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El papa Francisco será dado de alta y regresará a Santa Marta

ROMA.- En una sorpresiva conferencia de prensa en el atrio del hospital Gemelli, los médicos al frente del equipo que atiende a Francisco desde que fue internado hace más de cinco semanas por una infección respiratoria que degeneró en una neumonía, anunciaron este sábado la noticia más esperada: el Papa será dado de alta este domingo a la mañana, cuando regresará a la residencia de Santa Marta, su hogar en el Vaticano.

El regreso tendrá lugar después de haber reaparecido en público al mediodía, cuando se asomará desde el balcón del décimo piso -donde se encuentra su suite-, para saludar y bendecir a la multitud al final de la tradicional oración mariana del Angelus, que será distribuido de forma escrita, como en las últimas semanas. “Será también una forma de despedirse del hospital, su personal y sus pacientes”, dijeron sus médicos, que aparecieron más que satisfechos por el resultado de una internación que al principio fue dramática y que, debido a cuatro crisis respiratorias, hizo temer lo peor.

Sergio Alfieri, cirujano que lo operó al Pontífice de colon en dos oportunidades (en 2021 y en 2023), destacó que el paciente ilustre, de 88 años, será dado de alta después de haber pasado al menos dos semanas “en condiciones estables”. “La prescripción es continuar con las terapias farmacológicas por vía oral por mucho tiempo y con una recomendación de un periodo de reposo y convalecencia de dos meses”, indicó. “Los médicos le dan de alta prescribiendo un periodo de reposo y convalecencia de dos meses y desaconsejan encuentros grupales y esfuerzos”, añadió.

El cirujano Sergio Alfieri, en la conferencia de prensa en el hospital Gemelli, en Roma. (Tiziana FABI / AFP)

Su colega, Luigi Carbone, doctor de referencia del Papa y jefe del servicio médico del Vaticano, subrayó que se trata de “una dimisión protegida que requerirá de una convalecencia” y que en la residencia de Santa Marta ya está todo preparado para recibirlo. “La convalecencia es una fase de recuperación y es un período en el que no podrá tener su normal actividad de encuentros de personas”, precisó, al subrayar que también habían decidido darle el alta “porque un hospital suele ser el peor lugar para una convalecencia”. En Santa Marta, para seguir esa senda de recuperación que viene dándose en las últimas semanas, el papa Francisco deberá continuar con su fisioterapia respiratoria y motora: “es lo que necesita para recuperarse velozmente”, indicó Carbone.

Al hacer el anuncio del alta, una noticia que nadie se esperaba porque la Sala de Prensa había dicho que el próximo parte médico iba a ser probablemente el lunes próximo, los médicos hicieron un repaso de la internación del papa Francisco, la más larga de su pontificado y que culminará después de 38 días. Ingresó el 14 de febrero pasado con una infección respiratoria polimicrobiana que después derivó en una neumonía bilateral, recordaron, y admitieron que durante la hospitalización “tuvo dos episodios críticos en los que su vida estuvo en peligro”.

Sergio Alfieri y Luigi Carbone, en la conferencia de prensa en el hospital Gemelli, en Roma. (AP/Gregorio Borgia)

En estos momentos, los más dramáticos, aclararon que el Papa “nunca estuvo intubado”, sino que siempre estuvo alerta y orientado. Ante una pregunta de cómo se vivieron esas situaciones, los médicos admitieron que “cuando estaba muy mal era difícil el buen humor”. Pero cuando ya estaba un poquito mejor, regresaba a su clásico humor porteño: “en un momento me acerqué para auscultarlo y le pregunté ‘Santo Padre ¿cómo está? Y el contestó ‘todavía vivo’”, evocó Alfieri, riendo.

Los médicos aclararon, por otro lado, que el Papa “no es diabético”, que “no fue Covid lo que tuvo” y precisaron que ya no tiene neumonía bilateral. “El Santo Padre puede ser dado de alta porque las infecciones más graves han sido resueltas, pero algunos virus permanecen y se requiere de varios meses para superarlos”, explicaron.

