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La Justicia de EE.UU. acusó a una ejecutiva argentina de cometer fraude a sus inversores por más de US$100 millones

La Comisión de Valores estadounidense (SEC) acusó de cometer fraude por al menos US$100 millones a la firma Unicoin y a tres de sus máximos ejecutivos, incluida su exCEO, la argentina Silvina Moschini. Sostuvo que engañaron a los inversionistas con afirmaciones y promesas sobre supuestas inversiones y activos que “eran ilusorios”.

“Sostenemos que Unicoin y sus ejecutivos explotaron a miles de inversores con promesas ficticias de que sus tokens, una vez emitidos, estarían respaldados por activos reales, incluyendo una cartera internacional de valiosas propiedades inmobiliarias”, declaró el director asociado de la División de Cumplimiento de la SEC, Mark Cave. “Sin embargo, los activos inmobiliarios valían en realidad una fracción de lo que la compañía afirmaba, y la mayoría de las ventas de certificados de derechos de la compañía eran ilusorias”, remarcó.

La SEC avanzó así contra Moschini, el actual CEO y presidente del directorio de Unicoin, Alex Konanykhin, y contra el máximo ejecutivo a cargo de las inversiones de la firma, Alex Domínguez. Sostuvo que los tres “perpetraron el fraude, y la acción de la SEC exige responsabilidades por su conducta”.

Dólares bajo el colchón: el Gobierno anunció el “plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”

Sin admitir ni negar las acusaciones de la SEC, el asesor general de Unicoin, Richard Devlin, consintió que se emita una sentencia firme que disponga una medida cautelar permanente en su contra y lo condenó al pago de una multa civil de 37.500 dólares. Los cargos en su contra: “Violar las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores al realizar, por negligencia, declaraciones erróneas similares en los memorandos de colocación privada que Unicoin utilizó para ofrecer y vender certificados de derechos y acciones ordinarias de Unicoin”.

Consultada por LA NACION, Moschini rechazó las acusaciones. Sostuvo que tanto ella, como el equipo de ejecutivos, como sus inversores quieren “que se llegue al fondo de esto y se exponga a quienes usan recursos del gobierno [de Estados Unidos] para una guerra política”, que no especificó cuál sería, pero añadió que con esa presunta ofensiva le habrían causado “millones” a sus inversores.

¿Qué planteó la SEC? Alegó que Unicoin comercializó certificados de derechos con extensas campañas promocionales que incluyeron anuncios en aeropuertos importantes, en miles de taxis de Nueva York, en televisión y redes sociales. Y que de ese modo lograron que más de 5000 inversores compraran certificados de derechos “mediante declaraciones falsas y engañosas que los presentaban como inversiones en criptoactivos seguros, estables y rentables”.

De acuerdo a la investigación que desarrolló la SEC, esas supuestas inversiones en criptoactivos “seguros, estables y rentables” mostraron tres grandes inconsistencias que serían ilíticas:

  • Moschini y otros ejecutivos afirmaron que los tokens de Unicoin “estaban respaldados por miles de millones de dólares en bienes raíces y participaciones en empresas pre-IPO, cuando los activos de Unicoin nunca valieron más que una pequeña fracción de esa cantidad”;
  • La empresa vendió más de US$3000 millones en certificados de derechos, cuando no recaudó más de US$110 millones;
  • Unicoin afirmó que los certificados de derechos y los tokens “estaban registrados en la SEC o en Estados Unidos cuando no lo estaban”.

En un mensaje dirigido a sus inversores que subió a su cuenta de Linkedin, Moschini rechazó esas acusaciones, con dardos que centró en Gary Gensler, quien lideró la SEC durante la presidencia de Joe Biden. ”Al emprender una guerra legal contra Unicoin, iniciada por la administración de Gensler en la SEC, se está dañando la esencia misma del espíritu emprendedor estadounidense”, sostuvo. Y afirmó que se trata de una “persecución fabricada y vengativa diseñada para “destruir” a Unicoin y “amedrentar” a otros emprendedores.

