“Solo era una entrevista en su rol de mujer y jueza”, dijo la amiga de la magistrada investigada

María Lia Vidal Aleman, una decoradora de interiores y ama de casa de Beccar, en San Isidro, estuvo la mayoría de las audiencias del juicio donde se discuten las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Armando Maradona. Su presencia en el debate ahora quedó inmersa en un expediente judicial donde se investiga el presunto vínculo de la jueza Julieta Makintach, magistrada que interviene en el proceso, y la supuesta preproducción de un documental sobre el caso.
Vidal Aleman afirmó que no existe un proyecto de documental del juicio, solo la idea de una entrevista con Makintach en su “su rol de jueza y mujer”.
En las últimas horas, se conocieron filmaciones de la jueza Makintach, que integra el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de San Isidro, pero se sumó a sus colegas del TOC N°3 para el juicio por la muerte de Maradona, que podrían confirmar su participación en la preproducción del supuesto documental sobre las circunstancias del debate.
Se tratan de grabaciones de las cámaras de seguridad de los Tribunales de San Isidro, situados en Ituzaingó 340, que registraron el ingreso de la jueza Makintach el domingo 9 de marzo pasado a las 16.12, cuando todavía faltaban casi 48 horas para que se iniciara el debate.
La magistrada no estaba sola. Ese día fue acompañada por un grupo de personas. Entre ellos, un camarógrafo y su amiga Vidal Aleman.
La jueza Makintach quedó grabada cuando subía con sus acompañantes en uno de los ascensores de uso exclusivo de magistrados. También fue filmada cuando subía y bajaba las escaleras del hall principal del edificio de tribunales que comunican con la sala de audiencias donde se desarrolla el juicio.
Vidal Aleman, según sus allegados, presentó un escrito ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de San Isidro que investiga el presunto vínculo entre la jueza y los productores del supuesto documental. El expediente está a cargo de los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo.
En el escrito de 15 páginas, al que tuvo acceso LA NACION, la amiga de la jueza negó que esté detrás de un documental del juicio por la muerte de Maradona y trató de desvincular a Makintach del supuesto proyecto audiovisual.
“Me presento aquí de manera espontánea a dar las explicaciones necesarias y verdaderas de lo ocurrido toda vez que, al menos en el marco de la repercusión mediática que el tema ha tenido, se han sostenido una serie de versiones falsas que no solamente me perjudican, sino también que afectan a terceras personas que nada tienen que ver con mi presencia en el debate”, sostuvo en el comienzo el escrito la amiga de la magistrada.
La decoradora de interiores explicó que está tranquila por su forma de actuar.
“Mi presencia en el debate del juicio que se sigue por la muerte de Maradona obedece pura y exclusivamente a un interés personal de un hecho público y notorio que mantiene en vilo a todo argentino, y yo no soy la excepción. Además de ello, en mi caso particular, soy hija de un conocido abogado penalista, Freddy Vidal, quien falleció hace pocos meses y que moría por seguir este debate desde la cuestión mediática que el tema tiene, pero también desde lo profesional por haber ejercido exclusivamente la abogacía como penalista toda su vida. En mi caso no soy abogada ni mucho menos, pero por la profesión de mi padre y mi hermano si conozco como funcionan los juicios y este en particular obviamente que atrajo mi atención y la verdad que me interesaba mucho poder presenciarlo”, dijo ante de entrar a detallar lo que definió como “una entrevista con la jueza”.
Vidal Aleman recordó que conoce a la magistrada desde que iban juntas a la primaria en el colegio Nuestra Señora de la Unidad y hasta el día de hoy continúan con “una relación personal de amistad inquebrantable”.
“En ese contexto de amiga íntima, y antes de que este debate se iniciara, se me ocurrió proponerle hacer una entrevista a Julieta en su rol de jueza y mujer, ya que siempre admiramos la carrera dedicada que tuvo y cómo pudo llevar adelante su familia, sus hijos y seguir manteniendo sus amistades. La verdad que tanto yo como mis amigas del colegio estamos todas orgullosas de lo que logró, y así fue que a mí se me ocurrió esto de entrevistarla, con la idea futura de hacer algún podcast, libro o publicación en redes sobre su perfil profesional. Si bien esta idea la tengo hace tiempo, el hecho de que hubiera sido asignada como jueza para uno de los juicios orales más trascendentes de nuestro país, potenció mucho más mi idea e interés en hacer algo al respecto«, afirmó en su presentación.
