AI Mode: Google redobla su apuesta por la IA con una nueva experiencia de búsqueda inteligente

Por primera vez en más de dos décadas, la barra de búsqueda de Google empieza a parecerse más a una conversación con un asistente que a una lista de enlaces. Desde que la empresa lanzó las “AI Overviews” en 2024 —resúmenes generados por inteligencia artificial que acompañan las búsquedas—, los usuarios comenzaron a hacer preguntas más complejas, extensas y visuales. La compañía asegura que estas nuevas interacciones incrementaron en más de un 10% el uso de Google en países como Estados Unidos e India.
Ahora, Google da un paso más con el lanzamiento de AI Mode, una experiencia renovada que convierte a su buscador en un sistema más inteligente y capaz. Presentada durante la conferencia anual I/O 2025, esta nueva modalidad ya empezó a implementarse en Estados Unidos sin necesidad de inscripción previa en Google Labs, y se espera que llegue a más países en los próximos meses.
AI Mode es una búsqueda potenciada por el modelo Gemini 2.5, el más avanzado de Google hasta la fecha. La herramienta se vale de una técnica llamada query fan-out, que descompone la consulta inicial en múltiples subtemas y lanza en simultáneo decenas o incluso cientos de búsquedas. Así, el sistema navega de forma más profunda por la web, encuentra contenido hiperrelevante y entrega respuestas más precisas, razonadas y con enlaces de respaldo.
Esta modalidad también permite continuar la conversación con preguntas de seguimiento, sumar contexto personal —como reservas de Gmail— y ofrecer resultados adaptados a los intereses del usuario, siempre bajo su consentimiento. En paralelo, una de las novedades más destacadas es Deep Search, que lleva el concepto de búsqueda a fondo a otro nivel. Esta función analiza múltiples fuentes de información, cruza datos y devuelve reportes citados en minutos, ideal para quienes necesitan investigar un tema sin invertir horas.
También se anunció Search Live, una evolución de Google Lens basada en el proyecto Astra. Permite interactuar en tiempo real con la cámara del teléfono: por ejemplo, mostrar un objeto o una escena y pedir explicaciones o recomendaciones, como si el buscador pudiera “ver” lo mismo que el usuario.
Otro avance es la integración de capacidades propias de agentes de inteligencia artificial: funciones automatizadas que completan tareas por el usuario. A través del proyecto Mariner, AI Mode puede buscar entradas para eventos, comparar precios y hasta rellenar formularios en distintos sitios web. Google ya se asoció con plataformas como Ticketmaster, StubHub y Resy para habilitar estas operaciones.
En materia de comercio electrónico, Google presentó un asistente de compras más visual y personalizado. Gracias a la combinación de Gemini y el Shopping Graph, AI Mode puede ayudar a definir preferencias, probar ropa virtualmente con una imagen y hasta automatizar la compra con Google Pay cuando se cumplan las condiciones deseadas.
A su vez, para quienes buscan comprender datos complejos, la función de gráficos personalizados permite transformar información —como estadísticas deportivas o indicadores financieros— en visualizaciones interactivas creadas en tiempo real a partir de una consulta específica.
En relación a la privacidad, a medida que la inteligencia artificial se vuelve más personal, Google insiste en que el usuario mantiene el control. Cada vez que la búsqueda utilice información privada para mejorar los resultados, lo notificará explícitamente y permitirá activar o desactivar esta función en cualquier momento.
AI Mode ya está disponible para usuarios en Estados Unidos y las demás funciones comenzarán a desplegarse en Google Labs en las próximas semanas. Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción —una búsqueda que comprende, actúa, ve y recomienda— comienza a tomar forma en el buscador más utilizado del planeta. Para Google, se trata de un cambio de paradigma: dejar de ofrecer solo información para empezar a ofrecer inteligencia.
