Un “refugio de invierno” del período otomano se transformó en una residencia familiar contemporánea

A orillas del Bósforo, el estrecho que divide a Estambul en dos, se ubica el barrio de Anadolu Hisari: una zona medieval construida bajo el Imperio Otomano, conocida por ser la estructura arquitectónica más antigua que conserva la ciudad. Rodeada de mansiones con vistas al mar, se encuentra esta majestuosa vivienda de época que una joven familia renovó respetando su rico patrimonio cultural.
Enclavada en Anadolu Hisari, un barrio en la parte asiática de Estambul, la propiedad de unos 4.000 m² se encuentra rodeada de palacios, mansiones y fincas de gran riqueza cultural y arquitectónica.
Durante el período otomano (entre los siglos XIII y XX), las grandes residencias de la costa del Bósforo contaban con una casa principal que se ocupaba durante el verano y otras secundarias, como esta, que funcionaban como refugios de invierno.
Originalmente construida como “casa de invierno”, la propiedad que llegó al equipo de Escapefromsofa era toda una joya de su época que -junto a los dueños de casa- debían traer al presente.
Patrimonio cultural
“El principal pedido del cliente fue preservar el aspecto histórico de la casa”, cuenta Mahmut Kefeli, diseñador industrial y cofundador de Escapefromsofa, el estudio de diseño de interiores que trabajó durante dos años en el proyecto.
Nuestro objetivo era conservar este rico patrimonio cultural a la vez que transformábamos la casa en una elegante vivienda familiar contemporánea.
Mahmut Kefeli, diseñador industrial y cofundador de Escapefromsofa
Al contrario de lo que uno esperaría de una “segunda residencia”, la propiedad tiene 4 mil m2 distribuidos en un living principal, comedor y cocina en la planta baja y una suite principal, dos dormitorios infantiles y family en un segundo piso. El altillo, sótano, área de estacionamiento y cuartos de servicio (infaltables en una casa de época) completan la planta.
Entre el pasado y el presente
A diferencia de otros proyectos más nuevos, la riqueza arquitectónica de la que partían requería una intervención muy meticulosa que preservara la integridad y belleza de los detalles históricos.
“En todo momento nos aseguramos de que el diseño se integrara armoniosamente con el carácter histórico del edificio y se adaptara a las necesidades de una familia moderna”.
“Gracias a un diseño y planificación cuidadosos, logramos adaptarla a la vida contemporánea conservando su integridad artística”, asegura Kefeli.
Desafíos
Con algunas limitaciones en la etapa de diseño, uno de los retos fue introducir elementos contemporáneos sin comprometer los detalles históricos de la propiedad.
Las impresionantes vistas del Bósforo y su riqueza histórica, hacen de esta locación un escenario único.
Otro desafío fue la incorporación de soluciones de iluminación que no alteraran la ornamentación original del techo: “Queríamos que fuera funcional y discreta”, detalla Mahmut Kefeli.
“La estructura original presentaba texturas ricas y un lenguaje de diseño muy distintivo de la arquitectura de la época que enriqueció el proyecto”.
Tonos tierra
Cuentan desde Escapefromsofa que todo el proceso de diseño se dio en estrecha colaboración con sus clientes, una pareja con dos niños pequeños. “Seleccionamos una paleta de tonos tierra para crear una atmósfera cálida y natural”, explican.
La elección de una paleta clara que atraviesa toda la casa genera una interacción fluida entre cada ambiente.
“Nuestro objetivo era crear un ambiente sofisticado e íntimamente conectado con su entorno”, asegura el diseñador. Para el los colores elegidos no solo realzan la elegancia de la casa sino que además “reflejan el paisaje natural circundante”.
Materiales naturales
“La sostenibilidad y los gustos personales de los clientes influyeron significativamente, dando forma a los aspectos funcionales y estéticos del diseño”.
Para lograr una atmósfera acogedora, sofisticada y atemporal, desde el estudio trabajaron con materiales como mármol travertino, madera de roble, textiles en lino y algodón. “Utilizamos exclusivamente materiales naturales”.
La mayoría del mobiliario es de Kiosk Interiors, la empresa de diseño de los propietarios que, además, son coleccionistas. Sus obras de artistas turcos contemporáneos se exhiben en los distintos ambientes de la casa.