Vidal Aleman contó que con “total ingenuidad” le preguntó a su amiga si le gustaría participar de una entrevista donde abordaría su historia personal, su vocación por la justicia desde muy joven y “el amor por su trabajo”, enfocada desde la perspectiva de una de las juezas que tendría que llevar adelante uno de los juicios más importantes del país.
“La entrevista no tendría ningún tipo de referencia al juicio propiamente dicho, ya que el mismo ni siquiera había empezado, pero por supuesto mi idea era preguntarle como veía ella como jueza esa tarea que tendría que encarar. El proyecto que yo tenía en mente era y es absolutamente amateur, ya que no soy periodista y solo tengo admiración por mi amiga y por eso me divertía tener esta posibilidad de entrevistarla”, aseguró Vidal Aleman.
Después contó que en una comida se le ocurrió preguntarle a Juan Manuel D’Emilio, esposo de una de sus amigas y que tenía un pasado en el rubro publicitario, si le interesaba ayudarla.
“Me explicó que, desde lo técnico, para poder hacer cualquier tipo de producción futura se iba a necesitar de una serie de autorizaciones particulares y cesiones de derechos que, por supuesto, yo no tenía, y para esa instancia solo sabía que haría una entrevista con Julieta [Makintach]. Cuando se lo planteamos concretamente, ella nos comentó que entrevistas de este tipo es bastante común que los jueces puedan dar, a veces por cuestiones académicas, con alumnos de la facultad o incluso hasta con periodistas. En cualquier escenario, lo que nos aclaró es que nunca podría hacer manifestaciones relativas al desarrollo u opinión del juicio, este o cualquier otro en que participara. De hecho, para cuando hablamos informalmente nos comentó que del caso no tenía ni idea, ya que el juicio no había iniciado, con lo cual si quisiéramos ‘sacarle’ alguna información de curiosos no hubiésemos podido”, relató.
También hizo referencia a una “idea creativa” de mostrar “la cuestión de un juicio de mucha trascendencia desde la perspectiva de una jueza” y explicó: “Por supuesto de poder concretarse sería luego de que el juicio terminara”.
Afirmó que la entrevista que hicieron y las “pocas imágenes” que tomaron no se publicaron.
“Ella accedió a que le hiciéramos la entrevista, para lo cual como ni yo ni Juan Manuel teníamos elementos ni materiales como para hacerlo, él se contactó con José Arnal que trabajaba en el mundo de las producciones audiovisuales, a quien conocía desde su época como publicista y le pidió ayuda. Todo fue de manera gratuita, amateur y desinteresada, y no firmamos ningún tipo contrato y/o compromiso futuro respecto de lo que pensábamos hacer», sostuvo en su presentación la amiga de la jueza.
Vidal Aleman recordó que fue a hacerle la entrevista a su amiga en el despacho y que concurrió acompañada por Arnal (por orden de la Justicia se allanó su casa y la productora La Doble, que él dirigiría) y con un camarógrafo profesional.
“La entrevista que le hicimos fue completamente amateur, donde yo le preguntaba sobre su historia y su carrera judicial, qué tipo de estudios había hecho para llegar a ser jueza y como había llegado a ser elegida para integrar el tribunal en el juicio por la muerte de Maradona. Todas las respuestas que nos dio Makintach fueron absolutamente profesionales, en ningún momento manifestó algo vinculado al futuro juicio, ni siquiera su opinión personal, y todo se desarrolló en el ámbito que estoy explicando: una amiga íntima preguntándole a otra en una entrevista filmada. La entrevista debe haber durado no más de 15 minutos, y le hicimos unas muy pocas preguntas generales”, afirmó la decoradora de interiores en el citado texto.
Negó cualquier vínculo con al productora Pegsa, cuyo presidente es el capitán de los Pumas Agustín Pichot y el director general ejecutivo Juan Makintach, hermano de la magistrada.
También hizo referencias a una serie de filmaciones (las grabaciones que se conocieron ayer y que derivaron en una serie de allanamientos).
