NacionalesUltimas Noticias

Preparan el fin de Vialidad, un ícono de la obra pública y la corrupción kirchnerista

Fue fundamental para la integración territorial de la Argentina. Cuna de ingenieros y proyectistas, con el tiempo se convirtió en el icono de la obra pública. Cuando el kirchnerismo llegó al poder, Vialidad Nacional, de ella se trata, fue el epicentro de licitaciones, amigos y retornos.

En este tiempo, en el que la red vial destrozada, estatizada y sin proyección de mejora, el organismo quizá hizo su último aporte en su vida: bautizar a la causa penal donde la expresidenta Cristina Kirchner está doblemente condenada por corrupción. Con ese legado, Vialidad Nacional está a punto de desaparecer. O al menos, de cambiar para ya no ser la que es actualmente.

En secreto y con pocas filtraciones, la administración del presidente Javier Milei prepara un decreto para modificar algunos organigramas dentro del Poder Ejecutivo. Uno de los puntos que tratará esa norma es la desaparición de Vialidad Nacional, así como también de la empresa estatal Corredores Viales y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Todo ese esquema pasará a conformar una agencia que tendrá injerencia sobre todas las rutas nacionales.

En el Gobierno sostienen que hay mucha duplicidad de tareas entre los tres organismos. Se trata claro de una de las iniciativas que tiene origen en el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que maneja Federico Sturzenegger.

En los pasillos de Vialidad, de la empresa pública y de la agencia descuentan que esto sucederá. De hecho, hay un número que se escucha y que aterra los jerarcas viales. Dicen que de más de mil jerárquicos que tiene el organismo quedarán 170. En las oficinas de la Casa Rosada y del ministerio que conduce Sturzenegger nadie quiere soltar prenda sobre los alcances de aquel decreto. “Está encuarentenado”, ilustró una alta fuente oficial que conoce el asunto.

El punto es que esa norma no sólo aplicará la “motosierra” en Vialidad, sino que abarcará decenas de áreas del Estado. “Falta; faltan un par de semanas, al menos”, explico una voz oficial cuando LA NACION lo consultó respecto del tiempo de publicación. Según cuentan algunas voces oficiosas, será una de las grandes medidas que coronará la gestión de Federico Sturzenegger antes de que a mediados de año, se terminen sus facultades extraordinarias.

¿Cómo será la fusión vial? En principio, lo más simple es el cambio de nombre. Vialidad desaparecerá y empezará a tener funciones una agencia, algo similar a lo que pasó con la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, un ente autárquico del Ministerio de Economía que fue creado el 6 de enero pasado. Entonces, se suprimió la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y se dispuso la disolución y posterior liquidación de Administración General de Puertos Sociedad Unipersonal. En este caso, son dos organismos y una sociedad, el camino será similar.

Actualmente, Vialidad es, por lejos, el hermano mayor de la fusión. Actualmente tiene 5304 empleados de los cuales más de 1500 son jerárquicos. La administración de Milei puso la lupa en ese mundo. Cuando el Presidente llegó a la Casa Rosada, ese organismo tenía 5703 trabajadores en su nómina, es decir, 400 más.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial cuenta con un plantel de 717 dependientes (eran 1049 en diciembre de 2023) y Corredores Viales, 3622, una plantilla que se redijo desde los 4136 que habían cuando terminó el mandato de Alberto Fernández. En total, se trata de alrededor de 10.000 empleados públicos cuyo destino empieza a ser una incógnita.

Privatizaciones

En estos días, el Gobierno empezó con un proceso de privatización de la única ruta por peaje que está bajo la jurisdicción de Vialidad. Se trata del corredor mesopotámico que conforman las rutas 12, 14 y 172 y que une la zona de Zárate y Campana con Paso de los Libres, uno de los principales caminos del Mercosur. La concesión de la ruta se termina el 9 de abril y, según lo que trascendió, pasarán a manos del Estado hasta que se concrete el proceso de concesión que aún está lejos de terminar.

De acuerdo a cómo se ha planteado el tema, cuando terminen los días de Caminos del Río Uruguay (Crusa), la firma que desde los 90 está a cargo de los peajes y del mantenimiento de la vía troncal que es el principal corredor del Mercosur, quedarán despedidos 500 trabajadores quedarán. La sociedad que los emplea, la concesionaria, está en concurso de acreedores y todo indica que ese proceso terminará en quiebra. Por ahora, la ruta la va a operar el Estado a través de Vialidad, o del organismo se la suceda cuando se fusione con Corredores y con la Agencia.

Respecto de las otras rutas por peajes están dentro de Corredores Viales. De hecho, los planes que había en la sociedad del Estado para iniciar un proceso de privatización de todos los tramos se frenó hace tiempo cuando se supo que todo ese proceso sería encabezado por Vialidad. Desde entonces, todos los proyectos se quedaron en un cajón, a la espera de que suceda el traspaso de las rutas al organismo vial. Eso es lo que sucederá ahora con el decreto que se prepara.

Otro de los grandes interrogantes es quién ganará la pulseada para dirigir la nueva agencia. Las oficinas de Diagonal Sur, donde funciona Vialidad, tienen un jefe formal: Marcelo Jorge Campoy. Sin embargo, el verdadero número uno informal del lugar es Eduardo “Lule” Menem, uno de los hombres de poder más cercanos a la hermana del Presidente y secretaria general, Karina Milei. Seguramente de esas mesas saldrá la decisión respecto de quién será el responsable de semejante estructura.

