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Automóvil Club Argentino y Franco Colapinto: un camino en que el piloto argentino nunca estará solo

A finales del año pasado, como parte de las celebraciones por el 120º aniversario de la fundación del Automóvil Club Argentino, instalamos junto a YPF una gigantografía en nuestra Sede Central que homenajeaba a tres de los más grandes pilotos argentinos de la historia de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann y Franco Colapinto.

El lema que elegimos para acompañar sus fotos fue “más de un siglo impulsando tu camino”, haciendo referencia al hecho de que, desde sus comienzos, el ACA es una parte activa del desarrollo de la Fórmula 1 en Argentina, y del respaldo a todos los pilotos de nuestro país que estén en condiciones de participar en ella.

Así, por ejemplo, ya en 1926 nos adherimos a la FIA –la entidad responsable por la organización de las carreras de Fórmula 1 en el mundo–, y junto a ella, el Club organizó una innumerable cantidad de carreras en Argentina, incluido el Gran Premio que, desde 1953 y en diferentes etapas, fue parte del calendario de la categoría.

César Carman, presidente del ACA, saluda a James Vowles, jefe de equipo de Williams, cuando Colapinto era piloto de la escudería inglesa.

A su vez, el ACA fue fundamental apoyando a los grandes pilotos argentinos de la Fórmula 1 a lo largo de nuestra historia, tanto en aspectos de desarrollo profesional como logísticos. Esto implica, por ejemplo, gestionar licencias internacionales ante la FIA, colaborar con la movilidad vehicular y de equipos y brindar soporte institucional, entre otros aspectos.

Esto fue, y sigue siendo así, porque para el Club, representar a la Argentina en el automovilismo mundial y promover sus pilotos en el exterior son una tarea fundamental. Por eso, los logros de Fangio, Reutemann, y ahora Colapinto (a quien respaldamos desde la Fórmula 3), no solo nos llenan de orgullo, sino que además nos sentimos parte de ellos.

Y es que nada nos emociona más que ver a pilotos argentinos marcar las pistas con los colores de nuestra bandera, dejando un legado de técnica y valentía que los distingue en el mundo. Luchamos todos los días para verlos en lo más alto del podio, y, más aún, por que algún día vuelvan a hacerlo en suelo argentino. Ese sueño tampoco se abandona.

Eduardo Baca (presidente de la Comisión Deportiva Automovilística de ACA), María Catarineu, César Carman y Jamie Campbell-Walter; autoridades del club con los representantes de Franco en Ímola, este fin de semana.

Con Colapinto, que tiene una habilidad al volante única, sentimos también que compartimos valores fundamentales: esfuerzo, perseverancia, valentía, sencillez y mucho corazón. Por eso, verlo triunfar en la máxima categoría del automovilismo mundial nos llena de ilusión, porque nos permite renovar la épica de ver triunfar a “uno de los nuestros”.

Presenciar las carreras de Franco, además, es realmente apasionante. Es intenso, astuto, y tiene una técnica fenomenal. Estamos ante un conductor destinado a conseguir cosas importantes compitiendo contra los mejores del mundo. Va al frente, no se achica. Lucha por cada centímetro, y cada milésima de segundo.

Se trata de alguien que, incluso, alcanzó la cima dejándolo todo, con sudor y afrontando privaciones. Más aún, lidiando con las dificultades que se le presentan a un sudamericano en la Fórmula 1. Por eso, Franco es un chico que ya es un gigante, y que por eso merece su lugar al lado de los grandes pilotos de la historia argentina.

Flavio Briatore, asesor de Alpine y sostén de Colapinto en el equipo, y Carman, en ocasión del Gran Premio de Emilia-Romagna.

Entonces, a donde vaya Franco, allí estaremos como institución. Estuvimos en su debut, en Monza, y ahora lo acompañamos también en Ímola. Representando al ACA, lógicamente, pero también como argentinos que queremos decirle a Franco una cosa muy concreta: que un país entero está apoyándolo.

En la Argentina hay muchas cosas que son inciertas, pero hay algo que es seguro: el ACA nunca te deja solo. Ni en las calles, ni en las rutas. Ni en el camino más recóndito del país ni en las pistas de la Fórmula 1. El ACA estuvo, está y va a seguir estando allí donde los argentinos lo necesiten.