A orillas del Bósforo, el estrecho que divide a Estambul en dos, se ubica el barrio de Anadolu Hisari: una zona medieval construida bajo el Imperio Otomano, conocida por ser la estructura arquitectónica más antigua que conserva la ciudad. Rodeada de mansiones con vistas al mar, se encuentra esta majestuosa vivienda de época que una joven familia renovó respetando su rico patrimonio cultural.
Enclavada en Anadolu Hisari, un barrio en la parte asiática de Estambul, la propiedad de unos 4.000 m² se encuentra rodeada de palacios, mansiones y fincas de gran riqueza cultural y arquitectónica.
Durante el período otomano (entre los siglos XIII y XX), las grandes residencias de la costa del Bósforo contaban con una casa principal que se ocupaba durante el verano y otras secundarias, como esta, que funcionaban como refugios de invierno.
Originalmente construida como “casa de invierno”, la propiedad que llegó al equipo de Escapefromsofa era toda una joya de su época que -junto a los dueños de casa- debían traer al presente.
Patrimonio cultural
“El principal pedido del cliente fue preservar el aspecto histórico de la casa”, cuenta Mahmut Kefeli, diseñador industrial y cofundador de Escapefromsofa, el estudio de diseño de interiores que trabajó durante dos años en el proyecto.
Nuestro objetivo era conservar este rico patrimonio cultural a la vez que transformábamos la casa en una elegante vivienda familiar contemporánea.
Mahmut Kefeli, diseñador industrial y cofundador de Escapefromsofa
Al contrario de lo que uno esperaría de una “segunda residencia”, la propiedad tiene 4 mil m2 distribuidos en un living principal, comedor y cocina en la planta baja y una suite principal, dos dormitorios infantiles y family en un segundo piso. El altillo, sótano, área de estacionamiento y cuartos de servicio (infaltables en una casa de época) completan la planta.
Entre el pasado y el presente
A diferencia de otros proyectos más nuevos, la riqueza arquitectónica de la que partían requería una intervención muy meticulosa que preservara la integridad y belleza de los detalles históricos.
“En todo momento nos aseguramos de que el diseño se integrara armoniosamente con el carácter histórico del edificio y se adaptara a las necesidades de una familia moderna”.
“Gracias a un diseño y planificación cuidadosos, logramos adaptarla a la vida contemporánea conservando su integridad artística”, asegura Kefeli.
Desafíos
Con algunas limitaciones en la etapa de diseño, uno de los retos fue introducir elementos contemporáneos sin comprometer los detalles históricos de la propiedad.
Las impresionantes vistas del Bósforo y su riqueza histórica, hacen de esta locación un escenario único.
Otro desafío fue la incorporación de soluciones de iluminación que no alteraran la ornamentación original del techo: “Queríamos que fuera funcional y discreta”, detalla Mahmut Kefeli.
“La estructura original presentaba texturas ricas y un lenguaje de diseño muy distintivo de la arquitectura de la época que enriqueció el proyecto”.
Tonos tierra
Cuentan desde Escapefromsofa que todo el proceso de diseño se dio en estrecha colaboración con sus clientes, una pareja con dos niños pequeños. “Seleccionamos una paleta de tonos tierra para crear una atmósfera cálida y natural”, explican.
La elección de una paleta clara que atraviesa toda la casa genera una interacción fluida entre cada ambiente.
“Nuestro objetivo era crear un ambiente sofisticado e íntimamente conectado con su entorno”, asegura el diseñador. Para el los colores elegidos no solo realzan la elegancia de la casa sino que además “reflejan el paisaje natural circundante”.
Materiales naturales
“La sostenibilidad y los gustos personales de los clientes influyeron significativamente, dando forma a los aspectos funcionales y estéticos del diseño”.
Para lograr una atmósfera acogedora, sofisticada y atemporal, desde el estudio trabajaron con materiales como mármol travertino, madera de roble, textiles en lino y algodón. “Utilizamos exclusivamente materiales naturales”.
La mayoría del mobiliario es de Kiosk Interiors, la empresa de diseño de los propietarios que, además, son coleccionistas. Sus obras de artistas turcos contemporáneos se exhiben en los distintos ambientes de la casa.
En una pintoresca zona rodeada de palacios y fincas, una joven pareja renovó esta joya arquitectónica con un lenguaje contemporáneo respetando su carácter histórico. LA NACION