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“En esta internación domiciliaria había que hacer mucho más”, dijo un testigo clave

Rodolfo Benvenuti es médico desde hace 25 años. Su especialidad es la cirugía. Tiene una relación de confianza y amistad con el abogado Víctor Stinfale, ya que tuvo a su cuidado la salud de sus padres. Por ese conocimiento, acompañó al letrado amigo de Diego Armando Maradona a la Clínica Olivos, en momentos en que el astro mundial de fútbol estuvo internado y operado de un hematoma subdural en la cabeza, a principios de noviembre de 2020, y donde se decidió el trasladado a una casa alquilada en el barrio privado San Andrés, en Tigre.

Hoy Benvenuti fue el primer testigo de la décima tercera audiencia del juicio, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte de Maradona, jornada que comenzó a las 11.27, tras un largo retraso de la hora establecida.

En parte de su testimonio, Benvenuti habló en primera persona del plural. En referencia a él y Stinfale, sobre todo cuando se decidió lo que se denominó “una internación domiciliaria”.

“Hicimos mucho hincapié en las características de la internación domiciliara, que debía tener ciertos requisitos importantes para que no tuviera complicaciones o para poder atajar posibles complicaciones. Maradona no era un paciente común. Había que hacer mucho más de lo que se hace habitualmente en una internación domiciliaria”, sostuvo el testigo.

El cirujano hizo referencia a la necesidad de tener un médico clínico, un neurólogo y control cardiológico. Todo sostenido con equipamiento.

Y, ante una pregunta específica del fiscal Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación pública, Benvenuti dijo con vehemencia: “En un paciente como Maradona tendría que haber estado el máximo de las necesidades para estar un paso adelante de las complicaciones”.

“Temí que terminara a las trompadas”

El cirujano, comenzó su declaración recordando los momentos previos a la operación del hematoma subdural, intervención hecha en la Clínica Olivos el 3 de noviembre de 2020.

Benvenuti acompañó a Stinfale a la Clínica Olivos. Primero, el abogado le pidió que averiguara sobre los antecedentes médicos del neurocirujano Leopoldo Luque, quien quería intervenir quirúrgicamente a Maradona y uno de los siete sospechosos que es juzgado por el delito de homicidio simple con dolo eventual.

“Investigué con conocidos los antecedentes médicos de Luque y me refieren que era neurocirujano, pero se especializaba en operaciones de columna. Entonces le dije a Stinfale que si la operación era del cerebro lo tenía que operar alguien que hiciera intervenciones de cerebro”, recordó el testigo bajo juramento de decir la verdad.

Benvenuti y Stinfale conocieron a Luque cuando ingresaron en la habitación que ocupaba Maradona en la Clínica Olivos.

“En líneas generales, Stinfale empezó a hablar con Luque de lo que le estaba pasando a Diego. [El neurocirujano] le explicó la patología y que había solicitado una tomografía. Presencié un paciente muy difícil, no quería que le hagan una tomografía, se quería ir y no quería que lo atiendan”, dijo Benvenuti.

Finalmente, fue el médico amigo de Stinfale quien convenció a Maradona de que se haga el estudio, lo hizo después de una “chicana” futbolística. Diego puso una serie de requisitos, como que no haya gente en los pasillos.

El abogado Víctor Stinfale, amigo de Diego Maradona

Después hubo una discusión sobre cómo se organizaba y quién operaba a Maradona.

“Stinfale tuvo un cruce muy fuerte con Luque. Luque insistía que quería operar a Maradona y le decía a Stinfale que le sacaba la oportunidad de su vida. Temí que terminara a las trompadas”, recordó Benvenuti.

Stinfale, según el testigo, le espetó: «No me interesa si vos ponés tu nombre en la cirugía, a mí me interesa que lo opere el mejor».

Finalmente, Luque entendió que no iba a operar a Diego. Stinfale y su cirujano amigo le pidieron un “equipo de excelencia” y todo transcurrió con profesionalidad.

Después, durante varios minutos, Benvenuti hizo referencia a una reunión donde se definió que el trasladado de Maradona a la casa alquilada en Tigre de la que participaron la familia de Maradona, Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, otra de las acusadas que es juzgada en el juicio.

“Cosavochov dijo que estaba en tratativas con Swiss Medical y que se estaban encargando de todo lo que iba a necesitar Maradona”, sostuvo el testigo.

Ante una pregunta puntual del fiscal Ferrari de que se debía hacer si Maradona se negaba a ser atendido u observado, sin dudar, Benvenuti dijo: «Dar por finalizada la internación domiciliaria y llevarlo a una clínica u hospital».

Maradona, finalmente, murió el 25 de noviembre de 2020 en la casa de San Andrés de Giles.

