Sin barras, los hinchas se hicieron presentes para apoyar al jubilado de Chacarita

Completamente diferente a lo que sucedió el miércoles pasado. La marcha que durante buena parte de la tarde se llevó a cabo pacíficamente en la Plaza del Congreso, en apoyo a los jubilados que reclaman mejoras en sus haberes, estuvo marcada por la ausencia de barrabravas. Sin embargo, se vieron algunas camisetas de fútbol repartidas entre la gran cantidad de agrupaciones sociales que se hicieron presentes. Aquellos que fueron con los colores de sus clubes, coincidieron en una síntesis: “Nosotros estamos acá con los colores de nuestros equipos y sin ningún color político”.
Además, todos se unieron a Carlos Alberto Dawlowfki, un jubilado hincha de Chacarita que, hace dos semanas, sufrió la represión policial. Fue en solidaridad con él que hinchas y barras de distintos clubes se sumaron a la movilización del miércoles pasado, que derivó en hechos de violencia y caos frente al Congreso. La escena se repitió este miércoles, aunque los protagonistas fueron hinchas. No faltó la presencia de la figura de Diego Maradona, acompañado de una famosa frase que dijo a favor de los jubilados.
Con espontaneidad, en su mayoría, entre quienes se acercaban al vallado principal, ubicado frente al Congreso y sobre la Avenida Entre Ríos, comenzaron a observarse por separado las distintas camisetas de equipos de fútbol. Algunas de las primeras que se observaron fueron la de Racing, Gimnasia de La Plata y Huracán. Colgadas en las rejas, dos banderas azul y amarilla, junto al escudo de Dock Sud, rezaban “Sin derechos no hay democracia” y » Robar a los jubilados es un crimen social”. Ante la consulta, estos hinchas no quisieron hablar con LA NACION.
Carlos Alberto Dawlowfki es jubilado, tiene 75 años. Con una bandera de la Argentina colgada como capa y con la casaca del Funebrero, este miércoles volvió al lugar donde fue reprimido hace dos semanas. “Yo siempre tengo la camiseta de Chacarita puesta y fui uno de los primeros en venir a reclamar. Me tiraron gas, me pegaron, me hicieron de todo. Entonces, la hinchada de mi club y las de los demás dijeron ‘basta’, porque todos los pibes jóvenes tienen abuelos y abuelas. Entonces vinieron con las camisetas de sus equipos”, contó con algo de resignación. La primera hinchada en plegarse al reclamo por la recomposición jubilatoria fue la de Chacarita. Luego se fueron sumando hinchas de otras instituciones, que se manifestaron en su apoyo.
Varias casacas de Nueva Chicago se concentraron en la zona del Congreso. “Chueco”, también jubilado, llegó a la marcha desde Ciudad Oculta con los colores verde y negro. Cargaba sobre su cabeza una imagen de la Virgen de Luján adentro de un cofre de vidrio que tiene desde 2001, año en el que el club de Mataderos ascendió a primera división. “Antes que hinchas somos parte del pueblo argentino, después queremos a los colores de nuestro barrio. La iniciativa fue Chacarita, por Carlos Alberto y por ese motivo los felicité. Nosotros acá lo que queremos expresar con las camisetas es juntar el amor por los colores del equipo con el amor por la patria. Los gobiernos tienen que fomentar la felicidad del pueblo, no hacerlo sufrir”, le contó a LA NACION.
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, fue una de las dirigentes de La Cámpora que se hizo presente en la marcha, pero le quitó importancia a aquellos que llegaron la Plaza del Congreso con casacas de equipos de fútbol. “Creo que poner el foco en la gente que viene con una camiseta de fútbol es quitarle importancia a lo que realmente está sucediendo con los jubilados”, contestó.
Gabriela llegó con la camiseta de Temperley. “Queremos continuar esto por la lucha que impulsó el hincha de Chacarita que fue reprimido. Nosotros a esto también lo seguimos haciendo en los partidos con una bandera que dice ‘Temperley está con los jubilados’”, agregó.
Rubén también llegó desde el sur del conurbano, con los colores celeste y blanco. “Vengo en mi doble condición, como hincha y jubilado. Mi lucha es porque siempre se sacan fondos de las cajas de jubilación, que tiene superávit”, dijo, para continuar: “Con respecto a los colores de mi camiseta, todo se inició por Carlos, el hincha de Chacarita, entonces nosotros nos identificamos con este hincha jubilado y en contra de la represión popular”. Además, expresó: “Nosotros reclamamos como hinchas y no como barrabravas, que es otra cosa, y lo hacemos con los colores de nuestro equipo porque no tenemos ningún color político. Vale recordar que Temperley es tierra de Norma Plá, que fue durante años la cara del reclamo por haberes jubilaciones dignos.
Entre tantos hinchas y camisetas, no podía faltar Diego Armando Maradona. En 1992, “el 10″ defendió a los jubilados con una recordada frase: “Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados. A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza”. En aquella ocasión, Maradona criticaba una decisión del gobierno de Carlos Menem, quien había vetado un aumento en los haberes previsionales con fondos de la privatización de YPF. Durante la marcha, banderas y remeras se hicieron notar con la cara del Diego y aquella frase que no perdió vigencia en 27 años.