Consultados si hubo presión de parte del Papa, conocido por ser alguien que detesta los hospitales, para apurar el alta, los médicos negaron todo. “El alta la deciden los médicos. Es claro que el Papa quería volver a casa ya desde hace algunos días, cuando se dio cuenta que estaba mejorando, que respiraba mejor. Pero tengo que decir que fue un paciente ejemplar, que escuchó siempre nuestras sugerencias, por lo que estuvimos de acuerdo con el alta”, dijo Alfieri. “Se puso contentísimo (con el alta)”, admitió, al confiar que “desde hace varios días preguntaba ‘¿cuándo vuelvo a casa?’”.

Así como en la víspera el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández” hizo saber que debido a la oxigenación de altos flujos el Papa tiene dificultades para hablar, los médicos dijeron al respecto que, como ha habido mejoras gracias a las fisioterapias y en las últimas semanas “rápidas”, “si sigue con ese ritmo podrá retomar su actividad lo antes posible”. De todos modos, si bien dejaron en claro que en estos dos meses de reposo y convalecencia deberá evidentemente abstenerse de actividades grupales y laborales, no se animaron a pronosticar qué pasará con la Semana Santa. “Es claro que se evaluarán las mejoras y la convalecencia y se decidirá oportunamente”, dijo el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, también presente en la conferencia de prensa, que prefirió tampoco expedirse sobre qué pasará con la audiencia prevista para recibir al rey Carlos III y a la reina consorte Camilla, el 8 de abril próximo.

En cuanto al supuesto viaje a Turquía -previsto para fines de mayo por el 1700 aniversario del Concilio Ecuménico de Nicea-, el doctor Carbone no lo descartó: “siendo una convalecencia no podemos hacer previsiones. Esperemos que sí, se verá en base a las mejoras”.

Ante la pregunta de cuánto adelgazó el Papa en esta larga y dura internación, Alfieri, como siempre muy afable, contestó que nunca habían pesado a su paciente ilustre, a quien seguramente le hizo bien perder unos kilos, dijo, con tacto. “Pero es evidente que adelgazó, se darán cuenta mañana”, agregó, al aludir a su reaparición para el Angelus. Al respecto precisó que cuando “estuvo muy mal se alimentaba menos y estando mejor se fue alimentando progresivamente un poco más”.

Aparición breve

El anuncio de la reaparición del Papa para un saludo y una bendición este domingo, una gran señal, había sido dado por la mañana por la Sala de Prensa, horas antes de la inesperada noticia del alta. En realidad, ya el viernes los periodistas de guardia en el hospital habían notado movimientos de gendarmes detrás del ventanal del balcón del décimo piso del policlínico que suele utilizarse para la oración mariana del Angelus, por lo que comenzó a especularse sobre esta posibilidad.

Después de la única imagen difundida el domingo pasado, en la que aparece de costado, sin el rostro visible; y el audio con la voz débil y sin aliento enviado el 6 de marzo para agradecer a los fieles que rezaban el rosario, la aparición del Papa, que seguramente será breve, significará otra importantísima prueba de vida. Y gran alivio para cientos de miles de católicos que podrán ver cómo está el máximo jefe de la Iglesia católica después de 38 días de internación.

papa Francisco concelebrando una misa en su capilla privada en la Policlínica Agostino Gemelli en Roma, el 16 de marzo de 2025. (Oficina de Prensa del Vaticano, Via AP )

No se sabe exactamente si el Papa, de 88 años, aparecerá en el balcón o si lo hará desde detrás del ventanal, para no exponerse al frío y a la corriente de aire.

En cualquier caso, esta decisión confirma que el Papa -que debió ser internado el 14 de febrero pasado y que en la segunda semana de internación vivió momentos dramáticos con cuatro crisis respiratorias-, está mejor, como también destacó el cardenal Fernández, una de las personas más cercanas a Francisco. Su pronóstico dejó de ser reservado el lunes 10 de marzo.