Por primera vez en más de dos décadas, la barra de búsqueda de Google empieza a parecerse más a una conversación con un asistente que a una lista de enlaces. Desde que la empresa lanzó las “AI Overviews” en 2024 —resúmenes generados por inteligencia artificial que acompañan las búsquedas—, los usuarios comenzaron a hacer preguntas más complejas, extensas y visuales. La compañía asegura que estas nuevas interacciones incrementaron en más de un 10% el uso de Google en países como Estados Unidos e India.
Ahora, Google da un paso más con el lanzamiento de AI Mode, una experiencia renovada que convierte a su buscador en un sistema más inteligente y capaz. Presentada durante la conferencia anual I/O 2025, esta nueva modalidad ya empezó a implementarse en Estados Unidos sin necesidad de inscripción previa en Google Labs, y se espera que llegue a más países en los próximos meses.
AI Mode es una búsqueda potenciada por el modelo Gemini 2.5, el más avanzado de Google hasta la fecha. La herramienta se vale de una técnica llamada query fan-out, que descompone la consulta inicial en múltiples subtemas y lanza en simultáneo decenas o incluso cientos de búsquedas. Así, el sistema navega de forma más profunda por la web, encuentra contenido hiperrelevante y entrega respuestas más precisas, razonadas y con enlaces de respaldo.
Esta modalidad también permite continuar la conversación con preguntas de seguimiento, sumar contexto personal —como reservas de Gmail— y ofrecer resultados adaptados a los intereses del usuario, siempre bajo su consentimiento. En paralelo, una de las novedades más destacadas es Deep Search, que lleva el concepto de búsqueda a fondo a otro nivel. Esta función analiza múltiples fuentes de información, cruza datos y devuelve reportes citados en minutos, ideal para quienes necesitan investigar un tema sin invertir horas.
También se anunció Search Live, una evolución de Google Lens basada en el proyecto Astra. Permite interactuar en tiempo real con la cámara del teléfono: por ejemplo, mostrar un objeto o una escena y pedir explicaciones o recomendaciones, como si el buscador pudiera “ver” lo mismo que el usuario.
Otro avance es la integración de capacidades propias de agentes de inteligencia artificial: funciones automatizadas que completan tareas por el usuario. A través del proyecto Mariner, AI Mode puede buscar entradas para eventos, comparar precios y hasta rellenar formularios en distintos sitios web. Google ya se asoció con plataformas como Ticketmaster, StubHub y Resy para habilitar estas operaciones.
En materia de comercio electrónico, Google presentó un asistente de compras más visual y personalizado. Gracias a la combinación de Gemini y el Shopping Graph, AI Mode puede ayudar a definir preferencias, probar ropa virtualmente con una imagen y hasta automatizar la compra con Google Pay cuando se cumplan las condiciones deseadas.
A su vez, para quienes buscan comprender datos complejos, la función de gráficos personalizados permite transformar información —como estadísticas deportivas o indicadores financieros— en visualizaciones interactivas creadas en tiempo real a partir de una consulta específica.
En relación a la privacidad, a medida que la inteligencia artificial se vuelve más personal, Google insiste en que el usuario mantiene el control. Cada vez que la búsqueda utilice información privada para mejorar los resultados, lo notificará explícitamente y permitirá activar o desactivar esta función en cualquier momento.
AI Mode ya está disponible para usuarios en Estados Unidos y las demás funciones comenzarán a desplegarse en Google Labs en las próximas semanas. Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción —una búsqueda que comprende, actúa, ve y recomienda— comienza a tomar forma en el buscador más utilizado del planeta. Para Google, se trata de un cambio de paradigma: dejar de ofrecer solo información para empezar a ofrecer inteligencia.
En el inicio de su conferencia I/O 2025, Google anunció el despliegue de AI Mode, un modo de búsqueda avanzada potenciada por inteligencia artificial que permite desde investigar a fondo un tema hasta comprar entradas o generar gráficos personalizados LA NACION