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Es venezolano y cuenta cómo casi lo suben a un avión para deportarlo a El Salvador, pero un hecho inesperado lo salvó

Armando, un venezolano recluido en el Centro de Detención Bluebonnet, en Dallas, Texas, fue parte del grupo de migrantes seleccionados para ser deportados el 15 de marzo a una megacárcel de Nayib Bukele, en El Salvador. Sin embargo, un hecho inesperado finalmente lo salvó del operativo, que, finalmente, trasladó a 238 venezolanos y 23 salvadoreños, gran parte de ellos expulsados bajo la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros.

El relato de un venezolano que se salvó de ser deportado a El Salvador

El venezolano contó que el 15 de marzo fue sacado junto a otros detenidos en grupos reducidos. “No nos dijeron nada, nos sacaron del dormitorio y nos llevaron a un patio con oficiales con vestimentas oscuras”, relató a Univision.

El venezolano se encontraba recluido en el Centro de Detención Bluebonnet cuando lo trasladaban a un aeropuerto privado para deportarlo a El Salvador

Según Armando, los hicieron subir a un colectivo, que luego fue escoltado por vehículos policiales hacia un aeropuerto privado. “Éramos como 65. Cuando el bus arranco, iban nueve patrullas adelante y nueve atrás, con agentes armados y trajes antimotines”, agregó.

Una vez en el aeropuerto, un avión esperaba por Armando y el resto de los extranjeros. El grupo fue retenido sin recibir información y, sorpresivamente, la deportación al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) fue cancelada. “No nos dijeron nada. Simplemente, dieron vuelta de regreso al centro de detención”, detalló.

La cancelación de los vuelos con deportados a El Salvador

La suspensión del vuelo se produjo tras una orden de emergencia emitida por el juez federal James Boasberg, la cual frenó las deportaciones que estaban en curso. La decisión fue tomada luego de que abogados de derechos civiles presentaran un recurso urgente ante las condiciones en las que se planeaba ejecutar la medida.

El argumento clave fue que los migrantes no habían tenido acceso a un debido proceso ni la oportunidad de impugnar la deportación. En consecuencia, se consideró que enviarlos a El Salvador, específicamente al Cecot, implicaba un riesgo para su integridad física.

El juez Boasberg bloqueó deportaciones a El Salvador al determinar que el gobierno de Trump no probó vínculos de los migrantes con el Tren de Aragua y que enfrentarían torturas en prisiones salvadoreñas

La identificación de tatuajes como motivo de deportación

Según Armando, la decisión de incluirlo en la lista de deportación pudo estar relacionada con la presencia de tatuajes en su cuerpo. “Todos tenemos tatuajes, de cualquier tipo”, dijo.

Las autoridades de Texas habían distribuido previamente una lista de imágenes vinculadas a pandillas como el Tren de Aragua, entre ellas coronas, trenes y frases comunes. Sin embargo, expertos han cuestionado esta práctica.

La periodista Ronna Rísquez, especializada en crimen organizado, explicó que los tatuajes no deben ser criterio para acusar a alguien de afiliación criminal. “Es necesaria una investigación formal, no solo suposiciones por apariencia”, afirmó.

Según el venezolano, varios de los detenidos y quienes iban a ser deportados tienen tatuajes

Uso controvertido de la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar venezolanos

La deportación de venezolanos a El Salvador fue amparada por el gobierno federal bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa del siglo XVIII que solo ha sido utilizada en situaciones de guerra. El hecho de aplicarla a ciudadanos sin antecedentes penales generó reacciones en contra tanto dentro como fuera del país.

El juez federal James Boasberg, quien ordenó suspender las expulsiones, alegó que los afectados tenían derecho a defenderse en tribunales y que no se demostró vínculo con actividades terroristas. “No hay pruebas suficientes de afiliación al Tren de Aragua”, indicó en su dictamen.

La iniciativa del gobierno de Trump de deportar masivamente a personas bajo una ley antigua ha sido duramente criticada. Organizaciones de derechos humanos, legisladores y abogados coincidieron en que no se respetó las garantías mínimas del debido proceso.

Ángel Álvarez, abogado de varios migrantes venezolanos, explicó a Univision que muchos de ellos tenían audiencias pendientes y fueron privados de comunicación. “Se trata de personas que iban a ser enviadas a El Salvador, a la cárcel CECOT, sin derecho a defensa. Por eso nos movimos rápido para argumentar y presentar acciones para evitar que el gobierno llevara a cabo sus planes de deportación”, sostuvo.

