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Los Piojos: un cierre del Quilmes Rock a puro ritual, homenajes varios y un anuncio muy especial

Después de su sorpresiva e inesperada aparición en la Fiesta Fa! del Quilmes Rock el pasado lunes por la noche, de sus siete inolvidables conciertos en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata y de su explosiva escala en la última edición del Cosquín Rock, Los Piojos fue la banda encargada de colocarle el merecido broche de oro al mega festival emplazado en Tecnópolis a través de una presentación sublime, plena de energía y que a lo largo de tres horas le permitió continuar celebrando su reencuentro con el público tras 15 años de ausencia.

“Desde lejos no se ve”, “Chac tu chac”, “Babilonia” y “Yira yira”, así en continuado, marcaron el inicio de una noche que sería muy extensa y abundante en emociones. Bajo una brillante y perfecta luna llena y ante un océano de banderas flameando entre la multitud, la banda nacida en El Palomar fue edificando un concierto pleno de música y algunas palabras. Un escueto “¡Buenas noches Quilmes Rock!” en boca de un Andrés Ciro Martínez de impecable saco largo de color rojo fue el primer contacto verbal con el público piojoso para después dedicarle “Civilización” a la ciudad de Bahía Blanca que aún se recupera del temporal y de las inundaciones de las que fue víctima hace poco tiempo atrás.

Los Piojos en Cosquín Rock 2025. Dia 2

“Vine hasta aquí” y “Luz de marfil” continuaron elevando la temperatura del encuentro y luego, con el guitarrista Piti Fernández a cargo de la voz, llegó el momento de “Entrando a tu ciudad”. Generando un constante ida y vuelta con un público que jamás dejó de entonar todas y cada una de las canciones que dieron vida al listado elegido para la ocasión, “Te diría”, “Ay ay ay”, “Pistolas” y “Ando ganas” prepararon el terreno para una vibrante versión de “Tan solo” con Ciro y Luli Bass descendiendo del escenario para cantar y estrechar las manos de los afortunados que lograron ubicarse bien cerca del vallado.

Acompañada por una impactante puesta en escena y un dinámico juego lumínico, la agrupación dio espacio también a varios homenajes. El primero de ellos estuvo dedicado a la propia banda, presentando un video histórico que desgranó imágenes de sus primeros años musicalizados con una versión en piano de “Ruleta”. Más tarde, el recuerdo de Gustavo “Tavo” Kupinski (guitarrista de Los Piojos fallecido en 2011) se hizo presente mediante una sentida versión de “Sudestada”. Y finalmente, The Rolling Stones y Moris, dos de las principales influencias del grupo según confesó el propio Ciro, sonaron en la noche de Tecnópolis a través de la versión en castellano de “It’s only rock’n roll (but I like it)” y “Sábado a la noche” respectivamente.

Quilmes Rock 2025: Los Piojos.

Tras un breve paréntesis y reapareciendo en escena luciendo lentes negros y batas de boxeo, los integrantes de Los Piojos dieron vida así a un segundo tramo del show que, a esa altura, ya había alcanzado ribetes de ritual con certeras versiones de “Como Alí”, “Ruleta” y “Pacífico”.

Surfeando las aguas del pop, el rock, la balada, el blues y destilando su reconocido costado rioplatense con sus incursiones tanto en el tango como en el candombe, en escena la banda se mostró por demás versátil y sumamente afiatada, como si la década y media sin tocar juntos jamás hubiera existido. Sebastián “Roger” Cardero y Dani Buira desde sus respectivas baterías, junto a Facundo Farías Gómez (percusión), conformaron una sólida base rítmica que se completó a la perfección con el gran trabajo de la bajista Luli Bass, la integrante más nueva del grupo que tomó el lugar del histórico Micky Rodríguez con un aplomo y una seguridad asombrosas. En tanto, los teclados de Chucky de Ípola y Juan Emilio Cucchiarelli, sumados a las guitarras de Juan Manuel Gigena Ávalos y el ya citado Piti Fernández, completaron el andamiaje adecuado de una maquinaria esta vez ampliada por una refrescante sección de vientos.

Por delante de todos ellos, llevando la voz cantante y las riendas del concierto, un exultante y por demás movedizo Andrés Ciro evidenció una vez más sus dotes de avezado frontman, recorriendo el escenario de una punta a la otra, “invadiendo” el escenario contiguo que horas antes había correspondido a El Plan de la Mariposa y amagando en reiteradas ocasiones con que el próximo tema sería el último de la velada.

Tras los últimos acordes de “Bicho de ciudad”, Ciro tomó el micrófono y señaló: “Si los futbolistas fueran pintores, nueve de los diez mejores cuadros serían de Messi pero el primero sería de Diego”. Esta declaración sirvió como introducción no sólo a una furibunda versión de “Maradó” sino también al tramo final de una velada cercana a los 30 temas, que se completó con “Muévelo” (con varios fans bailando junto a la banda sobre el escenario), “El farolito”, “Cruel”, “Y quemás” y el habitual epílogo instrumental en armónica con el “Himno Nacional Argentino”. De este modo, llegaba a su fin una nueva e histórica edición del Quilmes Rock de la mano de una agrupación que ya escribió bien grande su nombre en la historia del rock argentino y que cerró la noche con un especial y sorpresivo anuncio: el 24 de mayo en el Parque de la Ciudad brindará el último concierto de este tan exitoso y multitudinario regreso que sumó más capítulos de los esperados.

