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Cecilia Roth: el español que le rompió el corazón, el amor que inspiró grandes canciones y el romance secreto que salió a la luz

De perfil muy bajo, Cecilia Roth no suele hablar de sus relaciones íntimas, pero algunos de sus romances fueron notablemente públicos. Su gran historia de amor fue con Fito Páez, pero no fue la única: cuando lo conoció estaba casada con el empresario Gonzalo Gil, de quien se separó luego del intenso flechazo que vivió con el músico rosarino. También tuvo un romance fugaz y apasionado con el actor Gonzalo Heredia, 25 años menor que ella. Y uno de sus primeros amores lo vivió con un fotógrafo español que le rompió el corazón.

Juntabas margaritas del mantel

Cecilia y Fito se cruzaron por primera vez en 1991 en el Bar Bolivia, en Buenos Aires. Pero apenas intercambiaron un saludo formal porque ella estaba con su marido Gonzalo Gil, y Fito acababa de romper una relación con Fabiana Cantilo.

Fito Paez y Cecilia Roth en el departamento del músico en la calle República Arabe Siria, en Palermo, justo antes de El amor después del amor

Volvieron a verse un tiempo después en una fiesta de disfraces de amigos en común, en José Ignacio (Uruguay), y entonces Cupido los flechó. Hace un tiempo ella hizo un posteo en redes sociales, sobre ese preciso momento: “Encontré la imagen de la primera vez que nos hicieron una foto. Baile de disfraces en José Ignacio. Vos disfrazado de tí mismo y yo de deshollinador. Mi cara oculta, la tuya ‘monalisa’ que no sonríe sonriendo. Me encuentro con cada cosa en este ordenar pasado que mejor ni hablar…”, escribió la actriz.

Celosa de su vida privada, Roth no habla de sus amores, pero hace unos años rememoró ese primer encuentro: “Me pareció un tipo interesante y buena persona. Me acuerdo que me estaba sirviendo una copa y Fito me dijo: “¿No me traés una a mí, nena?‘. Me gustó, y era un quilombo porque yo estaba recontra casada. Es algo que pasa cuando te enamorás. Es complejo, pero sentí que quería estar con él. Al día siguiente me llamó por teléfono y me dedicó un bolero hermoso, ‘Algo contigo’. Me derretí (risas)”.

Roth se jugó por ese amor y se divorció de Gil para apostar a este nuevo e inesperado amor. “Cada uno se dio cuenta de lo que el otro carecía y de lo que el otro tenía, fue una manera muy generosa de un encuentro amoroso”, decía en Agarrate Catalina, en La Once Diez. Durante diez años fueron una de las parejas más carismáticas del mundo del espectáculo y de las más buscadas por las revistas del corazón. La actriz fue la musa inspiradora del disco más vendido en la historia del rock nacional, El amor después del amor. Y, puntualmente, le dedicó el tema “Un vestido y un amor”.

Se casaron en 1999, el mismo año que decidieron adoptar a Martín. Y se separaron en 2002, sin escándalos, durante el rodaje de la película Vidas privadas, que él dirigía y ella protagonizaba. Todavía hoy mantienen un muy buen vínculo. “Fue una relación preciosa, realmente fue un encuentro hermoso de dos almas. Me acuerdo que cuando lo conocí mi depiladora me dijo: ‘¿Qué le viste?‘. ‘El alma le vi’”, recordó Cecilia Roth acerca de los inicios con Fito en una entrevista en C5N.

Corazón roto

Pero mucho antes de Fito, Roth también tuvo amores y desamores. Uno de los primeros fue Gorka Duo, un fotógrafo de modas español que le advirtió: “Yo no puedo ser monógamo por ideología”. Y el que avisa no traiciona, dicen, así que él vivía romances descaradamente con las modelos del momento. Cecilia lo aceptó y convivieron cinco años.