Armando, un venezolano recluido en el Centro de Detención Bluebonnet, en Dallas, Texas, fue parte del grupo de migrantes seleccionados para ser deportados el 15 de marzo a una megacárcel de Nayib Bukele, en El Salvador. Sin embargo, un hecho inesperado finalmente lo salvó del operativo, que, finalmente, trasladó a 238 venezolanos y 23 salvadoreños, gran parte de ellos expulsados bajo la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros.

El relato de un venezolano que se salvó de ser deportado a El Salvador

El venezolano contó que el 15 de marzo fue sacado junto a otros detenidos en grupos reducidos. “No nos dijeron nada, nos sacaron del dormitorio y nos llevaron a un patio con oficiales con vestimentas oscuras”, relató a Univision.

El venezolano se encontraba recluido en el Centro de Detención Bluebonnet cuando lo trasladaban a un aeropuerto privado para deportarlo a El Salvador

Según Armando, los hicieron subir a un colectivo, que luego fue escoltado por vehículos policiales hacia un aeropuerto privado. “Éramos como 65. Cuando el bus arranco, iban nueve patrullas adelante y nueve atrás, con agentes armados y trajes antimotines”, agregó.

Una vez en el aeropuerto, un avión esperaba por Armando y el resto de los extranjeros. El grupo fue retenido sin recibir información y, sorpresivamente, la deportación al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) fue cancelada. “No nos dijeron nada. Simplemente, dieron vuelta de regreso al centro de detención”, detalló.

La cancelación de los vuelos con deportados a El Salvador

La suspensión del vuelo se produjo tras una orden de emergencia emitida por el juez federal James Boasberg, la cual frenó las deportaciones que estaban en curso. La decisión fue tomada luego de que abogados de derechos civiles presentaran un recurso urgente ante las condiciones en las que se planeaba ejecutar la medida.

El argumento clave fue que los migrantes no habían tenido acceso a un debido proceso ni la oportunidad de impugnar la deportación. En consecuencia, se consideró que enviarlos a El Salvador, específicamente al Cecot, implicaba un riesgo para su integridad física.

El juez Boasberg bloqueó deportaciones a El Salvador al determinar que el gobierno de Trump no probó vínculos de los migrantes con el Tren de Aragua y que enfrentarían torturas en prisiones salvadoreñas

La identificación de tatuajes como motivo de deportación

Según Armando, la decisión de incluirlo en la lista de deportación pudo estar relacionada con la presencia de tatuajes en su cuerpo. “Todos tenemos tatuajes, de cualquier tipo”, dijo.

Las autoridades de Texas habían distribuido previamente una lista de imágenes vinculadas a pandillas como el Tren de Aragua, entre ellas coronas, trenes y frases comunes. Sin embargo, expertos han cuestionado esta práctica.

La periodista Ronna Rísquez, especializada en crimen organizado, explicó que los tatuajes no deben ser criterio para acusar a alguien de afiliación criminal. “Es necesaria una investigación formal, no solo suposiciones por apariencia”, afirmó.

Según el venezolano, varios de los detenidos y quienes iban a ser deportados tienen tatuajes

Uso controvertido de la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar venezolanos

La deportación de venezolanos a El Salvador fue amparada por el gobierno federal bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa del siglo XVIII que solo ha sido utilizada en situaciones de guerra. El hecho de aplicarla a ciudadanos sin antecedentes penales generó reacciones en contra tanto dentro como fuera del país.

El juez federal James Boasberg, quien ordenó suspender las expulsiones, alegó que los afectados tenían derecho a defenderse en tribunales y que no se demostró vínculo con actividades terroristas. “No hay pruebas suficientes de afiliación al Tren de Aragua”, indicó en su dictamen.

La iniciativa del gobierno de Trump de deportar masivamente a personas bajo una ley antigua ha sido duramente criticada. Organizaciones de derechos humanos, legisladores y abogados coincidieron en que no se respetó las garantías mínimas del debido proceso.

Ángel Álvarez, abogado de varios migrantes venezolanos, explicó a Univision que muchos de ellos tenían audiencias pendientes y fueron privados de comunicación. “Se trata de personas que iban a ser enviadas a El Salvador, a la cárcel CECOT, sin derecho a defensa. Por eso nos movimos rápido para argumentar y presentar acciones para evitar que el gobierno llevara a cabo sus planes de deportación”, sostuvo.

 Armando, un venezolano recluido en el Centro de Detención Bluebonnet, en Dallas, Texas, fue parte del grupo de migrantes seleccionados para ser deportados el 15 de marzo a una megacárcel de Nayib Bukele, en El Salvador.  LA NACION

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