La hora azul de Paula Hawkins va al hueso de un caso policial y explora la camaradería entre mujeres

Una mujer pelirroja está sentada de manera plácida en el gran sillón del hotel donde se aloja y da entrevistas. Quizá sea una coincidencia que la ropa que lleva puesta replica la gama del negro y el azul, los mismos colores que están en la tapa de su nuevo libro. Y sí, tal vez las uñas azules de los pies, tan visibles dentro de las sandalias celeste oscuro, también sean puro azar. Pero tratándose de una escritora de policial y misterio, podría ser todo parte de un plan. Lo que sí es seguro, es que la dama en composé es la escritora Paula Hawkins, por estos días en Buenos Aires para presentar, precisamente, La hora azul (Planeta). Se trata de una novela negra donde los personajes principales son mujeres, algo que caracteriza su obra.
El exorcismo de Martha Peluffo, la hechicera que embrujó a los artistas de Buenos Aires
Esa forma suya de trabajar el género empezó con un primer thriller, La chica del tren, que fue llevado al cine con la actriz Emily Blunt. Desde que arrancó con la ficción -porque antes, durante más de una década, fue periodista-, los libros de Hawkins se leen en todo el mundo. Entonces, los números sobre ella dicen: que suma más de 29 millones de ejemplares vendidos en 50 países, con traducciones a diferentes lenguas, y que todo eso hizo de ella una best seller.
No es la primera vez que está en la Argentina. En el invierno de 2017 vino a presentar Escrito en el agua. Sobre aquella visita, Hawkins recuerda: “La última vez me tomé unas pequeñas vacaciones en la Patagonia. Así que un poco del país pude ver”. Aunque reconoce que esta estadía será más breve, aprovechó para conocer autores nacionales. “Acabo de leer el libro de Claudia Piñeiro, El tiempo de las moscas, que me encantó, realmente. Así que estoy planeando seguir más de su obra”. Pero también hay algo con la urbanidad porteña que la lleva a decir: “Me gusta mucho lo verde que es la ciudad y tengo la esperanza de poder hacer un poco de exploración el sábado, con algo de tiempo”. Ciudad y naturaleza son parte de su vida. Si bien nació en Zimbabue (1972), a los 17 años se mudó a Inglaterra y ahí se quedó. “Vivo en un departamento en Londres y trato de ir al campo lo más posible. Tengo una casa en Edimburgo, Escocia”.
La hora azul es un policial. Y pasa esto: en una muestra de arte de Vanessa Chapman, una escultora muy reconocida que ya murió, alguien descubre que el hueso utilizado para una instalación es humano y no de un animal como se pensaba. Aparece la pregunta que abre todo: ¿a quién pertenece ese hueso? Además de esto, la novela habla de cosas como la camaradería femenina, el cuidar de una amiga, proteger. Sobre esto, Hawkins dice: “Uno de los grandes temas del libro es la amistad entre estas dos mujeres, que se torna un tanto complicada y difícil en ciertos momentos. Pero se trata de dos mujeres que, en varios momentos, se cuidan una a otra. Confían. Se necesitan. Hay como una dinámica del poder que va cambiando entre ellas. Pero, a pesar de todas las cosas malas que pasan en momentos clave, tienen una solidaridad que la sostiene a lo largo del libro”. Son personajes con una personalidad muy marcada. “Vanessa tiene una voluntad muy fuerte, es muy determinada. Trato de escribir sobre personas reales y no sobre buenos o malos. Y si uno escribe un personaje real, una mujer real, eso es feminismo. Mujeres tal cual son”. Sobre lo que significa construir un personaje, subraya: “Creo que hay diferentes maneras de hacerlo. Algunos escriben listas de atributos, yo no. Pienso mucho en ellos: qué harían en una determinada circunstancia, cómo reaccionarían. En cierta forma es un proceso lento; para mí, esa es la clave de una buena novela. El personaje que realmente llegamos a recordar, a conocer”.
En este presente, Hawkins puede decir qué es significativo para ella en una novela. Pero sobre sus comienzos y lo que hoy vive con ser una escritora tan leída, y que sus libros se traduzcan a distintos idiomas, concluye: “No sabía que iba a ser buena. No tenía mucha confianza cuando empecé. Y me llevó un tiempo encontrar mi voz. Es un enorme privilegio que tu obra sea traducida. Es algo maravilloso pensar que hay personas de todo el mundo que están leyendo y que les gusta”.
El policial estuvo siempre ahí. En su casa de la infancia leían a Agatha Christie. “Me encantaban las tramas. Cuando tenía veintipico empecé a leer a Bárbara Vine. Descubrí a Patricia Highsmith, que escribe estas cosas muy oscuras. Siempre fueron ese tipo de novelas las que me atrajeron: negras, oscuras. Me llevó un tiempo descubrir que eso era lo que quería hacer, pero ahora me resulta sumamente natural”. Por otro lado, cuando responde si La hora azul podría llegar al cine, como sucedió con La chica del tren, Hawkins se entusiasma, pero se sincera: “No depende de mí. Me encantaría verla en la pantalla, porque podría que tener un aspecto extraordinario. Hay que esperar”. Por ahora es un libro; un libro dedicado a sus padres, además. “Me di cuenta de que era hora de dedicarles un libro, simplemente para decirles gracias”.
Para agendar
Paula Hawkins presenta su novela La hora azul y firma ejemplares hoy, a las 19, en el Ateneo Grand Splendid, Av. Santa Fe 1860.
