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Se mudó de Nueva York a Carolina del Norte y cuenta cómo cambió su vida: “Directo y real”

Mudarse de Nueva York a Charlotte fue mucho más que un simple cambio de ciudad para Mykenna Maniece. Después de un año con su pareja en un departamento pequeño y costoso en Jersey City, separada solo por el río Hudson de La Gran Manzana, decidió dejar atrás el ritmo acelerado del noreste de Estados Unidos para buscar una vida más tranquila en Carolina del Norte. Tras sus primeros meses de su nueva vida, detalló las siete cosas que más la sorprendieron desde su llegada.

Alcohol en supermercados: lo que no esperaba encontrar

Según relató Maniece en Business Insider, le llamó la atención encontrar vino y cerveza en supermercados como Target o Walmart. En Carolina del Norte, la legislación permite su venta en tiendas de comestibles, aunque solo después de las 10 hs los domingos. El licor, en cambio, solo puede comprarse en tiendas especializadas, que cierran los domingos.

Gracias a los precios más accesibles, pudo ampliar su vida social y explorar nuevas actividades

La experiencia fue muy distinta a lo que conocía en Maryland, donde creció, dado que allí está prohibido comercializar cerveza y vino en la mayoría de tiendas comestibles. En Nueva York, la cerveza sí está disponible en esos locales, pero el resto de bebidas más fuertes deben conseguirse en licorerías.

Las bolsas y los sorbetes de plásticos aún son usados

A diferencia de los estados del noreste, donde el uso de plásticos está regulado, en Charlotte los comercios aún entregan bolsas y sorbetes de plástico sin restricciones. Maniece contó al medio que recibió sus compras embolsadas sin pedirlo y que le dieron un sorbete plástico con un batido.

Según The News & Observer, una ley estatal prohíbe que los municipios impongan limitaciones al uso de estos materiales. Aun así, los comercios locales pueden ofrecer alternativas reutilizables si lo desean.

En Charlotte, se piden números de teléfono y no redes sociales

Maniece destacó que en Charlotte la gente prefiere intercambiar teléfonos antes que redes sociales. Acostumbrada al uso de Instagram como vía de contacto, notó que el cambio generaba vínculos más personales y concretos. “Se sintió más directo y real. Me ayudó a hacer amigos más rápido”, escribió.

Más vida social gracias a un menor costo de vida

El cambio de ciudad también transformó su rutina diaria. Según precisó, el costo de vida más bajo le permitió salir más, probar nuevas actividades y conocer nuevas personas.

Por ejemplo, comenzó clases de pilates, empezó a jugar al pickleball, participó de juegos en bares y hasta formó parte de partidos fútbol amateur. En Nueva York, por falta de tiempo o dinero, esas opciones eran menos accesibles.

Recuperó su auto y ganó libertad para moverse

Uno de los aspectos más valorados, según relató, fue volver a usar su propio auto. En Jersey City compartía un vehículo con su pareja, por el tráfico, el precio del estacionamiento y la falta de espacio. En Charlotte, cada uno tiene el suyo. “La mayoría de los trayectos me lleva menos de 20 minutos y casi nunca pago por estacionar”, afirmó.

Mykenna se mudó de Nueva York a Charlotte en busca de más espacio y mejor calidad de vida

Parques públicos con canchas deportivas gratuitas

Maniece también quedó sorprendida por la cantidad de parques públicos bien equipados. Según comentó, muchos tienen canchas de pickleball de acceso gratuito, mientras que otras pueden reservarse con antelación. Esa oferta le permitió sumar actividades al aire libre sin gastar dinero.

Charlotte se sintió como volver al hogar

La última gran sorpresa fue emocional. “Parece una mezcla perfecta entre ciudad y suburbio”, expresó. A pesar de estar más lejos que nunca de su ciudad natal, encontró en Charlotte un entorno familiar, verde y acogedor. Además, destacó el ambiente social: “Todo el mundo quiere hacer amigos”.

El menor costo le permitió una vida social más activa

Cuánto cuesta vivir en Charlotte en comparacion de Jersey City

El costo de vida en Charlotte es mucho menor que en Jersey City, especialmente en vivienda y alimentación. Según Expatistan, una familia de cuatro personas necesita 5099 dólares mensuales en Charlotte, frente a US$6801 en Jersey City. Para una persona sola, el gasto estimado es de US$2797 y US$4113, respectivamente.

Alquilar un departamento amueblado de 85 metros cuadrados en zona cara cuesta US$2252 en Charlotte y US$3614 en Jersey City. En zonas intermedias, los valores bajan a US$1664 y US$2609, respectivamente. En tanto, el abono mensual de transporte es de US$85 en la ciudad de Carolina de Norte, mientras que asciende a US$118 en Nueva Jersey.

Charlotte también ofrece precios más bajos en servicios como electricidad e internet. Aunque algunas consultas médicas son más caras, los productos de cuidado personal son más accesibles. En términos generales, Charlotte resulta más conveniente para quienes buscan reducir gastos.

