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El clásico romántico de los años cincuenta que fue decisivo para el nacimiento de un estilo musical

En la década de 1950, Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania, Estados Unidos, había experimentado un apogeo demográfico acompañado de problemas sociales, el surgimiento de mafias y enfrentamientos entre bandas que provocaron el éxodo de muchas familias de la clase media blanca del centro a los suburbios. Por entonces, la ciudad contaba con más de dos millones de habitantes y The Five Satins, el grupo estadounidense formado en 1954, estaba por lanzar “In the Still of the Night” (“En la quietud de la noche”), su gran éxito, la canción por la que aún hoy son recordados. Como el título es el mismo que el de un tema de Cole Porter, también es habitual encontrarla escrita como “In the Still of the Nite”.

Todo comenzó cuando Fred Parris, por entonces un joven de 19 años y líder de la agrupación, se encontraba cumpliendo el servicio militar en Filadelfia cuando, durante un fin de semana libre, fue a visitar a su novia Marla, musa inspiradora de este clásico de todos los tiempos.

Cuenta la leyenda que, una vez de regreso al regimiento, Parris se paseaba los días añorando a su joven amada, mientras le sacaba punta al lápiz y ensayaba aquellos primeros versos tan sentidos que parecen hacerlo suspirar.

Escrito por el propio Fred Parris y grabada por The Five Satins en 1956, la canción se publicó originalmente en el sello Standord y la cara B fue ocupada por el tema “The Jones Girl”. Si bien luego del primer lanzamiento el tema tuvo un éxito moderado, con los años ganó mayor difusión, hasta convertirse en el principal referente del estilo doo-wop.

No es casual que la grabación se realizara en el sótano de la iglesia de Santa Bernadette de New Haven, Connecticut. Surgido en las calles de ciudades industriales de la región noreste de Estados Unidos como Nueva York, Filadelfia, Chicago, Baltimore y Pittsburgh, el estilo doo-wop se caracterizaba por sus voces a capela y el uso de sílabas onomatopéyicas para ensayar clásicos de gospel, rhythm and blues y composiciones propias.

Es probable que el término doo-wop haya sido tomado de esta canción de los Five Satins. Basta detenerse en el estribillo, justo en el instante en el que entra el saxofón, para escuchar nítidamente: “doo wop, doo wah”.

Generalmente, los grupos formaban con un cantante principal que estaba acompañado por armoniosos coros. Se reunían a cantar en los callejones y prácticamente en cualquier lugar que pudiera ofrecer una buena acústica para que se lucieran sus arreglos vocales. Interpretaban melodías simples y letras románticas. Y de aquella modalidad surgió la frase que años más tarde, en 1975, se convirtió en el tema “Looking for an Echo”, de Richard Reicheg.

En la quietud de la noche / Te abracé / Te abracé fuerte / Porque te amo /Te amo tanto / Prometo que nunca / Te dejaré ir / En la quietud de la noche/ Recuerdo / Esa noche de mayo / Las estrellas brillaban arriba/ Esperaré y rezaré/ Para conservar/ Tu preciado amor”, entonaban los Five Satins con su voz afiebrada. La combinación de la melodía suave y su letra emotiva hicieron el resto.

Si bien era un quinteto vocal, en la grabación sólo participaron cuatro de ellos: Al Denby (tenor bajo), Eddie Martin (barítono), Jim Freeman (bajo) y Fred Parris como cantante principal. También incluyeron el solo de saxo, interpretado por Vinny Mazzetta y una sección rítmica integrada por Doug Murray (bajo), Bobby Mapp (batería) y Curlee Glover (piano). Según Parris, la decisión de grabarla en una iglesia fue clave, y hasta llegó a decir que “la canción había sido bendecida”.

Poco después del éxito de la canción, Parris se alistó en el ejército de Estados Unidos, lo que obligó al grupo a reorganizarse de nuevo con Martin, Freeman, Tommy Killebrew, Jessie Murphy y el nuevo líder, Bill Baker, quien demostró ser un buen reemplazo. Con él los Five Satins lograron un éxito inmediato: “To the Aisle”, de Billy Dawn Smith, en septiembre de 1957.