Tal como informó este viernes la Sala de Prensa, sus condiciones permanecen estables y “continúan pequeñas mejoras desde el punto de vista respiratorio y motriz”; de noche ya no usa la ventilación mecánica con la mascarilla sino la oxigenación de altos flujos con las cánulas nasales y de día emplea cada vez menos los altos flujos. “Los médicos aún no han dado una indicación sobre una alta médica del hospital”, dijo también la Sala Stampa, que como siempre hizo saber que las jornadas del Papa transcurren entre “terapias, oración y un poco de actividad laboral”.

Para el Papa volver a mostrarse en público, aunque sea brevemente, saludar y bendecir a la multitud, significará un paso adelante inmenso. Implicará ese contacto directo del pastor con su grey para él esencial y será algo que probablemente le dará energía.

No será la primera vez que sale al balcón del décimo piso del Gemelli en ocasión del Angelus dominical. Ya lo había hecho en julio de 2021, después de su primera operación de colon, siguiendo una “tradición” inaugurada por su predecesor polaco, Juan Pablo II (1978-2005), que tres veces recitó la oración mariana desde lo que consideraba el “Vaticano III” (después del Palacio Apostólico y la residencia de Castelgandolfo) visto que, debido a diversas intervenciones, tuvo que pasar mucho tiempo en la suite del décimo piso.

Fiel reflejo de que pese a estar internado desde hace 38 días, sigue al timón de la Iglesia, este sábado, además de nombrar un nuevo nuncio y otro obispo, envió un mensaje datado desde el Gemelli a los participantes al peregrinaje jubilar de la arquidiócesis de Nápoles. “En estos días he sentido mucho el sostén de su cercanía, sobre todo a través de las oraciones con las que me han acompañado. Por eso, aunque no puedo estar físicamente presente en medio de ustedes, les expreso mi gran alegría al saber que están unidos a mí en Jesús como Iglesia”, les escribió, en un mensaje leído por el arzobispo de Nápoles, Domenico Battaglia.

“Los bendigo y rezo por ustedes. Y les pido que también sigan rezando por mí, gracias”, se despidió.

ROMA.- En una sorpresiva conferencia de prensa en el atrio del hospital Gemelli, los médicos al frente del equipo que atiende a Francisco desde que fue internado hace más de cinco semanas por una infección respiratoria que degeneró en una neumonía, anunciaron este sábado la noticia más esperada: el Papa será dado de alta este domingo a la mañana, cuando regresará a la residencia de Santa Marta, su hogar en el Vaticano.

El regreso tendrá lugar después de haber reaparecido en público al mediodía, cuando se asomará desde el balcón del décimo piso -donde se encuentra su suite-, para saludar y bendecir a la multitud al final de la tradicional oración mariana del Angelus, que será distribuido de forma escrita, como en las últimas semanas. “Será también una forma de despedirse del hospital, su personal y sus pacientes”, dijeron sus médicos, que aparecieron más que satisfechos por el resultado de una internación que al principio fue dramática y que, debido a cuatro crisis respiratorias, hizo temer lo peor.

Sergio Alfieri, cirujano que lo operó al Pontífice de colon en dos oportunidades (en 2021 y en 2023), destacó que el paciente ilustre, de 88 años, será dado de alta después de haber pasado al menos dos semanas “en condiciones estables”. “La prescripción es continuar con las terapias farmacológicas por vía oral por mucho tiempo y con una recomendación de un periodo de reposo y convalecencia de dos meses”, indicó. “Los médicos le dan de alta prescribiendo un periodo de reposo y convalecencia de dos meses y desaconsejan encuentros grupales y esfuerzos”, añadió.

El cirujano Sergio Alfieri, en la conferencia de prensa en el hospital Gemelli, en Roma. (Tiziana FABI / AFP)

Su colega, Luigi Carbone, doctor de referencia del Papa y jefe del servicio médico del Vaticano, subrayó que se trata de “una dimisión protegida que requerirá de una convalecencia” y que en la residencia de Santa Marta ya está todo preparado para recibirlo. “La convalecencia es una fase de recuperación y es un período en el que no podrá tener su normal actividad de encuentros de personas”, precisó, al subrayar que también habían decidido darle el alta “porque un hospital suele ser el peor lugar para una convalecencia”. En Santa Marta, para seguir esa senda de recuperación que viene dándose en las últimas semanas, el papa Francisco deberá continuar con su fisioterapia respiratoria y motora: “es lo que necesita para recuperarse velozmente”, indicó Carbone.