Ayer, respaldando a Fangio, Reutemann y todos los grandes pilotos de nuestra historia.

Hoy, impulsando el camino de Colapinto.

A finales del año pasado, como parte de las celebraciones por el 120º aniversario de la fundación del Automóvil Club Argentino, instalamos junto a YPF una gigantografía en nuestra Sede Central que homenajeaba a tres de los más grandes pilotos argentinos de la historia de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann y Franco Colapinto.

El lema que elegimos para acompañar sus fotos fue “más de un siglo impulsando tu camino”, haciendo referencia al hecho de que, desde sus comienzos, el ACA es una parte activa del desarrollo de la Fórmula 1 en Argentina, y del respaldo a todos los pilotos de nuestro país que estén en condiciones de participar en ella.

Así, por ejemplo, ya en 1926 nos adherimos a la FIA –la entidad responsable por la organización de las carreras de Fórmula 1 en el mundo–, y junto a ella, el Club organizó una innumerable cantidad de carreras en Argentina, incluido el Gran Premio que, desde 1953 y en diferentes etapas, fue parte del calendario de la categoría.

César Carman, presidente del ACA, saluda a James Vowles, jefe de equipo de Williams, cuando Colapinto era piloto de la escudería inglesa.

A su vez, el ACA fue fundamental apoyando a los grandes pilotos argentinos de la Fórmula 1 a lo largo de nuestra historia, tanto en aspectos de desarrollo profesional como logísticos. Esto implica, por ejemplo, gestionar licencias internacionales ante la FIA, colaborar con la movilidad vehicular y de equipos y brindar soporte institucional, entre otros aspectos.

Esto fue, y sigue siendo así, porque para el Club, representar a la Argentina en el automovilismo mundial y promover sus pilotos en el exterior son una tarea fundamental. Por eso, los logros de Fangio, Reutemann, y ahora Colapinto (a quien respaldamos desde la Fórmula 3), no solo nos llenan de orgullo, sino que además nos sentimos parte de ellos.

Y es que nada nos emociona más que ver a pilotos argentinos marcar las pistas con los colores de nuestra bandera, dejando un legado de técnica y valentía que los distingue en el mundo. Luchamos todos los días para verlos en lo más alto del podio, y, más aún, por que algún día vuelvan a hacerlo en suelo argentino. Ese sueño tampoco se abandona.

Eduardo Baca (presidente de la Comisión Deportiva Automovilística de ACA), María Catarineu, César Carman y Jamie Campbell-Walter; autoridades del club con los representantes de Franco en Ímola, este fin de semana.

Con Colapinto, que tiene una habilidad al volante única, sentimos también que compartimos valores fundamentales: esfuerzo, perseverancia, valentía, sencillez y mucho corazón. Por eso, verlo triunfar en la máxima categoría del automovilismo mundial nos llena de ilusión, porque nos permite renovar la épica de ver triunfar a “uno de los nuestros”.

Presenciar las carreras de Franco, además, es realmente apasionante. Es intenso, astuto, y tiene una técnica fenomenal. Estamos ante un conductor destinado a conseguir cosas importantes compitiendo contra los mejores del mundo. Va al frente, no se achica. Lucha por cada centímetro, y cada milésima de segundo.

Se trata de alguien que, incluso, alcanzó la cima dejándolo todo, con sudor y afrontando privaciones. Más aún, lidiando con las dificultades que se le presentan a un sudamericano en la Fórmula 1. Por eso, Franco es un chico que ya es un gigante, y que por eso merece su lugar al lado de los grandes pilotos de la historia argentina.

Flavio Briatore, asesor de Alpine y sostén de Colapinto en el equipo, y Carman, en ocasión del Gran Premio de Emilia-Romagna.

Entonces, a donde vaya Franco, allí estaremos como institución. Estuvimos en su debut, en Monza, y ahora lo acompañamos también en Ímola. Representando al ACA, lógicamente, pero también como argentinos que queremos decirle a Franco una cosa muy concreta: que un país entero está apoyándolo.

