EE.UU. y China dan señales de haber alcanzado un principio de acuerdo comercial
WASHINGTON.– Estados Unidos y China anunciaron avances “importantes y “sustanciales” este sábado, tras dos días de negociaciones en Ginebra sobre los aranceles aduaneros de Donald Trump que desataron una guerra comercial.
Ambos países acordaron también un “mecanismo de consulta” para reducir las tensiones comerciales y anunciaron que emitirán un comunicado conjunto.
“Me complace informar que logramos avances sustanciales entre Estados Unidos y China en las importantísimas conversaciones comerciales”, declaró a la prensa en Ginebra el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
El representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, sugirió que se había alcanzado un acuerdo, pero no proporcionó detalles. Él y Bessent hablaron brevemente con los reporteros una vez que las conversaciones concluyeron en la villa señorial que sirve como residencia del embajador suizo ante las Naciones Unidas en Ginebra, pero no respondieron a preguntas.
“Es importante entender cuán rápidamente pudimos llegar a un acuerdo, lo que refleja que quizás las diferencias no eran tan grandes como se pensaba”, dijo Greer. Pero también enfatizó que una de las prioridades de Trump es cerrar el déficit comercial de Estados Unidos con China, que alcanzó un récord de 263.000 millones de dólares el año pasado.
“Estamos seguros de que el acuerdo que alcanzamos con nuestros socios chinos nos ayudará a resolver y trabajar hacia la resolución de esa emergencia nacional”, añadió Greer.
Posteriormente, la Casa Blanca emitió un comunicado titulado “Estados Unidos anuncia acuerdo comercial con China en Ginebra”, pero ofreció las mismas citas de Bessent y Greer.
La guerra comercial entre Pekín y Washington estalló cuando Trump adoptó una andanada de aranceles que golpearon específicamente a China. El régimen comunista respondió entonces con duras medidas de represalia.
Desde el inicio de este año, las tarifas impuestas por Estados Unidos a China ascienden al 145%, y los gravámenes acumulados para ciertos productos alcanzan la asombrosa cifra del 245%.
En respuesta, China impuso aranceles del 125% a los productos estadounidenses y como resultado el comercio bilateral entre las dos primeras economías mundiales se estancó.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, señaló que las discusiones entre Pekín y Washington eran “un paso positivo y constructivo hacia la desescalada”.
El magnate estadounidense afirmó que en el primer día de conversaciones a puerta cerrada se había registrado “un gran progreso”. “Un reinicio total negociado de manera amistosa, pero constructiva”, destacó en una publicación de Truth Social.
El diálogo es la reunión de más alto nivel entre las dos mayores economías del mundo desde el regreso a la Casa Blanca de Trump, que adoptó una ofensiva arancelaria justificada como una forma de contrarrestar prácticas que considera injustas y defender empleos en Estados Unidos.
“El contacto establecido en Suiza es un paso importante para promover la resolución del problema”, indicó un comentario publicado por la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Antes de las negociaciones, Trump sugirió que podría rebajar los aranceles para China a un 80%.
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclaró después que Estados Unidos no va a reducir los aranceles de forma unilateral y agregó que China también deberá hacer concesiones.
Ambas partes buscaron rebajar las expectativas. El secretario del Tesoro afirmó que las negociaciones estaban centradas en rebajar las tensiones y no en buscar un “gran acuerdo comercial”. China, a su vez, insistió en que Estados Unidos debía bajar los aranceles primero.
El mero hecho de que se celebren conversaciones “es una buena noticia para las empresas y para los mercados financieros”, explicó Gary Hufbauer, investigador principal no residente del Peterson Institute for International Economics (PIIE), un centro de estudios con sede en Washington.
Pero Hufbauer expresó escepticismo respecto a que “se restablezca algo parecido a unas relaciones comerciales normales” entre las dos potencias, ya que incluso con un nivel de aranceles del 70% al 80%, el comercio bilateral podría reducirse a la mitad.
El vice primer ministro chino llegó a las negociaciones con la tranquilidad de que las exportaciones chinas subieron en abril un 8,1%, cuatro puntos más que las expectativas de los analistas.
Los expertos atribuyeron este desempeño inesperado a un redireccionamiento del comercio chino hacia el sudeste asiático para mitigar los aranceles estadounidenses.
Para Hufbauer, entre algunos miembros más moderados del gobierno de Trump, como Bessent y el secretario de Comercio Howard Lutnick, “existe la conciencia de que China está mejor preparada que Estados Unidos para hacer frente a esta guerra comercial”.
