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Una “gran síntesis”: cómo interpretan los cardenales los primeros gestos de León XIV

ROMA.- Al presentarse ante el mundo, lució la muceta roja y una cruz pectoral dorada, al estilo de Benedicto XVI. Dejó de lado el Fiat 500 blanco de Francisco y optó por un SUV negro. También anunció que volverá a residir en el departamento pontificio del Palacio Apostólico. Y en la tradicional primera audiencia con los más de 4000 periodistas que cubrieron el cónclave, concluyó con una bendición en latín. Su predecesor argentino, en cambio, el 16 de marzo de 2013 había preferido ofrecer una bendición silenciosa ante la prensa internacional, “respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios”.

A diez días de la elección de León XIV, los sectores más conservadores de la Iglesia exultaron con entusiasmo cada uno de estos gestos, e intentaron apropiarse de la figura del nuevo papa, presentándolo como una contracara de Francisco.

Aunque todavía es pronto y hay que dejar que el primer papa estadounidense —misionero y también con nacionalidad peruana— dé sus primeros pasos, la mayoría de los cardenales que lo eligieron en un cónclave sorprendentemente rápido —menos de 24 horas, apenas cuatro escrutinios— coincide en señalar que, más allá del estilo y las formas, en lo esencial hay mucho de Francisco en Robert Francis Prevost. En ese sentido, basta con tomarse el trabajo de leer con atención todo lo que ha dicho hasta ahora.

El papa Francisco saluda al Cardenal estadounidense Robert Francis Prevost durante la Misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas, la Policía y el Personal de Seguridad en la Plaza de San Pedro el 9 de febrero de 2025 en la Ciudad del Vaticano.

Yo estoy confiado en que tomamos la decisión correcta —que el Espíritu Santo hizo la elección correcta a través nuestro— porque estamos muy contentos con los mensajes que hemos recibido de él. Sentimos que León XIV realmente va a sostener la visión de Francisco, especialmente su llamado a que la Iglesia sea una Iglesia sinodal en misión. No esperamos que sea una fotocopia o un clon de Francisco, porque tiene una personalidad completamente distinta, pero creo que tiene muchas cosas originales para aportar, por toda su experiencia: es una combinación de experiencia norteamericana, sudamericana, y su experiencia universal como Superior General de los Agustinos”, dijo a LA NACION el cardenal filipino Pablo “Ambo” Virgilio David, presidente del episcopado de su país.

Yo me baso en el contenido de sus mensajes para entender hacia dónde va su pontificado. Ya de por sí es refrescante tener un papa que hable con fluidez italiano, inglés, español y francés. Y es un buen comunicador. Y ahora estamos contentos con lo que ha dicho. Creo que eso es lo importante. Es entendible que el Papa es el Sumo Pontífice, y la sede del papado está en Roma, y supongo que hay cierta presión sobre él para demostrar que, aunque sea estadounidense, aunque esté influenciado por la cultura sudamericana o por ser agustino, es consciente de la naturaleza romana del papado. Y creo que hablar en italiano y rezar en latín es algo simbólico. Después de todo, la fe católica está enraizada en Roma. Es más un símbolo que un intento literal de volver atrás”, consideró. “No creo que vuelva a celebrar misa en latín como norma. No creo que les pida a las iglesias en Filipinas que celebren todas las misas en latín y que dejen de usar las lenguas vernáculas. No creo que vaya por ese lado”, añadió.

El recién nombrado cardenal Robert Walter McElroy, habla, durante una rueda de prensa en el Vaticano, el sábado 27 de agosto de 2022. (AP foto/Andrew Medichini, archivo)

Coincidió con esta visión el cardenal estadounidense Robert McElroy, arzobispo de Washington y considerado uno de los referentes del ala progresista de la Iglesia. “Veo al nuevo papa en continuidad con Francisco y justamente eso, la continuidad, fue un factor central por el que fue electo mayoritariamente en el cónclave”, aseguró a LA NACION.

“Por supuesto es distinto, tiene una personalidad diferente, pero hubo varios elementos de Francisco que la gran mayoría tuvo en cuenta en el cónclave para elegir a Prevost: un discípulo misionero, como indica la Evangelii Gaudium (documento programático de Francisco); la cuestión de la sinodalidad; la visión de Iglesia como hospital de campaña, que no está ahí para juzgar, sino para curar a los heridos de hoy; los esfuerzos puestos para reformar la curia romana”, precisó McElroy.