En la Argentina hay muchas cosas que son inciertas, pero hay algo que es seguro: el ACA nunca te deja solo. Ni en las calles, ni en las rutas. Ni en el camino más recóndito del país ni en las pistas de la Fórmula 1. El ACA estuvo, está y va a seguir estando allí donde los argentinos lo necesiten.

Ayer, respaldando a Fangio, Reutemann y todos los grandes pilotos de nuestra historia.

Hoy, impulsando el camino de Colapinto.

 A finales del año pasado, como parte de las celebraciones por el 120º aniversario de la fundación del Automóvil Club Argentino, instalamos junto a YPF una gigantografía en nuestra Sede Central que homenajeaba a tres de los más grandes pilotos argentinos de la historia de la Fórmula 1: Juan Manuel Fangio, Carlos Reutemann y Franco Colapinto.El lema que elegimos para acompañar sus fotos fue “más de un siglo impulsando tu camino”, haciendo referencia al hecho de que, desde sus comienzos, el ACA es una parte activa del desarrollo de la Fórmula 1 en Argentina, y del respaldo a todos los pilotos de nuestro país que estén en condiciones de participar en ella.Así, por ejemplo, ya en 1926 nos adherimos a la FIA –la entidad responsable por la organización de las carreras de Fórmula 1 en el mundo–, y junto a ella, el Club organizó una innumerable cantidad de carreras en Argentina, incluido el Gran Premio que, desde 1953 y en diferentes etapas, fue parte del calendario de la categoría.A su vez, el ACA fue fundamental apoyando a los grandes pilotos argentinos de la Fórmula 1 a lo largo de nuestra historia, tanto en aspectos de desarrollo profesional como logísticos. Esto implica, por ejemplo, gestionar licencias internacionales ante la FIA, colaborar con la movilidad vehicular y de equipos y brindar soporte institucional, entre otros aspectos.Esto fue, y sigue siendo así, porque para el Club, representar a la Argentina en el automovilismo mundial y promover sus pilotos en el exterior son una tarea fundamental. Por eso, los logros de Fangio, Reutemann, y ahora Colapinto (a quien respaldamos desde la Fórmula 3), no solo nos llenan de orgullo, sino que además nos sentimos parte de ellos.Y es que nada nos emociona más que ver a pilotos argentinos marcar las pistas con los colores de nuestra bandera, dejando un legado de técnica y valentía que los distingue en el mundo. Luchamos todos los días para verlos en lo más alto del podio, y, más aún, por que algún día vuelvan a hacerlo en suelo argentino. Ese sueño tampoco se abandona.Con Colapinto, que tiene una habilidad al volante única, sentimos también que compartimos valores fundamentales: esfuerzo, perseverancia, valentía, sencillez y mucho corazón. Por eso, verlo triunfar en la máxima categoría del automovilismo mundial nos llena de ilusión, porque nos permite renovar la épica de ver triunfar a “uno de los nuestros”.Presenciar las carreras de Franco, además, es realmente apasionante. Es intenso, astuto, y tiene una técnica fenomenal. Estamos ante un conductor destinado a conseguir cosas importantes compitiendo contra los mejores del mundo. Va al frente, no se achica. Lucha por cada centímetro, y cada milésima de segundo.Se trata de alguien que, incluso, alcanzó la cima dejándolo todo, con sudor y afrontando privaciones. Más aún, lidiando con las dificultades que se le presentan a un sudamericano en la Fórmula 1. Por eso, Franco es un chico que ya es un gigante, y que por eso merece su lugar al lado de los grandes pilotos de la historia argentina.Entonces, a donde vaya Franco, allí estaremos como institución. Estuvimos en su debut, en Monza, y ahora lo acompañamos también en Ímola. Representando al ACA, lógicamente, pero también como argentinos que queremos decirle a Franco una cosa muy concreta: que un país entero está apoyándolo.En la Argentina hay muchas cosas que son inciertas, pero hay algo que es seguro: el ACA nunca te deja solo. Ni en las calles, ni en las rutas. Ni en el camino más recóndito del país ni en las pistas de la Fórmula 1. El ACA estuvo, está y va a seguir estando allí donde los argentinos lo necesiten.Ayer, respaldando a Fangio, Reutemann y todos los grandes pilotos de nuestra historia.Hoy, impulsando el camino de Colapinto.  LA NACION

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