Así se organiza una redada del ICE para arrestar a inmigrantes
Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) aumentaron bajo la administración de Donald Trump. En los primeros 50 días del año, el ICE arrestó a más de 32 mil migrantes. Los operativos se enfocan en personas con órdenes de deportación, aunque también pueden incluir detenciones colaterales de inmigrantes sin antecedentes penales.
La planificación de los operativos del ICE
De acuerdo a un informe de NBC 4, antes de una redada, el ICE realiza una fase de vigilancia para identificar el momento y el lugar donde es más probable que los objetivos sean detenidos sin resistencia.
Los agentes se movilizan desde la madrugada para aprovechar la vulnerabilidad de las personas cuando están en sus hogares. “Arrestar a alguien cuando está medio dormido a las 5 horas de la mañana reduce la posibilidad de resistencia”, explicó Matthew Elliston, director de la oficina del ICE en Maryland.
¿Cómo se ejecutan las detenciones de inmigrantes?
Los agentes del ICE llegan en grupos y utilizan órdenes administrativas para efectuar arrestos sin necesidad de cargos penales activos. Estas acciones se centran en inmigrantes con antecedentes, aunque también pueden incluir detenciones colaterales.
Por ejemplo, en Hagerstown, Maryland, los agentes arrestaron a un inmigrante venezolano de 47 años con condenas previas por drogas y armas. En otra operación, detuvieron a un salvadoreño con historial de conducción bajo efectos del alcohol y homicidio culposo.
Redadas del ICE en ubicaciones antes restringidas
Una política de 2011 limitaba las redadas cerca de escuelas, iglesias y hospitales. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) revocó esa directriz en enero. “Antes, ni siquiera podíamos estar estacionados en un radio de dos cuadras de una iglesia, aunque no estuviéramos haciendo nada. Ahora sí podemos trabajar”, explicó Elliston.
Esto permitió que el ICE realizara una vigilancia prolongada cerca de la casa de un salvadoreño acusado de homicidio. Durante su arresto, también capturaron a su hermano, un inmigrante previamente deportado.
El aumento de las detenciones colaterales
El ICE intensificó la práctica de detener a inmigrantes indocumentados que se encuentran junto a los objetivos de las redadas. “Si estamos arrestando a alguien y hay otra persona junto a él que también está ilegalmente en el país, lo detenemos también”, afirmó Elliston.
Estos arrestos generan preocupación en defensores de los derechos de los migrantes. Michael Lukens, abogado del Amica Center for Immigrant Rights, señaló ante el mencionado medio que esta estrategia estigmatiza a los inmigrantes. “Es un cambio radical. A un ciudadano con antecedentes penales no se le llama criminal de por vida, pero a un inmigrante sí”, advirtió.
La reacción de las comunidades migrantes
Las redadas generaron miedo entre los inmigrantes. Muchas familias temen perder a su principal sostén económico. Ama Frimpong, directora legal de la organización CASA, afirmó que se encuentra “madres intentan tranquilizar a sus hijos cuando no saben si sus familias seguirán unidas”.
Algunas organizaciones proinmigrantes recomiendan a la comunidad:
- No abrir la puerta a los agentes sin una orden firmada por un juez.
- Guardar silencio ante las preguntas de los oficiales.
- No firmar documentos sin consultar a un abogado.
“El peligro real es que las organizaciones de defensa de los inmigrantes les están diciendo que no cooperen, y eso puede llevar a una persecución criminal. Las personas tienen derecho a no abrir la puerta sin una orden. Pero ahora, para nosotros, es mucho más fácil conseguir una”, agregó Elliston.
El ICE afirma que prioriza la seguridad en sus redadas. “Buscamos arrestar a personas en entornos controlados, como dentro de vehículos, para evitar confrontaciones”, explicó el director de la oficina del ICE en Maryland. Sin embargo, según él, los agentes están enfrentando un aumento del 650% en agresiones por parte de personas que intentan resistirse a las detenciones.
Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) aumentaron bajo la administración de Donald Trump. En los primeros 50 días del año, el ICE arrestó a más de 32 mil migrantes. Los operativos se enfocan en personas con órdenes de deportación, aunque también pueden incluir detenciones colaterales de inmigrantes sin antecedentes penales.
La planificación de los operativos del ICE
De acuerdo a un informe de NBC 4, antes de una redada, el ICE realiza una fase de vigilancia para identificar el momento y el lugar donde es más probable que los objetivos sean detenidos sin resistencia.
Los agentes se movilizan desde la madrugada para aprovechar la vulnerabilidad de las personas cuando están en sus hogares. “Arrestar a alguien cuando está medio dormido a las 5 horas de la mañana reduce la posibilidad de resistencia”, explicó Matthew Elliston, director de la oficina del ICE en Maryland.
¿Cómo se ejecutan las detenciones de inmigrantes?
Los agentes del ICE llegan en grupos y utilizan órdenes administrativas para efectuar arrestos sin necesidad de cargos penales activos. Estas acciones se centran en inmigrantes con antecedentes, aunque también pueden incluir detenciones colaterales.
Por ejemplo, en Hagerstown, Maryland, los agentes arrestaron a un inmigrante venezolano de 47 años con condenas previas por drogas y armas. En otra operación, detuvieron a un salvadoreño con historial de conducción bajo efectos del alcohol y homicidio culposo.
Redadas del ICE en ubicaciones antes restringidas
Una política de 2011 limitaba las redadas cerca de escuelas, iglesias y hospitales. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) revocó esa directriz en enero. “Antes, ni siquiera podíamos estar estacionados en un radio de dos cuadras de una iglesia, aunque no estuviéramos haciendo nada. Ahora sí podemos trabajar”, explicó Elliston.
Esto permitió que el ICE realizara una vigilancia prolongada cerca de la casa de un salvadoreño acusado de homicidio. Durante su arresto, también capturaron a su hermano, un inmigrante previamente deportado.
El aumento de las detenciones colaterales
El ICE intensificó la práctica de detener a inmigrantes indocumentados que se encuentran junto a los objetivos de las redadas. “Si estamos arrestando a alguien y hay otra persona junto a él que también está ilegalmente en el país, lo detenemos también”, afirmó Elliston.
Estos arrestos generan preocupación en defensores de los derechos de los migrantes. Michael Lukens, abogado del Amica Center for Immigrant Rights, señaló ante el mencionado medio que esta estrategia estigmatiza a los inmigrantes. “Es un cambio radical. A un ciudadano con antecedentes penales no se le llama criminal de por vida, pero a un inmigrante sí”, advirtió.
La reacción de las comunidades migrantes
Las redadas generaron miedo entre los inmigrantes. Muchas familias temen perder a su principal sostén económico. Ama Frimpong, directora legal de la organización CASA, afirmó que se encuentra “madres intentan tranquilizar a sus hijos cuando no saben si sus familias seguirán unidas”.
Algunas organizaciones proinmigrantes recomiendan a la comunidad:
- No abrir la puerta a los agentes sin una orden firmada por un juez.
- Guardar silencio ante las preguntas de los oficiales.
- No firmar documentos sin consultar a un abogado.
“El peligro real es que las organizaciones de defensa de los inmigrantes les están diciendo que no cooperen, y eso puede llevar a una persecución criminal. Las personas tienen derecho a no abrir la puerta sin una orden. Pero ahora, para nosotros, es mucho más fácil conseguir una”, agregó Elliston.
El ICE afirma que prioriza la seguridad en sus redadas. “Buscamos arrestar a personas en entornos controlados, como dentro de vehículos, para evitar confrontaciones”, explicó el director de la oficina del ICE en Maryland. Sin embargo, según él, los agentes están enfrentando un aumento del 650% en agresiones por parte de personas que intentan resistirse a las detenciones.
Los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas siguen protocolos milimétricos para maximizar capturas, pero también generan temor en comunidades vulnerables LA NACION
