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Durisima crítica del Arzobispo a Milei: «¿Hasta cuando deberán reclamar por jubilaciones dignas?»​Durisima crítica del Arzobispo a Milei: «¿Hasta cuando deberán reclamar por jubilaciones dignas?» 

Jorge García Cuerva hizo una durísima crítica a Javier Milei por la situación de los jubilados, días después que el Gobierno lograra evitar que se vote en el Congreso una suba de los haberes jubilatorios. «¿Hasta cuando deberán reclamar por jubilaciones dignas?», preguntó el arzobispo, que supo ser uno de los más cercanos al papa Francisco.

Frente al libertario, que escuchaba su mensaje en el marco del Tedeum por el 25 de mayo, García Cuerva también criticó a los trolls libertarios y las campañas de odio. «No se construye desde la guerra entre nosotros», dijo.

Ante la escalada de represión ejecutada por Patricia Bullrich a los jubilados, que afectó incluso al cura Paco Olveira, el arzobispo porteño sostuvo que «los jubilados merecen una vida digna con acceso a los remedios y a la alimentación» y que eso se trata de «herida esta que sigue abierta y sangra hace años».

«Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy. ¿Cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?», agregó.

El énfasis que puso el arzobispo en este tema se da a los pocos días de que, en el Congreso, Milei lograra voltear el intento por subir las jubilaciones.

El libertario consiguió que se caiga esa sesión con el faltazo de legisladores PRO, radicales con peluca y alineados a los gobernadores Martín Llaryora, Nacho Torres, Gerardo Zamora, Raúl Jalil, Carlos Sadir y Leandro Zdero.

 Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación; el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad; estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia; el pan agrietado por el odio y la descalificación 

«Nuestro país también sangra», dijo García Cuerva al hablar de «marginalidad y exclusión» y «tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que, en algunos barrios, es un Estado paralelo».

«Tantas personas que están en situación de calle, tantas familias que sufren las inundaciones, las personas con discapacidad. Tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las drogas y las garras del juego», sostuvo.

 Por otro lado, el arzobispo dedicó numerosos pasajes de su homilía a exponer el contexto de violencia e intolerancia, condenando las campañas de odio de los libertarios en redes. 

«Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación; el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad; estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia; el pan agrietado por el odio y la descalificación», dijo.

Ante eso, apuntó: «Se está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto. Y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, y se muere la esperanza de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos».

También, García Cuerva aludió al bajo porcentaje de porteños que fueron a votar el pasado domingo: «Años de promesas incumplidas y estafas electorales que nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar porque pensamos otra vez lo mismo: ‘nada va a cambiar'».

Jorge García Cuerva hizo una durísima crítica a Javier Milei por la situación de los jubilados, días después que el Gobierno lograra evitar que se vote en el Congreso una suba de los haberes jubilatorios. «¿Hasta cuando deberán reclamar por jubilaciones dignas?», preguntó el arzobispo, que supo ser uno de los más cercanos al papa Francisco.

Frente al libertario, que escuchaba su mensaje en el marco del Tedeum por el 25 de mayo, García Cuerva también criticó a los trolls libertarios y las campañas de odio. «No se construye desde la guerra entre nosotros», dijo.

Ante la escalada de represión ejecutada por Patricia Bullrich a los jubilados, que afectó incluso al cura Paco Olveira, el arzobispo porteño sostuvo que «los jubilados merecen una vida digna con acceso a los remedios y a la alimentación» y que eso se trata de «herida esta que sigue abierta y sangra hace años».

«Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy. ¿Cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?», agregó.

El énfasis que puso el arzobispo en este tema se da a los pocos días de que, en el Congreso, Milei lograra voltear el intento por subir las jubilaciones.

El libertario consiguió que se caiga esa sesión con el faltazo de legisladores PRO, radicales con peluca y alineados a los gobernadores Martín Llaryora, Nacho Torres, Gerardo Zamora, Raúl Jalil, Carlos Sadir y Leandro Zdero.

 Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación; el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad; estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia; el pan agrietado por el odio y la descalificación 

«Nuestro país también sangra», dijo García Cuerva al hablar de «marginalidad y exclusión» y «tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que, en algunos barrios, es un Estado paralelo».

«Tantas personas que están en situación de calle, tantas familias que sufren las inundaciones, las personas con discapacidad. Tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las drogas y las garras del juego», sostuvo.

 Por otro lado, el arzobispo dedicó numerosos pasajes de su homilía a exponer el contexto de violencia e intolerancia, condenando las campañas de odio de los libertarios en redes. 

«Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación; el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad; estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia; el pan agrietado por el odio y la descalificación», dijo.

Ante eso, apuntó: «Se está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto. Y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, y se muere la esperanza de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos».

También, García Cuerva aludió al bajo porcentaje de porteños que fueron a votar el pasado domingo: «Años de promesas incumplidas y estafas electorales que nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar porque pensamos otra vez lo mismo: ‘nada va a cambiar'».

 Días después que el Gobierno lograra evitar que se vote una suba a los jubilados, García Cuerva denunció «tantos hermanos que sufren marginalidad y exclusión» y condenó las campañas de odio de los libertarios en redes.  Leer más

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