La muerte del papa Francisco: así llegaba el féretro a la Basílica vaticana

CIUDAD DEL VATICANO.- Tras varios metros sobre los hombres de los elegidos para llevarlo, rodeado de cardenales, guardias y personal de la Iglesia –que lo secundó de cerca–, entre los aplausos de los fieles que desde hace días se encuentran allí, los restos del papa Francisco llegaron este miércoles a la basílica de San Pedro, donde permanecerán durante tres días en capilla ardiente desde para que miles de personas puedan darle un último adiós.
El féretro de madera abierto fue llevado en procesión desde la capilla de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años.
El féretro del Papa Francisco es trasladado desde la Casa Santa Marta hacia la Basílica de San Pedro. pic.twitter.com/17pOgWQ5yH
— Vatican News (@vaticannews_es) April 23, 2025
El féretro del #PapaFrancisco ya se encuentra en la Basílica vaticana para que el Santo Pueblo Fiel de Dios pueda rendirle un último homenaje.
Los fieles que lo deseen podrán acudir en estos horarios:
Miércoles 23: de 11:00 a 24
Jueves 24: de 7.00 a 24
Viernes 25: de 7:00 a 19 pic.twitter.com/zBEZXFNBXj— Vatican News (@vaticannews_es) April 23, 2025
Los portadores del ataúd de madera caminaron seguidos por los cardenales ataviados con sotanas escarlata, obispos con túnicas púrpuras y los guardias suizos con sus uniformes dorados y azules.
El cardenal Kevin Farrell, que administra el Vaticano temporalmente hasta que se elija un nuevo papa, encabezó la procesión, con nubes de incienso precediéndolo mientras el coro de la iglesia comenzaba a cantar el himno de la Letanía de los Santos. Los cardenales se acercaban por parejas al ataúd, se inclinaban y hacían la señal de la cruz, seguidos por pequeños grupos de obispos, ujieres, sacerdotes y monjas.
Los fieles en la plaza observaron mientras el ataúd de Francisco pasaba junto a ellos, a lo largo del mismo camino que el Papa había recorrido apenas unos días antes, el Domingo de Pascua, que se convirtió en su último recorrido en papamóvil entre la gente. Fue un saludo sorpresa, que Francisco decidió en el último minuto después de que su enfermera le asegurase que podía hacerlo a pesar de su frágil salud tras una fuerte neumonía.
La muerte y el funeral de Francisco dan inicio a un período de transición cuidadosamente orquestado en la Iglesia católica, en el que los cardenales se reunirán durante la próxima semana antes de entrar en un cónclave, el ritual secreto de votación en la Capilla Sixtina para elegir un nuevo papa. Hay 135 cardenales menores de 80 años elegibles para votar en el cónclave. No se espera que comience antes del 5 de mayo.
El primer velatorio de Francisco se celebró en la Domus Santa Marta, en una ceremonia privada para los residentes del Vaticano y la casa papal. Imágenes difundidas el martes mostraron al Papa en un ataúd abierto, vistiendo la tradicional mitra de los obispos y túnicas rojas, con las manos cruzadas sobre un rosario. El número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, fue fotografiado mientras rezaba junto a él.
Una vez dentro de la basílica, su ataúd no fue colocado en un catafalco elevado, como fue el caso con papas anteriores, sino que simplemente se colocó en una rampa inclinada ante el altar principal de la basílica del siglo XVI, de cara a los bancos, con cuatro guardias suizos de pie a su lado. La disposición respondía a los propios deseos de Francisco de que todos los rituales que rodean un funeral papal fueran simplificados y reflejaran el papel como un simple pastor, no un líder mundial.
La policía italiana reforzó la seguridad para el velatorio y el funeral, por lo que realiza patrullas a pie y a caballo alrededor del Vaticano, donde los peregrinos continúan llegando para las celebraciones del Año Santo que Francisco inauguró en diciembre. Los fieles que atraviesan la Puerta Santa de San Pedro reciben indulgencias, una forma de ayudar a expiar los pecados.
Se espera que varios jefes de Estado acudan el próximo sábado al funeral de Francisco, pero los tres días de velatorio público permitirán que los católicos despidan al papa de 88 años, quien falleció este lunes tras sufrir un derrame cerebral. La basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta la medianoche para acomodar a las multitudes, un período de luto que terminará el viernes a las 19, cuando el ataúd de Francisco sea cerrado y sellado.