Al hacer el anuncio del alta, una noticia que nadie se esperaba porque la Sala de Prensa había dicho que el próximo parte médico iba a ser probablemente el lunes próximo, los médicos hicieron un repaso de la internación del papa Francisco, la más larga de su pontificado y que culminará después de 38 días. Ingresó el 14 de febrero pasado con una infección respiratoria polimicrobiana que después derivó en una neumonía bilateral, recordaron, y admitieron que durante la hospitalización “tuvo dos episodios críticos en los que su vida estuvo en peligro”.

Sergio Alfieri y Luigi Carbone, en la conferencia de prensa en el hospital Gemelli, en Roma. (AP/Gregorio Borgia)

En estos momentos, los más dramáticos, aclararon que el Papa “nunca estuvo intubado”, sino que siempre estuvo alerta y orientado. Ante una pregunta de cómo se vivieron esas situaciones, los médicos admitieron que “cuando estaba muy mal era difícil el buen humor”. Pero cuando ya estaba un poquito mejor, regresaba a su clásico humor porteño: “en un momento me acerqué para auscultarlo y le pregunté ‘Santo Padre ¿cómo está? Y el contestó ‘todavía vivo’”, evocó Alfieri, riendo.

Los médicos aclararon, por otro lado, que el Papa “no es diabético”, que “no fue Covid lo que tuvo” y precisaron que ya no tiene neumonía bilateral. “El Santo Padre puede ser dado de alta porque las infecciones más graves han sido resueltas, pero algunos virus permanecen y se requiere de varios meses para superarlos”, explicaron.

Consultados si hubo presión de parte del Papa, conocido por ser alguien que detesta los hospitales, para apurar el alta, los médicos negaron todo. “El alta la deciden los médicos. Es claro que el Papa quería volver a casa ya desde hace algunos días, cuando se dio cuenta que estaba mejorando, que respiraba mejor. Pero tengo que decir que fue un paciente ejemplar, que escuchó siempre nuestras sugerencias, por lo que estuvimos de acuerdo con el alta”, dijo Alfieri. “Se puso contentísimo (con el alta)”, admitió, al confiar que “desde hace varios días preguntaba ‘¿cuándo vuelvo a casa?’”.

Así como en la víspera el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández” hizo saber que debido a la oxigenación de altos flujos el Papa tiene dificultades para hablar, los médicos dijeron al respecto que, como ha habido mejoras gracias a las fisioterapias y en las últimas semanas “rápidas”, “si sigue con ese ritmo podrá retomar su actividad lo antes posible”. De todos modos, si bien dejaron en claro que en estos dos meses de reposo y convalecencia deberá evidentemente abstenerse de actividades grupales y laborales, no se animaron a pronosticar qué pasará con la Semana Santa. “Es claro que se evaluarán las mejoras y la convalecencia y se decidirá oportunamente”, dijo el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, también presente en la conferencia de prensa, que prefirió tampoco expedirse sobre qué pasará con la audiencia prevista para recibir al rey Carlos III y a la reina consorte Camilla, el 8 de abril próximo.

En cuanto al supuesto viaje a Turquía -previsto para fines de mayo por el 1700 aniversario del Concilio Ecuménico de Nicea-, el doctor Carbone no lo descartó: “siendo una convalecencia no podemos hacer previsiones. Esperemos que sí, se verá en base a las mejoras”.

Ante la pregunta de cuánto adelgazó el Papa en esta larga y dura internación, Alfieri, como siempre muy afable, contestó que nunca habían pesado a su paciente ilustre, a quien seguramente le hizo bien perder unos kilos, dijo, con tacto. “Pero es evidente que adelgazó, se darán cuenta mañana”, agregó, al aludir a su reaparición para el Angelus. Al respecto precisó que cuando “estuvo muy mal se alimentaba menos y estando mejor se fue alimentando progresivamente un poco más”.

