Mirtha Legrand explicó por qué saludó a Javier Milei con su clásico latiguillo: “No cambié mi forma de pensar”

Esta semana, Mirtha Legrand se convirtió en noticia por una frase que le dedicó al presidente Javier Milei: en medio de un evento de moda y luego de compartir algunas palabras con el público presente, se volteó hacia el libertario, lo saludó y exclamó: “Viva la libertad, carajo”. La expresión en boca de la diva llamó la atención por los cruces que la conductora y el libertario tuvieron en el último tiempo y anoche, en su programa de televisión, la Chiqui decidió aclarar la situación. “Era una cosa simpática de mi parte, no es que yo haya cambiado mi forma de pensar”, confió.
Moda, política y espectáculos
El lunes por la noche, Roberto Piazza realizó un evento para celebrar sus 50 años en la industria de la moda y logró juntar, en Señor Tango, a varias de las figuras más destacadas del mundo de la moda, de la política y del espectáculo.
Cercano al líder libertario -en febrero compartieron un almuerzo en Olivos del que también participó Yuyito González-, Piazza decidió invitar al desfile a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; al vocero del gobierno, Manuel Adorni; al jefe de Gabinete, a Guillermo Francos; a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En un momento de la velada, Piazza tomó el micrófono y le agradeció su presencia a Mirtha. Luego de una ovación, la conductora contó que conoció al diseñador de muy chico y que tiene vestidos de él. También habló de su talento y recordó el desencuentro que tuvieron hace unos años. “Supe pedirle disculpas y nos amigamos”, aclaró. Luego, explicó que se iba a retirar, pero antes volteó hacia donde estaba sentado Milei.
“Señor Presidente, muchas gracias por su presencia. A la ministra de Seguridad, te amo Patricia”, dijo, mientras el público aplaudía. “Y al público, ¡divino! Con lo grande que soy, yo nunca estuve en una fiesta como esta, nunca, maravillosa, fue un honor haber sido invitada”, agregó. “Esperá que voy a decir algo”, sumó sobre el final y vociferó una frase que hizo sonreír al Presidente, pero que también causó desconcierto. “¡Viva la libertad, carajo!”, gritó y se despidió.
La aclaración de Mirtha
Anoche, Mirtha interrumpió la charla con sus invitados -cenaron con ella la actriz Verónica Llinás, el periodista Mauro Szeta, el médico Claudio Zin y la abogada Ana Rosenfeld- para hacer una aclaración que sintió pertinente. “Roberto Piazza me invitó a una fiesta que hizo en Señor Tango. Estaba el presidente Milei con parte de su gabinete. Yo hice un discursito para saludar a la gente y terminé diciendo ´Viva la libertad, cara mmm´”. La conductora no quiso repetir la frase completa. “A la gente le extrañó mucho”, agregó.
Lejos de dejar pasar el momento, la Chiqui compartió su postura política. “Era una cosa simpática de mi parte, no es que yo haya cambiado mi forma de pensar, ni esté a favor del partido político. Esto lo quiero aclarar. Fue una cosa espontánea, quería que fuera divertido”, insistió. Además, reveló lo que le sucedió en ese momento. “Había una persona a mi lado y al oído le digo ´¿te parece que diga esto?´. ´Sí, sí, decilo´. Y entonces lo dije. Y salió en todos lados como que yo estoy a favor de Milei. No”, sostuvo con firmeza. “Yo lo considero mucho, fue muy amable cuando vino a mi programa, muy amable conmigo”, recordó.
Una relación con idas y vueltas
Milei se sentó en varias oportunidades en la mesa de la diva y durante esos encuentros el trato entre ellos fue amable y cordial. Sin embargo, el año pasado, el mandatario y la conductora protagonizaron dos enfrentamientos. El primero fue por la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y del cine Gaumont. En marzo de 2024, Legrand defendió ambos espacios en su programa y Milei reaccionó en las redes.
“¿Qué puede costar mantener el cine Gaumont? Yo fui hace poco, está espléndido, en muy buenas condiciones, es una lástima. Lo del Instituto de Cine [Incaa] también. Es terrible”, expresó la actriz, en La noche de Mirtha. Fiel a su postura de comunicarse a través de las redes sociales, Milei mostró su descontento al retuitear un posteo de X en el que un usuario llamado Julio Burdman sugirió que la diva de la “mesaza” compre el cine que depende del Incaa.
El segundo conflicto tuvo lugar a fines del año pasado. Durante un evento, a la Chiqui le preguntaron por la entonces pareja entre Milei y Yuyito González. “¿Tiene ganas de invitar nuevamente a Milei y a Yuyito?”, quiso saber la periodista de Socios del espectáculo. “Sí, me gustaría”, respondió la Chiqui, sin vueltas. “¿Le gusta esa pareja?”, fue la siguiente pregunta. Legrand coronó el diálogo con un rotundo “no” que acompañó con una risa sincera, una reacción que provocó el enojo de Yuyito. Cuando Milei fue al programa de su expareja en Ciudad Magazine, respondió en primera persona el comentario de Legrand. Sobre el final de la extensa entrevista, el Presidente tildó de “venenosa” a la diva por sus comentarios.