“Como inmigrante que se convirtió en un orgulloso ciudadano estadounidense, llegué a este país creyendo en su promesa de oportunidades, equidad e innovación sin límites. Hoy, esa promesa se siente traicionada”, afirmó Moschini, quien suele ser presentada en los medios como “la argentina que lidera el mundo de las criptos”, “la primera mujer de América Latina que convirtió a su empresa en un unicornio” y “una de las caras más influyentes en el emprendimiento en el ámbito internacional”.

Ahora, en el mensaje que envió a los inversores tras conocer los cargos que presentó la SEC contra ella y otros ejecutivos de Unicoin, Moschini reafirmó su posición: “A nuestros accionistas, seguidores y creyentes en la verdadera innovación: nuestra lucha continúa. La verdad prevalecerá”.

Según la denuncia que la SEC presentó ante la Justicia, en tanto, Unicoin también infringió las leyes federales de valores al realizar ofertas y ventas de certificados de derechos “sin registro”. Es decir, que al menos uno de sus ejecutivos, Konanykhin, “ofreció y vendió más de 37,9 millones de sus certificados de derechos para ofrecer mejores precios y atraer a inversores a quienes la compañía había prohibido participar en la oferta para no poner en peligro su exención de los requisitos de registro”.

La Justicia federal con asiento en el Distrito Sur de Nueva York deberá ahora determinar si Unicoin, Moschini, Konanykhin y Domínguez infringieron las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores, entre otros posibles delitos. También definirá si dispone medidas cautelares mientras tramite el proceso para que los acusados, de ser hallados culpables, garanticen la restitución de las ganancias que serían ilícitas.

La SEC, por lo pronto, ya logró que el asesor general de Unicoin, Richard Devlin, acepte una sentencia en su contra y una multa civil.

La Comisión de Valores estadounidense (SEC) acusó de cometer fraude por al menos US$100 millones a la firma Unicoin y a tres de sus máximos ejecutivos, incluida su exCEO, la argentina Silvina Moschini. Sostuvo que engañaron a los inversionistas con afirmaciones y promesas sobre supuestas inversiones y activos que “eran ilusorios”.

“Sostenemos que Unicoin y sus ejecutivos explotaron a miles de inversores con promesas ficticias de que sus tokens, una vez emitidos, estarían respaldados por activos reales, incluyendo una cartera internacional de valiosas propiedades inmobiliarias”, declaró el director asociado de la División de Cumplimiento de la SEC, Mark Cave. “Sin embargo, los activos inmobiliarios valían en realidad una fracción de lo que la compañía afirmaba, y la mayoría de las ventas de certificados de derechos de la compañía eran ilusorias”, remarcó.

La SEC avanzó así contra Moschini, el actual CEO y presidente del directorio de Unicoin, Alex Konanykhin, y contra el máximo ejecutivo a cargo de las inversiones de la firma, Alex Domínguez. Sostuvo que los tres “perpetraron el fraude, y la acción de la SEC exige responsabilidades por su conducta”.

Dólares bajo el colchón: el Gobierno anunció el “plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”

Sin admitir ni negar las acusaciones de la SEC, el asesor general de Unicoin, Richard Devlin, consintió que se emita una sentencia firme que disponga una medida cautelar permanente en su contra y lo condenó al pago de una multa civil de 37.500 dólares. Los cargos en su contra: “Violar las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores al realizar, por negligencia, declaraciones erróneas similares en los memorandos de colocación privada que Unicoin utilizó para ofrecer y vender certificados de derechos y acciones ordinarias de Unicoin”.

Consultada por LA NACION, Moschini rechazó las acusaciones. Sostuvo que tanto ella, como el equipo de ejecutivos, como sus inversores quieren “que se llegue al fondo de esto y se exponga a quienes usan recursos del gobierno [de Estados Unidos] para una guerra política”, que no especificó cuál sería, pero añadió que con esa presunta ofensiva le habrían causado “millones” a sus inversores.

