas contra el sur del Estado hebreo, el 7 de octubre de 2023.
Según datos de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, en 2024 (primer año completo de gestión de Milei), las exportaciones argentinas totales hacia Israel alcanzaron los US$377 millones, registrando un crecimiento del 23 por ciento con respecto al año anterior. “Este desempeño consolida una tendencia positiva cercana al récord histórico de 400 millones registrados en 2022”, afirmaron desde la cámara, que preside el empresario Mario Montoto. Las principales exportaciones corresponden al sector agroindustrial, siendo los principales productos exportados la carne bovina congelada, carne bovina fresca, pasta de maní y harina de soja.
Según datos de la consultora DNI, de Marcelo Elizondo, en base al Indec, las exportaciones a Israel fueron de US$105 millones entre enero y marzo de 2024, contra US$141 millones en el mismo período de este año. En relación a las importaciones, también hubo una suba dentro de un volumen muy bajo: US$44 millones en el primer trimestre de este año, contra US$26 millones del mismo período del año pasado.
Datos extraoficiales hablan, de todos modos, de una proyección de crecimiento interanual de aproximadamente un 118,16%, “evidenciando una recuperación o expansión significativa en el comercio bilateral en ese período”, agregan las fuentes en relación con el intercambio comercial bilateral.
Los números con Israel quedan muy atrás del vínculo argentino con Estados Unidos, de US$1546 millones en exportaciones sólo en el primer trimestre de este año; o con la Unión Europea, con US$1545 millones de exportaciones hacia el conglomerado de 27 países que componen el bloque europeo, también según datos de la consultora DNI.
Hay por cierto, algunos proyectos en marcha, como el de los vuelos directos, a cargo de la compañía israelí El Al, o gestiones aún embrionarias, como la del delegado argentino en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), Juan Carlos Chagas, ante el embajador argentino en Israel, el rabino Axel Wahnish, para viabilizar un ambicioso proyecto de sistematización y distribución de agua para riego en la región del Mandisoví Chico, al norte de Entre Ríos.
Alianza
Pero la clave, coinciden fuentes políticas y comerciales, está en el apoyo de Milei a Israel en su ya larga pelea contra Hamas y el terrorismo, dentro y fuera de la franja de Gaza. Un apoyo que, en el caso del Mercosur (que tiene vigente un acuerdo de libre comercio con Israel) encuentra como único aliado a Paraguay, mientras Brasil y Uruguay sostienen una postura de condena a la política militar israelí en relación a los palestinos.
“Creo que a esta altura ya hemos demostrado no sólo la afinidad natural que este gobierno tiene con el pueblo de Israel, sino también la convicción imperturbable de acompañar, asistir y trabajar en conjunto con el estado de Israel, allí donde podamos, ya que para nosotros Israel y Estados Unidos son nuestros socios geopolíticos más importantes”, dijo Milei en noviembre pasado, en la entrega de los Israel Innovation Awards. Allí, anticipó que en su próximo viaje firmaría un memorándum con Israel, “opuesto” al Memorándum de Entendimiento de Argentina con Irán, suscripto en 2013 por el segundo gobierno de Cristina Kirchner con el declarado objetivo de ayudar a esclarecer la verdad sobre el atentado contra la AMIA, en julio de 1994, atentado que la Justicia argentina adjudica al grupo terrorista proiraní Hezbollah.
“Es nuestro deseo que esta alianza entre Argentina e Israel se convierta en un modelo para que otras naciones del mundo libre también elijan la vida y la libertad, condenando firme y abiertamente al terrorismo”, agregó entonces el primer mandatario, luego de condenar “los atentados inhumanos con los que el terrorismo castigó al pueblo argentino hace 30 años” y “la barbarie cometida por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre” en territorio israelí.
Con la designación del rabino Wahnish, su líder espiritual, como embajador “político” en Tel Aviv, y su proceso de acercamiento al judaísmo vigente en su vida cotidiana, Milei deja en claro en cada ocasión su apuesta por un vínculo privilegiado con el Estado judío. La mudanza de la sede de la embajada, desde Hertzlia a Jerusalén es otro eventual y polémico paso que Milei prometió en su momento y que Israel espera con ansias, en tiempos de crisis interna y externa, y un estado de guerra casi permanente.
Este lunes, el presidente Javier Milei llegará desde Europa, y por segunda vez en lo que va de su mandato, a Israel, un país considerado por la administración libertaria como uno de sus principales aliados geopolíticos.
La visita presidencial, que será de tres días, combinará visitas a lugares emblemáticos para la religión judía como el Muro de los Lamentos y la ciudad vieja de Jerusalén, con encuentros de neto corte político, como el cara a cara con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la recepción del premio Génesis (el “Nobel Judío”) y la firma del Memorándum “por la democracia y la libertad”.
Tendrá como único punto vinculado a la economía el anuncio de la apertura de un vuelo directo entre Buenos Aires y Tel Aviv, anuncio que tiene como antecedente un acuerdo similar firmado en 2017 y nunca concretado con el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri, meses antes de la visita de Netanyahu a la Argentina.
