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Expectativa e incógnitas a horas del inicio del cónclave: los cardenales apuntan a otro “papa pastor”

ROMA.- En un clima electrizante y un escenario aún lleno de incógnitas en el horizonte, comenzará este miércoles el cónclave para suceder al papa Francisco. Aunque por lo bajo algunos cardenales que concluyeron este martes las congregaciones generales confesaban que no había surgido de las reuniones un candidato “obvio”, las últimas intervenciones dejaron en claro que si bien es imposible que salga electo alguien que es una “fotocopia” de Francisco, muchos quieren que el 267 pontífice de la historia de la Iglesia católica sea un pastor con sus mismas prioridades.

“Se trazó el perfil de un papa pastor, maestro de humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia samaritana, cercana a los necesitados y a las heridas de la humanidad”, dijo el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, al sintetizar los temas salidos en la doceava y última congregación general.

La Capilla Sixtina, lista para recibir a los cardenales

“En tiempos marcados por guerras, violencias y fuertes polarizaciones, se advierte la con fuerza la necesidad de una guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza”, añadió el vocero, en su último encuentro antes de la elección del nuevo papa con muchos de los más de 4000 periodistas llegados desde todo el mundo para cubrir el cónclave para elegir al sucesor de Francisco.

La invasión de periodistas no se debe a que, debido a la película, “Cónclave”, hay más interés, dijo Bruni, ante una pregunta al respecto, que recordó que es “normal” que la elección de un pontífice, líder de más de 1400 millones de files católicos del mundo, sea visto con enorme interés.

Se trata, además, de una elección distinta, sin precedente en la historia. Nunca hubo tantos cardenales electores -133- y nunca fue necesario un quórum tan alto, de 89 votos, el equivalente de dos tercios de la asamblea para que alguien pueda ser electo. Por voluntad de Jorge Bergoglio, que internacionalizó como nadie el colegio cardenalicio, los 133 cardenales electores provienen de 70 países de todos los continentes: 52 de Europa, 14 de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), 23 de América Latina; 17 de África, 23 de Asia y 4 de Oceanía. El 80% fueron designados por Francisco, aunque eso no necesariamente quiere decir que saldrá electo un “Francisco II”.

Fieles en la Plaza de San Pedro este martes en el Vaticano

Muchos purpurados llegan de países remotos y olvidados como Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, que Francisco visitó el año pasado en el viaje más largo y más hacia el este del mundo de su pontificado, que hizo pese a su silla de ruedas y precaria salud, con una fuerza y determinación que conmovieron al mundo.

Las congregaciones

Ese mismo ir en salida hacia las periferias es una cualidad que los cardenales parecieron identificar en las doce congregaciones generales que tuvieron en los últimos días. Estas reuniones pre-cónclave al principio estuvieron marcadas por el escándalo protagonizado por el finalmente excluido cardenal italiano Angelo Becciu -exsustituto de la Secretaría de Estado y exhombre de confianza de Francisco, defenestrado por él al salir su implicación en maniobras “non sanctas” con dinero del Óbolo de San Pedro, destinado a los pobres.

Luego, según se filtró e informó LA NACION, hubo prelados de la curia, también de confianza al principio del papa argentino -como el cardenal italiano Beniamino Stella- que atacaron a Francisco por su reforma de la curia romana, donde ahora hay una mujer prefecto. Pero en los últimos días -y más allá del secreto que debería rodear estas reuniones-, hubo muchas voces que, en cambio, no sólo elogiaron su legado, sino que reclamaron a viva voz que el próximo papa sea un pastor profético, como Francisco, alguien con experiencia de obispo en una diócesis y cercano a los que sufren.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller este martes en el Vaticano

De predominar este deseo, disminuirían las chances del cardenal Pietro Parolin, el gran favorito según las casas de apuestas londinenses y para la prensa italiana, un diplomático de carrera de mucho prestigio y habilidad, pero sin experiencia al frente de una diócesis. Parolin, de 70 años, es el candidato más conocido en un colegio de electores donde todos lamentan no conocerse. Es más, muchos este martes confesaban que hubiera hecho falta más tiempo para conocerse. Fiel reflejo de este problema, todos llevaban etiquetas con su nombre arriba de la sotana.

