Cuáles son los cinco errores más comunes al controlar la presión arterial, según los expertos

El control de la presión arterial es una de las partes fundamentales de los chequeos médicos de rutina que deberían realizarse todas las personas. De acuerdo con el sitio especializado Medline Plus, “todas las personas de tres años o mayores deben medirse su presión arterial por parte de un profesional de la salud al menos una vez al año”. Su importancia se debe a que, a través de este rápido y sencillo estudio, se podrá determinar cómo está la salud cardiovascular, según la fuerza de la sangre sobre las arterias cuando el corazón bombea. Por ende, este estudio es un gran aliado para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Si bien con hacerlo una vez al año es suficiente para la mayoría, aquellas personas con presión alta tienen que hacerlo más seguido. Lo mismo sucede con quienes tienen más riesgo de padecerla, como las personas de 40 años o más, con sobrepeso u obesidad, con antecedentes familiares de enfermedades del corazón, presión alta o diabetes o que tomen pastillas anticonceptivas.
Aunque es fácil hacer el control desde casa, en caso de optar por este método, es muy importante tener en cuenta las recomendaciones de los profesionales para hacerlo correctamente. De acuerdo con los expertos, las personas suelen cometer errores bastante comunes que podrían afectar los resultados.
Los errores más comunes al tomarse la presión
- Elegir mal los equipos domésticos: si bien existen muchas opciones disponibles en el mercado, los especialistas indican que es conveniente utilizar un tensiómetro de brazo validado, preferentemente automático, ya que requiere menos calibraciones y, por tanto, menos control profesional. Cuando se usa el aparato (uno de los más populares, que lleva un reloj en el frente) hay que calibrarlo cada seis meses. Si bien, lógicamente, los doctores lo saben y lo hacen, en un hogar rara vez se lleva a cabo, y esto puede afectar ampliamente los resultados del estudio.
- No prestar atención al tamaño del mango del aparato: la parte del medidor por donde se coloca el brazo debe estar adaptado a las medidas del brazo del paciente. En caso de que sea muy grande o muy pequeño, los resultados no serán los correctos.
- Colocar mal el brazalete: de acuerdo con los especialistas, el aparato debe colocarse a dos centímetros del pliegue del codo, directamente sobre la piel. Para chequear que esté bien ajustado y no sobre ni falte espacio, hay que medir que dos dedos entre el brazalete y la piel.
- No prepararse correctamente para el estudio: 30 minutos antes de hacer una medición de presión es muy importante no consumir alcohol, productos con tabaco, bebidas o alimentos con cafeína y no hacer ejercicio. Asimismo, hay que consultar previamente con un profesional de la salud si alguna de las medicaciones que se consumen diariamente pueden afectar el resultado. Adicionalmente, se recomienda ir al baño antes de la prueba y no hablar ni mascar chicle durante la medición.
- No tener la postura correcta: para que el estudio funcione, el paciente necesita estar relajado, con la espalda apoyada en el respaldo del asiento, los pies en el piso, sin cruzar las piernas y con el brazo bien relajado.
El control de la presión arterial es una de las partes fundamentales de los chequeos médicos de rutina que deberían realizarse todas las personas. De acuerdo con el sitio especializado Medline Plus, “todas las personas de tres años o mayores deben medirse su presión arterial por parte de un profesional de la salud al menos una vez al año”. Su importancia se debe a que, a través de este rápido y sencillo estudio, se podrá determinar cómo está la salud cardiovascular, según la fuerza de la sangre sobre las arterias cuando el corazón bombea. Por ende, este estudio es un gran aliado para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Si bien con hacerlo una vez al año es suficiente para la mayoría, aquellas personas con presión alta tienen que hacerlo más seguido. Lo mismo sucede con quienes tienen más riesgo de padecerla, como las personas de 40 años o más, con sobrepeso u obesidad, con antecedentes familiares de enfermedades del corazón, presión alta o diabetes o que tomen pastillas anticonceptivas.
Aunque es fácil hacer el control desde casa, en caso de optar por este método, es muy importante tener en cuenta las recomendaciones de los profesionales para hacerlo correctamente. De acuerdo con los expertos, las personas suelen cometer errores bastante comunes que podrían afectar los resultados.
Los errores más comunes al tomarse la presión
- Elegir mal los equipos domésticos: si bien existen muchas opciones disponibles en el mercado, los especialistas indican que es conveniente utilizar un tensiómetro de brazo validado, preferentemente automático, ya que requiere menos calibraciones y, por tanto, menos control profesional. Cuando se usa el aparato (uno de los más populares, que lleva un reloj en el frente) hay que calibrarlo cada seis meses. Si bien, lógicamente, los doctores lo saben y lo hacen, en un hogar rara vez se lleva a cabo, y esto puede afectar ampliamente los resultados del estudio.
- No prestar atención al tamaño del mango del aparato: la parte del medidor por donde se coloca el brazo debe estar adaptado a las medidas del brazo del paciente. En caso de que sea muy grande o muy pequeño, los resultados no serán los correctos.
- Colocar mal el brazalete: de acuerdo con los especialistas, el aparato debe colocarse a dos centímetros del pliegue del codo, directamente sobre la piel. Para chequear que esté bien ajustado y no sobre ni falte espacio, hay que medir que dos dedos entre el brazalete y la piel.
- No prepararse correctamente para el estudio: 30 minutos antes de hacer una medición de presión es muy importante no consumir alcohol, productos con tabaco, bebidas o alimentos con cafeína y no hacer ejercicio. Asimismo, hay que consultar previamente con un profesional de la salud si alguna de las medicaciones que se consumen diariamente pueden afectar el resultado. Adicionalmente, se recomienda ir al baño antes de la prueba y no hablar ni mascar chicle durante la medición.
- No tener la postura correcta: para que el estudio funcione, el paciente necesita estar relajado, con la espalda apoyada en el respaldo del asiento, los pies en el piso, sin cruzar las piernas y con el brazo bien relajado.
De acuerdo con los profesionales de la salud, hay que prestar atención a la hora de realizarlo; es fundamental para la vida diaria de muchos pacientes; las claves para hacerlo correctamente LA NACION