Consultado sobre la reacción que habría tenido Francisco, el cardenal respondió: “Sí, seguramente estaría muy contento” con la elección. “No sé si Prevost era su candidato, pero sí seguramente fue el candidato de Dios, fue todo muy espiritual lo que pasó en la Capilla Sixtina”, confió.

Varios cardenales quedaron impactados el sábado de la semana pasada por el estilo sinodal de León XIV. Tras su primer discurso programático ante ellos, en un fiel reflejo de su compromiso con la Iglesia sinodal impulsada por su predecesor, el nuevo Papa abrió un espacio para preguntas e intercambio de ideas. A quienes no pudieron intervenir en persona, les ofreció la posibilidad de enviar sus sugerencias por correo electrónico. En un contexto marcado por un cónclave en el que muchos cardenales no se conocían ni se habían visto antes, surgió una propuesta concreta: establecer al menos una reunión anual entre el Papa y los cardenales.

“León XIV fue muy amable y muy cálido. ‘Gírense hacia sus vecinos, dos o tres, y compartan’, dijo. Y lo hicimos. Después, hubo tiempo para las preguntas. Y él respondió todas las que el tiempo permitió. Eso es lo que Francisco aportó al concepto de sinodalidad. Por eso fue un formato sorprendente. Así es como se hace: se escucha, se mira, se reza, se abre uno, se comparte con quienes tenés cerca —ya sea un grupo chico o una mesa de diez— y luego se dialoga”, subrayó ante LA NACION el cardenal checo-estadounidense Michael Czerny.

El cardenal Michael Czerny se reúne con periodistas en la sala de prensa del Vaticano, en Roma, el 30 de marzo de 2023.

El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral también admitió que el hecho de volver a usar la muceta roja o regresar al Palacio Apostólico puede verse como un gesto hacia quienes se sintieron algo desilusionados con Francisco. “Exactamente. Y aquellos que no estaban desilusionados con Francisco pueden leer o ver claramente que él, León XIV, está en esa misma línea”, precisó.

Otros cardenales destacaron, además, que a diferencia del cónclave de 2013 —cuando no se elegía a un sucesor tras una muerte, sino después de una renuncia—, esta vez el clima de afecto, tristeza, luto y conmoción que rodeó la elección influyó profundamente en los 132 cardenales de todos los continentes que apostaron por un papa capaz de reflejar esa apertura al mundo.

“Pudimos ver desde el funeral de Francisco, cuando 400.000 personas se hicieron presentes y, además, líderes de todo el mundo, no sólo de la Iglesia, para decirle adiós, que era muy claro que no estábamos solo votando a un papa para la Iglesia, sino también para el mundo. Pudimos ver cómo Francisco había influenciado al mundo, cómo había impactado como pastor del mundo y estaba claro que queríamos un perfil de pastor que pudiera hablarle al mundo”, dijo el cardenal Stephen Chow Sau-yan, obispo de Hong Kong.

Le hizo eco el cardenal chileno Fernando Chomalí, arzobispo de Santiago de Chile. “Nunca en mi vida había visto tanta gente y tanto dolor al mismo tiempo… Ver al papa Francisco en el ataúd, ver a líderes de todo el mundo rindiéndole homenaje y a los cientos de miles de personas que hicieron filas de hasta cinco horas para despedirse de él me desgarró el corazón. ¡Francisco se ganó el corazón del mundo!”, subrayó.

Respecto del nuevo pontífice, añadió: “El Papa recién electo es una persona que tiene claridad meridiana de lo que significa tener dos orejas, dos ojos y una sola boca. Escucha y observa muchísimo más de lo que habla. León XIV conoce el mundo, pero no desde la mirada del turista sino del misionero. Sus más de 20 años en Perú, en medio de personas pobres y sufridas, sin duda que le regalaron un corazón misericordioso, generoso y alegre, propio de un buen pastor”. Y se animó a trazar una proyección: “León XIV en lo pastoral seguirá la senda del papa Francisco y en lo intelectual a Benedicto XVI: una gran síntesis para los tiempos que corren”.