Como secretario de Estado y número dos de Francisco, Parolin se la pasaba viajando por el mundo. “Con los viajes, se hacía conocer y afianzaba su campaña para suceder a Francisco”, aseguró a LA NACION un prelado vaticano que espera otro tipo de papa y que prefirió el anonimato. “La gran diferencia entre Parolin, que estuvo durante años trabajando para construir la base de sus futuros electores, el ala rival, ‘bergogliana’, está desorganizada”, advirtió, preocupado.

Pietro Parolin

De hecho, no hay un solo nombre como candidato del ala que espera a un pastor más en línea con el ímpetu reformista de Francisco. Sino que son varios los purpurados que suenan como una alternativa a la opción Parolin, que cuenta con el respaldo de quienes quieren un regreso “a la normalidad”, a una “Iglesia institucional” y que se le ponga un freno al “hagan lío” de Francisco.

Entre ellos, el primero de la lista es el del cardenal filipino, Luis Antonio “Chito” Tagle, de 67 años, ya considerado papable en el cónclave de 2013 -pero entonces demasiado joven-, exarzobispo de Manila de gran carisma y apodado “el Francisco de Asia” por su cercanía a pobres y descartados. De madre de origen chino, humilde, tímido y criticado por su gestión al frente de Cáritas Internationalis, Tagle fue bombardeado en días pasados por un video en el que aparece cantando “Imagine”, algo que le valió el mote de “cardenal karaoke”.

Luis Antonio Tagle

También se baraja el nombre del cardenal francés, Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, prelado de 66 años que nació en Argelia y alineado con Francisco en cuanto al drama de los migrantes y la necesidad de dialogar con todos y, más aún, con las demás religiones. Aunque días atrás celebró misa en italiano, leyendo, en la Iglesia de la que es titular, aún permanecen dudas sobre su capacidad de comunicarse en el idioma del también obispo de Roma.

Jean-Marc Aveline en el Vaticano

Otro nombre es el del cardenal Robert Prevost, norteamericano que también cuenta con pasaporte peruano porque vivió 20 años en Perú, donde fue misionero y obispo de Chiclayo. De 69 años y de los agustinianos -del que fue superior-, Francisco lo llamó a Roma en 2023 para ponerlo al frente del Dicasterio para los Obispos y de la Pontificia Comisión de América latina. Su problema es el carisma, tal como pudieron notar los demás cardenales cuando habló en las reuniones pre-cónclave.

Robert Francis Prevost

Según pudo saber LA NACION, quien allí cautivó a los purpurados, en cambio, fue el cardenal Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba y uno de los cuatro argentinos (junto a Víctor Manuel “Tucho” Fernández, Mario Poli y Vicente Bokalic) que por la tarde, después de jurar, en la espectacular Capilla Sixtina deberán por primera vez escribir sobre una papeleta el nombre del sucesor del papa argentino.

Rossi, que fue novicio de Jorge Bergoglio, “dio un discurso brillante, vibrante”, contó una fuente, que destacó que muchos se acercaron a felicitarlo, pero conscientes de que, en tanto argentino y jesuita, está descartado. Otro cardenal que impactó con un discurso de alto vuelo y de enorme apertura, según trascendió fue el filipino Pablo “Ambo” David.

Ángel Sixto Rossi en el Vaticano

También siguen estando en las listas de papables otros dos italianos: el cardenal Matteo Zuppi, de 69 años, de la Comunidad de San Egidio, también alineado con Francisco, pero más moderado; y Pier Battista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, de 60 años, que, en cambio, podría cosechar votos de los conservadores.

“La tónica es que no hay ningún deseo ni posibilidad de dar marcha atrás, sino todo lo contrario”, dijo a LA NACION el cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo, al salir, muy satisfecho, de la última congregación y tras ser consultado sobre si el cónclave preservará el legado de Francisco. Porras Cardozo, arzobispo emérito de Caracas y Mérida, que no entrará al cónclave porque es mayor de 80 años, se mostró convencido de que hay consenso en que hay que “continuar los proyectos fundamentales de Francisco”. Su sucesor deberá ser “un pastor con olor a oveja”, aseguró. Y, ante la pregunta de si podría ser italiano, dio una pista: “¿dónde están los católicos del mundo, hoy? Más del 80% de los católicos del mundo no están en Europa». Y pronosticó que habrá fumata blanca ”entre viernes y sábado».