Roth contó alguna vez que en el tiempo en el que estuvieron juntos, conoció lo que es la crueldad en su máxima expresión, sobre todo cuando ella se enfermó de hepatitis y él se negó a acompañarla. “Si la que está enferma eres tú, ¿por qué tengo que quedarme yo?”, le dijo. Ese fue el final de una historia que ya estaba rota hacía tiempo. En 1985, Cecilia Roth volvió a la Argentina, huyendo de los fantasmas de esa relación. “Hui de una pena de amor terrible, que la sentí como si me hubieran amputado el hígado”, contó alguna vez.

En Buenos Aires Cecilia Roth conoció al empresario Gonzalo Gil, en 1998. Estuvieron apenas unos meses de novio y se casaron. Se divorciaron en 1992.

“Hay que cambiar el chip”

Roth y Gonzalo Heredia se conocieron en los pasillos de Polka, la productora de Adrián Suar. Ella estaba haciendo Tratame bien, junto a Julio Chávez, y él era el galancito del momento y la rompía con Valientes. Ella tenía 52 años y él 27, pero la diferencia no les importó y el qué dirán, mucho menos. Se sintieron atraídos y vivieron ese amor en secreto, incluso disimulaban frente a sus compañeros de elencos. Hasta que todos se dieron cuenta de que él pasaba demasiado tiempo en el camarín de ella.

El público se enteró mucho después, cuando un paparazzi los encontró en la puerta del edificio de ella, a los besos. “Estoy feliz, muy feliz. Me siento muy bien. Gracias por preocuparse por mí. No voy a decir nada más. No me gusta hablar de mi vida personal”, decía ella en ese entonces. Se separaron a los pocos meses porque ella no soportó los muchos compromisos de trabajo que tenía él, que estaba en la cresta de la ola y hacía presentaciones en boliches de todo el país, casi todos los fines de semana.

Con los años, Roth habló en de esa relación, con mucho cariño: “Tengo buenos recuerdos siempre, pienso que también hay que cambiar el chip de que el hombre solamente puede tener mujeres más jóvenes. Hace mucho que no lo veo, pero le tengo cariño, él es una persona hermosa”, se sinceró en PH, en Telefe.

De perfil muy bajo, Cecilia Roth no suele hablar de sus relaciones íntimas, pero algunos de sus romances fueron notablemente públicos. Su gran historia de amor fue con Fito Páez, pero no fue la única: cuando lo conoció estaba casada con el empresario Gonzalo Gil, de quien se separó luego del intenso flechazo que vivió con el músico rosarino. También tuvo un romance fugaz y apasionado con el actor Gonzalo Heredia, 25 años menor que ella. Y uno de sus primeros amores lo vivió con un fotógrafo español que le rompió el corazón.

Juntabas margaritas del mantel

Cecilia y Fito se cruzaron por primera vez en 1991 en el Bar Bolivia, en Buenos Aires. Pero apenas intercambiaron un saludo formal porque ella estaba con su marido Gonzalo Gil, y Fito acababa de romper una relación con Fabiana Cantilo.

Fito Paez y Cecilia Roth en el departamento del músico en la calle República Arabe Siria, en Palermo, justo antes de El amor después del amor

Volvieron a verse un tiempo después en una fiesta de disfraces de amigos en común, en José Ignacio (Uruguay), y entonces Cupido los flechó. Hace un tiempo ella hizo un posteo en redes sociales, sobre ese preciso momento: “Encontré la imagen de la primera vez que nos hicieron una foto. Baile de disfraces en José Ignacio. Vos disfrazado de tí mismo y yo de deshollinador. Mi cara oculta, la tuya ‘monalisa’ que no sonríe sonriendo. Me encuentro con cada cosa en este ordenar pasado que mejor ni hablar…”, escribió la actriz.

Celosa de su vida privada, Roth no habla de sus amores, pero hace unos años rememoró ese primer encuentro: “Me pareció un tipo interesante y buena persona. Me acuerdo que me estaba sirviendo una copa y Fito me dijo: “¿No me traés una a mí, nena?‘. Me gustó, y era un quilombo porque yo estaba recontra casada. Es algo que pasa cuando te enamorás. Es complejo, pero sentí que quería estar con él. Al día siguiente me llamó por teléfono y me dedicó un bolero hermoso, ‘Algo contigo’. Me derretí (risas)”.

