La ortodoxia ganó las elecciones y extendió a veinte años su dominio en la AMIA

El oficialista Bloque Unido Religioso (BUR), que conduce los destinos de la AMIA desde 2008, se aseguró otros tres años de manejo de la mutual judía. Por amplio margen, la lista 3 que nucleaba a un sector de la ortodoxia, liderada por el rabino Samuel Levin, se impuso a otras tres listas que pugnaban por desalojar al oficialismo del poder comunitario.
Alrededor de las 21 comenzaron a conocerse los primeros resultados, y desde el inicio el BUR obtuvo una clara ventaja sobre las listas Más AMIA, Somos Amia y Haiom (hoy, en hebreo), que ni siquiera sumadas llegaban al 40 por ciento de los votos. Finalmente, la tendencia no se revirtió, la lista ganadora se llevó el 68,1% de los votos y la ortodoxia –de tradicional buen vínculo con cada gobierno nacional, incluido el actual– continuará al frente de la entidad comunitaria. Su actual presidente, Amós Linetzky, terminará su mandato y le cederá el cargo a un miembro de su mismo sector, aún por definir. “Tenemos 130 años de democracia. Seguiremos trabajando para que esta sea una comunidad lo más inclusiva posible”, dijo Linetzky al terminar el acto comicial.
Durante la campaña preelectoral, ninguna de las listas explicitó críticas hacia el gobierno de Javier Milei. La alianza incondicional del Presidente con Israel, país al que considera uno de sus principales aliados, su proceso interno de conversión al judaísmo e iniciativas en carpeta, como la mudanza de la embajada en Tel Aviv a Jerusalén, conformaron un combo que ninguna de las corrientes en pugna, a pesar de sus diferencias, se atrevió a discutir en público. Al igual que la DAIA, fue bien recibida la ley aprobada por el Congreso que promueve el juicio en ausencia para los exfuncionarios iraníes acusados de participar en el atentado a la sede comunitaria, en julio de 1994.
Unos 21.000 socios, divididos en 76 mesas, estaban en condiciones de votar en las elecciones de este domingo, comicios en los que las divisiones del mundo judío no ortodoxo incidieron de modo decisivo en el resultado final. Votaron 7846 socios, poco más del 30 por ciento del padrón habilitado.
En la lista Haiom, que se presentaba por primera vez a una elección, coincidían religiosos liberales como el rabino Alejandro Avruj, con representantes del Movimiento Reformista y partidos de la izquierda israelí. Avruj, junto al extitular de la DAIA Jorge Knoblovits, fueron actores clave en las elecciones de la entidad política de la comunidad, que en noviembre pasado dio el triunfo a la lista encabezada Mauro Berenstein por sobre el financista y amigo del presidente Milei, Darío Epstein.
“Estamos muy contentos, armamos una lista en dos meses y dimos pelea por el segundo lugar”, comentaban a LA NACION miembros de la lista Haiom cuando aún se contaban las mesas finales, que le dieron el tercer puesto, con el 10,9 por ciento.
“Con la ortodoxia en la AMIA y los más liberales en la DAIA queda una comunidad equilibrada”, afirmó un dirigente comunitario, cuando el triunfo del BUR –que aún no designó a su próximo presidente– ya estaba decretado, y los festejos comenzaban a oírse en la sede comunitaria de Pasteur al 600.
Más Amia, encabezada por el expresidente de la entidad durante el kirchnerismo Luis Grynwald, llevó como candidata a presidenta a la dirigente Alina Szraibman, única postulante mujer a conducir la entidad (que nunca ha tenido una presidenta mujer). Terminó en segundo lugar, con poco más del 13 por ciento.
Y Somos Amia intentó nuclear a los partidos israelíes tradicionales, como Avodá (Laborismo) y Likud (derecha), hoy en el gobierno de Israel a través del primer ministro Benjamin Netanyahu. Terminó en el cuarto lugar, con el 7,4 por ciento. Ninguno de los tres opositores logró hacer peligrar el aplastante triunfo del BUR, tal como preveían los propios dirigentes comunitarios antes del acto eleccionario.