Destrucción del anillo del pescador

En la última reunión pre-cónclave los cardenales -mayores y menores de 80 años-, según nuevas reglas queridas por el Papa, este martes “anularon”, es decir, destruyeron, el anillo del pescador de Francisco y su sello de plomo. Y, en otro fiel reflejo de que, como él, están preocupados por un mundo en llamas, en un comunicado que difundieron, lamentaron que no se hayan registrado progresos hacia la paz en Ucrania, en Medio Oriente y otras partes del mundo, sino que “se intensificaron ataques contra civiles” y lanzaron un llamado a cese del fuego permanente y a rezar por una paz justa y duradera.

La anulación del anillo del pescador

Varios purpurados comenzaron a ingresar a la residencia de Santa Marta y de Santa Marta Vieja, donde tomaron posesión de sus cuartos, ya acondicionados para que nada pueda interferir en la votación. En Santa Marta los cardenales deberán dejar todos sus celulares, tabletas, relojes, que recuperarán sólo después de que haya sido electo el nuevo papa. El cardenal Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile y activo en redes sociales, se despidió de sus followers.

“Hoy entro al cónclave sin celular. Solo de cara a Dios para votar por quien será el Papa. Una responsabilidad que me sobrepasa. En la oración ha surgido: Señor ten piedad; Viva Chile mi alma; Amo a la Iglesia que me mostró a Jesucristo nuestro Señor, Luz, Camino, Verdad y Vida”, escribió añadiendo un video que se hizo debajo de la Columnata del Bernini.

Otros cardenales ingresarán a Santa Marta por la mañana, para estar a tiempo para ir desde allí hasta la Basílica de San Pedro para la misa “pro-eligendo Pontífice”, por la elección del pontífice, puntapié inicial del proceso de elección. Este comenzará por la tarde, después de una procesión solemne de los 133 cardenales desde la Capilla Paolina hasta la Capilla Sixtina.

Allí, después de jurar mantener secreto este ritual milenario, las cámaras del Vaticano -que pasarán todo en directo- cortarán la transmisión después del tradicional “extra omnes” –“todos afuera”- pronunciado por el ceremoniero papal y se cerrarán las puertas. Comenzará entonces la primera y única votación de la jornada, cuyo resultado podrá verse con la primera fumata que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina. no antes de las 19 locales, según calculó Bruni.

Clima de expectativa

En la Plaza de San Pedro se vivía un clima de enorme expectativa. Ya habían colocado parlantes para que se oyera bien el anuncio del “habemus papam” que nadie sabe bien cuándo llegará. Algunos cardenales confesaron que podría tardar más que en el cónclave pasado, que fue corto, duró dos días, siempre por eso de que no se conocen y que hace falta tiempo.

Un cura con varias cajas de pizza camina por las columnas de la Plaza de San Pedro

Nadie ingresa, en efecto, con los 89 votos necesarios y, dentro de la clausura de Santa Marta, en sus momentos de pausa, desayunos, almuerzos, durante las siestas o en los pasillos, los cardenales deberán seguir negociando y tejiendo acuerdos. A la espera de que este miércoles a las 15 todo el perímetro del Vaticano donde se desarrolla el cónclave pase a estar blindado y debajo de una virtual escudo o campana que determinará que ya no haya señal de la red telefónica-, miles de personas seguían fluyendo hacia la Plaza de San Pedro. Fieles y también turistas que quieren ver ese ambiente lleno de expectativa y suspenso y sacar selfies, conscientes del momento histórico.

Ya estaba listo, con sus cortinados bordó, el balcón central o “loggia” de la Basílica de San Pedro, desde donde se presentará ante el mundo el sucesor de Francisco, nadie sabe aun cuándo. Imposible saber si entonces sorprenderá con ese informal “buonasera” que marcó el inicio de esa revolución de la cercanía del primer papa argentino, llegado desde el fin del mundo, que muchos quieren que no se detenga.