El cardenal Fernando Natalio Chomalí Garib habla con los medios en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el jueves 24 de abril de 2025.

También el cardenal brasileño Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus, destacó el carácter misionero y la capacidad de escucha del nuevo papa. “Es un hombre que sabe escuchar, cuando habla, habla con precisión y no te interrumpe nunca, todos se dieron cuenta de eso. Pero lo que más me ha impresionado es que fue un obispo misionero que estaba en Perú, un agustino estadounidense que estaba en Perú y a quien el papa Francisco llamó a la curia romana… Escuché que le costó venir a Roma, que para él fue difícil aceptar pasar a la curia romana para ser prefecto del Dicasterio para los Obispos”, contó a LA NACION.

Steiner, de origen alemán y muy afín a la visión de Iglesia de Francisco, confesó que sintió el peso de la elección al ver a Prevost asumir una responsabilidad tan inmensa —“habría que estar loco para querer ser papa”— y relató: “yo le agradecí que aceptara y le dije que estaba contento de que hubiera sido electo un misionero”.

Preguntado sobre qué le diría a quienes ahora insisten en decir que no hay continuidad entre el papa Francisco y León XIV porque se puso la muceta roja al presentarse al mundo, Steiner fue contundente: “En la Iglesia siempre hay continuidad, desde el Concilio hasta ahora hubo continuidad, pero también hay discontinuidad: cada papa tiene su personalidad, su formación, su pasado y su modo de ser y esto es natural”, explicó.

“No podemos pensar en tener a otro papa Francisco, con su modo de ser distinto. Pero él, León XIV, le dará continuidad, por ejemplo, a la sinodalidad y le dará continuidad a la preocupación por los últimos. Yo suelo usar esta expresión: quien una vez ha sido tocado por los pobres, nunca más será el mismo. Los pobres nos convierten y nos muestran un camino de libertad”, añadió. Finalmente, pronosticó que, así como el papa Francisco fue un hombre libre, “León XIV será un hombre libre, pero de otro modo”.

ROMA.- Al presentarse ante el mundo, lució la muceta roja y una cruz pectoral dorada, al estilo de Benedicto XVI. Dejó de lado el Fiat 500 blanco de Francisco y optó por un SUV negro. También anunció que volverá a residir en el departamento pontificio del Palacio Apostólico. Y en la tradicional primera audiencia con los más de 4000 periodistas que cubrieron el cónclave, concluyó con una bendición en latín. Su predecesor argentino, en cambio, el 16 de marzo de 2013 había preferido ofrecer una bendición silenciosa ante la prensa internacional, “respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios”.

A diez días de la elección de León XIV, los sectores más conservadores de la Iglesia exultaron con entusiasmo cada uno de estos gestos, e intentaron apropiarse de la figura del nuevo papa, presentándolo como una contracara de Francisco.

Aunque todavía es pronto y hay que dejar que el primer papa estadounidense —misionero y también con nacionalidad peruana— dé sus primeros pasos, la mayoría de los cardenales que lo eligieron en un cónclave sorprendentemente rápido —menos de 24 horas, apenas cuatro escrutinios— coincide en señalar que, más allá del estilo y las formas, en lo esencial hay mucho de Francisco en Robert Francis Prevost. En ese sentido, basta con tomarse el trabajo de leer con atención todo lo que ha dicho hasta ahora.

El papa Francisco saluda al Cardenal estadounidense Robert Francis Prevost durante la Misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas, la Policía y el Personal de Seguridad en la Plaza de San Pedro el 9 de febrero de 2025 en la Ciudad del Vaticano.

Yo estoy confiado en que tomamos la decisión correcta —que el Espíritu Santo hizo la elección correcta a través nuestro— porque estamos muy contentos con los mensajes que hemos recibido de él. Sentimos que León XIV realmente va a sostener la visión de Francisco, especialmente su llamado a que la Iglesia sea una Iglesia sinodal en misión. No esperamos que sea una fotocopia o un clon de Francisco, porque tiene una personalidad completamente distinta, pero creo que tiene muchas cosas originales para aportar, por toda su experiencia: es una combinación de experiencia norteamericana, sudamericana, y su experiencia universal como Superior General de los Agustinos”, dijo a LA NACION el cardenal filipino Pablo “Ambo” Virgilio David, presidente del episcopado de su país.