El oficialista Bloque Unido Religioso (BUR), que conduce los destinos de la AMIA desde 2008, se aseguró otros tres años de manejo de la mutual judía. Por amplio margen, la lista 3 que nucleaba a un sector de la ortodoxia, liderada por el rabino Samuel Levin, se impuso a otras tres listas que pugnaban por desalojar al oficialismo del poder comunitario.
Alrededor de las 21 comenzaron a conocerse los primeros resultados, y desde el inicio el BUR obtuvo una clara ventaja sobre las listas Más AMIA, Somos Amia y Haiom (hoy, en hebreo), que ni siquiera sumadas llegaban al 40 por ciento de los votos. Finalmente, la tendencia no se revirtió, la lista ganadora se llevó el 68,1% de los votos y la ortodoxia –de tradicional buen vínculo con cada gobierno nacional, incluido el actual– continuará al frente de la entidad comunitaria. Su actual presidente, Amós Linetzky, terminará su mandato y le cederá el cargo a un miembro de su mismo sector, aún por definir. “Tenemos 130 años de democracia. Seguiremos trabajando para que esta sea una comunidad lo más inclusiva posible”, dijo Linetzky al terminar el acto comicial.
Durante la campaña preelectoral, ninguna de las listas explicitó críticas hacia el gobierno de Javier Milei. La alianza incondicional del Presidente con Israel, país al que considera uno de sus principales aliados, su proceso interno de conversión al judaísmo e iniciativas en carpeta, como la mudanza de la embajada en Tel Aviv a Jerusalén, conformaron un combo que ninguna de las corrientes en pugna, a pesar de sus diferencias, se atrevió a discutir en público. Al igual que la DAIA, fue bien recibida la ley aprobada por el Congreso que promueve el juicio en ausencia para los exfuncionarios iraníes acusados de participar en el atentado a la sede comunitaria, en julio de 1994.
Unos 21.000 socios, divididos en 76 mesas, estaban en condiciones de votar en las elecciones de este domingo, comicios en los que las divisiones del mundo judío no ortodoxo incidieron de modo decisivo en el resultado final. Votaron 7846 socios, poco más del 30 por ciento del padrón habilitado.
En la lista Haiom, que se presentaba por primera vez a una elección, coincidían religiosos liberales como el rabino Alejandro Avruj, con representantes del Movimiento Reformista y partidos de la izquierda israelí. Avruj, junto al extitular de la DAIA Jorge Knoblovits, fueron actores clave en las elecciones de la entidad política de la comunidad, que en noviembre pasado dio el triunfo a la lista encabezada Mauro Berenstein por sobre el financista y amigo del presidente Milei, Darío Epstein.
“Estamos muy contentos, armamos una lista en dos meses y dimos pelea por el segundo lugar”, comentaban a LA NACION miembros de la lista Haiom cuando aún se contaban las mesas finales, que le dieron el tercer puesto, con el 10,9 por ciento.
“Con la ortodoxia en la AMIA y los más liberales en la DAIA queda una comunidad equilibrada”, afirmó un dirigente comunitario, cuando el triunfo del BUR –que aún no designó a su próximo presidente– ya estaba decretado, y los festejos comenzaban a oírse en la sede comunitaria de Pasteur al 600.
Más Amia, encabezada por el expresidente de la entidad durante el kirchnerismo Luis Grynwald, llevó como candidata a presidenta a la dirigente Alina Szraibman, única postulante mujer a conducir la entidad (que nunca ha tenido una presidenta mujer). Terminó en segundo lugar, con poco más del 13 por ciento.
Y Somos Amia intentó nuclear a los partidos israelíes tradicionales, como Avodá (Laborismo) y Likud (derecha), hoy en el gobierno de Israel a través del primer ministro Benjamin Netanyahu. Terminó en el cuarto lugar, con el 7,4 por ciento. Ninguno de los tres opositores logró hacer peligrar el aplastante triunfo del BUR, tal como preveían los propios dirigentes comunitarios antes del acto eleccionario.
El Bloque Unido Religioso obtuvo más del 68 por ciento de los votos y manejará la mutual judía hasta 2028; las otras tres listas disputaron el segundo lugar LA NACION