Joseph Blatter y Michel Platini fueron absueltos en un segundo juicio por corrupción en la FIFA

El suizo Joseph Blatter, expresidente de la FIFA, y Michel Platini, exfutbolista francés y expresidente de la UEFA, fueron absueltos -una vez más- por el caso de fraude por el que estuvieron en el banquillo de los acusados durante un largo proceso judicial, que en sus distintas etapas se prolongó diez años.
Ambos fueron liberados por segunda vez de los cargos de fraude, falsificación, mala gestión y malversación de más de dos millones de dólares de fondos de la FIFA, en 2011. Blatter, de 89 años, apenas reaccionó -según la agencia AP– al escuchar el veredicto de tres jueces cantonales (estatales) que actuaron como tribunal federal de apelaciones penales. Sentado en la fila delante de Platini, Blatter alternó entre dar pequeños golpes con los dedos y mantener la mano izquierda sobre la boca.
Platini, leyenda del fútbol europeo, se sentó con los brazos cruzados o se frotó las manos mientras escuchaba a un traductor a su lado que le transmitía el veredicto del tribunal en alemán en su francés natal. La fiscalía general en Suiza había impugnado una primera absolución en julio de 2022 y solicitó penas de veinte meses, suspendidas por dos años.
Blatter y Platini han negado consistentemente haber actuado mal en un caso de una década que giró en torno a sus afirmaciones de un acuerdo verbal para algún día entregar el dinero en cuestión.
Blatter aprobó que la FIFA pagara dos millones de francos suizos (ahora 2,21 millones de dólares) a Platini, antiguo astro francés de Juventus, en febrero de 2011, por un salario suplementario y no contratado trabajando como asesor presidencial de 1998 a 2002.
La última victoria en los tribunales para Blatter y Platini, de 69 años, llegó exactamente nueve años y medio desde que se reveló la investigación federal suiza y dio inicio a eventos que terminaron con las carreras de los hombres más poderosos del fútbol.
Ese día de septiembre de 2015, en Zúrich, la policía acudió a interrogarlos en la FIFA después de una reunión del comité ejecutivo cuando Platini era un fuerte favorito para suceder a su antiguo mentor en una próxima elección. Aunque los juicios en el tribunal federal, de cierta manera, limpiaron sus nombres dos veces, la reputación de Blatter siempre estará ligada a su liderazgo en la FIFA durante la crisis de corrupción que derribaron a una serie de altos funcionarios del fútbol en todo el mundo.
Platini, uno de los mejores jugadores de fútbol nacidos en el Viejo Continente y más tarde protegido de Blatter en la política del fútbol, nunca llegó a obtener la presidencia de la FIFA que a menudo describía como su destino.
En febrero pasado, durante una entrevista con la agencia Reuters, Blatter dijo que era inocente y que había sido víctima de una “cacería de brujas”. Añadió: “El Tribunal Penal Federal dijo en 2022 que el contrato entre Platini y yo era correcto. Es una cacería de brujas contra mí, parece una vendetta (…) Soy un hombre honesto”.
El suizo Joseph Blatter, expresidente de la FIFA, y Michel Platini, exfutbolista francés y expresidente de la UEFA, fueron absueltos -una vez más- por el caso de fraude por el que estuvieron en el banquillo de los acusados durante un largo proceso judicial, que en sus distintas etapas se prolongó diez años.
Ambos fueron liberados por segunda vez de los cargos de fraude, falsificación, mala gestión y malversación de más de dos millones de dólares de fondos de la FIFA, en 2011. Blatter, de 89 años, apenas reaccionó -según la agencia AP– al escuchar el veredicto de tres jueces cantonales (estatales) que actuaron como tribunal federal de apelaciones penales. Sentado en la fila delante de Platini, Blatter alternó entre dar pequeños golpes con los dedos y mantener la mano izquierda sobre la boca.
Platini, leyenda del fútbol europeo, se sentó con los brazos cruzados o se frotó las manos mientras escuchaba a un traductor a su lado que le transmitía el veredicto del tribunal en alemán en su francés natal. La fiscalía general en Suiza había impugnado una primera absolución en julio de 2022 y solicitó penas de veinte meses, suspendidas por dos años.
Blatter y Platini han negado consistentemente haber actuado mal en un caso de una década que giró en torno a sus afirmaciones de un acuerdo verbal para algún día entregar el dinero en cuestión.
Blatter aprobó que la FIFA pagara dos millones de francos suizos (ahora 2,21 millones de dólares) a Platini, antiguo astro francés de Juventus, en febrero de 2011, por un salario suplementario y no contratado trabajando como asesor presidencial de 1998 a 2002.
La última victoria en los tribunales para Blatter y Platini, de 69 años, llegó exactamente nueve años y medio desde que se reveló la investigación federal suiza y dio inicio a eventos que terminaron con las carreras de los hombres más poderosos del fútbol.
Ese día de septiembre de 2015, en Zúrich, la policía acudió a interrogarlos en la FIFA después de una reunión del comité ejecutivo cuando Platini era un fuerte favorito para suceder a su antiguo mentor en una próxima elección. Aunque los juicios en el tribunal federal, de cierta manera, limpiaron sus nombres dos veces, la reputación de Blatter siempre estará ligada a su liderazgo en la FIFA durante la crisis de corrupción que derribaron a una serie de altos funcionarios del fútbol en todo el mundo.
Platini, uno de los mejores jugadores de fútbol nacidos en el Viejo Continente y más tarde protegido de Blatter en la política del fútbol, nunca llegó a obtener la presidencia de la FIFA que a menudo describía como su destino.
En febrero pasado, durante una entrevista con la agencia Reuters, Blatter dijo que era inocente y que había sido víctima de una “cacería de brujas”. Añadió: “El Tribunal Penal Federal dijo en 2022 que el contrato entre Platini y yo era correcto. Es una cacería de brujas contra mí, parece una vendetta (…) Soy un hombre honesto”.
Ambos exdirigentes fueron exculpados por segunda vez de los cargos de fraude, falsificación, mala gestión y malversación de más de dos millones de dólares de fondos de la FIFA en 2011 LA NACION