Yo me baso en el contenido de sus mensajes para entender hacia dónde va su pontificado. Ya de por sí es refrescante tener un papa que hable con fluidez italiano, inglés, español y francés. Y es un buen comunicador. Y ahora estamos contentos con lo que ha dicho. Creo que eso es lo importante. Es entendible que el Papa es el Sumo Pontífice, y la sede del papado está en Roma, y supongo que hay cierta presión sobre él para demostrar que, aunque sea estadounidense, aunque esté influenciado por la cultura sudamericana o por ser agustino, es consciente de la naturaleza romana del papado. Y creo que hablar en italiano y rezar en latín es algo simbólico. Después de todo, la fe católica está enraizada en Roma. Es más un símbolo que un intento literal de volver atrás”, consideró. “No creo que vuelva a celebrar misa en latín como norma. No creo que les pida a las iglesias en Filipinas que celebren todas las misas en latín y que dejen de usar las lenguas vernáculas. No creo que vaya por ese lado”, añadió.

El recién nombrado cardenal Robert Walter McElroy, habla, durante una rueda de prensa en el Vaticano, el sábado 27 de agosto de 2022. (AP foto/Andrew Medichini, archivo)

Coincidió con esta visión el cardenal estadounidense Robert McElroy, arzobispo de Washington y considerado uno de los referentes del ala progresista de la Iglesia. “Veo al nuevo papa en continuidad con Francisco y justamente eso, la continuidad, fue un factor central por el que fue electo mayoritariamente en el cónclave”, aseguró a LA NACION.

“Por supuesto es distinto, tiene una personalidad diferente, pero hubo varios elementos de Francisco que la gran mayoría tuvo en cuenta en el cónclave para elegir a Prevost: un discípulo misionero, como indica la Evangelii Gaudium (documento programático de Francisco); la cuestión de la sinodalidad; la visión de Iglesia como hospital de campaña, que no está ahí para juzgar, sino para curar a los heridos de hoy; los esfuerzos puestos para reformar la curia romana”, precisó McElroy.

Consultado sobre la reacción que habría tenido Francisco, el cardenal respondió: “Sí, seguramente estaría muy contento” con la elección. “No sé si Prevost era su candidato, pero sí seguramente fue el candidato de Dios, fue todo muy espiritual lo que pasó en la Capilla Sixtina”, confió.

Varios cardenales quedaron impactados el sábado de la semana pasada por el estilo sinodal de León XIV. Tras su primer discurso programático ante ellos, en un fiel reflejo de su compromiso con la Iglesia sinodal impulsada por su predecesor, el nuevo Papa abrió un espacio para preguntas e intercambio de ideas. A quienes no pudieron intervenir en persona, les ofreció la posibilidad de enviar sus sugerencias por correo electrónico. En un contexto marcado por un cónclave en el que muchos cardenales no se conocían ni se habían visto antes, surgió una propuesta concreta: establecer al menos una reunión anual entre el Papa y los cardenales.

“León XIV fue muy amable y muy cálido. ‘Gírense hacia sus vecinos, dos o tres, y compartan’, dijo. Y lo hicimos. Después, hubo tiempo para las preguntas. Y él respondió todas las que el tiempo permitió. Eso es lo que Francisco aportó al concepto de sinodalidad. Por eso fue un formato sorprendente. Así es como se hace: se escucha, se mira, se reza, se abre uno, se comparte con quienes tenés cerca —ya sea un grupo chico o una mesa de diez— y luego se dialoga”, subrayó ante LA NACION el cardenal checo-estadounidense Michael Czerny.

El cardenal Michael Czerny se reúne con periodistas en la sala de prensa del Vaticano, en Roma, el 30 de marzo de 2023.

El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral también admitió que el hecho de volver a usar la muceta roja o regresar al Palacio Apostólico puede verse como un gesto hacia quienes se sintieron algo desilusionados con Francisco. “Exactamente. Y aquellos que no estaban desilusionados con Francisco pueden leer o ver claramente que él, León XIV, está en esa misma línea”, precisó.