Una mujer pelirroja está sentada de manera plácida en el gran sillón del hotel donde se aloja y da entrevistas. Quizá sea una coincidencia que la ropa que lleva puesta replica la gama del negro y el azul, los mismos colores que están en la tapa de su nuevo libro. Y sí, tal vez las uñas azules de los pies, tan visibles dentro de las sandalias celeste oscuro, también sean puro azar. Pero tratándose de una escritora de policial y misterio, podría ser todo parte de un plan. Lo que sí es seguro, es que la dama en composé es la escritora Paula Hawkins, por estos días en Buenos Aires para presentar, precisamente, La hora azul (Planeta). Se trata de una novela negra donde los personajes principales son mujeres, algo que caracteriza su obra.
El exorcismo de Martha Peluffo, la hechicera que embrujó a los artistas de Buenos Aires
Esa forma suya de trabajar el género empezó con un primer thriller, La chica del tren, que fue llevado al cine con la actriz Emily Blunt. Desde que arrancó con la ficción -porque antes, durante más de una década, fue periodista-, los libros de Hawkins se leen en todo el mundo. Entonces, los números sobre ella dicen: que suma más de 29 millones de ejemplares vendidos en 50 países, con traducciones a diferentes lenguas, y que todo eso hizo de ella una best seller.
No es la primera vez que está en la Argentina. En el invierno de 2017 vino a presentar Escrito en el agua. Sobre aquella visita, Hawkins recuerda: “La última vez me tomé unas pequeñas vacaciones en la Patagonia. Así que un poco del país pude ver”. Aunque reconoce que esta estadía será más breve, aprovechó para conocer autores nacionales. “Acabo de leer el libro de Claudia Piñeiro, El tiempo de las moscas, que me encantó, realmente. Así que estoy planeando seguir más de su obra”. Pero también hay algo con la urbanidad porteña que la lleva a decir: “Me gusta mucho lo verde que es la ciudad y tengo la esperanza de poder hacer un poco de exploración el sábado, con algo de tiempo”. Ciudad y naturaleza son parte de su vida. Si bien nació en Zimbabue (1972), a los 17 años se mudó a Inglaterra y ahí se quedó. “Vivo en un departamento en Londres y trato de ir al campo lo más posible. Tengo una casa en Edimburgo, Escocia”.
La hora azul es un policial. Y pasa esto: en una muestra de arte de Vanessa Chapman, una escultora muy reconocida que ya murió, alguien descubre que el hueso utilizado para una instalación es humano y no de un animal como se pensaba. Aparece la pregunta que abre todo: ¿a quién pertenece ese hueso? Además de esto, la novela habla de cosas como la camaradería femenina, el cuidar de una amiga, proteger. Sobre esto, Hawkins dice: “Uno de los grandes temas del libro es la amistad entre estas dos mujeres, que se torna un tanto complicada y difícil en ciertos momentos. Pero se trata de dos mujeres que, en varios momentos, se cuidan una a otra. Confían. Se necesitan. Hay como una dinámica del poder que va cambiando entre ellas. Pero, a pesar de todas las cosas malas que pasan en momentos clave, tienen una solidaridad que la sostiene a lo largo del libro”. Son personajes con una personalidad muy marcada. “Vanessa tiene una voluntad muy fuerte, es muy determinada. Trato de escribir sobre personas reales y no sobre buenos o malos. Y si uno escribe un personaje real, una mujer real, eso es feminismo. Mujeres tal cual son”. Sobre lo que significa construir un personaje, subraya: “Creo que hay diferentes maneras de hacerlo. Algunos escriben listas de atributos, yo no. Pienso mucho en ellos: qué harían en una determinada circunstancia, cómo reaccionarían. En cierta forma es un proceso lento; para mí, esa es la clave de una buena novela. El personaje que realmente llegamos a recordar, a conocer”.
En este presente, Hawkins puede decir qué es significativo para ella en una novela. Pero sobre sus comienzos y lo que hoy vive con ser una escritora tan leída, y que sus libros se traduzcan a distintos idiomas, concluye: “No sabía que iba a ser buena. No tenía mucha confianza cuando empecé. Y me llevó un tiempo encontrar mi voz. Es un enorme privilegio que tu obra sea traducida. Es algo maravilloso pensar que hay personas de todo el mundo que están leyendo y que les gusta”.
El policial estuvo siempre ahí. En su casa de la infancia leían a Agatha Christie. “Me encantaban las tramas. Cuando tenía veintipico empecé a leer a Bárbara Vine. Descubrí a Patricia Highsmith, que escribe estas cosas muy oscuras. Siempre fueron ese tipo de novelas las que me atrajeron: negras, oscuras. Me llevó un tiempo descubrir que eso era lo que quería hacer, pero ahora me resulta sumamente natural”. Por otro lado, cuando responde si La hora azul podría llegar al cine, como sucedió con La chica del tren, Hawkins se entusiasma, pero se sincera: “No depende de mí. Me encantaría verla en la pantalla, porque podría que tener un aspecto extraordinario. Hay que esperar”. Por ahora es un libro; un libro dedicado a sus padres, además. “Me di cuenta de que era hora de dedicarles un libro, simplemente para decirles gracias”.
Para agendar
Paula Hawkins presenta su novela La hora azul y firma ejemplares hoy, a las 19, en el Ateneo Grand Splendid, Av. Santa Fe 1860.
Nuevamente de visita a Buenos Aires, la best seller británica nacida en África se siente una privilegiada, con traducciones a múltiples idiomas y lectores en los cinco continentes LA NACION