Mudarse de Nueva York a Charlotte fue mucho más que un simple cambio de ciudad para Mykenna Maniece. Después de un año con su pareja en un departamento pequeño y costoso en Jersey City, separada solo por el río Hudson de La Gran Manzana, decidió dejar atrás el ritmo acelerado del noreste de Estados Unidos para buscar una vida más tranquila en Carolina del Norte. Tras sus primeros meses de su nueva vida, detalló las siete cosas que más la sorprendieron desde su llegada.

Alcohol en supermercados: lo que no esperaba encontrar

Según relató Maniece en Business Insider, le llamó la atención encontrar vino y cerveza en supermercados como Target o Walmart. En Carolina del Norte, la legislación permite su venta en tiendas de comestibles, aunque solo después de las 10 hs los domingos. El licor, en cambio, solo puede comprarse en tiendas especializadas, que cierran los domingos.

Gracias a los precios más accesibles, pudo ampliar su vida social y explorar nuevas actividades

La experiencia fue muy distinta a lo que conocía en Maryland, donde creció, dado que allí está prohibido comercializar cerveza y vino en la mayoría de tiendas comestibles. En Nueva York, la cerveza sí está disponible en esos locales, pero el resto de bebidas más fuertes deben conseguirse en licorerías.

Las bolsas y los sorbetes de plásticos aún son usados

A diferencia de los estados del noreste, donde el uso de plásticos está regulado, en Charlotte los comercios aún entregan bolsas y sorbetes de plástico sin restricciones. Maniece contó al medio que recibió sus compras embolsadas sin pedirlo y que le dieron un sorbete plástico con un batido.

Según The News & Observer, una ley estatal prohíbe que los municipios impongan limitaciones al uso de estos materiales. Aun así, los comercios locales pueden ofrecer alternativas reutilizables si lo desean.

En Charlotte, se piden números de teléfono y no redes sociales

Maniece destacó que en Charlotte la gente prefiere intercambiar teléfonos antes que redes sociales. Acostumbrada al uso de Instagram como vía de contacto, notó que el cambio generaba vínculos más personales y concretos. “Se sintió más directo y real. Me ayudó a hacer amigos más rápido”, escribió.

Más vida social gracias a un menor costo de vida

El cambio de ciudad también transformó su rutina diaria. Según precisó, el costo de vida más bajo le permitió salir más, probar nuevas actividades y conocer nuevas personas.

Por ejemplo, comenzó clases de pilates, empezó a jugar al pickleball, participó de juegos en bares y hasta formó parte de partidos fútbol amateur. En Nueva York, por falta de tiempo o dinero, esas opciones eran menos accesibles.

Recuperó su auto y ganó libertad para moverse

Uno de los aspectos más valorados, según relató, fue volver a usar su propio auto. En Jersey City compartía un vehículo con su pareja, por el tráfico, el precio del estacionamiento y la falta de espacio. En Charlotte, cada uno tiene el suyo. “La mayoría de los trayectos me lleva menos de 20 minutos y casi nunca pago por estacionar”, afirmó.

Mykenna se mudó de Nueva York a Charlotte en busca de más espacio y mejor calidad de vida

Parques públicos con canchas deportivas gratuitas

Maniece también quedó sorprendida por la cantidad de parques públicos bien equipados. Según comentó, muchos tienen canchas de pickleball de acceso gratuito, mientras que otras pueden reservarse con antelación. Esa oferta le permitió sumar actividades al aire libre sin gastar dinero.

Charlotte se sintió como volver al hogar

La última gran sorpresa fue emocional. “Parece una mezcla perfecta entre ciudad y suburbio”, expresó. A pesar de estar más lejos que nunca de su ciudad natal, encontró en Charlotte un entorno familiar, verde y acogedor. Además, destacó el ambiente social: “Todo el mundo quiere hacer amigos”.

El menor costo le permitió una vida social más activa

Cuánto cuesta vivir en Charlotte en comparacion de Jersey City

El costo de vida en Charlotte es mucho menor que en Jersey City, especialmente en vivienda y alimentación. Según Expatistan, una familia de cuatro personas necesita 5099 dólares mensuales en Charlotte, frente a US$6801 en Jersey City. Para una persona sola, el gasto estimado es de US$2797 y US$4113, respectivamente.

Alquilar un departamento amueblado de 85 metros cuadrados en zona cara cuesta US$2252 en Charlotte y US$3614 en Jersey City. En zonas intermedias, los valores bajan a US$1664 y US$2609, respectivamente. En tanto, el abono mensual de transporte es de US$85 en la ciudad de Carolina de Norte, mientras que asciende a US$118 en Nueva Jersey.

Charlotte también ofrece precios más bajos en servicios como electricidad e internet. Aunque algunas consultas médicas son más caras, los productos de cuidado personal son más accesibles. En términos generales, Charlotte resulta más conveniente para quienes buscan reducir gastos.

 Descubre la historia de una mujer que se mudó de Nueva York a Carolina del Norte y cuenta cómo cambió su vida.  LA NACION

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