Rodolfo Benvenuti es médico desde hace 25 años. Su especialidad es la cirugía. Tiene una relación de confianza y amistad con el abogado Víctor Stinfale, ya que tuvo a su cuidado la salud de sus padres. Por ese conocimiento, acompañó al letrado amigo de Diego Armando Maradona a la Clínica Olivos, en momentos en que el astro mundial de fútbol estuvo internado y operado de un hematoma subdural en la cabeza, a principios de noviembre de 2020, y donde se decidió el trasladado a una casa alquilada en el barrio privado San Andrés, en Tigre.

Hoy Benvenuti fue el primer testigo de la décima tercera audiencia del juicio, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte de Maradona, jornada que comenzó a las 11.27, tras un largo retraso de la hora establecida.

En parte de su testimonio, Benvenuti habló en primera persona del plural. En referencia a él y Stinfale, sobre todo cuando se decidió lo que se denominó “una internación domiciliaria”.

“Hicimos mucho hincapié en las características de la internación domiciliara, que debía tener ciertos requisitos importantes para que no tuviera complicaciones o para poder atajar posibles complicaciones. Maradona no era un paciente común. Había que hacer mucho más de lo que se hace habitualmente en una internación domiciliaria”, sostuvo el testigo.

El cirujano hizo referencia a la necesidad de tener un médico clínico, un neurólogo y control cardiológico. Todo sostenido con equipamiento.

Y, ante una pregunta específica del fiscal Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación pública, Benvenuti dijo con vehemencia: “En un paciente como Maradona tendría que haber estado el máximo de las necesidades para estar un paso adelante de las complicaciones”.

“Temí que terminara a las trompadas”

El cirujano, comenzó su declaración recordando los momentos previos a la operación del hematoma subdural, intervención hecha en la Clínica Olivos el 3 de noviembre de 2020.

Benvenuti acompañó a Stinfale a la Clínica Olivos. Primero, el abogado le pidió que averiguara sobre los antecedentes médicos del neurocirujano Leopoldo Luque, quien quería intervenir quirúrgicamente a Maradona y uno de los siete sospechosos que es juzgado por el delito de homicidio simple con dolo eventual.

“Investigué con conocidos los antecedentes médicos de Luque y me refieren que era neurocirujano, pero se especializaba en operaciones de columna. Entonces le dije a Stinfale que si la operación era del cerebro lo tenía que operar alguien que hiciera intervenciones de cerebro”, recordó el testigo bajo juramento de decir la verdad.

Benvenuti y Stinfale conocieron a Luque cuando ingresaron en la habitación que ocupaba Maradona en la Clínica Olivos.

“En líneas generales, Stinfale empezó a hablar con Luque de lo que le estaba pasando a Diego. [El neurocirujano] le explicó la patología y que había solicitado una tomografía. Presencié un paciente muy difícil, no quería que le hagan una tomografía, se quería ir y no quería que lo atiendan”, dijo Benvenuti.

Finalmente, fue el médico amigo de Stinfale quien convenció a Maradona de que se haga el estudio, lo hizo después de una “chicana” futbolística. Diego puso una serie de requisitos, como que no haya gente en los pasillos.

El abogado Víctor Stinfale, amigo de Diego Maradona

Después hubo una discusión sobre cómo se organizaba y quién operaba a Maradona.

“Stinfale tuvo un cruce muy fuerte con Luque. Luque insistía que quería operar a Maradona y le decía a Stinfale que le sacaba la oportunidad de su vida. Temí que terminara a las trompadas”, recordó Benvenuti.

Stinfale, según el testigo, le espetó: «No me interesa si vos ponés tu nombre en la cirugía, a mí me interesa que lo opere el mejor».

Finalmente, Luque entendió que no iba a operar a Diego. Stinfale y su cirujano amigo le pidieron un “equipo de excelencia” y todo transcurrió con profesionalidad.

Después, durante varios minutos, Benvenuti hizo referencia a una reunión donde se definió que el trasladado de Maradona a la casa alquilada en Tigre de la que participaron la familia de Maradona, Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, otra de las acusadas que es juzgada en el juicio.

“Cosavochov dijo que estaba en tratativas con Swiss Medical y que se estaban encargando de todo lo que iba a necesitar Maradona”, sostuvo el testigo.

Ante una pregunta puntual del fiscal Ferrari de que se debía hacer si Maradona se negaba a ser atendido u observado, sin dudar, Benvenuti dijo: «Dar por finalizada la internación domiciliaria y llevarlo a una clínica u hospital».

Maradona, finalmente, murió el 25 de noviembre de 2020 en la casa de San Andrés de Giles.

 El cirujano Rodolfo Benvenuti declaró en el juicio donde se debaten las circunstancias del fallecimiento del astro  LA NACION

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