ROMA.- En un clima electrizante y un escenario aún lleno de incógnitas en el horizonte, comenzará este miércoles el cónclave para suceder al papa Francisco. Aunque por lo bajo algunos cardenales que concluyeron este martes las congregaciones generales confesaban que no había surgido de las reuniones un candidato “obvio”, las últimas intervenciones dejaron en claro que si bien es imposible que salga electo alguien que es una “fotocopia” de Francisco, muchos quieren que el 267 pontífice de la historia de la Iglesia católica sea un pastor con sus mismas prioridades.

“Se trazó el perfil de un papa pastor, maestro de humanidad, capaz de encarnar el rostro de una Iglesia samaritana, cercana a los necesitados y a las heridas de la humanidad”, dijo el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, al sintetizar los temas salidos en la doceava y última congregación general.

La Capilla Sixtina, lista para recibir a los cardenales

“En tiempos marcados por guerras, violencias y fuertes polarizaciones, se advierte la con fuerza la necesidad de una guía espiritual que ofrezca misericordia, sinodalidad y esperanza”, añadió el vocero, en su último encuentro antes de la elección del nuevo papa con muchos de los más de 4000 periodistas llegados desde todo el mundo para cubrir el cónclave para elegir al sucesor de Francisco.

La invasión de periodistas no se debe a que, debido a la película, “Cónclave”, hay más interés, dijo Bruni, ante una pregunta al respecto, que recordó que es “normal” que la elección de un pontífice, líder de más de 1400 millones de files católicos del mundo, sea visto con enorme interés.

Se trata, además, de una elección distinta, sin precedente en la historia. Nunca hubo tantos cardenales electores -133- y nunca fue necesario un quórum tan alto, de 89 votos, el equivalente de dos tercios de la asamblea para que alguien pueda ser electo. Por voluntad de Jorge Bergoglio, que internacionalizó como nadie el colegio cardenalicio, los 133 cardenales electores provienen de 70 países de todos los continentes: 52 de Europa, 14 de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), 23 de América Latina; 17 de África, 23 de Asia y 4 de Oceanía. El 80% fueron designados por Francisco, aunque eso no necesariamente quiere decir que saldrá electo un “Francisco II”.

Fieles en la Plaza de San Pedro este martes en el Vaticano

Muchos purpurados llegan de países remotos y olvidados como Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, que Francisco visitó el año pasado en el viaje más largo y más hacia el este del mundo de su pontificado, que hizo pese a su silla de ruedas y precaria salud, con una fuerza y determinación que conmovieron al mundo.

Las congregaciones

Ese mismo ir en salida hacia las periferias es una cualidad que los cardenales parecieron identificar en las doce congregaciones generales que tuvieron en los últimos días. Estas reuniones pre-cónclave al principio estuvieron marcadas por el escándalo protagonizado por el finalmente excluido cardenal italiano Angelo Becciu -exsustituto de la Secretaría de Estado y exhombre de confianza de Francisco, defenestrado por él al salir su implicación en maniobras “non sanctas” con dinero del Óbolo de San Pedro, destinado a los pobres.

Luego, según se filtró e informó LA NACION, hubo prelados de la curia, también de confianza al principio del papa argentino -como el cardenal italiano Beniamino Stella- que atacaron a Francisco por su reforma de la curia romana, donde ahora hay una mujer prefecto. Pero en los últimos días -y más allá del secreto que debería rodear estas reuniones-, hubo muchas voces que, en cambio, no sólo elogiaron su legado, sino que reclamaron a viva voz que el próximo papa sea un pastor profético, como Francisco, alguien con experiencia de obispo en una diócesis y cercano a los que sufren.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller este martes en el Vaticano

De predominar este deseo, disminuirían las chances del cardenal Pietro Parolin, el gran favorito según las casas de apuestas londinenses y para la prensa italiana, un diplomático de carrera de mucho prestigio y habilidad, pero sin experiencia al frente de una diócesis. Parolin, de 70 años, es el candidato más conocido en un colegio de electores donde todos lamentan no conocerse. Es más, muchos este martes confesaban que hubiera hecho falta más tiempo para conocerse. Fiel reflejo de este problema, todos llevaban etiquetas con su nombre arriba de la sotana.