Completamente diferente a lo que sucedió el miércoles pasado. La marcha que durante buena parte de la tarde se llevó a cabo pacíficamente en la Plaza del Congreso, en apoyo a los jubilados que reclaman mejoras en sus haberes, estuvo marcada por la ausencia de barrabravas. Sin embargo, se vieron algunas camisetas de fútbol repartidas entre la gran cantidad de agrupaciones sociales que se hicieron presentes. Aquellos que fueron con los colores de sus clubes, coincidieron en una síntesis: “Nosotros estamos acá con los colores de nuestros equipos y sin ningún color político”.
Además, todos se unieron a Carlos Alberto Dawlowfki, un jubilado hincha de Chacarita que, hace dos semanas, sufrió la represión policial. Fue en solidaridad con él que hinchas y barras de distintos clubes se sumaron a la movilización del miércoles pasado, que derivó en hechos de violencia y caos frente al Congreso. La escena se repitió este miércoles, aunque los protagonistas fueron hinchas. No faltó la presencia de la figura de Diego Maradona, acompañado de una famosa frase que dijo a favor de los jubilados.
Con espontaneidad, en su mayoría, entre quienes se acercaban al vallado principal, ubicado frente al Congreso y sobre la Avenida Entre Ríos, comenzaron a observarse por separado las distintas camisetas de equipos de fútbol. Algunas de las primeras que se observaron fueron la de Racing, Gimnasia de La Plata y Huracán. Colgadas en las rejas, dos banderas azul y amarilla, junto al escudo de Dock Sud, rezaban “Sin derechos no hay democracia” y » Robar a los jubilados es un crimen social”. Ante la consulta, estos hinchas no quisieron hablar con LA NACION.
Carlos Alberto Dawlowfki es jubilado, tiene 75 años. Con una bandera de la Argentina colgada como capa y con la casaca del Funebrero, este miércoles volvió al lugar donde fue reprimido hace dos semanas. “Yo siempre tengo la camiseta de Chacarita puesta y fui uno de los primeros en venir a reclamar. Me tiraron gas, me pegaron, me hicieron de todo. Entonces, la hinchada de mi club y las de los demás dijeron ‘basta’, porque todos los pibes jóvenes tienen abuelos y abuelas. Entonces vinieron con las camisetas de sus equipos”, contó con algo de resignación. La primera hinchada en plegarse al reclamo por la recomposición jubilatoria fue la de Chacarita. Luego se fueron sumando hinchas de otras instituciones, que se manifestaron en su apoyo.
Varias casacas de Nueva Chicago se concentraron en la zona del Congreso. “Chueco”, también jubilado, llegó a la marcha desde Ciudad Oculta con los colores verde y negro. Cargaba sobre su cabeza una imagen de la Virgen de Luján adentro de un cofre de vidrio que tiene desde 2001, año en el que el club de Mataderos ascendió a primera división. “Antes que hinchas somos parte del pueblo argentino, después queremos a los colores de nuestro barrio. La iniciativa fue Chacarita, por Carlos Alberto y por ese motivo los felicité. Nosotros acá lo que queremos expresar con las camisetas es juntar el amor por los colores del equipo con el amor por la patria. Los gobiernos tienen que fomentar la felicidad del pueblo, no hacerlo sufrir”, le contó a LA NACION.
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, fue una de las dirigentes de La Cámpora que se hizo presente en la marcha, pero le quitó importancia a aquellos que llegaron la Plaza del Congreso con casacas de equipos de fútbol. “Creo que poner el foco en la gente que viene con una camiseta de fútbol es quitarle importancia a lo que realmente está sucediendo con los jubilados”, contestó.
Gabriela llegó con la camiseta de Temperley. “Queremos continuar esto por la lucha que impulsó el hincha de Chacarita que fue reprimido. Nosotros a esto también lo seguimos haciendo en los partidos con una bandera que dice ‘Temperley está con los jubilados’”, agregó.
Rubén también llegó desde el sur del conurbano, con los colores celeste y blanco. “Vengo en mi doble condición, como hincha y jubilado. Mi lucha es porque siempre se sacan fondos de las cajas de jubilación, que tiene superávit”, dijo, para continuar: “Con respecto a los colores de mi camiseta, todo se inició por Carlos, el hincha de Chacarita, entonces nosotros nos identificamos con este hincha jubilado y en contra de la represión popular”. Además, expresó: “Nosotros reclamamos como hinchas y no como barrabravas, que es otra cosa, y lo hacemos con los colores de nuestro equipo porque no tenemos ningún color político. Vale recordar que Temperley es tierra de Norma Plá, que fue durante años la cara del reclamo por haberes jubilaciones dignos.
Entre tantos hinchas y camisetas, no podía faltar Diego Armando Maradona. En 1992, “el 10″ defendió a los jubilados con una recordada frase: “Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados. A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza”. En aquella ocasión, Maradona criticaba una decisión del gobierno de Carlos Menem, quien había vetado un aumento en los haberes previsionales con fondos de la privatización de YPF. Durante la marcha, banderas y remeras se hicieron notar con la cara del Diego y aquella frase que no perdió vigencia en 27 años.
Los colores de los equipos de fútbol se mezclaron entre la manifestación; la frase de Maradona y la historia de Carlos Alberto, reprimido por la policía LA NACION