¿Qué planteó la SEC? Alegó que Unicoin comercializó certificados de derechos con extensas campañas promocionales que incluyeron anuncios en aeropuertos importantes, en miles de taxis de Nueva York, en televisión y redes sociales. Y que de ese modo lograron que más de 5000 inversores compraran certificados de derechos “mediante declaraciones falsas y engañosas que los presentaban como inversiones en criptoactivos seguros, estables y rentables”.

De acuerdo a la investigación que desarrolló la SEC, esas supuestas inversiones en criptoactivos “seguros, estables y rentables” mostraron tres grandes inconsistencias que serían ilíticas:

  • Moschini y otros ejecutivos afirmaron que los tokens de Unicoin “estaban respaldados por miles de millones de dólares en bienes raíces y participaciones en empresas pre-IPO, cuando los activos de Unicoin nunca valieron más que una pequeña fracción de esa cantidad”;
  • La empresa vendió más de US$3000 millones en certificados de derechos, cuando no recaudó más de US$110 millones;
  • Unicoin afirmó que los certificados de derechos y los tokens “estaban registrados en la SEC o en Estados Unidos cuando no lo estaban”.

En un mensaje dirigido a sus inversores que subió a su cuenta de Linkedin, Moschini rechazó esas acusaciones, con dardos que centró en Gary Gensler, quien lideró la SEC durante la presidencia de Joe Biden. ”Al emprender una guerra legal contra Unicoin, iniciada por la administración de Gensler en la SEC, se está dañando la esencia misma del espíritu emprendedor estadounidense”, sostuvo. Y afirmó que se trata de una “persecución fabricada y vengativa diseñada para “destruir” a Unicoin y “amedrentar” a otros emprendedores.

“Como inmigrante que se convirtió en un orgulloso ciudadano estadounidense, llegué a este país creyendo en su promesa de oportunidades, equidad e innovación sin límites. Hoy, esa promesa se siente traicionada”, afirmó Moschini, quien suele ser presentada en los medios como “la argentina que lidera el mundo de las criptos”, “la primera mujer de América Latina que convirtió a su empresa en un unicornio” y “una de las caras más influyentes en el emprendimiento en el ámbito internacional”.

Ahora, en el mensaje que envió a los inversores tras conocer los cargos que presentó la SEC contra ella y otros ejecutivos de Unicoin, Moschini reafirmó su posición: “A nuestros accionistas, seguidores y creyentes en la verdadera innovación: nuestra lucha continúa. La verdad prevalecerá”.

Según la denuncia que la SEC presentó ante la Justicia, en tanto, Unicoin también infringió las leyes federales de valores al realizar ofertas y ventas de certificados de derechos “sin registro”. Es decir, que al menos uno de sus ejecutivos, Konanykhin, “ofreció y vendió más de 37,9 millones de sus certificados de derechos para ofrecer mejores precios y atraer a inversores a quienes la compañía había prohibido participar en la oferta para no poner en peligro su exención de los requisitos de registro”.

La Justicia federal con asiento en el Distrito Sur de Nueva York deberá ahora determinar si Unicoin, Moschini, Konanykhin y Domínguez infringieron las disposiciones antifraude de las leyes federales de valores, entre otros posibles delitos. También definirá si dispone medidas cautelares mientras tramite el proceso para que los acusados, de ser hallados culpables, garanticen la restitución de las ganancias que serían ilícitas.

La SEC, por lo pronto, ya logró que el asesor general de Unicoin, Richard Devlin, acepte una sentencia en su contra y una multa civil.

 La SEC evaluará si Silvina Moschini y otros referentes de Unicoin cometieron delitos; otro ejecutivo aceptó pagar una multa civil  LA NACION

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