Como secretario de Estado y número dos de Francisco, Parolin se la pasaba viajando por el mundo. “Con los viajes, se hacía conocer y afianzaba su campaña para suceder a Francisco”, aseguró a LA NACION un prelado vaticano que espera otro tipo de papa y que prefirió el anonimato. “La gran diferencia entre Parolin, que estuvo durante años trabajando para construir la base de sus futuros electores, el ala rival, ‘bergogliana’, está desorganizada”, advirtió, preocupado.

Pietro Parolin

De hecho, no hay un solo nombre como candidato del ala que espera a un pastor más en línea con el ímpetu reformista de Francisco. Sino que son varios los purpurados que suenan como una alternativa a la opción Parolin, que cuenta con el respaldo de quienes quieren un regreso “a la normalidad”, a una “Iglesia institucional” y que se le ponga un freno al “hagan lío” de Francisco.

Entre ellos, el primero de la lista es el del cardenal filipino, Luis Antonio “Chito” Tagle, de 67 años, ya considerado papable en el cónclave de 2013 -pero entonces demasiado joven-, exarzobispo de Manila de gran carisma y apodado “el Francisco de Asia” por su cercanía a pobres y descartados. De madre de origen chino, humilde, tímido y criticado por su gestión al frente de Cáritas Internationalis, Tagle fue bombardeado en días pasados por un video en el que aparece cantando “Imagine”, algo que le valió el mote de “cardenal karaoke”.

Luis Antonio Tagle

También se baraja el nombre del cardenal francés, Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, prelado de 66 años que nació en Argelia y alineado con Francisco en cuanto al drama de los migrantes y la necesidad de dialogar con todos y, más aún, con las demás religiones. Aunque días atrás celebró misa en italiano, leyendo, en la Iglesia de la que es titular, aún permanecen dudas sobre su capacidad de comunicarse en el idioma del también obispo de Roma.

Jean-Marc Aveline en el Vaticano

Otro nombre es el del cardenal Robert Prevost, norteamericano que también cuenta con pasaporte peruano porque vivió 20 años en Perú, donde fue misionero y obispo de Chiclayo. De 69 años y de los agustinianos -del que fue superior-, Francisco lo llamó a Roma en 2023 para ponerlo al frente del Dicasterio para los Obispos y de la Pontificia Comisión de América latina. Su problema es el carisma, tal como pudieron notar los demás cardenales cuando habló en las reuniones pre-cónclave.

Robert Francis Prevost

Según pudo saber LA NACION, quien allí cautivó a los purpurados, en cambio, fue el cardenal Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba y uno de los cuatro argentinos (junto a Víctor Manuel “Tucho” Fernández, Mario Poli y Vicente Bokalic) que por la tarde, después de jurar, en la espectacular Capilla Sixtina deberán por primera vez escribir sobre una papeleta el nombre del sucesor del papa argentino.

Rossi, que fue novicio de Jorge Bergoglio, “dio un discurso brillante, vibrante”, contó una fuente, que destacó que muchos se acercaron a felicitarlo, pero conscientes de que, en tanto argentino y jesuita, está descartado. Otro cardenal que impactó con un discurso de alto vuelo y de enorme apertura, según trascendió fue el filipino Pablo “Ambo” David.

Ángel Sixto Rossi en el Vaticano

También siguen estando en las listas de papables otros dos italianos: el cardenal Matteo Zuppi, de 69 años, de la Comunidad de San Egidio, también alineado con Francisco, pero más moderado; y Pier Battista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, de 60 años, que, en cambio, podría cosechar votos de los conservadores.

“La tónica es que no hay ningún deseo ni posibilidad de dar marcha atrás, sino todo lo contrario”, dijo a LA NACION el cardenal venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo, al salir, muy satisfecho, de la última congregación y tras ser consultado sobre si el cónclave preservará el legado de Francisco. Porras Cardozo, arzobispo emérito de Caracas y Mérida, que no entrará al cónclave porque es mayor de 80 años, se mostró convencido de que hay consenso en que hay que “continuar los proyectos fundamentales de Francisco”. Su sucesor deberá ser “un pastor con olor a oveja”, aseguró. Y, ante la pregunta de si podría ser italiano, dio una pista: “¿dónde están los católicos del mundo, hoy? Más del 80% de los católicos del mundo no están en Europa». Y pronosticó que habrá fumata blanca ”entre viernes y sábado».

