El “nido de amor” de Taylor Swift con uno de los Kennedy está a la venta en Massachusetts

Durante el verano de 2012, Taylor Swift se convirtió en una visitante habitual de Hyannis Port, en Massachusetts. Allí, mientras mantenía una relación con Conor Kennedy, adquirió una mansión histórica con vista al océano. Más de una década después, esa casa que formó parte de su historia sentimental y fue objeto de atención mediática vuelve al mercado con un precio muy superior al que pagó originalmente.
El romance de Taylor Swift y Conor Kennedy que motivó una inversión millonaria
La historia de esta propiedad comenzó con un impulso romántico. Ese año, Taylor Swift conoció a Conor Kennedy, nieto del senador Robert F. Kennedy. Poco después de que su relación se hiciera pública, la cantante compró una residencia en Hyannis Port, vecina a la de Ethel Kennedy, abuela de Conor. La operación fue rápida y concreta: de acuerdo con USA Today, la casa se vendió por aproximadamente 4.9 millones de dólares.
El noviazgo duró solo unos meses, pero bastó para dejar una marca en la vida personal y profesional de la artista. La compra no pasó desapercibida y reforzó el vínculo de Swift con la influyente familia estadounidense. Al año siguiente, vendió la propiedad por 5.7 millones de dólares, obteniendo una ganancia de casi un millón en menos de un año. El episodio mostró no solo su lado emocional, sino también su agudeza para los negocios inmobiliarios.
Cape Cod y una mansión con vista al Atlántico
Situada en el 27 de Marchant Avenue, esta mansión construida en 1928 es un símbolo del estilo tradicional de Cape Cod. Según relata la revista People, la casa cuenta con ocho dormitorios, una piscina climatizada, acceso privado a la playa y vistas abiertas que abarcan más de 200 metros de costa atlántica.
El interior fue renovado por la diseñadora Heather Wells, quien mantuvo la estética clásica del lugar incorporando elementos contemporáneos. Materiales nobles, colores suaves y una distribución armónica definen los ambientes. Cada rincón de la vivienda aprovecha la luz natural y ofrece vistas privilegiadas al mar.
Las terrazas, balcones y amplios ventanales son protagonistas del diseño. Elementos como la chimenea de piedra y los pisos de madera clara refuerzan la identidad del estilo costero de Nueva Inglaterra. La propiedad irradia serenidad y elegancia, cualidades que también evocan el legado de los Kennedy.
Taylor Swift y su cercanía con la familia Kennedy
El vínculo entre la artista y los Kennedy fue más allá de un romance juvenil. Durante ese período, Swift expresó su aprecio por la historia de la familia. Ethel Kennedy, en particular, mantuvo una relación cordial con la cantante. En declaraciones a Town & Country, Ethel la describió como “una persona encantadora” y manifestó su agrado ante la posibilidad de que se casara con su nieto.
No todo fue armonía. En 2012, distintos medios informaron que la intérprete habría asistido sin invitación a la boda de Kyle Kennedy, prima de Conor. El episodio provocó especulaciones y versiones contradictorias, aunque el entorno familiar le restó importancia rápidamente.
Más allá de esos momentos, la relación influyó en la obra de Swift. Muchos seguidores creen que temas como Begin Again y Starlight se inspiraron en ese amor fugaz. Esta última canción incluye referencias a un romance en Cape Cod, justo donde transcurrió aquel verano de 2012.
Una propiedad que gana valor con el tiempo
Desde su venta en 2013, la mansión experimentó mejoras significativas que aumentaron su cotización actual. The Economic Times informó que el precio de venta hoy alcanza los 14.5 millones de dólares.
Entre las remodelaciones más destacadas se encuentran la modernización de los sistemas de climatización, la restauración integral del jardín con vegetación nativa y la incorporación de tecnología domótica en todos los espacios. Estas intervenciones mejoraron notablemente su funcionalidad y confort.
El hecho de que fuera propiedad de una figura de fama internacional como Taylor Swift también incrementa su atractivo. Su enorme influencia en la cultura popular convirtió esta casa no solo en un inmueble lujoso, sino también en un objeto de deseo para admiradores y coleccionistas.