“Al margen de la entrevista puntual donde, reitero, no dijo nada del juicio propiamente dicho -que ni siquiera había empezado y no conocía los pormenores- hicimos alguna producción de fotos y escenas planificadas, en su despacho, caminando por Tribunales y entrando a la sala de audiencias. Como lo que queríamos mostrar era el rol de la jueza, y no el juicio en el que participaba, estas imágenes fueron así planificadas. Estas fotos o videos formarían parte de lo que con Juan Manuel habíamos pensado hacer en algún futuro y cuando el juicio ya hubiera terminado. Era apenas el material inicial de algo que quizás a futuro podríamos llegar a utilizar de alguna forma”, dijo.
También hizo referencia a su presencia en la sala de audiencias y a una filmación que hizo un camarógrafo y que fue incorporada como prueba en el expediente que llevan adelante los fiscales Asprella, Chaieb y Amallo.
“Llegamos al día del inicio del debate en el cual se formularían las palabras iniciales de apertura. Todos los periodistas estaban autorizados a tomar fotos y filmar la sala ese primer día -independientemente de la filmación oficial- para lo cual ingresaron todos juntos a la sala de audiencias y tomaron imágenes y videos de las disposiciones de las partes y ese tipo de cosas. Nosotros, como éramos público general y no periodistas profesionales, no pudimos ingresar en ese momento a tomar la foto y las imágenes que queríamos de la jueza en el estrado, con lo cual le preguntamos si era posible hacerlo después. La jueza nos dijo que sí, pero que solamente la enfocáramos a ella, y en pocos planos. Por eso fue que, iniciado el debate, nos permitieron que el fotógrafo que habíamos llevado, hiciera las tomas exclusivamente de la doctora Makintach, y es así lo único que hizo. Por supuesto que el desarrollo del debate no fue ni filmado ni fotografiado jamás por nosotros, y solo pudimos tomar esa imagen aislada de la jueza el primer día del juicio, el mismo día que todos los demás periodistas lo habían hecho”, aseguró.
María Lia Vidal Aleman, una decoradora de interiores y ama de casa de Beccar, en San Isidro, estuvo la mayoría de las audiencias del juicio donde se discuten las circunstancias que rodearon la muerte de Diego Armando Maradona. Su presencia en el debate ahora quedó inmersa en un expediente judicial donde se investiga el presunto vínculo de la jueza Julieta Makintach, magistrada que interviene en el proceso, y la supuesta preproducción de un documental sobre el caso.
Vidal Aleman afirmó que no existe un proyecto de documental del juicio, solo la idea de una entrevista con Makintach en su “su rol de jueza y mujer”.
En las últimas horas, se conocieron filmaciones de la jueza Makintach, que integra el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de San Isidro, pero se sumó a sus colegas del TOC N°3 para el juicio por la muerte de Maradona, que podrían confirmar su participación en la preproducción del supuesto documental sobre las circunstancias del debate.
Se tratan de grabaciones de las cámaras de seguridad de los Tribunales de San Isidro, situados en Ituzaingó 340, que registraron el ingreso de la jueza Makintach el domingo 9 de marzo pasado a las 16.12, cuando todavía faltaban casi 48 horas para que se iniciara el debate.
La magistrada no estaba sola. Ese día fue acompañada por un grupo de personas. Entre ellos, un camarógrafo y su amiga Vidal Aleman.
La jueza Makintach quedó grabada cuando subía con sus acompañantes en uno de los ascensores de uso exclusivo de magistrados. También fue filmada cuando subía y bajaba las escaleras del hall principal del edificio de tribunales que comunican con la sala de audiencias donde se desarrolla el juicio.
Vidal Aleman, según sus allegados, presentó un escrito ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de San Isidro que investiga el presunto vínculo entre la jueza y los productores del supuesto documental. El expediente está a cargo de los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo.
En el escrito de 15 páginas, al que tuvo acceso LA NACION, la amiga de la jueza negó que esté detrás de un documental del juicio por la muerte de Maradona y trató de desvincular a Makintach del supuesto proyecto audiovisual.