Destrucción del anillo del pescador

En la última reunión pre-cónclave los cardenales -mayores y menores de 80 años-, según nuevas reglas queridas por el Papa, este martes “anularon”, es decir, destruyeron, el anillo del pescador de Francisco y su sello de plomo. Y, en otro fiel reflejo de que, como él, están preocupados por un mundo en llamas, en un comunicado que difundieron, lamentaron que no se hayan registrado progresos hacia la paz en Ucrania, en Medio Oriente y otras partes del mundo, sino que “se intensificaron ataques contra civiles” y lanzaron un llamado a cese del fuego permanente y a rezar por una paz justa y duradera.

La anulación del anillo del pescador

Varios purpurados comenzaron a ingresar a la residencia de Santa Marta y de Santa Marta Vieja, donde tomaron posesión de sus cuartos, ya acondicionados para que nada pueda interferir en la votación. En Santa Marta los cardenales deberán dejar todos sus celulares, tabletas, relojes, que recuperarán sólo después de que haya sido electo el nuevo papa. El cardenal Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile y activo en redes sociales, se despidió de sus followers.

“Hoy entro al cónclave sin celular. Solo de cara a Dios para votar por quien será el Papa. Una responsabilidad que me sobrepasa. En la oración ha surgido: Señor ten piedad; Viva Chile mi alma; Amo a la Iglesia que me mostró a Jesucristo nuestro Señor, Luz, Camino, Verdad y Vida”, escribió añadiendo un video que se hizo debajo de la Columnata del Bernini.

Otros cardenales ingresarán a Santa Marta por la mañana, para estar a tiempo para ir desde allí hasta la Basílica de San Pedro para la misa “pro-eligendo Pontífice”, por la elección del pontífice, puntapié inicial del proceso de elección. Este comenzará por la tarde, después de una procesión solemne de los 133 cardenales desde la Capilla Paolina hasta la Capilla Sixtina.

Allí, después de jurar mantener secreto este ritual milenario, las cámaras del Vaticano -que pasarán todo en directo- cortarán la transmisión después del tradicional “extra omnes” –“todos afuera”- pronunciado por el ceremoniero papal y se cerrarán las puertas. Comenzará entonces la primera y única votación de la jornada, cuyo resultado podrá verse con la primera fumata que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina. no antes de las 19 locales, según calculó Bruni.

Clima de expectativa

En la Plaza de San Pedro se vivía un clima de enorme expectativa. Ya habían colocado parlantes para que se oyera bien el anuncio del “habemus papam” que nadie sabe bien cuándo llegará. Algunos cardenales confesaron que podría tardar más que en el cónclave pasado, que fue corto, duró dos días, siempre por eso de que no se conocen y que hace falta tiempo.

Un cura con varias cajas de pizza camina por las columnas de la Plaza de San Pedro

Nadie ingresa, en efecto, con los 89 votos necesarios y, dentro de la clausura de Santa Marta, en sus momentos de pausa, desayunos, almuerzos, durante las siestas o en los pasillos, los cardenales deberán seguir negociando y tejiendo acuerdos. A la espera de que este miércoles a las 15 todo el perímetro del Vaticano donde se desarrolla el cónclave pase a estar blindado y debajo de una virtual escudo o campana que determinará que ya no haya señal de la red telefónica-, miles de personas seguían fluyendo hacia la Plaza de San Pedro. Fieles y también turistas que quieren ver ese ambiente lleno de expectativa y suspenso y sacar selfies, conscientes del momento histórico.

Ya estaba listo, con sus cortinados bordó, el balcón central o “loggia” de la Basílica de San Pedro, desde donde se presentará ante el mundo el sucesor de Francisco, nadie sabe aun cuándo. Imposible saber si entonces sorprenderá con ese informal “buonasera” que marcó el inicio de esa revolución de la cercanía del primer papa argentino, llegado desde el fin del mundo, que muchos quieren que no se detenga.

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