La versión original fue incluida en la Basic Record Library, de Robert Christgau, que reunía grabaciones de los años 1950 y 1960, y publicada años más tarde en Christgau’s Record Guide: Rock Albums of the Seventies (1981). También fue incluida en el puesto 90 en la lista de la revista Rolling Stone entre “Las 500 mejores canciones de todos los tiempos”. Durante décadas fue una de las canciones habituales en las emisoras oldies de radio.

Si bien la relación entre Fred y su novia Marla no prosperó, la canción sobrevivió al paso de los años gracias al público y logró progresar en los rankings hasta convertirse en un clásico de todos los tiempos.

Como alternativa a la versión original de los Five Satins, se destaca la interpretación realizada por el dúo instrumental Santo & Johnny, que también tuvo bastante éxito durante los años sesenta. Pero hubo numerosas versiones, como las de The Crests, The Dovells, Dion, The Fleetwods, The Tokens, Jan & Dean, Paul Anka, Sha Na Na, The Beach Boys, Boyz II Men (muy exitosa), Blend, Lynn Stanley (en clave jazz) o Barrio Boyzz (en español), quienes lo mantuvieron vigente y la acercaron a nuevas audiencias.

También fue utilizada en diferentes series de televisión y en películas como Inseparables (David Cronenberg) y El irlandés (Martin Scorsese). Increíblemente, su mayor boom se produjo entre 1987 y 1988, cuando vendió más de 10 millones de copias como parte de la banda sonora de la película Dirty Dancing. Sin dudas, una de las baladas doo-wop más conocidas, recordadas y versionadas de este género.

“Mucho antes de la luz / Abrázame de nuevo / Con todas tus fuerzas / En la quietud de la noche/ Así que antes de la luz/ Abrázame de nuevo/ Con todas tus fuerzas/ En la quietud de la noche / En la quietud de la noche”.

En la década de 1950, Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania, Estados Unidos, había experimentado un apogeo demográfico acompañado de problemas sociales, el surgimiento de mafias y enfrentamientos entre bandas que provocaron el éxodo de muchas familias de la clase media blanca del centro a los suburbios. Por entonces, la ciudad contaba con más de dos millones de habitantes y The Five Satins, el grupo estadounidense formado en 1954, estaba por lanzar “In the Still of the Night” (“En la quietud de la noche”), su gran éxito, la canción por la que aún hoy son recordados. Como el título es el mismo que el de un tema de Cole Porter, también es habitual encontrarla escrita como “In the Still of the Nite”.

Todo comenzó cuando Fred Parris, por entonces un joven de 19 años y líder de la agrupación, se encontraba cumpliendo el servicio militar en Filadelfia cuando, durante un fin de semana libre, fue a visitar a su novia Marla, musa inspiradora de este clásico de todos los tiempos.

Cuenta la leyenda que, una vez de regreso al regimiento, Parris se paseaba los días añorando a su joven amada, mientras le sacaba punta al lápiz y ensayaba aquellos primeros versos tan sentidos que parecen hacerlo suspirar.

Escrito por el propio Fred Parris y grabada por The Five Satins en 1956, la canción se publicó originalmente en el sello Standord y la cara B fue ocupada por el tema “The Jones Girl”. Si bien luego del primer lanzamiento el tema tuvo un éxito moderado, con los años ganó mayor difusión, hasta convertirse en el principal referente del estilo doo-wop.

No es casual que la grabación se realizara en el sótano de la iglesia de Santa Bernadette de New Haven, Connecticut. Surgido en las calles de ciudades industriales de la región noreste de Estados Unidos como Nueva York, Filadelfia, Chicago, Baltimore y Pittsburgh, el estilo doo-wop se caracterizaba por sus voces a capela y el uso de sílabas onomatopéyicas para ensayar clásicos de gospel, rhythm and blues y composiciones propias.