Otros cardenales destacaron, además, que a diferencia del cónclave de 2013 —cuando no se elegía a un sucesor tras una muerte, sino después de una renuncia—, esta vez el clima de afecto, tristeza, luto y conmoción que rodeó la elección influyó profundamente en los 132 cardenales de todos los continentes que apostaron por un papa capaz de reflejar esa apertura al mundo.

“Pudimos ver desde el funeral de Francisco, cuando 400.000 personas se hicieron presentes y, además, líderes de todo el mundo, no sólo de la Iglesia, para decirle adiós, que era muy claro que no estábamos solo votando a un papa para la Iglesia, sino también para el mundo. Pudimos ver cómo Francisco había influenciado al mundo, cómo había impactado como pastor del mundo y estaba claro que queríamos un perfil de pastor que pudiera hablarle al mundo”, dijo el cardenal Stephen Chow Sau-yan, obispo de Hong Kong.

Le hizo eco el cardenal chileno Fernando Chomalí, arzobispo de Santiago de Chile. “Nunca en mi vida había visto tanta gente y tanto dolor al mismo tiempo… Ver al papa Francisco en el ataúd, ver a líderes de todo el mundo rindiéndole homenaje y a los cientos de miles de personas que hicieron filas de hasta cinco horas para despedirse de él me desgarró el corazón. ¡Francisco se ganó el corazón del mundo!”, subrayó.

Respecto del nuevo pontífice, añadió: “El Papa recién electo es una persona que tiene claridad meridiana de lo que significa tener dos orejas, dos ojos y una sola boca. Escucha y observa muchísimo más de lo que habla. León XIV conoce el mundo, pero no desde la mirada del turista sino del misionero. Sus más de 20 años en Perú, en medio de personas pobres y sufridas, sin duda que le regalaron un corazón misericordioso, generoso y alegre, propio de un buen pastor”. Y se animó a trazar una proyección: “León XIV en lo pastoral seguirá la senda del papa Francisco y en lo intelectual a Benedicto XVI: una gran síntesis para los tiempos que corren”.

El cardenal Fernando Natalio Chomalí Garib habla con los medios en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el jueves 24 de abril de 2025.

También el cardenal brasileño Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus, destacó el carácter misionero y la capacidad de escucha del nuevo papa. “Es un hombre que sabe escuchar, cuando habla, habla con precisión y no te interrumpe nunca, todos se dieron cuenta de eso. Pero lo que más me ha impresionado es que fue un obispo misionero que estaba en Perú, un agustino estadounidense que estaba en Perú y a quien el papa Francisco llamó a la curia romana… Escuché que le costó venir a Roma, que para él fue difícil aceptar pasar a la curia romana para ser prefecto del Dicasterio para los Obispos”, contó a LA NACION.

Steiner, de origen alemán y muy afín a la visión de Iglesia de Francisco, confesó que sintió el peso de la elección al ver a Prevost asumir una responsabilidad tan inmensa —“habría que estar loco para querer ser papa”— y relató: “yo le agradecí que aceptara y le dije que estaba contento de que hubiera sido electo un misionero”.

Preguntado sobre qué le diría a quienes ahora insisten en decir que no hay continuidad entre el papa Francisco y León XIV porque se puso la muceta roja al presentarse al mundo, Steiner fue contundente: “En la Iglesia siempre hay continuidad, desde el Concilio hasta ahora hubo continuidad, pero también hay discontinuidad: cada papa tiene su personalidad, su formación, su pasado y su modo de ser y esto es natural”, explicó.

“No podemos pensar en tener a otro papa Francisco, con su modo de ser distinto. Pero él, León XIV, le dará continuidad, por ejemplo, a la sinodalidad y le dará continuidad a la preocupación por los últimos. Yo suelo usar esta expresión: quien una vez ha sido tocado por los pobres, nunca más será el mismo. Los pobres nos convierten y nos muestran un camino de libertad”, añadió. Finalmente, pronosticó que, así como el papa Francisco fue un hombre libre, “León XIV será un hombre libre, pero de otro modo”.

 Aunque con guiños a la tradición, los prelados destacan que Robert Prevost mantiene una fuerte sintonía con el legado de Francisco  LA NACION

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