Agencia AFP y AP
WASHINGTON.– Estados Unidos y China anunciaron avances “importantes y “sustanciales” este sábado, tras dos días de negociaciones en Ginebra sobre los aranceles aduaneros de Donald Trump que desataron una guerra comercial.
Ambos países acordaron también un “mecanismo de consulta” para reducir las tensiones comerciales y anunciaron que emitirán un comunicado conjunto.
“Me complace informar que logramos avances sustanciales entre Estados Unidos y China en las importantísimas conversaciones comerciales”, declaró a la prensa en Ginebra el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
El representante de Comercio estadounidense, Jamieson Greer, sugirió que se había alcanzado un acuerdo, pero no proporcionó detalles. Él y Bessent hablaron brevemente con los reporteros una vez que las conversaciones concluyeron en la villa señorial que sirve como residencia del embajador suizo ante las Naciones Unidas en Ginebra, pero no respondieron a preguntas.
“Es importante entender cuán rápidamente pudimos llegar a un acuerdo, lo que refleja que quizás las diferencias no eran tan grandes como se pensaba”, dijo Greer. Pero también enfatizó que una de las prioridades de Trump es cerrar el déficit comercial de Estados Unidos con China, que alcanzó un récord de 263.000 millones de dólares el año pasado.
“Estamos seguros de que el acuerdo que alcanzamos con nuestros socios chinos nos ayudará a resolver y trabajar hacia la resolución de esa emergencia nacional”, añadió Greer.
Posteriormente, la Casa Blanca emitió un comunicado titulado “Estados Unidos anuncia acuerdo comercial con China en Ginebra”, pero ofreció las mismas citas de Bessent y Greer.
La guerra comercial entre Pekín y Washington estalló cuando Trump adoptó una andanada de aranceles que golpearon específicamente a China. El régimen comunista respondió entonces con duras medidas de represalia.
Desde el inicio de este año, las tarifas impuestas por Estados Unidos a China ascienden al 145%, y los gravámenes acumulados para ciertos productos alcanzan la asombrosa cifra del 245%.
En respuesta, China impuso aranceles del 125% a los productos estadounidenses y como resultado el comercio bilateral entre las dos primeras economías mundiales se estancó.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, señaló que las discusiones entre Pekín y Washington eran “un paso positivo y constructivo hacia la desescalada”.
El magnate estadounidense afirmó que en el primer día de conversaciones a puerta cerrada se había registrado “un gran progreso”. “Un reinicio total negociado de manera amistosa, pero constructiva”, destacó en una publicación de Truth Social.
El diálogo es la reunión de más alto nivel entre las dos mayores economías del mundo desde el regreso a la Casa Blanca de Trump, que adoptó una ofensiva arancelaria justificada como una forma de contrarrestar prácticas que considera injustas y defender empleos en Estados Unidos.
“El contacto establecido en Suiza es un paso importante para promover la resolución del problema”, indicó un comentario publicado por la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Antes de las negociaciones, Trump sugirió que podría rebajar los aranceles para China a un 80%.
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclaró después que Estados Unidos no va a reducir los aranceles de forma unilateral y agregó que China también deberá hacer concesiones.
Ambas partes buscaron rebajar las expectativas. El secretario del Tesoro afirmó que las negociaciones estaban centradas en rebajar las tensiones y no en buscar un “gran acuerdo comercial”. China, a su vez, insistió en que Estados Unidos debía bajar los aranceles primero.
El mero hecho de que se celebren conversaciones “es una buena noticia para las empresas y para los mercados financieros”, explicó Gary Hufbauer, investigador principal no residente del Peterson Institute for International Economics (PIIE), un centro de estudios con sede en Washington.
Pero Hufbauer expresó escepticismo respecto a que “se restablezca algo parecido a unas relaciones comerciales normales” entre las dos potencias, ya que incluso con un nivel de aranceles del 70% al 80%, el comercio bilateral podría reducirse a la mitad.
El vice primer ministro chino llegó a las negociaciones con la tranquilidad de que las exportaciones chinas subieron en abril un 8,1%, cuatro puntos más que las expectativas de los analistas.
Los expertos atribuyeron este desempeño inesperado a un redireccionamiento del comercio chino hacia el sudeste asiático para mitigar los aranceles estadounidenses.
Para Hufbauer, entre algunos miembros más moderados del gobierno de Trump, como Bessent y el secretario de Comercio Howard Lutnick, “existe la conciencia de que China está mejor preparada que Estados Unidos para hacer frente a esta guerra comercial”.
Agencia AFP y AP
Funcionarios de ambos países hablaron de “avances sustanciales” y dijeron que emitirán un comunicado conjunto LA NACION