Es probable que el término doo-wop haya sido tomado de esta canción de los Five Satins. Basta detenerse en el estribillo, justo en el instante en el que entra el saxofón, para escuchar nítidamente: “doo wop, doo wah”.

Generalmente, los grupos formaban con un cantante principal que estaba acompañado por armoniosos coros. Se reunían a cantar en los callejones y prácticamente en cualquier lugar que pudiera ofrecer una buena acústica para que se lucieran sus arreglos vocales. Interpretaban melodías simples y letras románticas. Y de aquella modalidad surgió la frase que años más tarde, en 1975, se convirtió en el tema “Looking for an Echo”, de Richard Reicheg.

En la quietud de la noche / Te abracé / Te abracé fuerte / Porque te amo /Te amo tanto / Prometo que nunca / Te dejaré ir / En la quietud de la noche/ Recuerdo / Esa noche de mayo / Las estrellas brillaban arriba/ Esperaré y rezaré/ Para conservar/ Tu preciado amor”, entonaban los Five Satins con su voz afiebrada. La combinación de la melodía suave y su letra emotiva hicieron el resto.

Si bien era un quinteto vocal, en la grabación sólo participaron cuatro de ellos: Al Denby (tenor bajo), Eddie Martin (barítono), Jim Freeman (bajo) y Fred Parris como cantante principal. También incluyeron el solo de saxo, interpretado por Vinny Mazzetta y una sección rítmica integrada por Doug Murray (bajo), Bobby Mapp (batería) y Curlee Glover (piano). Según Parris, la decisión de grabarla en una iglesia fue clave, y hasta llegó a decir que “la canción había sido bendecida”.

Poco después del éxito de la canción, Parris se alistó en el ejército de Estados Unidos, lo que obligó al grupo a reorganizarse de nuevo con Martin, Freeman, Tommy Killebrew, Jessie Murphy y el nuevo líder, Bill Baker, quien demostró ser un buen reemplazo. Con él los Five Satins lograron un éxito inmediato: “To the Aisle”, de Billy Dawn Smith, en septiembre de 1957.

La versión original fue incluida en la Basic Record Library, de Robert Christgau, que reunía grabaciones de los años 1950 y 1960, y publicada años más tarde en Christgau’s Record Guide: Rock Albums of the Seventies (1981). También fue incluida en el puesto 90 en la lista de la revista Rolling Stone entre “Las 500 mejores canciones de todos los tiempos”. Durante décadas fue una de las canciones habituales en las emisoras oldies de radio.

Si bien la relación entre Fred y su novia Marla no prosperó, la canción sobrevivió al paso de los años gracias al público y logró progresar en los rankings hasta convertirse en un clásico de todos los tiempos.

Como alternativa a la versión original de los Five Satins, se destaca la interpretación realizada por el dúo instrumental Santo & Johnny, que también tuvo bastante éxito durante los años sesenta. Pero hubo numerosas versiones, como las de The Crests, The Dovells, Dion, The Fleetwods, The Tokens, Jan & Dean, Paul Anka, Sha Na Na, The Beach Boys, Boyz II Men (muy exitosa), Blend, Lynn Stanley (en clave jazz) o Barrio Boyzz (en español), quienes lo mantuvieron vigente y la acercaron a nuevas audiencias.

También fue utilizada en diferentes series de televisión y en películas como Inseparables (David Cronenberg) y El irlandés (Martin Scorsese). Increíblemente, su mayor boom se produjo entre 1987 y 1988, cuando vendió más de 10 millones de copias como parte de la banda sonora de la película Dirty Dancing. Sin dudas, una de las baladas doo-wop más conocidas, recordadas y versionadas de este género.

“Mucho antes de la luz / Abrázame de nuevo / Con todas tus fuerzas / En la quietud de la noche/ Así que antes de la luz/ Abrázame de nuevo/ Con todas tus fuerzas/ En la quietud de la noche / En la quietud de la noche”.

 Hasta el día de hoy continúa sonando en las radios de clásicos; en los 80 vivió un nuevo boom gracias a Dirty Dancing  LA NACION

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