Roth se jugó por ese amor y se divorció de Gil para apostar a este nuevo e inesperado amor. “Cada uno se dio cuenta de lo que el otro carecía y de lo que el otro tenía, fue una manera muy generosa de un encuentro amoroso”, decía en Agarrate Catalina, en La Once Diez. Durante diez años fueron una de las parejas más carismáticas del mundo del espectáculo y de las más buscadas por las revistas del corazón. La actriz fue la musa inspiradora del disco más vendido en la historia del rock nacional, El amor después del amor. Y, puntualmente, le dedicó el tema “Un vestido y un amor”.

Se casaron en 1999, el mismo año que decidieron adoptar a Martín. Y se separaron en 2002, sin escándalos, durante el rodaje de la película Vidas privadas, que él dirigía y ella protagonizaba. Todavía hoy mantienen un muy buen vínculo. “Fue una relación preciosa, realmente fue un encuentro hermoso de dos almas. Me acuerdo que cuando lo conocí mi depiladora me dijo: ‘¿Qué le viste?‘. ‘El alma le vi’”, recordó Cecilia Roth acerca de los inicios con Fito en una entrevista en C5N.

Corazón roto

Pero mucho antes de Fito, Roth también tuvo amores y desamores. Uno de los primeros fue Gorka Duo, un fotógrafo de modas español que le advirtió: “Yo no puedo ser monógamo por ideología”. Y el que avisa no traiciona, dicen, así que él vivía romances descaradamente con las modelos del momento. Cecilia lo aceptó y convivieron cinco años.

Roth contó alguna vez que en el tiempo en el que estuvieron juntos, conoció lo que es la crueldad en su máxima expresión, sobre todo cuando ella se enfermó de hepatitis y él se negó a acompañarla. “Si la que está enferma eres tú, ¿por qué tengo que quedarme yo?”, le dijo. Ese fue el final de una historia que ya estaba rota hacía tiempo. En 1985, Cecilia Roth volvió a la Argentina, huyendo de los fantasmas de esa relación. “Hui de una pena de amor terrible, que la sentí como si me hubieran amputado el hígado”, contó alguna vez.

En Buenos Aires Cecilia Roth conoció al empresario Gonzalo Gil, en 1998. Estuvieron apenas unos meses de novio y se casaron. Se divorciaron en 1992.

“Hay que cambiar el chip”

Roth y Gonzalo Heredia se conocieron en los pasillos de Polka, la productora de Adrián Suar. Ella estaba haciendo Tratame bien, junto a Julio Chávez, y él era el galancito del momento y la rompía con Valientes. Ella tenía 52 años y él 27, pero la diferencia no les importó y el qué dirán, mucho menos. Se sintieron atraídos y vivieron ese amor en secreto, incluso disimulaban frente a sus compañeros de elencos. Hasta que todos se dieron cuenta de que él pasaba demasiado tiempo en el camarín de ella.

El público se enteró mucho después, cuando un paparazzi los encontró en la puerta del edificio de ella, a los besos. “Estoy feliz, muy feliz. Me siento muy bien. Gracias por preocuparse por mí. No voy a decir nada más. No me gusta hablar de mi vida personal”, decía ella en ese entonces. Se separaron a los pocos meses porque ella no soportó los muchos compromisos de trabajo que tenía él, que estaba en la cresta de la ola y hacía presentaciones en boliches de todo el país, casi todos los fines de semana.

Con los años, Roth habló en de esa relación, con mucho cariño: “Tengo buenos recuerdos siempre, pienso que también hay que cambiar el chip de que el hombre solamente puede tener mujeres más jóvenes. Hace mucho que no lo veo, pero le tengo cariño, él es una persona hermosa”, se sinceró en PH, en Telefe.

 Poco adepta a hablar de su vida personal, la actriz vivió pasiones que no pudieron permanecer ocultas  LA NACION

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