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Tras la histórica derrota de Merz, cómo sigue el proceso para elegir al canciller de Alemania

BERLIN.- El revés sufrido este martes por Friedrich Merz, al no lograr la mayoría absoluta necesaria en el parlamento para ser elegido canciller de Alemania, supone un golpe político significativo que debilita su liderazgo, aunque no lo deja fuera de carrera. Pese a contar con una alianza mayoritaria sobre el papel, su fracaso revela fisuras internas en la coalición prevista y plantea serias dudas sobre su capacidad para formar un gobierno estable.

Sin embargo, el proceso constitucional para la elección del sucesor del canciller saliente, Olaf Scholz, aún no ha concluido, y Merz mantiene abierta la posibilidad de ser investido en una próxima votación.

A continuación, cómo continúa el procedimiento institucional en busca de un nuevo jefe de gobierno en Alemania:

Primer intento

Friedrich Merz, a la derecha, conversa con el canciller saliente Olaf Scholz en el Parlamento federal alemán, el Bundestag, en el edificio del Reichstag en Berlín, el martes 6 de mayo de 2025.

El artículo 63 de la Constitución alemana, conocida como Ley Fundamental, establece que, en la primera ronda de votación, un candidato debe obtener una mayoría absoluta en el bundestag —la cámara baja del parlamento— para ser elegido. Merz logró 310 votos, seis menos de los 316 necesarios en un Parlamento compuesto por 630 miembros.

Sobre el papel, la coalición que impulsa su candidatura —formada por su bloque conservador CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD— dispone de una mayoría de 328 escaños. Sin embargo, el resultado de la votación dejó en evidencia una grieta interna: 18 diputados de esa mayoría prevista decidieron no respaldarlo, sea por desacuerdos políticos, cálculos estratégicos o tensiones personales no explicitadas.

El revés tiene una dimensión histórica. Ningún candidato a canciller había fracasado, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en obtener el respaldo del Bundestag en la primera votación. El episodio refleja tanto la fragilidad de los equilibrios parlamentarios como los desafíos que enfrenta Merz para consolidar su liderazgo y construir una mayoría sólida y confiable.

Próxima votación

Según lo establece la Ley Fundamental, el parlamento dispone de un plazo de 14 días para elegir a un nuevo canciller en caso de que ningún candidato obtenga la mayoría absoluta en el primer intento. En ese marco, este martes se confirmó oficialmente que la segunda votación se llevará a cabo esta tarde a las 15.15.

En una rueda de prensa, Jens Spahn, dirigente destacado de la CDU, subrayó la trascendencia del momento y afirmó que “toda Europa, quizás el mundo entero”, estará pendiente del resultado. Además, instó a los legisladores a actuar con responsabilidad y respaldar al candidato acordado por la coalición.

Desde el Partido Socialdemócrata, el copresidente Lars Klingbeil también se mostró confiado en que “la mayoría necesaria estará ahora asegurada” para confirmar a Merz. La expectativa es alta y la votación se perfila como decisiva para definir el rumbo del próximo gobierno alemán.

Aritmética parlamentaria

La líder de AfD, Alice Weidel, gesticula en el Parlamento federal alemán, el Bundestag, en el edificio del Reichstag en Berlín, el martes 6 de mayo de 2025.

En principio, pueden proponerse candidatos alternativos en cualquier momento, pero la aritmética parlamentaria indica que los conservadores y el SPD son el único bloque bipartito capaz de reunir una mayoría sin contar con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Proponer a otro candidato requeriría probablemente renegociaciones extensas, posiblemente con la participación de un tercer partido como los Verdes, que exigirían sus propias concesiones. Compartir el poder con la AfD sigue siendo un tabú para los partidos tradicionales.

Merz, que permitió que se aprobara una resolución antiinmigración con el apoyo de la AfD antes de la elección, difícilmente querrá comenzar su mandato dependiendo del respaldo de un partido al que ha prometido evitar y que esta semana fue oficialmente calificado como “extremista de derecha”.

Si todo falla

Si después de 14 días Merz no consigue la mayoría absoluta, la Constitución alemana prevé una tercera instancia en la que podrá ser elegido canciller con mayoría simple, es decir, con más votos a favor que en contra entre los diputados presentes.

En ese escenario, Merz tendría virtualmente asegurada la victoria si logra mantener el respaldo inicial con el que comenzó el proceso. Mientras persista el estancamiento, Scholz continuará ejerciendo como canciller en funciones, garantizando la continuidad institucional.