Fue fundamental para la integración territorial de la Argentina. Cuna de ingenieros y proyectistas, con el tiempo se convirtió en el icono de la obra pública. Cuando el kirchnerismo llegó al poder, Vialidad Nacional, de ella se trata, fue el epicentro de licitaciones, amigos y retornos.

En este tiempo, en el que la red vial destrozada, estatizada y sin proyección de mejora, el organismo quizá hizo su último aporte en su vida: bautizar a la causa penal donde la expresidenta Cristina Kirchner está doblemente condenada por corrupción. Con ese legado, Vialidad Nacional está a punto de desaparecer. O al menos, de cambiar para ya no ser la que es actualmente.

En secreto y con pocas filtraciones, la administración del presidente Javier Milei prepara un decreto para modificar algunos organigramas dentro del Poder Ejecutivo. Uno de los puntos que tratará esa norma es la desaparición de Vialidad Nacional, así como también de la empresa estatal Corredores Viales y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Todo ese esquema pasará a conformar una agencia que tendrá injerencia sobre todas las rutas nacionales.

En el Gobierno sostienen que hay mucha duplicidad de tareas entre los tres organismos. Se trata claro de una de las iniciativas que tiene origen en el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que maneja Federico Sturzenegger.

En los pasillos de Vialidad, de la empresa pública y de la agencia descuentan que esto sucederá. De hecho, hay un número que se escucha y que aterra los jerarcas viales. Dicen que de más de mil jerárquicos que tiene el organismo quedarán 170. En las oficinas de la Casa Rosada y del ministerio que conduce Sturzenegger nadie quiere soltar prenda sobre los alcances de aquel decreto. “Está encuarentenado”, ilustró una alta fuente oficial que conoce el asunto.

El punto es que esa norma no sólo aplicará la “motosierra” en Vialidad, sino que abarcará decenas de áreas del Estado. “Falta; faltan un par de semanas, al menos”, explico una voz oficial cuando LA NACION lo consultó respecto del tiempo de publicación. Según cuentan algunas voces oficiosas, será una de las grandes medidas que coronará la gestión de Federico Sturzenegger antes de que a mediados de año, se terminen sus facultades extraordinarias.

¿Cómo será la fusión vial? En principio, lo más simple es el cambio de nombre. Vialidad desaparecerá y empezará a tener funciones una agencia, algo similar a lo que pasó con la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, un ente autárquico del Ministerio de Economía que fue creado el 6 de enero pasado. Entonces, se suprimió la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y se dispuso la disolución y posterior liquidación de Administración General de Puertos Sociedad Unipersonal. En este caso, son dos organismos y una sociedad, el camino será similar.

Actualmente, Vialidad es, por lejos, el hermano mayor de la fusión. Actualmente tiene 5304 empleados de los cuales más de 1500 son jerárquicos. La administración de Milei puso la lupa en ese mundo. Cuando el Presidente llegó a la Casa Rosada, ese organismo tenía 5703 trabajadores en su nómina, es decir, 400 más.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial cuenta con un plantel de 717 dependientes (eran 1049 en diciembre de 2023) y Corredores Viales, 3622, una plantilla que se redijo desde los 4136 que habían cuando terminó el mandato de Alberto Fernández. En total, se trata de alrededor de 10.000 empleados públicos cuyo destino empieza a ser una incógnita.

Privatizaciones

En estos días, el Gobierno empezó con un proceso de privatización de la única ruta por peaje que está bajo la jurisdicción de Vialidad. Se trata del corredor mesopotámico que conforman las rutas 12, 14 y 172 y que une la zona de Zárate y Campana con Paso de los Libres, uno de los principales caminos del Mercosur. La concesión de la ruta se termina el 9 de abril y, según lo que trascendió, pasarán a manos del Estado hasta que se concrete el proceso de concesión que aún está lejos de terminar.

De acuerdo a cómo se ha planteado el tema, cuando terminen los días de Caminos del Río Uruguay (Crusa), la firma que desde los 90 está a cargo de los peajes y del mantenimiento de la vía troncal que es el principal corredor del Mercosur, quedarán despedidos 500 trabajadores quedarán. La sociedad que los emplea, la concesionaria, está en concurso de acreedores y todo indica que ese proceso terminará en quiebra. Por ahora, la ruta la va a operar el Estado a través de Vialidad, o del organismo se la suceda cuando se fusione con Corredores y con la Agencia.

Respecto de las otras rutas por peajes están dentro de Corredores Viales. De hecho, los planes que había en la sociedad del Estado para iniciar un proceso de privatización de todos los tramos se frenó hace tiempo cuando se supo que todo ese proceso sería encabezado por Vialidad. Desde entonces, todos los proyectos se quedaron en un cajón, a la espera de que suceda el traspaso de las rutas al organismo vial. Eso es lo que sucederá ahora con el decreto que se prepara.

Otro de los grandes interrogantes es quién ganará la pulseada para dirigir la nueva agencia. Las oficinas de Diagonal Sur, donde funciona Vialidad, tienen un jefe formal: Marcelo Jorge Campoy. Sin embargo, el verdadero número uno informal del lugar es Eduardo “Lule” Menem, uno de los hombres de poder más cercanos a la hermana del Presidente y secretaria general, Karina Milei. Seguramente de esas mesas saldrá la decisión respecto de quién será el responsable de semejante estructura.

 Será fusionada con Corredores Viales y con la Agencia Nacional de Seguridad Vial; tendrá una estructura mucho más pequeña y desaparecen centenares de cargos jerárquicos  LA NACION

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Cerrar