El diseño de la agenda presidencial va a tono con la sintonía política, que en Israel califican de “inmejorable”, y se corresponde con los discretos números del intercambio comercial entre ambos países, que va en aumento en lo que va del mandato de La Libertad Avanza, pero que está aún muy lejos de otros países y bloques, como Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil o España. Se trata, por cierto, de un vínculo “más político que económico”, en un contexto de serias dificultades políticas para el gobierno de Netanyahu, criticado por la escalada militar del ejército israelí en la franja de Gaza que siguió al ataque del grupo terrorista Hamas contra el sur del Estado hebreo, el 7 de octubre de 2023.
Según datos de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, en 2024 (primer año completo de gestión de Milei), las exportaciones argentinas totales hacia Israel alcanzaron los US$377 millones, registrando un crecimiento del 23 por ciento con respecto al año anterior. “Este desempeño consolida una tendencia positiva cercana al récord histórico de 400 millones registrados en 2022”, afirmaron desde la cámara, que preside el empresario Mario Montoto. Las principales exportaciones corresponden al sector agroindustrial, siendo los principales productos exportados la carne bovina congelada, carne bovina fresca, pasta de maní y harina de soja.
Según datos de la consultora DNI, de Marcelo Elizondo, en base al Indec, las exportaciones a Israel fueron de US$105 millones entre enero y marzo de 2024, contra US$141 millones en el mismo período de este año. En relación a las importaciones, también hubo una suba dentro de un volumen muy bajo: US$44 millones en el primer trimestre de este año, contra US$26 millones del mismo período del año pasado.
Datos extraoficiales hablan, de todos modos, de una proyección de crecimiento interanual de aproximadamente un 118,16%, “evidenciando una recuperación o expansión significativa en el comercio bilateral en ese período”, agregan las fuentes en relación con el intercambio comercial bilateral.
Los números con Israel quedan muy atrás del vínculo argentino con Estados Unidos, de US$1546 millones en exportaciones sólo en el primer trimestre de este año; o con la Unión Europea, con US$1545 millones de exportaciones hacia el conglomerado de 27 países que componen el bloque europeo, también según datos de la consultora DNI.
Hay por cierto, algunos proyectos en marcha, como el de los vuelos directos, a cargo de la compañía israelí El Al, o gestiones aún embrionarias, como la del delegado argentino en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), Juan Carlos Chagas, ante el embajador argentino en Israel, el rabino Axel Wahnish, para viabilizar un ambicioso proyecto de sistematización y distribución de agua para riego en la región del Mandisoví Chico, al norte de Entre Ríos.
Alianza
Pero la clave, coinciden fuentes políticas y comerciales, está en el apoyo de Milei a Israel en su ya larga pelea contra Hamas y el terrorismo, dentro y fuera de la franja de Gaza. Un apoyo que, en el caso del Mercosur (que tiene vigente un acuerdo de libre comercio con Israel) encuentra como único aliado a Paraguay, mientras Brasil y Uruguay sostienen una postura de condena a la política militar israelí en relación a los palestinos.
“Creo que a esta altura ya hemos demostrado no sólo la afinidad natural que este gobierno tiene con el pueblo de Israel, sino también la convicción imperturbable de acompañar, asistir y trabajar en conjunto con el estado de Israel, allí donde podamos, ya que para nosotros Israel y Estados Unidos son nuestros socios geopolíticos más importantes”, dijo Milei en noviembre pasado, en la entrega de los Israel Innovation Awards. Allí, anticipó que en su próximo viaje firmaría un memorándum con Israel, “opuesto” al Memorándum de Entendimiento de Argentina con Irán, suscripto en 2013 por el segundo gobierno de Cristina Kirchner con el declarado objetivo de ayudar a esclarecer la verdad sobre el atentado contra la AMIA, en julio de 1994, atentado que la Justicia argentina adjudica al grupo terrorista proiraní Hezbollah.
“Es nuestro deseo que esta alianza entre Argentina e Israel se convierta en un modelo para que otras naciones del mundo libre también elijan la vida y la libertad, condenando firme y abiertamente al terrorismo”, agregó entonces el primer mandatario, luego de condenar “los atentados inhumanos con los que el terrorismo castigó al pueblo argentino hace 30 años” y “la barbarie cometida por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre” en territorio israelí.
Con la designación del rabino Wahnish, su líder espiritual, como embajador “político” en Tel Aviv, y su proceso de acercamiento al judaísmo vigente en su vida cotidiana, Milei deja en claro en cada ocasión su apuesta por un vínculo privilegiado con el Estado judío. La mudanza de la sede de la embajada, desde Hertzlia a Jerusalén es otro eventual y polémico paso que Milei prometió en su momento y que Israel espera con ansias, en tiempos de crisis interna y externa, y un estado de guerra casi permanente.
El intercambio comercial con el Estado hebreo experimentó una leve suba, pero el objetivo del gobierno libertario es fortalecer la alianza estratégica LA NACION