La lucha de una isla africana que formó parte del Virreinato: “Queremos que la Argentina apoye nuestra independencia”

Aunque su idioma nativo es el Fa d’Ambo (mezcla de portugués y español), Orlando Cartagena Lagar, de 59 años, escapó hace cuatro décadas de una cárcel en la isla africana de Annobon -que pertenece a Guinea Ecuatorial-, y se exilió en Barcelona, por lo que habla con fuerte acento español.
Hace tres años, una asamblea de cientos de annobonenses en el exilio lo designó como “primer ministro” de la isla, en un acto simbólico sin reconocimiento oficial. “Si lo hubiéramos hecho en Annobón, nos habrían asesinado a todos”, contó en diálogo por Zoom con LA NACION.
Un mes atrás, Lagar visitó Buenos Aires donde fue recibido por legisladores, autoridades universitarias y alumnos argentinos, pero no logró reunirse con autoridades del Ejecutivo. Su objetivo fue sumar apoyos a su lucha para lograr que Annobon se independice del “yugo” de Guinea Ecuatorial, a 600 kilómetros de distancia.
Ese país, mayormente controlado por la etnia fang, y gobernado desde 1979 por el dictador militar Teodoro Obiang, tiene instalada una base con militares que patrullan la isla con armas de guerra y mantienen sojuzgados a unos 3000 annobonenses, que no pertenecen a la etnia fang, y que, como Lagar, tienen allí raíces familiares desde los tiempos de la colonia, primero portuguesa (hasta 1778) y luego española (hasta 1972).
“Guinea Ecuatorial formó parte del virreinato del Río de la Plata hasta 1816. Por eso sentimos que la Argentina es un país hermano que puede solidarizarse con nuestra causa”, dijo Lagar.
Hoy día Annobon es un Estado no reconocido que declaró su independencia de Guinea Ecuatorial el 8 de julio de 2022. “Luego de esa declaración, los militares guineanos incrementaron las agresiones, el gobierno de Obiang dio rienda suelta a sus tropas para que aumentaran el sometimiento de la población, incluso mediante violaciones de mujeres y niñas o deportaciones desde la isla hacia Guinea”, afirmó Lagar.
El líder separatista desmintió algunas versiones publicadas en medios de Buenos Aires sobre la supuesta aspiración de los isleños de ser anexionados por la Argentina o ser reconocidos como una “provincia”. «Nadie quiere dejar de ser esclavo para ponerse bajo el yugo de otro. Nuestra campaña por todo el mundo es lograr apoyos para que se reconozca nuestra independencia. En todo caso, luego podremos avanzar en proyectos o acuerdos entre estados. Pero de ninguna manera buscamos una anexión”.
La “República de Annobon”, según se presenta en su página web, tiene una superficie de 17 km2 -similar al área de Nordelta, en la provincia de Buenos Aires- y cuenta con vastos recursos pesqueros, “uno de los mejores atunes del mundo”, según Lagar, además de potenciales recursos agrícolas alimentarios como para autoabastecerse.
Pero el sojuzgamiento al que la tiene sometida la dictadura de Obiang deterioró enormemente la situación de la población, que fue diezmada por epidemias de cólera, sarampión, y parálisis infantil. La isla hoy no tiene electricidad y la fuente de agua dulce es un embalse proveniente del único río. “Cada tanto, los militares encienden un generador y vuelven a llenar el embalse. Pero la mayor parte del tiempo es agua estancada, totalmente contaminada”, señaló Lagar. “En resumen, los annobonenses tienen una economía de subsistencia, basada en la agricultura y la pesca”, agregó.
Las provisiones para la base militar llegan en barco cada dos o tres meses, pero no son recursos que alcancen a la población.
LA NACION consultó a Lagar sobre la dificultad de que la Argentina apoye la causa independentista de Annobon teniendo en cuenta el deseo de los habitantes de la isla, cuando la Argentina rechaza de plano ese argumento para las Islas Malvinas.
“Son dos situaciones totalmente diferentes”, respondió el primer ministro. “Los annobonenses somos autóctonos de la isla y no se pueden comparar nuestros derechos con los de un pueblo de ocupación colonial. Las Islas Malvinas están ocupadas por colonos, no son gente que haya vivido allí desde hace seis siglos, como nosotros. Ninguna familia originaria de Guinea Ecuatorial vivió jamás en la isla, siempre fuimos únicamente población autóctona».
Los independentistas annobonenses, además de sus contactos con la Argentina, están en conversaciones con la Unión Africana, Unión Europea, el gobierno de Podemos, en España, y la Organización de Naciones y Pueblos No Representados, dependiente de la ONU (UNPO).
El deseo personal de Lagar, que huyó de una prisión en Annobon, es poder llevar a la isla a sus cinco hijos, nacidos en España. “Mis hermanas siguen vivienda allá y conservan nuestro campo. Sueño con el día que pueda llegar a Annobon y mostrarle a mis hijos: ‘Miren, esta es la finca que nuestra familia conservó desde hace siglos y esta es la tumba de su abuelo. Quiero que ustedes puedan crecer y desarrollarse en esta tierra que nos acogió desde siempre’”.