“Me presento aquí de manera espontánea a dar las explicaciones necesarias y verdaderas de lo ocurrido toda vez que, al menos en el marco de la repercusión mediática que el tema ha tenido, se han sostenido una serie de versiones falsas que no solamente me perjudican, sino también que afectan a terceras personas que nada tienen que ver con mi presencia en el debate”, sostuvo en el comienzo el escrito la amiga de la magistrada.
La decoradora de interiores explicó que está tranquila por su forma de actuar.
“Mi presencia en el debate del juicio que se sigue por la muerte de Maradona obedece pura y exclusivamente a un interés personal de un hecho público y notorio que mantiene en vilo a todo argentino, y yo no soy la excepción. Además de ello, en mi caso particular, soy hija de un conocido abogado penalista, Freddy Vidal, quien falleció hace pocos meses y que moría por seguir este debate desde la cuestión mediática que el tema tiene, pero también desde lo profesional por haber ejercido exclusivamente la abogacía como penalista toda su vida. En mi caso no soy abogada ni mucho menos, pero por la profesión de mi padre y mi hermano si conozco como funcionan los juicios y este en particular obviamente que atrajo mi atención y la verdad que me interesaba mucho poder presenciarlo”, dijo ante de entrar a detallar lo que definió como “una entrevista con la jueza”.
Vidal Aleman recordó que conoce a la magistrada desde que iban juntas a la primaria en el colegio Nuestra Señora de la Unidad y hasta el día de hoy continúan con “una relación personal de amistad inquebrantable”.
“En ese contexto de amiga íntima, y antes de que este debate se iniciara, se me ocurrió proponerle hacer una entrevista a Julieta en su rol de jueza y mujer, ya que siempre admiramos la carrera dedicada que tuvo y cómo pudo llevar adelante su familia, sus hijos y seguir manteniendo sus amistades. La verdad que tanto yo como mis amigas del colegio estamos todas orgullosas de lo que logró, y así fue que a mí se me ocurrió esto de entrevistarla, con la idea futura de hacer algún podcast, libro o publicación en redes sobre su perfil profesional. Si bien esta idea la tengo hace tiempo, el hecho de que hubiera sido asignada como jueza para uno de los juicios orales más trascendentes de nuestro país, potenció mucho más mi idea e interés en hacer algo al respecto«, afirmó en su presentación.
Vidal Aleman contó que con “total ingenuidad” le preguntó a su amiga si le gustaría participar de una entrevista donde abordaría su historia personal, su vocación por la justicia desde muy joven y “el amor por su trabajo”, enfocada desde la perspectiva de una de las juezas que tendría que llevar adelante uno de los juicios más importantes del país.
“La entrevista no tendría ningún tipo de referencia al juicio propiamente dicho, ya que el mismo ni siquiera había empezado, pero por supuesto mi idea era preguntarle como veía ella como jueza esa tarea que tendría que encarar. El proyecto que yo tenía en mente era y es absolutamente amateur, ya que no soy periodista y solo tengo admiración por mi amiga y por eso me divertía tener esta posibilidad de entrevistarla”, aseguró Vidal Aleman.
Después contó que en una comida se le ocurrió preguntarle a Juan Manuel D’Emilio, esposo de una de sus amigas y que tenía un pasado en el rubro publicitario, si le interesaba ayudarla.
“Me explicó que, desde lo técnico, para poder hacer cualquier tipo de producción futura se iba a necesitar de una serie de autorizaciones particulares y cesiones de derechos que, por supuesto, yo no tenía, y para esa instancia solo sabía que haría una entrevista con Julieta [Makintach]. Cuando se lo planteamos concretamente, ella nos comentó que entrevistas de este tipo es bastante común que los jueces puedan dar, a veces por cuestiones académicas, con alumnos de la facultad o incluso hasta con periodistas. En cualquier escenario, lo que nos aclaró es que nunca podría hacer manifestaciones relativas al desarrollo u opinión del juicio, este o cualquier otro en que participara. De hecho, para cuando hablamos informalmente nos comentó que del caso no tenía ni idea, ya que el juicio no había iniciado, con lo cual si quisiéramos ‘sacarle’ alguna información de curiosos no hubiésemos podido”, relató.