Después de su sorpresiva e inesperada aparición en la Fiesta Fa! del Quilmes Rock el pasado lunes por la noche, de sus siete inolvidables conciertos en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata y de su explosiva escala en la última edición del Cosquín Rock, Los Piojos fue la banda encargada de colocarle el merecido broche de oro al mega festival emplazado en Tecnópolis a través de una presentación sublime, plena de energía y que a lo largo de tres horas le permitió continuar celebrando su reencuentro con el público tras 15 años de ausencia.

“Desde lejos no se ve”, “Chac tu chac”, “Babilonia” y “Yira yira”, así en continuado, marcaron el inicio de una noche que sería muy extensa y abundante en emociones. Bajo una brillante y perfecta luna llena y ante un océano de banderas flameando entre la multitud, la banda nacida en El Palomar fue edificando un concierto pleno de música y algunas palabras. Un escueto “¡Buenas noches Quilmes Rock!” en boca de un Andrés Ciro Martínez de impecable saco largo de color rojo fue el primer contacto verbal con el público piojoso para después dedicarle “Civilización” a la ciudad de Bahía Blanca que aún se recupera del temporal y de las inundaciones de las que fue víctima hace poco tiempo atrás.

Los Piojos en Cosquín Rock 2025. Dia 2

“Vine hasta aquí” y “Luz de marfil” continuaron elevando la temperatura del encuentro y luego, con el guitarrista Piti Fernández a cargo de la voz, llegó el momento de “Entrando a tu ciudad”. Generando un constante ida y vuelta con un público que jamás dejó de entonar todas y cada una de las canciones que dieron vida al listado elegido para la ocasión, “Te diría”, “Ay ay ay”, “Pistolas” y “Ando ganas” prepararon el terreno para una vibrante versión de “Tan solo” con Ciro y Luli Bass descendiendo del escenario para cantar y estrechar las manos de los afortunados que lograron ubicarse bien cerca del vallado.

Acompañada por una impactante puesta en escena y un dinámico juego lumínico, la agrupación dio espacio también a varios homenajes. El primero de ellos estuvo dedicado a la propia banda, presentando un video histórico que desgranó imágenes de sus primeros años musicalizados con una versión en piano de “Ruleta”. Más tarde, el recuerdo de Gustavo “Tavo” Kupinski (guitarrista de Los Piojos fallecido en 2011) se hizo presente mediante una sentida versión de “Sudestada”. Y finalmente, The Rolling Stones y Moris, dos de las principales influencias del grupo según confesó el propio Ciro, sonaron en la noche de Tecnópolis a través de la versión en castellano de “It’s only rock’n roll (but I like it)” y “Sábado a la noche” respectivamente.

Quilmes Rock 2025: Los Piojos.

Tras un breve paréntesis y reapareciendo en escena luciendo lentes negros y batas de boxeo, los integrantes de Los Piojos dieron vida así a un segundo tramo del show que, a esa altura, ya había alcanzado ribetes de ritual con certeras versiones de “Como Alí”, “Ruleta” y “Pacífico”.

Surfeando las aguas del pop, el rock, la balada, el blues y destilando su reconocido costado rioplatense con sus incursiones tanto en el tango como en el candombe, en escena la banda se mostró por demás versátil y sumamente afiatada, como si la década y media sin tocar juntos jamás hubiera existido. Sebastián “Roger” Cardero y Dani Buira desde sus respectivas baterías, junto a Facundo Farías Gómez (percusión), conformaron una sólida base rítmica que se completó a la perfección con el gran trabajo de la bajista Luli Bass, la integrante más nueva del grupo que tomó el lugar del histórico Micky Rodríguez con un aplomo y una seguridad asombrosas. En tanto, los teclados de Chucky de Ípola y Juan Emilio Cucchiarelli, sumados a las guitarras de Juan Manuel Gigena Ávalos y el ya citado Piti Fernández, completaron el andamiaje adecuado de una maquinaria esta vez ampliada por una refrescante sección de vientos.

Por delante de todos ellos, llevando la voz cantante y las riendas del concierto, un exultante y por demás movedizo Andrés Ciro evidenció una vez más sus dotes de avezado frontman, recorriendo el escenario de una punta a la otra, “invadiendo” el escenario contiguo que horas antes había correspondido a El Plan de la Mariposa y amagando en reiteradas ocasiones con que el próximo tema sería el último de la velada.

Tras los últimos acordes de “Bicho de ciudad”, Ciro tomó el micrófono y señaló: “Si los futbolistas fueran pintores, nueve de los diez mejores cuadros serían de Messi pero el primero sería de Diego”. Esta declaración sirvió como introducción no sólo a una furibunda versión de “Maradó” sino también al tramo final de una velada cercana a los 30 temas, que se completó con “Muévelo” (con varios fans bailando junto a la banda sobre el escenario), “El farolito”, “Cruel”, “Y quemás” y el habitual epílogo instrumental en armónica con el “Himno Nacional Argentino”. De este modo, llegaba a su fin una nueva e histórica edición del Quilmes Rock de la mano de una agrupación que ya escribió bien grande su nombre en la historia del rock argentino y que cerró la noche con un especial y sorpresivo anuncio: el 24 de mayo en el Parque de la Ciudad brindará el último concierto de este tan exitoso y multitudinario regreso que sumó más capítulos de los esperados.

 La banda liderada por Andrés Ciro Martínez le colocó el broche de oro al histórico festival realizado en Tecnópolis mediante un intenso y emotivo show de tres horas y a bordo de todos sus clásicos  LA NACION

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