Esta semana, Mirtha Legrand se convirtió en noticia por una frase que le dedicó al presidente Javier Milei: en medio de un evento de moda y luego de compartir algunas palabras con el público presente, se volteó hacia el libertario, lo saludó y exclamó: “Viva la libertad, carajo”. La expresión en boca de la diva llamó la atención por los cruces que la conductora y el libertario tuvieron en el último tiempo y anoche, en su programa de televisión, la Chiqui decidió aclarar la situación. “Era una cosa simpática de mi parte, no es que yo haya cambiado mi forma de pensar”, confió.
Moda, política y espectáculos
El lunes por la noche, Roberto Piazza realizó un evento para celebrar sus 50 años en la industria de la moda y logró juntar, en Señor Tango, a varias de las figuras más destacadas del mundo de la moda, de la política y del espectáculo.
Cercano al líder libertario -en febrero compartieron un almuerzo en Olivos del que también participó Yuyito González-, Piazza decidió invitar al desfile a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; al vocero del gobierno, Manuel Adorni; al jefe de Gabinete, a Guillermo Francos; a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En un momento de la velada, Piazza tomó el micrófono y le agradeció su presencia a Mirtha. Luego de una ovación, la conductora contó que conoció al diseñador de muy chico y que tiene vestidos de él. También habló de su talento y recordó el desencuentro que tuvieron hace unos años. “Supe pedirle disculpas y nos amigamos”, aclaró. Luego, explicó que se iba a retirar, pero antes volteó hacia donde estaba sentado Milei.
“Señor Presidente, muchas gracias por su presencia. A la ministra de Seguridad, te amo Patricia”, dijo, mientras el público aplaudía. “Y al público, ¡divino! Con lo grande que soy, yo nunca estuve en una fiesta como esta, nunca, maravillosa, fue un honor haber sido invitada”, agregó. “Esperá que voy a decir algo”, sumó sobre el final y vociferó una frase que hizo sonreír al Presidente, pero que también causó desconcierto. “¡Viva la libertad, carajo!”, gritó y se despidió.
La aclaración de Mirtha
Anoche, Mirtha interrumpió la charla con sus invitados -cenaron con ella la actriz Verónica Llinás, el periodista Mauro Szeta, el médico Claudio Zin y la abogada Ana Rosenfeld- para hacer una aclaración que sintió pertinente. “Roberto Piazza me invitó a una fiesta que hizo en Señor Tango. Estaba el presidente Milei con parte de su gabinete. Yo hice un discursito para saludar a la gente y terminé diciendo ´Viva la libertad, cara mmm´”. La conductora no quiso repetir la frase completa. “A la gente le extrañó mucho”, agregó.
Lejos de dejar pasar el momento, la Chiqui compartió su postura política. “Era una cosa simpática de mi parte, no es que yo haya cambiado mi forma de pensar, ni esté a favor del partido político. Esto lo quiero aclarar. Fue una cosa espontánea, quería que fuera divertido”, insistió. Además, reveló lo que le sucedió en ese momento. “Había una persona a mi lado y al oído le digo ´¿te parece que diga esto?´. ´Sí, sí, decilo´. Y entonces lo dije. Y salió en todos lados como que yo estoy a favor de Milei. No”, sostuvo con firmeza. “Yo lo considero mucho, fue muy amable cuando vino a mi programa, muy amable conmigo”, recordó.
Una relación con idas y vueltas
Milei se sentó en varias oportunidades en la mesa de la diva y durante esos encuentros el trato entre ellos fue amable y cordial. Sin embargo, el año pasado, el mandatario y la conductora protagonizaron dos enfrentamientos. El primero fue por la situación del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y del cine Gaumont. En marzo de 2024, Legrand defendió ambos espacios en su programa y Milei reaccionó en las redes.
“¿Qué puede costar mantener el cine Gaumont? Yo fui hace poco, está espléndido, en muy buenas condiciones, es una lástima. Lo del Instituto de Cine [Incaa] también. Es terrible”, expresó la actriz, en La noche de Mirtha. Fiel a su postura de comunicarse a través de las redes sociales, Milei mostró su descontento al retuitear un posteo de X en el que un usuario llamado Julio Burdman sugirió que la diva de la “mesaza” compre el cine que depende del Incaa.
El segundo conflicto tuvo lugar a fines del año pasado. Durante un evento, a la Chiqui le preguntaron por la entonces pareja entre Milei y Yuyito González. “¿Tiene ganas de invitar nuevamente a Milei y a Yuyito?”, quiso saber la periodista de Socios del espectáculo. “Sí, me gustaría”, respondió la Chiqui, sin vueltas. “¿Le gusta esa pareja?”, fue la siguiente pregunta. Legrand coronó el diálogo con un rotundo “no” que acompañó con una risa sincera, una reacción que provocó el enojo de Yuyito. Cuando Milei fue al programa de su expareja en Ciudad Magazine, respondió en primera persona el comentario de Legrand. Sobre el final de la extensa entrevista, el Presidente tildó de “venenosa” a la diva por sus comentarios.
El lunes pasado, la Chiqui coincidió en un evento con el presidente y le gritó, desde su lugar, “Viva la libertad, carajo”; sorprendida por la repercusión, aclaró su verdadera intención en su programa LA NACION