El funeral está programado para el sábado a las 10 de la mañana en la plaza de San Pedro, y contará con la asistencia de líderes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario argentino, Javier Milei, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
Agencias DPA y AFP
CIUDAD DEL VATICANO.- Tras varios metros sobre los hombres de los elegidos para llevarlo, rodeado de cardenales, guardias y personal de la Iglesia –que lo secundó de cerca–, entre los aplausos de los fieles que desde hace días se encuentran allí, los restos del papa Francisco llegaron este miércoles a la basílica de San Pedro, donde permanecerán durante tres días en capilla ardiente desde para que miles de personas puedan darle un último adiós.
El féretro de madera abierto fue llevado en procesión desde la capilla de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años.
El féretro del Papa Francisco es trasladado desde la Casa Santa Marta hacia la Basílica de San Pedro. pic.twitter.com/17pOgWQ5yH
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El féretro del #PapaFrancisco ya se encuentra en la Basílica vaticana para que el Santo Pueblo Fiel de Dios pueda rendirle un último homenaje.
Los fieles que lo deseen podrán acudir en estos horarios:
Miércoles 23: de 11:00 a 24
Jueves 24: de 7.00 a 24
Viernes 25: de 7:00 a 19 pic.twitter.com/zBEZXFNBXj— Vatican News (@vaticannews_es) April 23, 2025
Los portadores del ataúd de madera caminaron seguidos por los cardenales ataviados con sotanas escarlata, obispos con túnicas púrpuras y los guardias suizos con sus uniformes dorados y azules.
El cardenal Kevin Farrell, que administra el Vaticano temporalmente hasta que se elija un nuevo papa, encabezó la procesión, con nubes de incienso precediéndolo mientras el coro de la iglesia comenzaba a cantar el himno de la Letanía de los Santos. Los cardenales se acercaban por parejas al ataúd, se inclinaban y hacían la señal de la cruz, seguidos por pequeños grupos de obispos, ujieres, sacerdotes y monjas.
Los fieles en la plaza observaron mientras el ataúd de Francisco pasaba junto a ellos, a lo largo del mismo camino que el Papa había recorrido apenas unos días antes, el Domingo de Pascua, que se convirtió en su último recorrido en papamóvil entre la gente. Fue un saludo sorpresa, que Francisco decidió en el último minuto después de que su enfermera le asegurase que podía hacerlo a pesar de su frágil salud tras una fuerte neumonía.
La muerte y el funeral de Francisco dan inicio a un período de transición cuidadosamente orquestado en la Iglesia católica, en el que los cardenales se reunirán durante la próxima semana antes de entrar en un cónclave, el ritual secreto de votación en la Capilla Sixtina para elegir un nuevo papa. Hay 135 cardenales menores de 80 años elegibles para votar en el cónclave. No se espera que comience antes del 5 de mayo.
El primer velatorio de Francisco se celebró en la Domus Santa Marta, en una ceremonia privada para los residentes del Vaticano y la casa papal. Imágenes difundidas el martes mostraron al Papa en un ataúd abierto, vistiendo la tradicional mitra de los obispos y túnicas rojas, con las manos cruzadas sobre un rosario. El número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, fue fotografiado mientras rezaba junto a él.
Una vez dentro de la basílica, su ataúd no fue colocado en un catafalco elevado, como fue el caso con papas anteriores, sino que simplemente se colocó en una rampa inclinada ante el altar principal de la basílica del siglo XVI, de cara a los bancos, con cuatro guardias suizos de pie a su lado. La disposición respondía a los propios deseos de Francisco de que todos los rituales que rodean un funeral papal fueran simplificados y reflejaran el papel como un simple pastor, no un líder mundial.
La policía italiana reforzó la seguridad para el velatorio y el funeral, por lo que realiza patrullas a pie y a caballo alrededor del Vaticano, donde los peregrinos continúan llegando para las celebraciones del Año Santo que Francisco inauguró en diciembre. Los fieles que atraviesan la Puerta Santa de San Pedro reciben indulgencias, una forma de ayudar a expiar los pecados.
Se espera que varios jefes de Estado acudan el próximo sábado al funeral de Francisco, pero los tres días de velatorio público permitirán que los católicos despidan al papa de 88 años, quien falleció este lunes tras sufrir un derrame cerebral. La basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta la medianoche para acomodar a las multitudes, un período de luto que terminará el viernes a las 19, cuando el ataúd de Francisco sea cerrado y sellado.
El funeral está programado para el sábado a las 10 de la mañana en la plaza de San Pedro, y contará con la asistencia de líderes como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario argentino, Javier Milei, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
Agencias DPA y AFP
El ataúd de madera abierto fue llevado en procesión desde la capilla de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años LA NACION