Durante el verano de 2012, Taylor Swift se convirtió en una visitante habitual de Hyannis Port, en Massachusetts. Allí, mientras mantenía una relación con Conor Kennedy, adquirió una mansión histórica con vista al océano. Más de una década después, esa casa que formó parte de su historia sentimental y fue objeto de atención mediática vuelve al mercado con un precio muy superior al que pagó originalmente.
El romance de Taylor Swift y Conor Kennedy que motivó una inversión millonaria
La historia de esta propiedad comenzó con un impulso romántico. Ese año, Taylor Swift conoció a Conor Kennedy, nieto del senador Robert F. Kennedy. Poco después de que su relación se hiciera pública, la cantante compró una residencia en Hyannis Port, vecina a la de Ethel Kennedy, abuela de Conor. La operación fue rápida y concreta: de acuerdo con USA Today, la casa se vendió por aproximadamente 4.9 millones de dólares.
El noviazgo duró solo unos meses, pero bastó para dejar una marca en la vida personal y profesional de la artista. La compra no pasó desapercibida y reforzó el vínculo de Swift con la influyente familia estadounidense. Al año siguiente, vendió la propiedad por 5.7 millones de dólares, obteniendo una ganancia de casi un millón en menos de un año. El episodio mostró no solo su lado emocional, sino también su agudeza para los negocios inmobiliarios.
Cape Cod y una mansión con vista al Atlántico
Situada en el 27 de Marchant Avenue, esta mansión construida en 1928 es un símbolo del estilo tradicional de Cape Cod. Según relata la revista People, la casa cuenta con ocho dormitorios, una piscina climatizada, acceso privado a la playa y vistas abiertas que abarcan más de 200 metros de costa atlántica.
El interior fue renovado por la diseñadora Heather Wells, quien mantuvo la estética clásica del lugar incorporando elementos contemporáneos. Materiales nobles, colores suaves y una distribución armónica definen los ambientes. Cada rincón de la vivienda aprovecha la luz natural y ofrece vistas privilegiadas al mar.
Las terrazas, balcones y amplios ventanales son protagonistas del diseño. Elementos como la chimenea de piedra y los pisos de madera clara refuerzan la identidad del estilo costero de Nueva Inglaterra. La propiedad irradia serenidad y elegancia, cualidades que también evocan el legado de los Kennedy.
Taylor Swift y su cercanía con la familia Kennedy
El vínculo entre la artista y los Kennedy fue más allá de un romance juvenil. Durante ese período, Swift expresó su aprecio por la historia de la familia. Ethel Kennedy, en particular, mantuvo una relación cordial con la cantante. En declaraciones a Town & Country, Ethel la describió como “una persona encantadora” y manifestó su agrado ante la posibilidad de que se casara con su nieto.
No todo fue armonía. En 2012, distintos medios informaron que la intérprete habría asistido sin invitación a la boda de Kyle Kennedy, prima de Conor. El episodio provocó especulaciones y versiones contradictorias, aunque el entorno familiar le restó importancia rápidamente.
Más allá de esos momentos, la relación influyó en la obra de Swift. Muchos seguidores creen que temas como Begin Again y Starlight se inspiraron en ese amor fugaz. Esta última canción incluye referencias a un romance en Cape Cod, justo donde transcurrió aquel verano de 2012.
Una propiedad que gana valor con el tiempo
Desde su venta en 2013, la mansión experimentó mejoras significativas que aumentaron su cotización actual. The Economic Times informó que el precio de venta hoy alcanza los 14.5 millones de dólares.
Entre las remodelaciones más destacadas se encuentran la modernización de los sistemas de climatización, la restauración integral del jardín con vegetación nativa y la incorporación de tecnología domótica en todos los espacios. Estas intervenciones mejoraron notablemente su funcionalidad y confort.
El hecho de que fuera propiedad de una figura de fama internacional como Taylor Swift también incrementa su atractivo. Su enorme influencia en la cultura popular convirtió esta casa no solo en un inmueble lujoso, sino también en un objeto de deseo para admiradores y coleccionistas.
La cantante compró esta lujosa propiedad frente al mar durante su romance con Conor Kennedy y hoy su valor supera los 14 millones de dólares LA NACION