Agencias AFP y Reuters

BERLIN.- El revés sufrido este martes por Friedrich Merz, al no lograr la mayoría absoluta necesaria en el parlamento para ser elegido canciller de Alemania, supone un golpe político significativo que debilita su liderazgo, aunque no lo deja fuera de carrera. Pese a contar con una alianza mayoritaria sobre el papel, su fracaso revela fisuras internas en la coalición prevista y plantea serias dudas sobre su capacidad para formar un gobierno estable.

Sin embargo, el proceso constitucional para la elección del sucesor del canciller saliente, Olaf Scholz, aún no ha concluido, y Merz mantiene abierta la posibilidad de ser investido en una próxima votación.

A continuación, cómo continúa el procedimiento institucional en busca de un nuevo jefe de gobierno en Alemania:

Primer intento

Friedrich Merz, a la derecha, conversa con el canciller saliente Olaf Scholz en el Parlamento federal alemán, el Bundestag, en el edificio del Reichstag en Berlín, el martes 6 de mayo de 2025.

El artículo 63 de la Constitución alemana, conocida como Ley Fundamental, establece que, en la primera ronda de votación, un candidato debe obtener una mayoría absoluta en el bundestag —la cámara baja del parlamento— para ser elegido. Merz logró 310 votos, seis menos de los 316 necesarios en un Parlamento compuesto por 630 miembros.

Sobre el papel, la coalición que impulsa su candidatura —formada por su bloque conservador CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD— dispone de una mayoría de 328 escaños. Sin embargo, el resultado de la votación dejó en evidencia una grieta interna: 18 diputados de esa mayoría prevista decidieron no respaldarlo, sea por desacuerdos políticos, cálculos estratégicos o tensiones personales no explicitadas.

El revés tiene una dimensión histórica. Ningún candidato a canciller había fracasado, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en obtener el respaldo del Bundestag en la primera votación. El episodio refleja tanto la fragilidad de los equilibrios parlamentarios como los desafíos que enfrenta Merz para consolidar su liderazgo y construir una mayoría sólida y confiable.

Próxima votación

Según lo establece la Ley Fundamental, el parlamento dispone de un plazo de 14 días para elegir a un nuevo canciller en caso de que ningún candidato obtenga la mayoría absoluta en el primer intento. En ese marco, este martes se confirmó oficialmente que la segunda votación se llevará a cabo esta tarde a las 15.15.

En una rueda de prensa, Jens Spahn, dirigente destacado de la CDU, subrayó la trascendencia del momento y afirmó que “toda Europa, quizás el mundo entero”, estará pendiente del resultado. Además, instó a los legisladores a actuar con responsabilidad y respaldar al candidato acordado por la coalición.

Desde el Partido Socialdemócrata, el copresidente Lars Klingbeil también se mostró confiado en que “la mayoría necesaria estará ahora asegurada” para confirmar a Merz. La expectativa es alta y la votación se perfila como decisiva para definir el rumbo del próximo gobierno alemán.

Aritmética parlamentaria

La líder de AfD, Alice Weidel, gesticula en el Parlamento federal alemán, el Bundestag, en el edificio del Reichstag en Berlín, el martes 6 de mayo de 2025.

En principio, pueden proponerse candidatos alternativos en cualquier momento, pero la aritmética parlamentaria indica que los conservadores y el SPD son el único bloque bipartito capaz de reunir una mayoría sin contar con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Proponer a otro candidato requeriría probablemente renegociaciones extensas, posiblemente con la participación de un tercer partido como los Verdes, que exigirían sus propias concesiones. Compartir el poder con la AfD sigue siendo un tabú para los partidos tradicionales.

Merz, que permitió que se aprobara una resolución antiinmigración con el apoyo de la AfD antes de la elección, difícilmente querrá comenzar su mandato dependiendo del respaldo de un partido al que ha prometido evitar y que esta semana fue oficialmente calificado como “extremista de derecha”.

Si todo falla

Si después de 14 días Merz no consigue la mayoría absoluta, la Constitución alemana prevé una tercera instancia en la que podrá ser elegido canciller con mayoría simple, es decir, con más votos a favor que en contra entre los diputados presentes.

En ese escenario, Merz tendría virtualmente asegurada la victoria si logra mantener el respaldo inicial con el que comenzó el proceso. Mientras persista el estancamiento, Scholz continuará ejerciendo como canciller en funciones, garantizando la continuidad institucional.

Agencias AFP y Reuters

 Ningún candidato había fracasado en la primera rondadesde el final de la Segunda Guerra Mundial  LA NACION

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