También hizo referencia a una “idea creativa” de mostrar “la cuestión de un juicio de mucha trascendencia desde la perspectiva de una jueza” y explicó: “Por supuesto de poder concretarse sería luego de que el juicio terminara”.
Afirmó que la entrevista que hicieron y las “pocas imágenes” que tomaron no se publicaron.
“Ella accedió a que le hiciéramos la entrevista, para lo cual como ni yo ni Juan Manuel teníamos elementos ni materiales como para hacerlo, él se contactó con José Arnal que trabajaba en el mundo de las producciones audiovisuales, a quien conocía desde su época como publicista y le pidió ayuda. Todo fue de manera gratuita, amateur y desinteresada, y no firmamos ningún tipo contrato y/o compromiso futuro respecto de lo que pensábamos hacer», sostuvo en su presentación la amiga de la jueza.
Vidal Aleman recordó que fue a hacerle la entrevista a su amiga en el despacho y que concurrió acompañada por Arnal (por orden de la Justicia se allanó su casa y la productora La Doble, que él dirigiría) y con un camarógrafo profesional.
“La entrevista que le hicimos fue completamente amateur, donde yo le preguntaba sobre su historia y su carrera judicial, qué tipo de estudios había hecho para llegar a ser jueza y como había llegado a ser elegida para integrar el tribunal en el juicio por la muerte de Maradona. Todas las respuestas que nos dio Makintach fueron absolutamente profesionales, en ningún momento manifestó algo vinculado al futuro juicio, ni siquiera su opinión personal, y todo se desarrolló en el ámbito que estoy explicando: una amiga íntima preguntándole a otra en una entrevista filmada. La entrevista debe haber durado no más de 15 minutos, y le hicimos unas muy pocas preguntas generales”, afirmó la decoradora de interiores en el citado texto.
Negó cualquier vínculo con al productora Pegsa, cuyo presidente es el capitán de los Pumas Agustín Pichot y el director general ejecutivo Juan Makintach, hermano de la magistrada.
También hizo referencias a una serie de filmaciones (las grabaciones que se conocieron ayer y que derivaron en una serie de allanamientos).
“Al margen de la entrevista puntual donde, reitero, no dijo nada del juicio propiamente dicho -que ni siquiera había empezado y no conocía los pormenores- hicimos alguna producción de fotos y escenas planificadas, en su despacho, caminando por Tribunales y entrando a la sala de audiencias. Como lo que queríamos mostrar era el rol de la jueza, y no el juicio en el que participaba, estas imágenes fueron así planificadas. Estas fotos o videos formarían parte de lo que con Juan Manuel habíamos pensado hacer en algún futuro y cuando el juicio ya hubiera terminado. Era apenas el material inicial de algo que quizás a futuro podríamos llegar a utilizar de alguna forma”, dijo.
También hizo referencia a su presencia en la sala de audiencias y a una filmación que hizo un camarógrafo y que fue incorporada como prueba en el expediente que llevan adelante los fiscales Asprella, Chaieb y Amallo.
“Llegamos al día del inicio del debate en el cual se formularían las palabras iniciales de apertura. Todos los periodistas estaban autorizados a tomar fotos y filmar la sala ese primer día -independientemente de la filmación oficial- para lo cual ingresaron todos juntos a la sala de audiencias y tomaron imágenes y videos de las disposiciones de las partes y ese tipo de cosas. Nosotros, como éramos público general y no periodistas profesionales, no pudimos ingresar en ese momento a tomar la foto y las imágenes que queríamos de la jueza en el estrado, con lo cual le preguntamos si era posible hacerlo después. La jueza nos dijo que sí, pero que solamente la enfocáramos a ella, y en pocos planos. Por eso fue que, iniciado el debate, nos permitieron que el fotógrafo que habíamos llevado, hiciera las tomas exclusivamente de la doctora Makintach, y es así lo único que hizo. Por supuesto que el desarrollo del debate no fue ni filmado ni fotografiado jamás por nosotros, y solo pudimos tomar esa imagen aislada de la jueza el primer día del juicio, el mismo día que todos los demás periodistas lo habían hecho”, aseguró.
María Lia Vidal Aleman, una decoradora de interiores, presentó un escrito para explicar su presencia en el juicio por la muerte de Diego Maradona LA NACION