Así es la lujosa isla cerca de Nueva York que está en venta: solo se puede ingresar en barco

Alguna vez te preguntaste: ¿Cómo es vivir en una isla privada? Cerca de Nueva York es posible. Frente a la costa de Connecticut se encuentra en venta un terreno privado de tres hectáreas rodeado de vistas panorámicas de 360 grados del estrecho de Long Island, en el archipiélago de las islas Thimble.
La propiedad construida volvió al mercado por un valor de US$29,99 millones, 5 millones menos que cuando estuvo en venta el año pasado. Pero además, esta vez, los vendedores incluyeron un complejo costero adicional en tierra firme para endulzar la oferta.
Lo denunciaron por levantar un muro de 5 metros con alambre de púas sin saber de quien se trataba
El oasis verde es el refugio de verano para la familia de su actual propietario, Greg Jensen, codirector de inversiones de Bridgewater Associates, la mayor firma de fondos de cobertura del mundo.
Jensen pagó US$21,5 millones por la propiedad en 2018 y ahora la familia se está deshaciendo de la casa ya que sus hijos crecieron.
Según The New York Post, Joseph Barbieri, uno de los encargados de vender la isla, dijo: “Nunca conseguirías algo así por este precio”.
Los lujos de la propiedad
La Isla Rogers, que recibe su nombre en honor a John Rogers -uno de los primeros colonos de Branford, cuya familia fue propietaria de la isla entre 1710 y 1858-, a la que solo se puede acceder en barco, incluye una casa estilo Tudor de 800 m2, 10 dormitorios, dos cocinas y ocho baños.
Renovada en 2023, la suite principal cuenta con chimenea, balcón privado, baño con sauna y armarios revestidos de cedro.
Además de la mansión, la isla está repleta de dependencias, incluyendo una casa de invitados de cuatro habitaciones con cocina y un invernadero. Un estudio con ducha exterior puede utilizarse también como spa o estudio de artista, según el anuncio de Sotheby’s International Realty.
La ciudad de la Patagonia que abandona a las cabañas de madera
La isla también cuenta con una piscina de agua salada con spa, una casa de piscina con pérgola junto al agua, un cenador, una cancha de tenis y una pequeña zona de golf.
Hay dos muelles: uno para el suministro de servicios y otro para uso privado, así como una rampa para embarcaciones en la arena.
Otras comodidades, propias de un resort, incluyen una cancha de tenis y una hoguera entre las piedras. El paisajismo es muy característico de la propiedad, con un jardín formal y un estanque de koi con cascada.
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Alguna vez te preguntaste: ¿Cómo es vivir en una isla privada? Cerca de Nueva York es posible. Frente a la costa de Connecticut se encuentra en venta un terreno privado de tres hectáreas rodeado de vistas panorámicas de 360 grados del estrecho de Long Island, en el archipiélago de las islas Thimble.
La propiedad construida volvió al mercado por un valor de US$29,99 millones, 5 millones menos que cuando estuvo en venta el año pasado. Pero además, esta vez, los vendedores incluyeron un complejo costero adicional en tierra firme para endulzar la oferta.
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Jensen pagó US$21,5 millones por la propiedad en 2018 y ahora la familia se está deshaciendo de la casa ya que sus hijos crecieron.
Según The New York Post, Joseph Barbieri, uno de los encargados de vender la isla, dijo: “Nunca conseguirías algo así por este precio”.
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La Isla Rogers, que recibe su nombre en honor a John Rogers -uno de los primeros colonos de Branford, cuya familia fue propietaria de la isla entre 1710 y 1858-, a la que solo se puede acceder en barco, incluye una casa estilo Tudor de 800 m2, 10 dormitorios, dos cocinas y ocho baños.
Renovada en 2023, la suite principal cuenta con chimenea, balcón privado, baño con sauna y armarios revestidos de cedro.
Además de la mansión, la isla está repleta de dependencias, incluyendo una casa de invitados de cuatro habitaciones con cocina y un invernadero. Un estudio con ducha exterior puede utilizarse también como spa o estudio de artista, según el anuncio de Sotheby’s International Realty.
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La isla también cuenta con una piscina de agua salada con spa, una casa de piscina con pérgola junto al agua, un cenador, una cancha de tenis y una pequeña zona de golf.
Hay dos muelles: uno para el suministro de servicios y otro para uso privado, así como una rampa para embarcaciones en la arena.
Otras comodidades, propias de un resort, incluyen una cancha de tenis y una hoguera entre las piedras. El paisajismo es muy característico de la propiedad, con un jardín formal y un estanque de koi con cascada.
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Todos los lujos que se pueden ofrecer están en un terreno privado de tres hectáreas sobre el agua LA NACION