Aparición breve

El anuncio de la reaparición del Papa para un saludo y una bendición este domingo, una gran señal, había sido dado por la mañana por la Sala de Prensa, horas antes de la inesperada noticia del alta. En realidad, ya el viernes los periodistas de guardia en el hospital habían notado movimientos de gendarmes detrás del ventanal del balcón del décimo piso del policlínico que suele utilizarse para la oración mariana del Angelus, por lo que comenzó a especularse sobre esta posibilidad.

Después de la única imagen difundida el domingo pasado, en la que aparece de costado, sin el rostro visible; y el audio con la voz débil y sin aliento enviado el 6 de marzo para agradecer a los fieles que rezaban el rosario, la aparición del Papa, que seguramente será breve, significará otra importantísima prueba de vida. Y gran alivio para cientos de miles de católicos que podrán ver cómo está el máximo jefe de la Iglesia católica después de 38 días de internación.

papa Francisco concelebrando una misa en su capilla privada en la Policlínica Agostino Gemelli en Roma, el 16 de marzo de 2025. (Oficina de Prensa del Vaticano, Via AP )

No se sabe exactamente si el Papa, de 88 años, aparecerá en el balcón o si lo hará desde detrás del ventanal, para no exponerse al frío y a la corriente de aire.

En cualquier caso, esta decisión confirma que el Papa -que debió ser internado el 14 de febrero pasado y que en la segunda semana de internación vivió momentos dramáticos con cuatro crisis respiratorias-, está mejor, como también destacó el cardenal Fernández, una de las personas más cercanas a Francisco. Su pronóstico dejó de ser reservado el lunes 10 de marzo.

Tal como informó este viernes la Sala de Prensa, sus condiciones permanecen estables y “continúan pequeñas mejoras desde el punto de vista respiratorio y motriz”; de noche ya no usa la ventilación mecánica con la mascarilla sino la oxigenación de altos flujos con las cánulas nasales y de día emplea cada vez menos los altos flujos. “Los médicos aún no han dado una indicación sobre una alta médica del hospital”, dijo también la Sala Stampa, que como siempre hizo saber que las jornadas del Papa transcurren entre “terapias, oración y un poco de actividad laboral”.

Para el Papa volver a mostrarse en público, aunque sea brevemente, saludar y bendecir a la multitud, significará un paso adelante inmenso. Implicará ese contacto directo del pastor con su grey para él esencial y será algo que probablemente le dará energía.

No será la primera vez que sale al balcón del décimo piso del Gemelli en ocasión del Angelus dominical. Ya lo había hecho en julio de 2021, después de su primera operación de colon, siguiendo una “tradición” inaugurada por su predecesor polaco, Juan Pablo II (1978-2005), que tres veces recitó la oración mariana desde lo que consideraba el “Vaticano III” (después del Palacio Apostólico y la residencia de Castelgandolfo) visto que, debido a diversas intervenciones, tuvo que pasar mucho tiempo en la suite del décimo piso.

Fiel reflejo de que pese a estar internado desde hace 38 días, sigue al timón de la Iglesia, este sábado, además de nombrar un nuevo nuncio y otro obispo, envió un mensaje datado desde el Gemelli a los participantes al peregrinaje jubilar de la arquidiócesis de Nápoles. “En estos días he sentido mucho el sostén de su cercanía, sobre todo a través de las oraciones con las que me han acompañado. Por eso, aunque no puedo estar físicamente presente en medio de ustedes, les expreso mi gran alegría al saber que están unidos a mí en Jesús como Iglesia”, les escribió, en un mensaje leído por el arzobispo de Nápoles, Domenico Battaglia.

“Los bendigo y rezo por ustedes. Y les pido que también sigan rezando por mí, gracias”, se despidió.

 Así lo anunciaron sus médicos en una sorpresiva conferencia de prensa en el atrio del Gemelli; el Pontífice, que necesitará dos meses de convalecencia y reposo, se asomará el domingo al mediodía desde el décimo piso del hospital para un saludo y una bendición en el horario del Angelus  LA NACION

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