Aunque su idioma nativo es el Fa d’Ambo (mezcla de portugués y español), Orlando Cartagena Lagar, de 59 años, escapó hace cuatro décadas de una cárcel en la isla africana de Annobon -que pertenece a Guinea Ecuatorial-, y se exilió en Barcelona, por lo que habla con fuerte acento español.
Hace tres años, una asamblea de cientos de annobonenses en el exilio lo designó como “primer ministro” de la isla, en un acto simbólico sin reconocimiento oficial. “Si lo hubiéramos hecho en Annobón, nos habrían asesinado a todos”, contó en diálogo por Zoom con LA NACION.
Un mes atrás, Lagar visitó Buenos Aires donde fue recibido por legisladores, autoridades universitarias y alumnos argentinos, pero no logró reunirse con autoridades del Ejecutivo. Su objetivo fue sumar apoyos a su lucha para lograr que Annobon se independice del “yugo” de Guinea Ecuatorial, a 600 kilómetros de distancia.
Ese país, mayormente controlado por la etnia fang, y gobernado desde 1979 por el dictador militar Teodoro Obiang, tiene instalada una base con militares que patrullan la isla con armas de guerra y mantienen sojuzgados a unos 3000 annobonenses, que no pertenecen a la etnia fang, y que, como Lagar, tienen allí raíces familiares desde los tiempos de la colonia, primero portuguesa (hasta 1778) y luego española (hasta 1972).
“Guinea Ecuatorial formó parte del virreinato del Río de la Plata hasta 1816. Por eso sentimos que la Argentina es un país hermano que puede solidarizarse con nuestra causa”, dijo Lagar.
Hoy día Annobon es un Estado no reconocido que declaró su independencia de Guinea Ecuatorial el 8 de julio de 2022. “Luego de esa declaración, los militares guineanos incrementaron las agresiones, el gobierno de Obiang dio rienda suelta a sus tropas para que aumentaran el sometimiento de la población, incluso mediante violaciones de mujeres y niñas o deportaciones desde la isla hacia Guinea”, afirmó Lagar.
El líder separatista desmintió algunas versiones publicadas en medios de Buenos Aires sobre la supuesta aspiración de los isleños de ser anexionados por la Argentina o ser reconocidos como una “provincia”. «Nadie quiere dejar de ser esclavo para ponerse bajo el yugo de otro. Nuestra campaña por todo el mundo es lograr apoyos para que se reconozca nuestra independencia. En todo caso, luego podremos avanzar en proyectos o acuerdos entre estados. Pero de ninguna manera buscamos una anexión”.
La “República de Annobon”, según se presenta en su página web, tiene una superficie de 17 km2 -similar al área de Nordelta, en la provincia de Buenos Aires- y cuenta con vastos recursos pesqueros, “uno de los mejores atunes del mundo”, según Lagar, además de potenciales recursos agrícolas alimentarios como para autoabastecerse.
Pero el sojuzgamiento al que la tiene sometida la dictadura de Obiang deterioró enormemente la situación de la población, que fue diezmada por epidemias de cólera, sarampión, y parálisis infantil. La isla hoy no tiene electricidad y la fuente de agua dulce es un embalse proveniente del único río. “Cada tanto, los militares encienden un generador y vuelven a llenar el embalse. Pero la mayor parte del tiempo es agua estancada, totalmente contaminada”, señaló Lagar. “En resumen, los annobonenses tienen una economía de subsistencia, basada en la agricultura y la pesca”, agregó.
Las provisiones para la base militar llegan en barco cada dos o tres meses, pero no son recursos que alcancen a la población.
LA NACION consultó a Lagar sobre la dificultad de que la Argentina apoye la causa independentista de Annobon teniendo en cuenta el deseo de los habitantes de la isla, cuando la Argentina rechaza de plano ese argumento para las Islas Malvinas.
“Son dos situaciones totalmente diferentes”, respondió el primer ministro. “Los annobonenses somos autóctonos de la isla y no se pueden comparar nuestros derechos con los de un pueblo de ocupación colonial. Las Islas Malvinas están ocupadas por colonos, no son gente que haya vivido allí desde hace seis siglos, como nosotros. Ninguna familia originaria de Guinea Ecuatorial vivió jamás en la isla, siempre fuimos únicamente población autóctona».
Los independentistas annobonenses, además de sus contactos con la Argentina, están en conversaciones con la Unión Africana, Unión Europea, el gobierno de Podemos, en España, y la Organización de Naciones y Pueblos No Representados, dependiente de la ONU (UNPO).
El deseo personal de Lagar, que huyó de una prisión en Annobon, es poder llevar a la isla a sus cinco hijos, nacidos en España. “Mis hermanas siguen vivienda allá y conservan nuestro campo. Sueño con el día que pueda llegar a Annobon y mostrarle a mis hijos: ‘Miren, esta es la finca que nuestra familia conservó desde hace siglos y esta es la tumba de su abuelo. Quiero que ustedes puedan crecer y desarrollarse en esta tierra que nos acogió desde siempre’”.
En una entrevista con LA NACION desde España, donde vive en el exilio, el “primer ministro” de Annobon habló sobre el conflicto con Guinea Ecuatorial LA NACION